lunes, 1 de octubre de 2018

Los efectos de la crisis: el 16,6% de las familias en España han pasado de la clase media a ser renta baja


Artículo de Antonio Barreda


El III Informe sobre la Desigualdad en España se dirige, principalmente, a criticar los efectos que la crisis ha creado tras el paso del PP por el gobierno nacional

La Fundación alternativas, vinculada al PSOE, tiene entre sus patronos a Felipe González, Ignacio Escolar, Alfredo Pérez Rubalcaba o Javier Solana

La clase media española, la que más ha sufrido la crisis y ha pagado el rescate bancario

Una de las causas del aumento de la desigualdad es la incapacidad de la economía española para crear empleo estable y suficiente, la muy alta concentración de las rentas de capital o la limitada capacidad redistributiva del sistema de impuestos y prestaciones

El peso del grupo de rentas bajas muestra un aumento de más de dos puntos entre 2009 y 2014 respecto del total de hogares
 

El pasado 27 de septiembre la Fundación Alternativas hizo público el III Informe sobre la Desigualdad en España. Un estudio donde, evidentemente, se priman las políticas actuales del PSOE, y hecho a medida para refrendar las políticas económicas y sociales de Pedro Sánchez en el poder. El estudio se dirige, principalmente, a criticar los efectos que la crisis ha creado tras el paso del PP por el gobierno nacional y sus políticas de recortes, dando una serie de recomendaciones.

La Fundación alternativas, vinculada al PSOE, que tiene entre sus patronos a Felipe González, Ignacio Escolar, Alfredo Pérez Rubalcaba o Javier Solana, hizo público en pasado día 27 su III Informe sobre la Desigualdad en España. En el mismo indican una tesis sobre la desigualdad en España: La incapacidad de la economía para crear empleo estable y suficientemente remunerado, la concentración de la renta en unos pocos y la limitada capacidad redistributiva de sistema de impuestos han provocado el aumento de la desigualdad en España.

Los efectos de la crisis en la clase media.

Está claro que la crisis económica ha arrasado la clase media española, la que más ha sufrido la crisis y ha pagado el rescate bancario. El golpe al empleo se traduce en pobreza, en la incapacidad de los gobiernos para crear empleo estable y de calidad. El mercado de trabajo y los datos sobre el PIB señalan que la crisis le ha ido muy bien a la parte empresarial que ha ido recuperando niveles de producción, y muy mal a la clase trabajadora que ha caído en una espiral de salarios bajos y de contratos temporales, y sobre todo, a la expulsión de centenares de miles de trabajadores expulsados del mercado laboral que no van a tener la oportunidad de volver a trabajar, con lo que la pobreza avanza imparable por las familias españolas.

Además, el informe alerta que uno de los principales problemas de la alta desigualdad en España  tiene un importante componente estructural derivado de las grandes diferencias salariales. Un problema, indicamos, que se agrava al comparar los salarios en España, donde la comunidad andaluza se queda siempre a la cola de los salarios en España, aumentando la diferencia entre las regiones estos años de crisis. Y estas diferencias también lo son a futuro. Menores salarios indican menores pensiones cuando llegue la edad de la jubilación. Esta brecha de salarios abre, de esta forma, la brecha de las pensiones.

Los efectos de la reforma laboral.

Entre las causas de este aumento de la desigualdad, el informe apunta a la incapacidad de la economía española para crear empleo estable y suficiente, la muy alta concentración de las rentas de capital o la limitada capacidad redistributiva del sistema de impuestos y prestaciones. Si bien señala que la vuelta a la senda de la recuperación de la economía española debería ser una garantía inequívoca de la reducción de la desigualdad, sin embargo, el documento muestra que los datos del fin de la crisis desdicen el automatismo de esta hipótesis.

Otra de las conclusiones del informe tiene que ver con la brecha de género salarial, que aumenta con la edad de las mujeres y se inicia con el nacimiento de su primer hijo. Las tareas del cuidado de menores y mayores en el ámbito familiar continúan recayendo de forma desproporcionada sobre las mujeres.

Además, señala que todo parece indicar que existen elementos de tipo estructural que hacen que en las etapas expansivas la desigualdad no se reduzca sustancialmente y que aumente muy rápidamente en las recesiones. Si no se abordan estos problemas será muy difícil que las diferencias de renta entre los hogares españoles se estrechen, incluso en un contexto en el que la economía recupere la senda del crecimiento y de creación de empleo.

Los recortes avanzaron en la desigualdad.

El estudio parte de que el peso relativo de la clase media creció en España en las últimas décadas favorecido por el proceso de modernización institucional y la progresiva extensión del sistema de impuestos y prestaciones de carácter redistributivo. Sin embargo, la crisis supuso un freno importante en esa tendencia, reduciéndose sensiblemente en un margen muy breve de tiempo la importancia relativa de la clase media, aun sin dejar de ser el grupo más importante, manteniéndose casi constante el peso relativo del grupo de renta alta y con un importante número de transiciones desde las rentas medias al grupo de renta baja.

El informe, dirigido por Luis Ayala, catedrático de Economía de la polémica Universidad Rey Juan Carlos, destaca que el rasgo más sorprendente de la evolución de la desigualdad es la ausencia de cambios en la distribución de la rentas durante etapas de crecimiento económico y de empleo. El informe indica, entre los datos más destacados, que el peso del grupo de rentas bajas muestra un aumento de más de dos puntos entre 2009 y 2014 respecto del total de hogares. Por otro, se observa una pérdida de cinco puntos del grupo de renta media. Y, por último, se produce un aumento de casi tres puntos del grupo de renta alta.

El hundimiento de la clase media en España.

Esto significa que el 16,6% de las familias en España ha pasado de ser clase media a renta baja, o dicho de otra manera: casi uno de cada seis hogares caracterizados como de clase media antes de la crisis habría pasado a engrosar el listado de las rentas más bajas en poco más de cinco años. Esta recomposición ha afectado a la desigualdad dentro de cada grupo, sin grandes cambios en el estrato de los más ricos y con un drástico aumento dentro del grupo de rentas bajas. Así, el informe destaca que el profundo deterioro del empleo y el carácter restrictivo de las políticas de ajuste han dado lugar a un crecimiento, sin parangón en los últimos 40 años, del porcentaje de hogares con rentas por debajo del 60% de la mediana.

El estudio alerta de que las personas con ingresos bajos y grandes necesidades tienen dificultades para hacer frente a los gastos que suponen el pago o copago en el ámbito educativo, sanitario o de cuidados. De hecho sostiene que es probable que este colectivo haya renunciado a tratamientos médicos, cuidados o formación debido a la falta de recursos propios o de servicios públicos disponibles.

La brecha entre pensionistas y jóvenes.

El informe indica algo que ha sido una constante durante la crisis, que el colectivo de mayores de 65 años es el más estable económicamente, y ello se vincula a la estabilidad de las pensiones de jubilación. No es de extrañar, señala, que durante la crisis los jubilados hayan actuado como red se seguridad en las familias. Y preocupante es la situación de los jóvenes, con ingresos inferiores al resto. Proponiendo ayudas específicas a los jóvenes en su incorporación al mercado laboral.

También señala la necesidad de priorizar recursos para la infancia y los más jóvenes para contribuir a salvar el Estado de bienestar de dinámicas endógenas de carácter perverso. También indica que resulta difícil imaginar que la creciente carga fiscal que tienen que soportar las generaciones  más jóvenes para sostener un número creciente de personas de edad avanzada podrá seguir manteniéndose si estas perciben que el Estado del bienestar no les sale a cuenta ni ahora (porque la protección social se concentra en grupos de edad avanzada) ni en el futuro (porque teman que la siguiente generación no se mostrará dispuesta a sacrificarse por ellos de la misma forma que ellos lo han hecho por la generación anterior). Por ello, recomienda restituir la justicia intergeneracional.

La desigualdad digital y educativa.

La desigualdad en el nuevo ecosistema digital es otro de los asuntos analizados. Los autores concluyen que la brecha digital se manifiesta no tanto en los recursos materiales, sino en la capacidad y el conocimiento para utilizarlos de forma adecuada para obtener, discriminar y explotar la información.

Entre los asuntos más destacados del informe se encuentra la desigualdad educativa, condicionada por el entorno familiar, que influye en la capacidad y el aprovechamiento de los estudiantes, así como por factores externos, tales como la oferta del mercado de trabajo y la configuración del sistema educativo.





1 comentario:

  1. Esto no se lo creen ni ellos. La pobreza la han traído las políticas de izquierdas que solo persiguen el reparto de la pobreza, o sea, precisamente, cargarse la clase media para que solo haya clase baja y una élite en la que ellos puedan influir. Parece mentira que teniendo a Andalucía por ejemplo, sigamos defendiendo estás políticas, y más desde una página que se define como liberal. La mayoría de estos estudios están hechos y dirigidos unicamente para autoalimentarse y manipular al personal. El hecho de criticar a la Junta de Andalucía nos convierte en liberales

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