La alerta por listeriosis muestra las vergüenzas del gobierno de Moreno Bonilla

Artículo de Antonio Barreda

El brote de listeriosis por varios lotes de carne mechada ha dejado en evidencia al gobierno de Andalucía. Un gobierno que demuestra una incapacidad absoluta a la hora de comunicar a la ciudadanía la cronología de lo que estaba pasando. Que sabía semanas antes que algo ocurría porque habían saltado las alarmas epidemiológicas y ya se habían contabilizado los primeros casos, pero que entró en un estado plano donde la inoperancia, la falta de toma de decisiones y sobre todo de adelantarse a unos acontecimientos que les sobrepasaban fueron su talón de Aquiles. Este caso ha dejado ver las al completo las vergüenzas de la nueva Junta de Andalucía, esa llamada del cambio.

Hasta el socio de gobierno del PP, Cs ha demostrado estar contaminado de esa misma inoperancia gubernativa. Calla, silencia, se echa a un lado para no molestar a los del PP. Mientras estallaba el caso Marín prefería disfrutar de la brisa de Doñana, de las carreras de caballos de Sanlúcar, de la manzanilla, del palco y de los langostinos en Bajo Guía, antes que poner en su sitio a su compadre de la Junta. Marín ni asume ni pide responsabilidades ante el mayor problema de salud pública que hemos tenido en este siglo XXI. Demuestra que su partido es un ente artificial que solo busca representación, nóminas y poder con el que colocar al clan de la manzanilla y ahora al amplio clan de los boquerones. No se entera de las OPAS en Empleo o en Igualdad. O no quiere enterarse. Este va camino de enterrar Cs en Andalucía en dos legislaturas.

Y de VOX ni hablamos. Parecen que están en un veraneo permanente en el Parlamento y en la calle. Hasta el pasado viernes el masca de VOX no salió a pedir que el Consejero de Salud y Familias fuera al Parlamento a que todo el trifachito le dé un masaje en la tribuna, que hasta la fecha es a lo que se han dedicado todos a hacer en el parlamento andaluz con este gobierno menguante. Por fin el viernes el ángel tocó la tercera trompeta y el masca habló, dijo que habían estado en silencio para “no interferir en el trabajo de los técnicos y profesionales sanitarios de la Consejería”, pero dada la “gravedad de la situación” y ante “la incertidumbre sobre el alcance y las consecuencias de la crisis”, entienden que es necesario que Jesús Aguirre facilite las explicaciones oportunas cuanto antes. Dicho todo con la boca pequeña.

Moreno Bonilla estaba más interesado en blanquear el escándalo de la hermana.

Moreno Bonilla estuvo, mientras ocurría toda la crisis del brote de listeria, solo interesado en intentar justificar lo injustificable, el dedazo de su hermana por la inspección de educación. Esta era su prioridad y no la de los andaluces enfermos que ya estaban repartidos con listeriosis por los hospitales de la región. Disfrutaba de la tierra de Málaga y de su feria, del buen vino y de las playas que para eso estaba de vacaciones. La máquina de la comunicación institucional de Bonilla mientras tanto se perdía por los montes de Málaga reverberando los ecos que durante estas semanas tuvo el caso de la hermana. El brote de listeriosis podía esperar.

El problema de Moreno Bonilla y de su alter ego Zarrías Bendodo es que el gobierno de la Junta de Andalucía no es la Diputación de Málaga o la concejalía de una capital. La Junta de Andalucía es un gobierno que gestiona casi un cuarto de la nación, entre territorio y habitantes. Como llegaron como llegaron, por sorpresa y con las maletas hechas, y con Zoido montado en el Ave camino de Sevilla nombrando por minutos a una gestora completa por teléfono, no están preparados para gobernar. Pero al filo de la medianoche del 2 de diciembre Bonilla se salvaba por la campana ya que el pueblo andaluz daba por amortizada a Susana Díaz y empezaba “el cambio”.

Un cambio que es una continuidad de lo anterior. Como carecían de equipos preparados para gobernar se fusionaron con el que había. Y ahí ya probaron el ADN del Susanato ya que los mismos equipos que tenía el Susanato siguen gestionando las consejerías del gobierno del cambio. Gracias a ello heredan los mismos fallos y las mismas maneras de gestionar lo público. Y en muchos casos siguen sin resolver los problemas que se generaron desde el anterior gobierno del PSOE de Andalucía. A lo que se añade una verdadera tragedia en comunicación institucional. Los periodistas que tienen contratados de asesores no saben vender a su gobierno porque se habían dedicado a tirotear al anterior y no están reciclados para hablar en positivo. Ninguno de los nuevos amos ha llegado a entender esto aún.

Empiezan los primeros casos de listeriosis.

Los análisis que se encargaron por parte de la Consejería de Salud y Familias apuntan que la contaminación de la carne por la bacteria de la listeriosis se produjo a finales del mes de junio. Sin embargo, la Junta de Andalucía empezó a contabilizar los casos desde el día 5 de agosto, que es cuando se había registrado el primer brote, y todo ello a pesar de que desde finales del mes de julio los centros hospitalarios andaluces habían advertido ya de un repunte de las infecciones por esta bacteria.

En el informe que el Servicio de Seguridad Alimentaria dependiente de la Consejería de Salud y Familias remitió a las ocho delegaciones territoriales de la comunidad el 19 de agosto – 5 días después de la alerta sanitaria – se indica que “El Punto de Contacto de Andalucía nos ha informado que desde la segunda quincena de julio se había detectado un incremento, en relación a los casos esperados en base a los datos de años anteriores, de casos de listeriosis en Andalucía”. Esa primera intoxicación parece que había sido en Tomares, pero nadie dio la voz de alarma hasta el 5 de agosto cuando hubo un brote en el pueblo de Pilas. Y se procedieron a tomar muestras de alimentos para su análisis de dos marcas concretas de carne mechada. Más tarde, entre los días 12 y 14 de agosto se declaran otros brotes de listeriosis.

Se etiquetan mal las muestras de carne para analizar.

La Junta de Andalucía remitió el jueves 8 de agosto dos muestras de carne —una de la marca La Mechá y la otra de otro fabricante de Málaga— al laboratorio municipal de Sevilla para que confirmara si estaban relacionadas con el creciente número de casos de listeriosis diagnosticados en Sevilla y Huelva. Una de las muestras analizadas da positivo en listeriosis y se apunta al origen del brote a la provincia de Málaga. Pero las pesquisas en Málaga indicaban que la empresa estaba limpia y libre de toda sospecha. Y se apunta entonces a un error en el etiquetado de las muestras.

En un ejercicio de desfachatez tremenda y en una irracional rueda de prensa por parte del PP de Sevilla, Virginia Pérez, presidenta del Partido Popular, junto a Toni Martín, vicesecretario general del PP Andaluz, y Juan de la Rosa, secretario general del PP sevillano y concejal del Ayuntamiento dejaba caer una grave acusación sobre el Ayuntamiento de Sevilla responsable del laboratorio donde se analizaban las muestras de carne mechada: "El Ayuntamiento es el único responsable de los análisis sanitarios preventivos" y entra en una guerra absurda política mezclando medias verdades cuando le pide “explicaciones” al gobierno municipal, “¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Qué ha fallado o no? en los controles, deben de explicárnoslo", Además, tirando de mala baba política apuntó que “el PSOE obvia datos al gobierno de Andalucía y no se preocupa por la sanidad”.

El Ayuntamiento de Sevilla acusa a la Junta de Andalucía del fallo.

El Ayuntamiento de Sevilla contraataca con un comunicado en el que responsabiliza del fallo a la Junta de Andalucía, que fue quien tomó, etiquetó, trasladó y depositó en las instalaciones municipales las muestras de carne para que fueran analizadas en el laboratorio municipal. El Ayuntamiento sostiene que el pasado 8 de agosto, a las 12:30 horas, se recibieron en el laboratorio, sin previo aviso, las primeras muestras de carne mechada remitidas por el Distrito Sanitario Aljarafe Sevilla Norte, que depende de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

Cada muestra se presentaba en una bolsa específica para la toma de muestras, cerrada con un precinto plástico inviolable e identificada por el inspector del Distrito Sanitario Aljarafe Sevilla Norte responsable de la actuación acompañada de su firma. Cada bolsa de muestra contenía la identificación del Servicio Andaluz de Salud, Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales. Ese mismo día se procedió al análisis guardando el resto de cada muestra identificado con su número de registro en refrigeración.

El día 9 de agosto el Laboratorio Municipal comunicó al Distrito Sanitario responsable la posibilidad de que la muestra 700439/19 fuera altamente positiva, es decir, que hubiera presencia de la bacteria en la muestra consistente en carne mechada a la pimienta y a las finas hierbas, que, según los datos que aportó la Inspección de la Junta, se correspondía con un producto de una marca comercial distinta a La Mechá. Más tarde, el 14 de agosto, se descubre que las muestras estaban mal etiquetadas en origen y se indica por parte del Ayuntamiento de Sevilla que el foco estaba en la empresa Magrudis, responsable de la elaboración de la marca La Mechá.

Pero estos errores y esa guerra absurda declarada entre administraciones lo único que hizo fue retrasar 4 días la declaración de alerta sanitaria por listeriosis que se dio el 15 de agosto. En medio de este cruce de acusaciones se había detectado el día 12 de agosto un brote de listeriosis en San José de la Rinconada, y el día 14 ya se había detectado otro brote en el pueblo sevillano de Alcalá del Río. El 22 de agosto el Ministerio de sanidad alerta del brote de listeriosis a la Unión Europea y a la Organización Mundial de la Salud. El nivel de concentración de la bacteria listeria en la carne mechada contaminada procedente de la empresa Magrudis de Sevilla superaba en más de 150 veces el límite permitido

Se inmoviliza la fábrica de carne mechada.

El 21 de agosto la Junta de Andalucía ordena la paralización de la actividad y la retirada de todos los productos elaborados por la empresa sevillana Magrudis, cuya carne mechada de la marca La Mechá se había identificado como el origen del brote de listeriosis. Más tarde aparecen contaminados otros dos productos que comercializaba Magrudis que eran el lomo al jerez y el lomo a la pimienta. Las muestras de estos alimentos se tomaron el 20 de agosto, cinco días después de la declaración de la alerta sanitaria.

Un informe elaborado por el laboratorio Lanutec y encargado por la propia fábrica, apunta a dos mechadoras, a las dos agujas que se usan para mechar la carne, como uno de los focos del brote de listeriosis. Los análisis de las muestras se iniciaron el 16 de agosto, al día siguiente de declararse la alerta sanitaria, y terminaron el pasado día 19. Aunque por ahora falta que el Ayuntamiento confirme los datos ya que sus técnicos trabajan en la fábrica para conocer lo que ocurrió.

Aparecen más lotes de carne contaminada.

El pasado jueves un comerciante de Brenes (Sevilla) daba la alarma a la Junta de que tenía a la venta carne mechada de La Mechá, pero que se vendía como una marca blanca, y que comercializaba otra empresa que se llamaba Comercial Martínez León. Las pesquisas registradas hacia la empresa se encontraron con que los responsables estaban de vacaciones, pero consiguieron localizar a un familiar que llevó a los responsables sanitarios hasta un almacén donde comprobaron que se vendía carne la La Mechá envasada como de marca blanca, procediendo a la inmovilización de todo el lote de carne.

El pasado viernes, los responsables de la Consejería de Salud y Familias indicaban que los primeros análisis de esta carne de marca blanca fabricada por Magrudis y distribuida por Comercial Martínez León también estaba contaminada con la bacteria de la listeria. El problema radica que no se sabe la cantidad de carne mechada distribuida por esta comercializadora. La Junta ha confirmado también que el producto tiene la misma presentación que el comercializado por Magrudis, pero no aparece en el etiquetado marca alguna y solo se referencia la información nutricional,

Además, el último informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha constatado que la carne "La Mechá" que se había comercializado como marca blanca por la empresa Comercial Martínez León estaba mal etiquetada. El informe indica que la Agencia tuvo conocimiento a través de la Junta de que se trata de un producto comercializado “sin marca comercial alguna”, lo que supone “una importante deficiencia de comercialización y etiquetado”.

Balance del brote de listeriosis

Según la información a fecha del 24 de agosto, había 190 enfermos por listeriosis, de los que 98 están hospitalizados, entre ellos 31 embarazadas, y se investiga la muerte de un varón de 72 años, enfermo terminal de cáncer, que dio positivo en contagio por listeria. El martes 20 se producía la primera muerte de un enfermo por listeriosis. Una anciana de 90 años en un hospital de Sevilla que estaba ingresada con meningoencefalitis en la UCI y que había consumido la carne contaminada. También hay ingresados dos recién nacidos.

A esto hay que añadir que una embarazada en Sevilla perdió pocos días antes de la alerta sanitaria decretada por la Junta de Andalucía al niño que esperaba. La placenta, la bolsa donde el feto se desarrollaba en el útero de la madre, había dado positivo en un análisis de listeriosis. Otra embarazada que consumió la carne mechada con listeriosis en un bar de Sevilla ha dado a luz de forma prematura, en su 33 semana de gestación. Tanto ella como su marido y su hijo habían consumido montaditos de carne mechada en el establecimiento y tras sufrir distintos síntomas cada uno, les diagnosticaron la infección durante sus vacaciones en Gijón y volvieron a Sevilla. También hay dos posibles afectados en Cataluña de una misma familia a la que otro familiar procedente de Sevilla les había traído carne mechada de la misma marca causante de los casos en Andalucía.