La política andaluza cada vez es más tercermundista

Artículo de Antonio Barreda

La derrota del susanato y el ascenso del tridente derechón al poder en la Junta está bajando el nivel de la política andaluza a niveles tercemundistas. La irrupción de Vox en la cámara andaluza está dando tardes de gloria en el Parlamento, unido a la bronca permanente que se está instalando en las bancadas de sus señorías. Los gritos y los insultos recorren los pasillos de la cámara, mientras su presidenta es incapaz de controlar aquello, que cada vez más se parece al famoso encuentro de Ok Corral. Antológica y absolutamente despreciable fue la expresión de “buscadores de huesos” a aquellos que quieren enterrar dignamente a sus muertos. Siento vergüenza de lo que hoy veo en el Parlamento.

Para empezar, tenemos a un presidente de la Junta que parece más un vendedor de enciclopedias que el princeps Augusto de Andalucía. Un individuo que busca la cámara como la buscan los actores de Hollywood, que saluda a todo lo que se encuentra como si estuviera en eterna campaña, y que habla hasta con las vacas para pedirle el voto. La llegada de Moreno a la presidencia andaluza es el culmen de todo nini andaluz, el ser un mantenido por el estado andaluz sin haber tenido nómina alguna fuera de la política. Como su buen amigo Bendodo o su otro buen amigo Sanz. Profesionales del cargo y del coche oficial. Un tío que estaba a las ocho de la tarde, cuando cerraron los colegios electorales, recogiendo su despacho y haciendo las maletas en su casa porque llegaba Zoido a la cabeza de una gestora en Andalucía.

Lo peor es que se está convirtiendo en un presidente llorón, quejumbroso. Un presidente que se aleja de los problemas y de sus soluciones. En alguien que parece más a un corredor de fondo que huye de los problemas que a un gestor político. Como se encontró el cargo por accidente no tenía cuadros ni gente en su tropa para cubrir tanta nómina pública. Las familias provinciales que lo sostenían por el dedo de Rajoy reclamaron su parte del pastel. De forma que los derrotados sorayistas se convirtieron, de repente, en príncipes y nobles de la Junta de Andalucía. Los ninis asaltaron los cargos y los puestos como posesos, hambrientos de las jugosas nóminas públicas, no vaya a ser esto sea flor de un día, pensaron. Y el principio de Peter – el más inútil asciende a los mejores puestos - llegó al poder en la Junta de Andalucía.

Además de no contarle la verdad ni al médico, el prínceps Augusto Moreno está empezando a aplicar el marianismo y sus maricomplejines a la política. Lo primero que dijo era que iba a meterle mano a la administración paralela, con auditoría de infarto incluida, y acto seguido meterla toda ella en el congelador del olvido. Comenzó el gran engaño. No tocar nada de lo más espurio de la administración empezó a ser su máxima. Que suprimirla costaba mucho dinero empezaron a repetir como un mantra. La gran promesa al pueblo andaluz terminó yéndose por el retrete de San Telmo. Y el princeps Augusto aplica ahora a todos los virreyes de sus consejerías el sostenella y no enmendalla. No tocar nada.

Y ese acto lo lleva a rajatabla, como un acto de fe. No tocar los PLD heredados del susanato es una máxima nueva en la política andaluza. La orden dada: no tocar lo que le funcionó al PSOE durante 36 años. Si funcionaba para qué tocarlo. El plan oculto era heredar el régimen. No quieren reformas ni en los cuartos de baño de la Junta de Andalucía. Mantener la fachada, la estructura clientelar y las subvenciones. Mantener la manguera del dinero abierta y que la paralela haga su trabajo cueste lo que cueste, abrir más aun las arterias de la derrama pública, que los que pagan son otros, para quedarnos nosotros con el cortijo andaluz.

Y qué decir del antiguo relojero Marín y su cohorte de Bajo Guía. Otro que vio rápido lo bueno de la nómina en la política. De la tienda del pueblo - ya cerrada - a la capital del reino, de la triste concejalía al escaño del parlamento. Ahora el cargo de vicepresidente andaluz le pertenece en derecho por todos y cada uno de los incautos que votaron. Todo un salto como ejemplo de emprendedor, del gobierno de los autónomos. Y eso que nos vendía su llegada al hospital de las cinco llagas como si de una virgen vestal se tratara. Pero el defecto de Marín es esa oscura querencia a la familia y a los conocidos. Estableció el ya famoso Clan de la Manzanilla en las venas de Ciudadanos. Practicó la política del amigo, de colocar a la antigua dependienta, de situar en lo público al conocido del pueblo, y, sobre todo, la vieja política del cuñado, actuando como el jefe una antigua tribu de Roma desde su consejería. A los míos que no les falte de ná.

Otro que practica el “no tocaismo” – nuevo término político – para mantener la estructura de la Junta, el culmen del “no tocaismo” fue elevar al ducado de Turismo (Secretario General con rango de viceconsejero) al que había dirigido la empresa paralela de turismo andaluz puesto por el PSOE en su momento. Y como mucho practicar el cambio de cromos de PLD entre sus consejerías. Marín es otro que colocó a los ninis del partido, que ahora empiezan a ocupar las listas electorales para buscar la nómina y el contrato de los cuatro años de mandato, como la jefa de gabinete de la consejería de empleo que va de tercera en la lista de Málaga al Congreso de los Diputados. Algún habrá que a ir a preguntar a Mijas. Los ninis desde Málaga a Cádiz. Del paro al coche oficial. De las asesorías y cargos provinciales a los consulados regionales. Y todo esto lo hacen por el pueblo y en el nombre del pueblo.

Lo que sí tiene arte es que un tío como Marín, que no vendería un simple kilo de pimientos en un puesto de fruta ilegal en medio de la carretera, sea el vicepresidente de toda una Junta de Andalucía. El nivel de la política andaluza no conoce su propio suelo, ni tampoco su propio techo. Con menos carisma que el trabajador de una funeraria, es digno de una tesis doctoral el que haya sido capaz de atraer la atención de un electorado cansado del susanismo. Como diría Cicerón los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos. Pues eso. Ahora es un adalid de vender humo y de vender gestión. Y los crédulos inocentes que le votan rezan ahora a la Virgen mirando a Sanlúcar de Barrameda.

¿Y Susana? Aun no ha digerido el sabor de la derrota, el sabor de la bancada de la oposición. Parece Napoleón tras el aciago día de Berezina. El problema de su derrota es que enfrente no tenía el genio de Kutúzov, sino una tropa al estilo del ejército de Pancho Villa, aunque no lleguen a ser siquiera la banda de Viriato. Pero su problema es que la soberbia no le deja ver el bosque. Aun cree que está en su trono de hierro y habla como soberana, pero ni uno solo de los suyos se atreve a decirle que la ha destronado su propio pueblo, un pueblo que se quedó en casa y le quitó 14 nobles del parlamento. Aun tiene el sueño reticente de pasear sola por los jardines de San Telmo señalando paredes blancas y plantas en su paseo, mientras nadie se atreve a decirle que ya no lleva el traje de la reina de Triana.

La reina descoronada aun está pasmada. Ya no tiene pueblo que mandar ni decretos que firmar. Dicen que el Boja por las noches llora. Y además anda desconsolada. Los súbditos la han abandonado cuando el dos del antiguo mes de frimario se quedaron en su casa como queja del tercer estado descontento. Ella que se creía la representante de todos los andaluces y hasta del resto de la humanidad, se quedaba completamente desahuciada, y los de su entorno más íntimo seguían gritándole que aun hoy es la mejor. Y ella se cree siempre lo que los suyos le cuentan.

Pero han llegado los idus de marzo y no los ha visto. Las señales de los augures no las ha escuchado. Pedro desde Ferraz le ha cortado las alas en las listas para el congreso y el senado, y los de su cuerda no han podido siquiera dar batalla. Antes era la militancia la que decidía, pero en cuanto Pedro llegó al solio imperial se olvidó de la base y de la democracia interna. La gota ácrata del Psoe se había terminado desangrando. El dedo del dios Pedro elegía ahora las listas al congreso y al senado por unción del oleo de Ferraz, como coronaron una vez a Pipino el Breve. La soledad de Susana ya no era etérea, sino que era un mensaje de que o se va o la echan.

Los de Adelante Andalucía aun andan esperando la vuelta de la maternidad de la amada líder. Son los que hoy han heredado las formas y las ganas de los sans culottes. Y son también los que ocupan la montaña en el parlamento andaluz. Han aplaudido la caída de la reina. Han esperado largos años de división y de desierto para ver este día. Pero no era el esperado. Las derechas ocupan más bancadas que ellos, y hoy los ven ocupar los despachos de consejeros. Ese no era el plan trazado desde el barrio de la Viña, ni era lo que esperaba la clase trabajadora que se ha dejado seducir por los nuevos partidos de la derecha. La vieja lucha de clases se ha desbaratado por Andalucía tras el 2-D.

El mensaje del cambio – desgraciadamente para todos ellos - no era para la izquierda, sino que fue a parar a manos de la derecha. Y todo por una izquierda siempre dividida, atenazada en luchas internas, en ese debate eterno de arrancarse los ojos los unos a los otros, y perderse en peleas infinitas. Ya no es un concepto lo que discuten, ahora está en juego el derecho de los pueblos. El voto contra natura fue lo que dio alas a los que vienen a heredar el régimen. Apoyados por los que presentan a exgenerales en sus listas. Todo un mensaje de profundo calado a la ciudadanía. Muchos cerramos los ojos y vemos en sueños la vuelta de la España del año 34. A estas alturas de la historia no se puede volver nunca a la casilla de salida porque entonces todos somos los que perderemos la partida.

La derecha se ha enrocado más allá de la derecha. Y mientras Cs los desprecia, Moreno los necesita. Entre ellos firmaron un acuerdo de 37 puntos que nunca se cumplirá porque Vox son los rebotados del PP a los que estos siempre despreciaron y que nunca les dejaron ocupar ni cargos ni puestos en el partido, pero que comparten un ADN común, y todos sabemos que son de esos que nunca serán capaces de destronar a sus primos. Eran los que estaban en un limbo esperando la llegada un líder que hiciera de pegamento del mensaje y de un peligroso lenguaje que nos lleva a recordar hoy a todos la Europa de entre guerras. Y no hay más ciego que el que no quiere ver.