Artículo de Antonio Barreda
Pasadas las elecciones del 2-D, en el que la Reina de
Triana fue destronada, y formado ya el nuevo gobierno andaluz por PP-CS y el apoyo
incondicional de Vox, nos encontramos que no cambia nada en la Junta de Andalucía.
Los primeros pasos han sido denuncias públicas sobre supuestos maquillajes de
las listas de espera, sobre la dependencia, sobre las facturas impagadas, sobre
los costos de las condenas a la Junta de Andalucía. Y ahí se han quedado, en la
prensa. Si lo que de verdad persiguen es proteger la calidad de vida de los
andaluces deberían haber ido a la fiscalía aportando las pruebas de todo lo que
dicen. Pero parece que los políticos se protegen entre ellos, y no vaya a ser
que tras mi gobierno acabe yo también antes el gobierno de las togas.
Lo primero que hizo el del grado en protocolo es colocar a
los ninis del partido, hambrientos de nóminas, del glamur y del lujo que da la
Junta de Andalucía. Y de todos los privilegios que vienen con el cargo y la
asesoría. Habrá que darse una vuelta por las cocinas de Presidencia a ver quién
y quiénes comen allí, qué comen y porqué comen. Y preguntar cuántos coches
oficiales se mueven por las Consejerías y por dónde más se mueven. Eso si que
daría para una auditoría de infarto. Ya hay quien daría un brazo gustoso por conocer
las facturas del protocolo que se gastan en la Junta de Andalucía.
¡Que nada cambie! Es el grito de guerra del gobierno del
experto y grado en protocolo Moreno Bonilla. Que sabrá como poner el orden en la
mesa en una recepción oficial u organizar una convención para los de su
partido, pero resulta que sabe muy poco de la estructura de la junta de Andalucía.
En la oposición hablaba y hablaba de lo que iba a hacer una vez que llegara a
la presidencia de la Junta. Que esto era una región con una economía subvencionada,
que menos estado y más sociedad, que había que tener menos grasa en la
administración de la Junta de Andalucía – en clara referencia a disminuir la administración
paralela – y en cuanto llegó clonó el funcionamiento clientelar del Susanato.
Y qué decir del relojero y su cuadrilla. El arte de estos
de Cs para el engaño no conoce límites. Se unieron a Susana para que gobernara
en contra de sus bases – que se lo pregunten a los malagueños – y le permitió
hacer de todo. Eran el partido consorte perfecto. Se contentaba con los puestos
de trabajo del clan de la manzanilla y poco más. Luego se le rompió el amor y decía
que no la conocía, como Pedro negó a Jesús. Pero la conocía tras casi cuatro
años de maridaje y pasteleo continuo y permanente. Pero la amnesia se ha posado
sobre Cs como polvo de mariposa.
El engaño a los andaluces se ha instalado en las entrañas
del gobierno de la Junta de Andalucía. El grado en protocolo prometió 600.000
puestos de trabajo en Andalucía en 4 años. La de Empleo dice que si la economía
va bien se crearán todos esos puestos, cuando viene una recesión de caballo. Se
le está poniendo cara de Pinueve (aun más mentirosa que Pinocho). El de Economía
que la gente se busque la vida y se vaya a trabajar a las costas de Huelva a
recoger fresas, o a los invernaderos de Almería o de Kelly a los hoteles, que
eso de los 600.000 era promesa en campaña. El de Hacienda con una reducción de
IRPF que solo beneficia a los más ricos y que deja a 3 millones de trabajadores
andaluces – los que menos ganan- sin ella. Otra mentira más de los que venían a
salvar a Andalucía del apocalipsis y de la opresión.
La administración paralela.
Arenas puso el Recurso al Tribunal Constitucional contra
la Ley del Enchufismo, pero hoy el PP naufraga en el mar de la tranquilidad desde
el gobierno de la Junta de Andalucía. El adelgazamiento de la administración
paralela era uno de sus temas de campaña y de su programa electoral, y además
está en el pacto de gobierno entre los dos y entre el PP y VOX. Pero en cuanto
han llegado a la Junta el PP se ha quedado con la Función Pública y le ha dado
una patada a la paralela para dársela a la consejería del relojero y a su clan
de la manzanilla. Que ya han dejado claro que no van a tocar nada de la
paralela. Y mienten cuando hablan de lo que han cerrado, porque ya estaban esos
consorcios liquidados.
En una entrevista del pasado 6 de abril en ABC el artista
que han puesto en la consejería de Economía dijo: “La principal empresa de la Junta es la agencia IDEA, que va a seguir
existiendo. Cumple una función útil, hay mucho conocimiento por parte de los
funcionarios, que son de alto nivel, y no la vamos a desmantelar. Pero vamos a
hacer desaparecer algunas de las empresas que cuelgan de IDEA si no tienen
sentido hoy. Todavía no hemos llegado a una conclusión definitiva”. Ahora
los trabajadores laborales de la empresa IDEA son funcionarios para el
consejero, todo un avance de sus intenciones.
Para que no quede duda alguna, la consejera de Empleo en una
entrevista el 8 de abril, sobre los externos del SAE (antiguos FAFFE y otros) indicaba
que “de los 3.400 trabajadores del SAE,
2.400 no tienen potestades administrativas. Y el SAE se lleva un presupuesto
muy alto de la Consejería. Habría que dirigirlos a la orientación, pero no
quiero decidir sin oír a los sindicatos. Lo que me parece tremendo es que no se
les pueda dar un trabajo. No podemos dejar de ocuparlos. Los andaluces no
pueden estar pagando a gente con una limitada capacidad de actuación
administrativa.”
Esta consejera de empleo va a dar grandes tardes de
gloria en Andalucía. Habría que recordarle a la consejera las horas y horas de
debate que ha habido sobre estas entidades a las que el PP tildaba de nido de enchufismo.
O la campaña de Moreno Bonilla en las puertas del D. Ángelo donde se usaron las
famosas tarjetas Black de la Fundación FAFFE. O que el pasado 14 de mayo el
diario ABC informaba de un atestado de la UCO que confirmaba que esa fundación
funcionaba como una “agencia de colocación” del PSOE andaluz. “La información procesada “permitiría confirmar, incidiariamente, la vinculación, directa o indirecta, de más de 200 empleados con diferentes fuerzas políticas y sindicales”, principalmente con el PSOE”.
La privatización encubierta de la sanidad en Andalucía.
Este gobierno tiene una cosa clara, privatizar parte de
la sanidad de la Junta de Andalucía como lo ha hecho con el plan de choque de
las listas de espera. Usar a la privada como elemento esencial de la sanidad
andaluza, bien a través del aumento de los conciertos o bien con el próximo
cheque sanitario. De ahí el terrible lamento del consejero de Salud y Familias
al gritar en público que necesita a los hospitales de Pascual. Cuando lo que
tiene que hacer es reforzar la sanidad pública y no potenciar la privada que
solo busca beneficios.
Vamos a ver estos próximos años cómo se va a paralizar la
inversión sanitaria para crear la conciencia de que esta no funciona para privatizar
todo lo que pueda, siguiendo el modelo madrileño y el que siguió el actual
responsable del SAS en Castilla-La Mancha. Y lo advirtió el consejero: “Estamos tiesos como mojamas”. El objetivo
es claro. El que se pueda pagar la privada que se vaya cuanto antes porque la
sanidad pública se va a quedar para la beneficencia. Iremos viendo poco a poco
los recortes que se van a producir y que nos van a afectar a todos.
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