El Susanato sigue vivo en Andalucía

Artículo de Antonio Barreda

En Andalucía sigue instalado en Susanato aunque haya cambiado el gobierno regional. Los nuevos gestores continúan las mismas políticas con los mismos agentes que cuando el PSOE gobernaba, provocando los mismos efectos en la población. Los servicios públicos están en peligro con el nuevo gobierno. El modelo sanitario y educativo están tocados y heridos profusamente. Se han convertido en un modelo desestructurado tras años de abandono e inversiones, de recortes en los presupuestos regionales. Reconstruir las heridas y las sangrías va costar muchos años y muchos esfuerzos de todo el conjunto de la sociedad andaluza.

El mantenimiento de la misma estructura administrativa con los mismos PLD que tenía el Susanato convierte a este nuevo gobierno en una extensión del anterior. Nada cambia, ni quieren que nada cambie. El gatopardismo se ha instalado en San Telmo. La gigantesca sombra de Luchino Visconti está filmando la misma película por los pasillos de San Telmo una y otra vez, donde Moreno Bonilla sustituye a Susana como protagonista mientras la cosa sigue igual, nada cambia para los andaluces. Además, como los nuevos no esperaban ganar las elecciones autonómicas no tienen estructura para cubrir tanto cargo que tienen de tirar se los anteriores nombrados por el PSOE. Así, la parte sustancial del comisionado político instalado por el anterior régimen sigue vivo dentro de él, como una tenia que lo devora desde dentro.

La autonomía andaluza trajo ilusión y esperanza en aquellos principios de los ochenta. Andalucía ha cambiado, ha evolucionado desde entonces, hemos visto autovías y el AVE, hemos visto la Expo´92 y el crecimiento de la renta de los andaluces. Pero no por ello nunca hemos dejado de ocupar los últimos lugares de todos los indicadores económicos, laborales, educativos, sanitarios…. Seguimos en el furgón de cola después de casi 40 años de gobierno del PSOE. El nuevo gobierno tan solo es una sucesión del anterior, Moreno Bonilla es tan solo el heredero de Susana. 

Evolución de los presupuestos.

Desde la llegada de la autonomía la estructura administrativa fue creciendo exponencialmente, así como los recursos que se usaron, se fue creando un monstruo que se llamó Junta de Andalucía con sus consejerías y empresas públicas que se convertía en la principal empresa de la región y en el motor del PIB de la economía regional. La administración autonómica se convertía en la “locomotora económica” que tiraba de subvenciones y de presupuesto para elevar el nivel de vida de los andaluces.

En 1982, el presupuesto total del gobierno andaluz fue de unos 17 millones de euros. En 2018  fue de 34.759 millones de euros, mientras que para 2019 han anunciado que serán 36.465 millones de euros, unos 1.700 millones más. “Los más sociales de la historia” los ha calificado el incalificable Elías Bendodo. Otra mentira más que contar para los libros de historia. A pesar de que el gasto en sanidad sea del 8% con 772 millones más o el de educación se incremente un 3% con 226 millones más, hay que recordarle a Bendodo que no mienta, que sus presupuestos no reponen el daño causado a la sanidad y a la educación por los recortes propiciados por los anteriores gobiernos del PP en Madrid y del PSOE en Andalucía.

Nadie parece contar la verdad en esta región. Nadie quiere dar las cifras de los tajos dados a los presupuestos sanitarios. Entre los años 2011 y 2014 se hubo un recorte de la sanidad en Andalucía de nada menos que de 1.622 millones de euros. Los últimos presupuestos de Susana y el primero de Bonilla incrementan el presupuesto de la sanidad, pero el aumento de los 772 millones previstos para este año, es tan solo un parche puesto al sistema sanitario, porque la diferencia presupuestaria, de no haber hecho recortes, es decir, de haber mantenido constante cada año el presupuesto, porque se dejó de invertir, es nada más y nada menos que de 6.694 millones de euros en Andalucía, cifra que ha calculado el sindicato CC.OO en su análisis de los presupuestos sanitarios de España para 2018.

A todo esto hay que sumar las ayudas europeas. Se calcula que el gobierno socialista de la Junta de Andalucía ha podido manejar  desde 1982, unos 850.000 millones de euros de presupuesto, a lo que hay que sumar las subvenciones europeas recibidas desde 1986 que suman más de 100.000 millones de euros a través del Fondo Feder, del Fondo Social Europeo, del Feader y del Fondo de Cohesión. Todas estas remesas de dinero han servido de poco para Andalucía, porque muchos de estos millones se han ido por las cañerías de la Junta de Andalucía en casos como los ERE, Formación, Avales de Idea, Transferencias de financiación…...

La distribución de la renta.

Hace unos días se publicaba el trabajo titulado “La dinámica territorial de la renta en España, 1955-2016: una primera aproximación” de Angel de la Fuente y publicado por (FEDEA e Instituto de Análisis Económico (CSIC)) donde se estudiaba la distribución regional de la renta relativa por habitante en 1955 y 2016. En el primero de estos años, la región más rica era el País Vasco, seguida de Madrid, Cataluña y Navarra, mientras que las más pobres eran Extremadura, Galicia, Castilla-La Mancha y Canarias. Sesenta años más tarde, las regiones que ocupan los extremos del ranking de renta siguen siendo en buena parte las mismas, aunque con algunas novedades y algunos cambios en su ordenación. Madrid desplaza al País Vasco de la primera posición y Andalucía y Murcia reemplazan a Galicia y Canarias en el grupo de cola.

Por otra parte, se indica que la distancia entre los dos extremos de la distribución se ha reducido de forma apreciable: la diferencia entre la región más rica y la más pobre ha caído a la mitad, desde más de 130 puntos en 1955 hasta “sólo” 68 en 2016. También que las comunidades inicialmente más pobres han mejorado su situación relativa mientras que las más ricas generalmente han perdido terreno, lo que ha tendido a acercar a ambos grupos a la media. Podemos hablar, por tanto, de un proceso de convergencia regional o reducción de las disparidades de renta. el proceso de convergencia regional fue especialmente intenso durante el período 1961-73 y ha tendido a ralentizarse desde entonces hasta alcanzar tasas de convergencia inferiores al 1% anual desde mediados de los años ochenta y que incluso llegan a ser negativas en la última década.

La pobreza se extiende por las nóminas de los andaluces.

Desde la llegada de la autonomía llevamos casi 40 años llenando de pobreza la geografía de Andalucía. La pobreza cabalga por las tristes nóminas de los andaluces y se ha convertido en unos de los cuatro jinetes del apocalipsis. También cabalga el paro, cuya tasa es inasumible para cualquier gobierno, y cuyo presidente, Moreno Bonilla prometía en campaña 600.000 puestos de trabajo. La nueva consejera de empleo se reía de los andaluces al afirmar que si la economía va bien se pueden crear esa cantidad de puestos en esta legislatura. Parece que no lee los últimos informes del Banco de España advirtiendo de la recesión que se avecina.

Los datos no engañan y la Agencia Tributaria, según los datos de la declaración de la renta 2017, nos indica que Andalucía está a la cola de los sueldos más bajos de toda España. La segunda, tras Extremadura. Andalucía tiene un salario medio anual de 15.114 euros, frente a los 19.172 euros de la media nacional. Un andaluz gana 4.058 euros menos anuales que la media nacional. Todo un récord al alcance de pocos gobiernos. La comunidad donde los trabajadores gana menos es Extremadura con 14.095 euros de salario medio. Lo dramático del caso es que si comparamos el salario medio andaluz de 15.114 euros con el salario medio de la Comunidad de Madrid de 25.120 euros, un madrileño tiene 10.006 euros más de salario medio al año más que un andaluz, ¡¡un 60,16% menos de poder adquisitivo para el andaluz y que se traduce en el bajo nivel de vida y acceso a la riqueza!!.

Cuatro provincias andaluzas tienen el salario medio por debajo aun del salario medio andaluz. Son Jaén con 12.875 euros de salario medio, Huelva con 13.069 euros, Almería con 13.914 euros y Córdoba con 14.008 de salario medio anual. Lo que significa que estas cuatro provincias son donde se sitúan los trabajadores más pobres entre los pobres. Pero los trabajadores de Jaén tienen el honor de tener los salarios más bajos de toda España con esos 12.875 euros, seguidos de los de Huelva. Dos provincias, que además están abandonadas a su suerte por el gobierno nacional y el regional.

Los contratos dibujan una Andalucía de eventualidad.

Durante el año 2018, según los datos del SEPES (Servicio Público de Empleo Estatal),  se realizaron en Andalucía un total de 5.103.793 contratos laborales, de los que tan solo 262.890 contratos fueron indefinidos, y 4.840.903 contratos fueron temporales, lo que nos da una tasa de temporalidad del 94,84% , algo completamente inasumible para cualquier región europea. Además del total de contratos realizados 3.011.956 se hicieron a hombres y 2.091.873 fueron a mujeres, con lo que la igualdad en el marcado laboral andaluz es aun una quimera, sin hablar de la brecha salarial.

Donde más contratos se realizaron durante 2018 en la región, 2.907.614 fueron en el sector servicios (principalmente hostelería), seguido de 1.508.339 contratos al sector de la agricultura y pesca, 411.709 para la construcción y 276.131 contratos para la industria. La horquilla de edad que más contratos registró fue la de 25 a 29 años con 802.924 contratos durante 2018, seguido de la horquilla de 35 a 39 años con 709.346 contratos y los de 30 a 34 con 708.067 contratos. Donde menos contratos se realizaron es entre los de 60 años o más con 115.630, seguidos de los de 55 a 59 años con 264.434 contratos.

Los barrios más pobres están en Andalucía.

La propia Junta reconoce que la pobreza ha aumentado en Andalucía un 33% en los últimos 30 años. Hay barrios en la comunidad donde el paro supera el 70%, donde tres de cada diez vecinos son analfabetos o no tienen estudios. Según Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social. Intervención en zonas desfavorecidas (ERACIS) de la Junta de Andalucía, en Andalucía se identifican un total de 187 zonas desfavorecidas identificadas (ZDI) donde residen un total de 1.490.215 personas. Es decir, que algo más del 17% de la población andaluza vive en zonas donde la reina la pobreza.

La propia Junta ha seleccionado zonas de exclusión social en 65 municipios, siendo las provincias con un mayor número Cádiz, con 13 municipios con zonas desfavorecidas, seguido de Granada y Jaén, cada uno de ellos con 10, lo que supone que en Cádiz el 41% de sus municipios tiene alguna zona desfavorecida, mientras que en el resto de las provincias oscila entre el 8 y el 13% de sus municipios. La provincia que cuenta con un menor número de municipios implicados es Córdoba con 8, representando el 10,67% del total.

La provincia que alcanza una mayor población residente en las zonas desfavorecidas en términos absolutos es Cádiz con 203.574 personas (22,27%), seguida de Sevilla con 147.962 personas (16,19%) y Almería con 130.299 personas (14,25%). Sin embargo, la provincia que cuenta un volumen menor de población es Huelva, con 57.505 personas (6,29%), aunque también es la menos poblada de Andalucía.

Entre los barrios más pobres están El Puche en Almería, Barriada La Paz en Cádiz, Las Moreras en Córdoba, Cartuja y Almanhayar en Granada, Marismas del Odiel o El Torreón en Huelva, La Magdalena-San Vicente de Paúl en Jaén, Palma-Palmilla en Málaga, el Polígono Sur y Los pajaritos en Sevilla. En 36 años de gobierno del PSOE, y a pesar de todos los planes y recursos empleados, nos se ha sabido corregir la pobreza en estos barrios. Tampoco tenemos esperanza alguna en que el llamado gobierno del cambio mejore algo la situación de los andaluces porque el Susanato con ellos sigue vivo en Andalucía.