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lunes, 24 de diciembre de 2018

El Susanato delenda est


Artículo de Antonio Barreda


Atribuyen al viejo Catón la frase con la que acababa sus discursos en el senado de la República de Roma: “Carthago delenda est”. Cartago debe ser destruida. Traducido hoy debía ser algo así como el Susanato debe ser destruido. Y debe serlo por ser el modelo político más pernicioso que ha tenido Andalucía en su historia reciente. Habían llegado a creer tras 36 años de absolutismo parlamentario que esto era como si de un imperio se tratara, con súbditos a los que gobernar aplicando la antiquísima frase de Juvenal: “Pan y circo”. Ese era el modelo de Canal Sur para todos nosotros. Un modelo garantista de pervivencia de un modo de gobierno que había creado el despotismo parlamentario.

Suetonio, en su Vida de los doce césares, pone en boca de Calígula la frase: “Que me odien con tal de que me teman”. Esa ha sido una máxima del régimen que se ha venido constituyendo en Andalucía. El miedo a perder la subvención ha callado demasiadas bocas en la región, ha provocado un terrible silencio cómplice que ha huido de la crítica y hasta de la razón pura. Apoyado por una prensa adicta al régimen se ha creado un vacío de noticias durante demasiados años. A los pocos que se atrevían a contar la verdad se les ha venido persiguiendo de forma sistemática, ninguneándolos en la publicidad institucional o apagando sus medios. El apagón informativo andaluz debería ser objeto de estudio alguna tesis doctoral.

Cuenta también Suetonio, en su Vida de los doce Césares, que Augusto frecuentemente se golpeaba la cabeza contra una puerta y gritaba: "Quintilio Varo. ¡Devuélveme mis legiones!" Hace unos años se cumplían los dos mil años del desastre de Teotoburgo. Algo parecido está haciendo hoy Manuel Chaves por haber perdido su partido el gobierno de la región. Lo que no sabe Chaves es que el fracaso se ha debido a toda una política y toda una generación política del Partido Socialista que ha gobernado como si fueran los dueños de la región y no tuvieran que dar explicaciones a nadie de sus actos y de sus decisiones políticas.

Ya Séneca advertía que “un enfermo no busca un médico que sepa hablar bien, sino uno que sepa curarlo”. Y esto define perfectamente del drama sanitario andaluz que hemos vivido desde el año 2008 en que se acabó con la joya de la corona. Hemos pasado a una sanidad low cost que ha sido generado un grave problema por los recortes y profundos tajos que le han dado a su financiación y, sobre todo, por un grave problema de gestión. A lo que se añade un nuevo modelo de sanidad para Andalucía, no precisamente público, y ha venido creando toda una red de agencias públicas empresariales y empresas públicas para gestionar la sanidad, con hospitales que no son otra cosa que empresas públicas y cuyo personal no está integrado en el SAS.

El famoso orador romano Cicerón indicaba que “todos los hombres pueden errar, pero insistir en el error es solo propio de los necios”. Y continuaba con “de hombres es equivocarse; de locos persistir en el error”. Y el régimen andaluz continuaba últimamente repitiendo los mismos errores una y otra vez. La máxima de lo que funciona no se toca era su frase de campaña. Esto le ha llevado a cometer los mismos errores una y otra vez desde la llegada de la Khaleesi al trono de San Telmo. Los nuevos césares del PSOE habían olvidado regenerar el partido y la región, y seguían instalado en el despotismo parlamentario que tan buen resultado les había dado.

Horacio con su “carpe diem”, que viene a decir “vive el momento”, describe los últimos años del régimen andaluz, pendiente solo del Boja y de las órdenes de palacio. La nueva hornada de ninis del PSOE que habían asaltado el poder en el partido vivían instalados en el día a día. El mañana no era de ellos. Tenían demasiadas ansias de llegar rápido a las alturas de la política y de vivir de ella que se olvidaron de que los electores eran el pueblo que los vota. Para ellos el pueblo se había convertido en simple ganado electoral que ellos pastoreaban desde los coches oficiales, los despachos y la bancada parlamentaria. La adormilada sociedad andaluza se había acostumbrado a ser gobernada por una caterva que solo se preocupaba de sus propias nóminas.

Tácito decía que “la experiencia enseña”. Pero el PSOE en Andalucía se olvidó de la experiencia de los 36 años de despotismo parlamentario, se olvidó de la experiencia cuando llegaron los ERE, el Caso Matsa, el Caso Astapa, el Caso de la Formación. Habían corroído la sociedad andaluza hasta el hueso y habían creado un sistema clientelar que les reportaba una forma de vida en la que estábamos gobernados por los ninis del partido, no por los mejores del partido. El modelo de Chaves y de Griñán saltó por los aires cuando los jóvenes medradores curtidos en el aparato llegaron para relevar a la vieja guardia de la tortilla.

Cuentan que tras derrotar al rey del Ponto Julio César se refirió a aquella batalla como “vine, vi, y vencí”. Acostumbrada a ganar de forma tan rápida en el partido en Andalucía pretendió la Khaleesi del Sur llevar sus tropas a Madrid tras la defenestración de Pedro Sánchez. Pero el pueblo de la república del Psoe no quiso ser gobernado por alguien que se había proclamado emperadora en nombre de todos y fue condenada por los suyos al ostracismo federal. Luego intentó recomponer una tropa que estaba llena de gente que solo tenía nómina del partido y cuya lealtad se medía tan solo en lo que llega a fin de mes. Después del 2 D las lealtades del Sur sufrirán un terremoto cuando los jinetes del paro y del hambre lleguen a esas casas.

Cuando César era asesinado en el senado romano la historia recordaría la frase, “¿Bruto, tú también hijo mío”? Los augures del partido tras hacer los sacrificios pertinentes han visto que el fantasma de la rebelión va tomando forma interna. Muchos están llamando a las puertas de la Avenida de Roma con los mandatos de acabar con el Susanato, por las buenas o por las malas. La historia cainita del Psoe empieza a recordarnos los discursos de Catón en el senado de la república de Roma. El Susanato delenda est. El Susanato debe ser destruido.




9 comentarios:

  1. Estimado Antonio, empezar una mañana de Nochebuena con este artículo me hace tener más esperanza en la Navidad. Feliz Navidad.

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  2. Alea iacta es. Cayo Julio César tenía claro que había que cruzar el Rubicón. El futuro de la bética ha sido marcado por 2-D. El cónsul Albertus debería tenerlo claro.

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  3. A ver si aprendes un poco de latín o, al menos, pide q no desaparezca de la enseñanza.

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  4. ...pide que... es la grafía correcta.

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  5. Con todo lo que está pasando en Andalucía, llama la atención que de las elecciones aquí solo hay tres artículos, todos de la misma persona, y dos de ellos ni siquiera están directamente relacionados con el cambio político. ¿Dónde están las firmas de EDL? Venga, ánimo, y a escribir ;)

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    1. Gracias por su comentario, pero debo corregirlo: son cinco los artículos publicados desde el 2 de diciembre, y son de 2 articulistas. Asimismo, señor desconocido, debe saber que nadie ha cobrado nunca un euro por publicar en este diario, sino que se hace gratuitamente por personas que tienen sus propios trabajos. Muchos de ellos dejaron de escribir hace mucho tiempo porque tenían otros compromisos personales, o por otros motivos.

      Si usted está interesado en publicar artículos en este diario, sólo tiene que enviar sus datos personales al formulario de contacto y nos pondremos en contacto con usted. Venga, ánimo, y a escribir ;)

      Un saludo.

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    2. Toda la razón. Son cinco artículos y dos articulistas, aunque de los cinco, cuatro son de la misma firma y tres sobre Spirirman, y por eso los he mezclado en mi cabeza y me he confundido. Error mio. No pretendo publicar en este medio (pero gracias por el ofrecimiento) y mi tono al pedir a las firmas de EDL que se animen a escribir pretendía ser jocoso más que otra cosa. Simplemente pensé que con lo jugosa que está la actualidad andaluza (una situación única en los últimos casi 40 años), más gente de la que escribe en EDL tendría ganas de dar su visión, y yo tenía - y tengo - ganas de leerla. Un saludo.

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