Artículo de Antonio Barreda
La presentación de los presupuestos para 2019, año
I de la era Moreno Bonilla, indican la disminución del personal de la
administración general de la Junta de Andalucía y una aumento considerable de
la administración paralela que sigue consumiendo ingentes cantidades del
presupuesto de la región y asumiendo potestades administrativas que no le
corresponden. Mientras Moreno Bonilla siempre ha hablado en la oposición de restar
peso a la administración paralela, “quitar grasa sobrante”, ahora sabemos que
ha aumentado. Y mientras nos vende la mentira que ha quitado chiringuitos, los
presupuestos no mienten. En 2019 se van a pagar más nóminas de la
administración paralela que en 2018.
Con este gobierno andaluz ha llegado una nueva
etapa de recortes en los servicios públicos vía personal en los presupuestos, y
viene para quedarse. El artículo 13 del Proyecto de Ley de Presupuestos para
2019 lo deja claro. En su punto 2 indica que en el año 2019 no se procederá,
en el sector público andaluz, a la contratación de personal laboral temporal,
ni al nombramiento de personal estatutario temporal o de funcionario interino,
salvo en casos excepcionales y para cubrir necesidades urgentes e inaplazables.
La sangría de personal de la Junta de Andalucía continúa con el gobierno del
cambio. Ahora los problemas se agravarán en todos los museos andaluces, en las
residencias de ancianos, en los IES, en las guarderías infantiles públicas, en
la tramitación de pensiones, en los pagos de ayudas de subvenciones, en las
resoluciones de expedientes por parte de las consejerías…….
Pero, en cambio, el nuevo gobierno andaluz abre la
posibilidad de incrementar el personal de la administración paralela de la
Junta de Andalucía. El artículo 13.3 del proyecto de presupuesto indica: Durante
el año 2019, la contratación de personal con carácter fijo o indefinido o
temporal en las agencias de régimen especial, agencias públicas empresariales,
sociedades mercantiles del sector público andaluz, consorcios, fundaciones y
demás entidades a que se refiere el artículo 5 del texto refundido de la Ley
General de la Hacienda Pública de la Junta de Andalucía requerirá autorización
conjunta de las Consejerías competentes en materia de Administración Pública y
en materia de Regeneración.
Disminuye el personal al servicio de la Junta de
Andalucía.
La sangría del personal de la Junta ha sido
imparable estos últimos años. Con los datos aportados en los propios
presupuestos de la Junta de Andalucía en 2012 había 24.565 efectivos de
personal laboral y 24.814 funcionarios, 49.379 empleados públicos en total.
En 2016 se pasa a 22.627 empleados laborales y a 22.240 funcionarios, 44.867
efectivos en total. Lo que nos daba una cifra total de pérdida de personal
en tan solo 4 años de 4.512 efectivos, correspondiendo 1.938 a personal
laboral y 2.574 a personal funcionario.
Pero la sangría de personal ha continuado. En el
ejercicio de 2017, según se indica en el proyecto de la Ley de Presupuestos de
2019, había en la administración general de la Junta de Andalucía 43.888
personas, de las que 231 eran alto cargo de la misma, y había 21.307
funcionarios y 22.350 personal laboral al servicio de la administración general
de la Junta de Andalucía.
En 2018, sin embargo, sigue disminuyendo el
personal de la Administración General de la Junta de Andalucía hasta situarse
en 43.714 personas, de los que 214 son altos cargos de la Junta de
Andalucía, 21.455 funcionarios y 22.045 personal laboral de la Junta de
Andalucía sujetos al VI Convenio Colectivo. Es decir, que ha disminuido en 174
empleados públicos en tan solo un año.
Desde el año 2012 la caída de personal en la Junta
de Andalucía ha sido imparable y sigue aumentando con el gobierno del cambio.
Así, si en ese año 2012 el total de funcionarios y laborales ascendía a 49.379
empleados públicos al servicio de la Administración General de la Junta de
Andalucía, a finales de 2018 eran, como hemos indicado, 43.714 personas,
lo que indica que se ha disminuido en 5.665 efectivos entre estos 6 años.
Con lo que la prestación de los servicios públicos a los andaluces se ha visto
seriamente dañada.
El gobierno del cambio planea blanquear la
administración paralela.
Mientras la Junta de Andalucía reduce personal de
la Administración General -personal que trabaja para las Consejerías y sus
Organismos Autónomos- su administración paralela no ha dejado de crecer estos
últimos años con una clara intención clientelar y con otra descarada de que las
potestades públicas pasaran a esta administración paralela. Hemos asistido a grandes
escándalos protagonizados en la FAFFE que hasta se ha abierto una comisión de
investigación “tipo paripé” en el Parlamento de Andalucía y una pieza separada
en los juzgados de Sevilla.
El gobierno de Moreno Bonilla tiene la clara
intención de “blanquear” el empleo todo este entramado empresarial paralelo a
la Junta de Andalucía que ha dado los mayores escándalos de corrupción de toda
Europa, como el Caso ERE, y que ha sentado en el banquillo a dos ex presidentes
del gobierno de la Junta de Andalucía, a Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y
a la cúpula de alguna de las consejerías implicadas en la trama. La propia
consejera de empleo lo advirtió hace unas semanas en relación a dar contenido y
dar estabilidad laboral a los trabajadores de la FAFFE integrados en el SAE –
auto denominados subrogados – a través de ofertas de empleo público.
Este blanqueo de empleo espurio ya ha empezado en
la Consejería de Salud cuando en el proyecto de presupuestos se indica
claramente que la Junta de Andalucía va a crear un único ente público que
gestionará el SAS y todas las agencias, empresas públicas, fundaciones y demás
entidades de la administración paralela sanitaria. Esto supone, además un cambio
del status de los trabajadores de las agencias públicas sanitarias, porque ya
estarían regidos por el derecho administrativo y no por el derecho privado. Pronto
asistiremos al blanqueo de todo el empleo restante de la administración
paralela vía presupuestos, leyes o decretos.
La administración paralela aumenta.
Esta administración está compuesta por casi cien
entes instrumentales, entre ellos 28 sociedades mercantiles, 25 consorcios, 19
fundaciones, 18 agencias empresariales y 3 agencias de régimen especial en lo
que es una huida descarada del derecho administrativo. Durante años no teníamos
datos sobre el personal que la integraba, pero por los indicios que se tenían,
siempre habíamos calculado una cifra cercana a los 30.000 empleados, que
consumen la mayor parte del presupuesto de la paralela en el pago de las
nóminas.
Tras años sin publicar los datos sobre el personal
integrante de la misma, los primeros datos los supimos el pasado año. En la Ley
de presupuestos de 2018 se indicaba que el “conjunto de entidades
instrumentales cuenta con una plantilla de 23.899 personas”, pero
contenía una trampa que el proyecto de presupuesto de este año acaba de
revelar. Así, la propia Junta – que es la que paga estas nóminas – indica por
medio de los presupuestos para 2019 que hay 24.600 personas. O sea, que
ha aumentado en 701 contratados en tan solo un año.
Pero por una nota aclaratoria a pie de página de
los contratados de la paralela en el proyecto de presupuestos para 2019 nos
enteramos que de la cantidad publicada de contratados, 24.600 personas, no se
tenía en cuenta a los subrogados del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) que,
según se indica, son 2.016 personas. Como tampoco se tuvo en cuenta a
los contratados por la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera (AGAPA) que cuenta
con 1700 personas. Lo que nos indica que la administración paralela no
la conforman solo esas 24.600 personas, sino que la cifra real son 28.318
contratados. Lo que significan 3.718 personas más en nómina de las
que indicaban en principio.
Cifra, que por otro lado, siempre nos hemos
acercado en nuestras previsiones sobre el volumen de la paralela, a lo que hay
que sumar el vínculo y la entrada a dedo de muchos de ellos, que este gobierno
– en especial el PP - cuando estaba en la oposición sacaba listas interminables
de nombres y de vínculos políticos y hasta familiares, pero ahora que está en
gobernando acusa de una poderosa amnesia para cumplir todas y cada una de las
promesas que hizo en campaña, quizás porque tal vez veamos dentro de poco esos
listados interminables de nombres ampliados con nuevos vínculos políticos y
familiares.
Espero que se equivoque en su predicción sobre VOX. Porque si resultaran ser la "derechita cobarde", tendrían el mismo destino que ésta, y se disolverían como un azucarillo en un café. Saludos.
ResponderEliminarNo voy a negar lo que no sé pero desde que han entrado a gobernar no paran de urgar, parece que algunos añoran al PSOE aunque querían quitar a la Susanita.
EliminarQué vergüenza suma y sigue es para salir corriendo.
ResponderEliminarLo que no podemos es estár cayendo cada 4 años en la misma trampa, y no hacen nada absolutamente nada, perdón si se están metiendo en sus bolsillos nuestro dinero a espuertas y nos están dejando un agujero para que mañana lo tengamos que pagar nosotros o nuestros hijos, o nuestros nietos.
ResponderEliminarY más de lo mismo, dónde dije Diego, dije digo
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