lunes, 5 de noviembre de 2018

Manifestación contra la corrupción


Artículo de Antonio Barreda


El próximo día 1 de diciembre la Asociación Justicia por la Sanidad convoca una manifestación en Sevilla con el lema No a la Corrupción Sanitaria, Política y Judicial. Una manifestación que se pretende hacer en la jornada de reflexión electoral pero sin entrar en ella, es decir, sin pedir ni influenciar en el voto. Tan solo será un paseo pacífico por las calles de Sevilla sin lemas ni pancartas. La Asociación está a la espera de la autorización por parte de la Subdelegación del Gobierno en Sevilla para poner en marcha su capacidad de convocatoria.

La corrupción nos atañe a todos.

Durante estos 38 largos años de autonomía y de gobierno del PSOE en la Junta de Andalucía se han generado algunos de los mayores casos de corrupción de toda Europa. En los que le afectaban, el gobierno regional los negaba uno a uno mientras ponía todos los medios a su alcance para oscurecer cualquier investigación de los mismos. Además, el ejecutivo andaluz ha venido contando, paralelamente, con la complicidad de su grupo Parlamentario que ha impedido abrir comisiones de investigación durante 15 años en el Parlamento de Andalucía, hasta la pasada legislatura del pacto de gobierno con IU, en la que su minoría parlamentaria impedía obstaculizar todas y cada una de las comisiones que se intentaron levantar.

Por otro lado, los denunciantes de la corrupción en Andalucía tiene un futuro extremadamente incierto. La lista de damnificados y perseguidos por denunciar la corrupción es cada vez más larga. Se ponen en juego, con estas actuaciones, nuestra democracia y nuestro estado de derecho. Aquí se pasa de denunciar la corrupción a ser denunciado, con lo que los corruptos siguen campando a sus anchas. No hay nada más lejano para la democracia que usar las instituciones para acallar la denuncia pública contra la corrupción. Y lo peor es que nadie actúa. Los ciudadanos parece ya que ven la corrupción como un estado natural de nuestra sociedad.

Un sistema democrático sin alternancia.

El sistema democrático en Andalucía ha generado una permanente dictadura parlamentaria de mayorías absolutas o de pactos entre partidos que ha permitido gobernar ininterrumpidamente al PSOE en la región desde hace ya 38 largos años. Creando un sistema absolutamente clientelar que se aleja de la realidad de la calle, que no escucha a nadie sino solo los intereses del partido, que no le interesa nada ni nadie fuera del círculo de poder y de las decisiones del Consejo de Gobierno. La primera máxima del régimen es de lo que no interesa no se habla, y de lo que no se habla no existe. El apagón informativo creado por el régimen andaluz es digno de una tesis doctoral.

El control de la sociedad por parte de los gobiernos terminan congelando la democracia y crea parlamentos de plástico donde la voz del pueblo se va apagando hasta que desaparece. Bajo el lema “El partido por encima de todo”, se ha venido construyendo en Andalucía un régimen absolutista donde los deseos de un partido se iban imponiendo desde el BOJA. Y a través de una OPA hostil, pagada con dinero público, se han venido subyugando los derechos de Andalucía y de los andaluces, hasta construir un sistema sin alternancia política que ha desterrado todas las expectativas y el espíritu de todo un pueblo expresadas el 28-F.

El control de la sociedad y de la administración.

El PSOE en Andalucía ocupó las estructuras de poder que había dejado vacante el franquismo tras la llegada de la democracia y supo aprovecharlas convenientemente para permanecer en el poder. Luego se preocupó de controlar todos los estamentos de la sociedad. Este control ha sido absoluto, directo, lateral, perpendicular y tangencial. Hemos asistido a la construcción de un Gran Hermano que todo lo controla y lo ve.

En el libro La Tela de Araña de Andalucía, Hilos de un Régimen, exponíamos la tesis, que luego iríamos probando, de que en Andalucía, un gran número de personas pertenecientes al PSOE, sus familiares, sus amigos y sus simpatizantes han encontrado un puesto de trabajo tanto en las administraciones públicas como en las empresas y entes instrumentales dependientes del dinero público, puestos que no son exclusivamente los vinculados a la libre designación.

¿Es que, se dirá, los socialistas, sus familias, sus simpatizantes, sus afiliados y/o sus amigos no tienen derecho a ocupar los puestos que sean? Sí, tienen todo el derecho constitucional vigente, como tienen todo el deber constitucional vigente de obtenerlos mediante pruebas de acceso donde primen el mérito, la capacidad y la igualdad de condiciones con los demás ciudadanos a la hora de concurrir a las mismas con limpieza, publicidad y transparencia de los procedimientos.

Si no hubiera sido así es que algunos comportamientos no han sido moralmente lícitos, cuando menos. Las colocaciones “a dedo” en una democracia sana no son permisibles porque arrebatan la posibilidad de trabajar a quien tiene el mismo derecho que el “enchufado”, por decirlo de manera directa, a una vida laboral satisfactoria. El “enchufado” le sustrae, le roba su trabajo a quien teniendo más mérito y capacidad carece de sus influencias. Además, las colocaciones “a dedo” no son admisibles porque condenan a los ciudadanos a ser administrados no por los mejores sino por quienes sólo han demostrado proximidad al poder pero nunca mérito ni capacidad.

La muerte de Montesquieu.

Un régimen no nace de la nada. Se va construyendo año a año, paso a paso, día a día. Y va eliminando tanto a los que buscan la ética en el gobierno como a los que les pueden hacer sombra. Los resortes del gobierno se van introduciendo poco a poco en la maquinaria judicial y legislativa hasta que saltan los engranajes y las costuras que lo hacían funcionar en democracia.

Alfonso Guerra le ha hecho un daño terrible a la democracia en España. Sobre todo cuando se le atribuye la frase pronunciada en el año 85 de “Montesquieu ha muerto”, cuando el partido socialista aprovechó la mayoría parlamentaria que poseía para reformar la Ley del Poder Judicial. Se habían cargado la independencia del poder judicial y se jactaban de ello, enterrando a Montesquieu, el filósofo que defendió la independencia de los tres poderes del Estado. El Consejo General del Poder Judicial había sido reiteradamente acusado de corporativismo y los socialistas, siempre fieles a la “voluntad popular”, decidieron que fuese el parlamento quien eligiese a los vocales del Consejo. Una fórmula que, inevitablemente, politizó dicho órgano.

Algunos casos de corrupción en Andalucía.

La corrupción en Andalucía viene de lejos, de muy lejos. Un repaso por los principales casos de corrupción que han tenido lugar en Andalucía:

El Caso del Chalé de Escuredo. Surgió en 1984 para laminar al entonces presidente Rafael Escuredo, quien inventó lo del “nacionalismo de clase” para atraer el voto y a las bases electorales del entonces Partido Socialista Andaluz (PSA) de Alejandro Rojas Marcos. Pero Felipe González no iba a dejar crecer este movimiento en el Sur.

Todo empezó cuando el grupo Prisa publicó un reportaje sobre el chalé que Escuredo y su esposa, la diputada Ana María Ruiz Tagle, se habían construido en el Aljarafe sevillano. Para conseguir la caída del expresidente se filtró que una conocida empresa estaba edificándole un chalé como supuesto “pago de favores”. La dimisión de Escuredo, asqueado y humillado, no se hizo esperar y puso fin a su carrera política.

El Caso Edificio Presidente. Acaecido en 1986 con el Edificio Presidente en el barrio sevillano de los Remedios, donde la Junta de Andalucía pagó mil millones de pesetas de la época por encima del precio de mercado. Pero también conviene reconocer que con una mayoría parlamentaria absoluta el entonces presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, permitió la apertura de una comisión de investigación en el parlamento de Andalucía.

El Caso Costa Doñana que estalló en 1988 denunciado por IU y que era un proyecto de construcción de una urbanización de seis kilómetros con 32.000 plazas hoteleras y campo de golf en la duna fósil de El Asperillo. Mas tarde se demostró que fue un caso de especulación urbanística con tráfico de influencias, y en el que resultaron implicados Jacinto Pellón, el hacedor de la Expo 92 gracias a Felipe González, Jesús Bores, amigo del presidente y Francisco Palomino, su cuñado, además de un consejero del entonces presidente José Rodríguez de la Borbolla, Jaime Montaner Roselló.

Hace unos días hemos sabido que la valoración de la Junta de Andalucía ofrece a los propietarios para estos terrenos situados entre Mazagón y Matalascañas es de cuatro millones de euros para terminar con los intereses de construcción del litoral cercano al Asperillo, además, afectado por un monumental incendio el pasado año. Pero los propietarios de estas 700 hectáreas quieren 20 millones de euros. Además, para enmarañar mas la cuestión, los propietarios denuncian que la Junta no les paga en dinero, sino en terrenos.

El Caso de la creación de la RTVA. El proceso de creación de la RTVA también fue escandaloso por tres motivos. Primero, porque se metió a dedo a la gente afín al PSOE, según confesión propia de los dirigentes, y de su entonces director general, Salvador Domínguez, ese que se presentó en una Comisión Parlamentaria diciendo “vengo chungo de papeles”. Segundo, porque se desviaron miles de millones de pesetas públicas que fueron a parar a las productoras amigas del PSOE. Tercero, porque el descubrimiento de la mala gestión, el trapicheo y el traspaso de dinero público llevo a la dimisión del director general de la RTVA y del director general de Canal Sur TV, Francisco Cervantes Bolaños.

El Caso Juan Guerra estallaba en enero de 1990 y versaba sobre la utilización indebida de un despacho oficial situado en la Delegación de Gobierno en Andalucía desde el que Juan Guerra, además de servir de asistente de su hermano Alfonso, organizaba y diseñaba sus negocios privados. Un caso que obligaba, un año después del escándalo, a dimitir de vicepresidente del gobierno a entonces todopoderoso Alfonso Guerra. El resultado de su descabalgue fue la orden de Felipe González de liquidar a Guerra y al guerrismo a través de los llamados “renovadores”.

El Caso Ollero los hechos se remontan a julio de 1992, cuando la Policía detuvo a Jorge Ollero, hermano del director general de Carreteras, Manuel Ollero, con un maletín con 22 millones de pesetas fruto de una supuesta comisión ilegal por la adjudicación de obras de la Junta en el tramo Las Pedrizas-Salinas de la A-92 en la provincia de Málaga. El juicio que se celebró en 1999, condenó, en sentencia confirmada por el Tribunal Supremo en 2001, a los hermanos Ollero y a los representantes de la constructora.

Sin embargo, el Tribunal Constitucional decretó en noviembre de 2003 la nulidad como prueba de las escuchas grabadas a los imputados y ordenó la repetición del juicio, esta vez sin tener en consideración los pinchazos telefónicos. Tras este hecho, el caso Ollero quedó en nada tras 14 años. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla finalmente absolvió a los cuatro acusados.

El Caso Malaya un proceso histórico en nuestro país, ya que su investigación desembocó en la primera disolución de un Ayuntamiento en la historia de nuestra democracia y puso en el juzgado el mayor caso de corrupción urbanística municipal en España. Entre los 95 imputados, destacan el considerado cerebro de la trama y ex asesor de Urbanismo del Ayuntamiento, Juan Antonio Roca, que es el único que permanece en prisión, y los ex alcaldes de Marbella, Julián Múñoz (en la cárcel, pero por otros casos de corrupción) y Marisol Yagüe.

La magnitud del delito fueron 2.400 millones de euros blanqueados. La trama urbanística destapada en Marbella habría defraudado a las arcas municipales hasta 460 millones de euros. De esta gota malaya salieron poco a poco otras investigaciones que dieron origen a un total de 30 procedimientos, como el caso Blanqueo, el caso Saqueo, en dos partes, el caso Minutas, el caso Pantoja…. todos alrededor de la gestión de un ayuntamiento, el de Marbella, anegado por la corrupción y el blanqueo de capitales.

El Caso Estepona que llegó a contar con 107 imputados, supuestamente involucrados en la trama de corrupción que tuvo como epicentro el Ayuntamiento de Estepona (Málaga). Pero, tras una década de investigación, finalmente sólo 51 se van a sentar en el banquillo de los acusados, entre ellas el ex alcalde socialista del municipio malagueño, Antonio Barrientos, para el que se pide diez años y nueve meses de prisión. El pasado mes de septiembre el juez de Instancia e Instrucción de Estepona acordaba el sobreseimiento de la causa para 39 imputados, en un asunto para el que aun no hay fecha para el juicio.

El ex alcalde es considerado el cabecilla de la trama corrupta que expolió las arcas del Ayuntamiento de Estepona una cantidad que la fiscalía fija en 28 millones de euros. Junto al regidor, en la cúspide, estaba el líder del Partido Estepona, su socio de gobierno y de “una organización” cuyo negocio principal pasaba por comisiones, mordidas, tratos de favor y sobornos siempre vinculados a la gestión urbanística en la localidad.

El Caso Poniente Almería. Lleva diez años de investigación en la que la presunta trama de corrupción política y empresarial en torno a la empresa mixta Elsur, participada por el Ayuntamiento de El Ejido (Almería) y la multinacional Abengoa, habría retraído de las arcas públicas del consistorio casi 71,5 millones de euros entre los años 2002 y 2009. Una trama por el que el exalcalde Juan Enciso (PAL) y el ex interventor municipal José Alemán se enfrentan a penas que suman 64 años de prisión y 20 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

Según la acusación que la fiscalía elevó al Juzgado de Instrucción 2 de Almería indicaba que el saqueo de las arcas públicas se realizó “orquestando la creación” de una red de sociedades que se dedicaban a “subcontratar” con la empresa mixta Elsur con “una doble finalidad: engordar artificialmente el canon anual que tenía que recibir como contraprestación por parte del Ayuntamiento, y, por otra, aumentar más sus ingresos defraudando a la Hacienda Pública”.

El Caso MATSA. Dos meses y medio antes de dejar la Junta para ocupar su cargo de ministro en el gobierno de Zapatero, el Consejo de Gobierno presidido por Manuel Chaves (que no se abstuvo) aprobó una ayuda de más de 10,1 millones de euros para Minas de Aguas Teñidas (Matsau) de la que su hija Paula era representante legal desde noviembre 2008 para la supuesta construcción de una planta de tratamiento mineral.

Hace tan solo unas semanas, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) acaba de fallar contra Matsa en una sentencia en la que condena a la empresa minera a devolver a la Junta el incentivo de 10,1 millones de euros más los intereses legales acumulados (podría rondar los 16 millones) por las irregularidades descubiertas en la concesión de la ayuda. La tesis del TSJA es que la Junta de Andalucía subvencionó un proyecto ya iniciado, algo totalmente prohibido por la ley.

El Caso ERE. El caso ha pasado de 4 golfos a cerca de 300 imputados. Este caso nace de las grabaciones a dos directivos de Merca Sevilla que exigían comisiones ilegales para una escuela de hostelería a cambio de ayudas de la Junta para formación. Luego se descubrieron intrusos en el ERE de Merca Sevilla que desembocó en el descubrimiento del fraude.

La fiscalía anticorrupción señaló en su escrito de acusación en la macrocausa de los ERE que Manuel Chaves como presidente de la Junta y José Antonio Griñán, además de cómo presidente, como consejero de Economía y Hacienda conocieron las irregularidades en el reparto millonario, opaco y arbitrario de las ayudas a empresas y trabajadores en crisis y no tomaron ninguna decisión para frenarlas en relación al reparto de subvenciones al margen de todo tipo de control o procedimiento reglado entre los años 2000 y 2010, a través de un sistema diseñado ex profeso y por el que se detrajeron de manera fraudulenta de los fondos públicos en torno a 741 millones de euros, según el cálculo realizado en su escrito de acusación por la Fiscalía, a través de las denominadas “transferencias de financiación” al Instituto de Fomento de Andalucía (que más tarde se transformó en la Agencia IDEA). Una herramienta que permitió que las subvenciones se distribuyeran y se abonaran eludiendo la fiscalización de la Intervención.

Tras un largo juicio, en la actualidad, mientras las defensas piden la absolución de sus clientes, el fiscal Anticorrupción solicita para el ex presidente Manuel Chaves diez años de inhabilitación para empleo o cargo público por un supuesto delito de prevaricación, y para el expresidente Griñán mantiene su petición de condena a seis años de cárcel y a treinta de inhabilitación por delitos de malversación de fondos públicos y prevaricación.

La Fiscalía pide ocho años de prisión y treinta de inhabilitación por un delito de malversación, y otro de prevaricación para diez ex altos cargos de la Junta de Andalucía: José Antonio Viera Chacón, Antonio Fernández García, Francisco Vallejo Serrano, Agustín Barberá Salvador, Jesús María Rodríguez Román, Francisco Javier Guerrero Benítez, Juan Márquez Contreras, Juan Francisco Sánchez García, Javier Aguado Hinojal y Miguel Ángel Serrano Aguilar.

Además, pide seis años de prisión e inhabilitación absoluta por tiempo de 30 años por delitos de malversación y prevaricación para cinco encausados: José Antonio Griñán Martínez, Carmen Martínez Aguayo, Manuel Gómez Martínez, Lourdes Medina y Jacinto Cañete. A estos dos últimos, exsecretaria general técnica de la Consejería de Empleo y exdirector general de la agencia IDEA.

También pide la fiscalía de 10 años de inhabilitación por prevaricación para Chaves, los exconsejeros Gaspar Zarrías y la exconsejera de Economía y exministra Magdalena Álvarez, el exdirector de Presupuestos Antonio Lozano, el exviceconsejero José Salgueiro y el exjefe del Gabinete Jurídico Francisco del Río.

El Caso Formación. Que se deriva en dos ramas, las ayudas para cursos para parados por un lado, y las ayudas para cursos a parados con compromiso de contratación por otro, que se conoció como el Caso EDU. En total, el caudal de ayudas bajo sospecha estaría en torno a los 3.000 millones de euros entre 2007 y 2013. Aunque se ignora la cuantía total defraudada sólo la investigación judicial y policial determinará la misma. La Junta siempre ha puesto todos los palos que ha podido en la investigación y siempre ha negado la existencia de un fraude de esa magnitud.




2 comentarios:

  1. Para mí que las autoridades NO van a dar su permiso.
    Votad cada uno lo que quiera; pero que se vayan el PSOE del gobierno andaluz

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  2. Cuándo se autoriza la convocatoria espero ver hora y lugar de la manifestación

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