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martes, 15 de octubre de 2019

La hipocresía de muchos médicos, de sus instituciones y de otras organizaciones es alarmante



Artículo de Luis Escribano


¿Cuánto cuesta comprar la “deontología” de un médico en Andalucía?

¿No es hipocresía cobrar productividades por cumplir objetivos que anteponen intereses diferentes a los de la salud del paciente?

¿Por qué la sociedad, con datos irrefutables, calla ante tanta hipocresía? ¿Y por qué las asociaciones más “representativas” de los usuarios lo silencian?



El pasado 31 de julio, el diario digital “Redacción Médica” publicaba la siguiente noticia: La CEOE plantea a los médicos dar menos bajas y estos aclaran: "Es ilegal".

En dicha noticia se indica que Francisco José Sáez Martínez, responsable del grupo de trabajo de Salud Laboral de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha manifestado que "Es una petición reiterada de la CEOE que se repite todos los años. Legalmente no es posible, ya que el contacto entre empresas y médicos del SNS debe establecerse a través de la Inspección Médica". Igualmente se indica como Sáez ha explicado que "cualquier duda sobre el trabajo de los médicos del SNS debería basarse en estudios claros, líneas compartidas de actuación, la eliminación de barreras diagnósticas, la prevención laboral activa y no en “matar al mensajero”(en este caso el médico de familia)".

Por otro lado, la Comisión Deontológica del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos manifiesta en la Revista que edita dicho Consejo que “Nuestro Código de Deontología Médica, de obligado cumplimiento para quienes ejercen la profesión, dentro de los principios generales, establece que "la principal lealtad del médico es la que debe a su paciente y la salud de éste debe anteponerse a cualquier otra conveniencia (art. 5.3)".


Lo sorprendente del asunto es que ni la SEMG ni ninguna otra sociedad médica, ni los Colegios Oficiales de Médicos, ni las asociaciones de Consumidores y Usuarios más representativas que están en los Consejos de Salud y Comisiones de Participación Ciudadana (tienen representación en todos estos órganos de la Junta de Andalucía, cobrando en muchos casos por asistir a sus reuniones: listado de órganos), ni ningún partido político, han criticado públicamente los “perversos” objetivos establecidos en el Contrato Programa de 2019 del Servicio Andaluz de Salud, uno de ellos sobre el absentismo laboral, objetivos establecidos por el Gobierno andaluz a los centros sanitarios de Andalucía que, de cumplirse, se traducirían en dinero para los médicos que lo cumplan.

El Contrato Programa -dice el SAS- es el instrumento de que se dota la Dirección Gerencia del Servicio Andaluz de Salud para establecer las actividades a realizar por sus centros, los recursos de que éstos dispondrán, así como el marco y dinámica de sus relaciones para el año 2019. Asimismo dice que “Las líneas estratégicas para la mejora de nuestro sistema de salud, en los próximos años, se sustentan en cuatro pilares, siendo el primer pilar el paciente: “Debe ser, de verdad, el centro de nuestra actuación y participar  de una forma más activa en la mejora del sistema”.

Dicho Contrato Programa establece unos objetivos concretos, de manera que los profesionales sanitarios cobrarán más o menos productividades en función del cumplimiento de dichos objetivos. Por ejemplo, un Director de una Unidad de Gestión Clínica de Atención Primaria puede cobrar al año como CRP (Complemento de Rendimiento Profesional) si cumple con todos los objetivos un máximo de 14.000 euros, y un Médico de Familia puede cobrar 6.000 euros (datos extraídos de la Resolución 0054/19, de 14 de agosto, del SAS). ¿Reciben presiones algunos médicos en los centros sanitarios, no sólo de sus jefes, sino de sus propios compañeros para cumplir con los objetivos establecidos a cada centro? En caso afirmativo, ¿denuncian esas presiones?

Y mientras tanto, los gestores políticos venden a los ciudadanos que el pilar básico es el paciente, y muchos de ellos les compran ese discurso, y siguen votando a ciegas a los partidos, o simplemente porque se benefician con alguna dádiva (por ejemplo, el conocido “colócame a mi niño”).

Son muchos los objetivos indicados en el Contrato Programa de 2019 que se distancian de lo indicado por la citada Comisión Deontológica, “...la salud de éste -el paciente- debe anteponerse a cualquier otra conveniencia”.

¿Han visto ustedes a los médicos, ya sea individualmente (salvo algunos), o a través de sus magníficas Sociedades Científicas y Colegios Oficiales, poner el grito en el cielo por dichos objetivos, donde en un 30 % pesa lo económico? ¿Cuántos médicos han firmado la renuncia a dichos incentivos económicos para poner a los pacientes por delante de “cualquier otra conveniencia”? ¿O el código deontológico sólo es obligatorio según convenga, por ejemplo, para machacar a quien denuncia esa hipocresía -dixit Spiriman o Jesús Candel-?

Hoy traigo uno de esos objetivos como ejemplo: el absentismo laboral, aunque hay muchos más, como la prescripción de medicamentos por principio activo (que tiene que superar un porcentaje del total, para cobrar los incentivos), que obliga a los farmacéuticos a entregar los medicamentos de subastas, otro engaño del SAS y Consejería de Salud, que por un lado venden a los ciudadanos que ya se han abandonado las subastas, pero por otro lado incentiva económicamente a médicos para que prescriban por principio activo.

Que hay trabajadores que abusan de las bajas por enfermedad y cometen fraudes es conocido por muchos españoles, y por tanto es lógico que se luche contra dicho fraude. Pero que se establezca un porcentaje máximo a cumplir de bajas laborales (ILT) y se incentive económicamente no tiene nada que ver con luchar contra el fraude, ni tampoco la salud del paciente se está anteponiendo a otras conveniencias. ¿Por qué tienen que pagar con su salud los trabajadores enfermos, a veces provocado por los empresarios y la nula política de prevención de riesgos laborales aplicada por los gestores políticos?  

Aquí les dejo con dos imágenes del Contrato Programa de 2019, con dichos objetivos y la explicación de cómo se mide:



En la población general, se establece como meta que las ITL no superen el 3%, y para los profesionales sanitarios se establecen otras metas con otros cálculos, y todo se incentiva económicamente, sin importar la salud de los trabajadoresComo pueden comprobar ustedes en las redes sociales, no se han publicado críticas a esos puntos del Contrato Programa del SAS.

Llegados a este punto, me pregunto: ¿cuánto cuesta comprar la “deontología” de un médico en Andalucía?

¿No es hipocresía cobrar productividades por cumplir objetivos que anteponen intereses diferentes a los de la salud del paciente-trabajador? ¿Y no es mayor la hipocresía de los partidos políticos, cuya función debería ser siempre la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos y no la de sus intereses electorales? ¿Y las Sociedades Médicas, una de las cuales -SEMG- critica a la CEOE por su planteamiento diciendo que es ilegal, y nada dicen sobre el Contrato Programa del SAS? Y las asociaciones de Consumidores y Usuarios, que tanto se les llena la boca de defender a los ciudadanos, ¿no denuncian públicamente todas estas aberraciones? ¿Acaso lo hacen por puro oportunismo como potenciales beneficiarios de subvenciones y demás prebendas?

Con estos datos irrefutables, uno se pregunta por qué la sociedad calla ante tanta hipocresía. Los partidos políticos tratan a los ciudadanos como borregos que envían al matadero, y a pesar de todo siguen defendiendo a los partidos y otorgándoles sus votos.

Cuando las personas tienen una fuerte necesidad interior que les empuja a asegurarse de que sus creencias, actitudes y su conducta son coherentes entre sí, llegando al autoengaño, el problema alcanza tintes psicológicos, y tiene un nombre científico: disonancia cognitiva. Busquen su significado, y entenderán a qué me estoy refiriendo.

El próximo domingo 20 de octubre, miles de ciudadanos saldrán una vez más a las calles de Granada para manifestar lo que piensan de la corrupción política, sanitaria y judicial, que como bien saben, es sistémica. ¿Irán todos los médicos, o los “idiotes” simplemente tirarán de la cadena con el código deontológico dentro?




3 comentarios:

  1. Por si esto sirve de algo, pues toca tomar nota https://www.actasanitaria.com/dimes_y_diretes/dimitira-el-equipo-de-jaime-giner-al-frente-del-colegio-de-farmaceuticos-de-valencia/

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  2. Resulta que algunos hemos sido DOBLES COLEGIADOS y hemos dejado huella .

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  3. Gran artículo, muchas gracias por compartirlo!

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