Artículo de Antonio Barreda
Ha sido llegar Pedro Sánchez a la Moncloa y empezar a subir como la
espuma los datos del paro. El Psoe siempre se ha caracterizado cuando gobierna
en Madrid de ser una inmensa fábrica de parados por toda la geografía nacional.
Especialmente en Andalucía. Donde sus políticas económicas desde el famoso Plan
E de Zapatero han golpeado con dureza el mercado laboral andaluz. La llegada
del PP al poder y la era de los recortes y de la reforma laboral no supuso un
parche en la sangría de parados de la región. La reforma traía consigo
importantes retrocesos para los derechos de los trabajadores y, sobre todo, un
auge de la contratación temporal. Ahora, una de las características del nuevo mercado
de trabajo postcrisis es la de la proliferación de contratos que cada vez son
más cortos.
Los datos del pasado mes de agosto a nivel nacional son para enmarcar.
El pasado día 31 de agosto de 2018 se batió un triste récord para el mercado
laboral en España. Por primera vez en un solo día se destruyeron más de 300.000
puestos de trabajo. La combinación arroja cifras récord: se dieron de baja
363.017 afiliados y solo 58.375 de alta. El saldo neto: 304.642 empleos menos,
el récord para una sola jornada. Esta es ahora la nueva dinámica laboral. Y
aunque Pedro Sánchez prometió eliminar la reforma laboral ya ha indicado
claramente que no la va a quitar. Un discurso a la hora de coger el poder y
otro distinto a la hora de estar en el poder.
En Andalucía los datos del pasado mes sobre el paro son letales para
las políticas de empleo de las que tanto saca pecho el gobierno de Susana Díaz.
El número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de
Empleo en Andalucía subió en el mes de agosto en 8.284 personas, lo que supone
un alza del 1,06 por ciento respecto al mes anterior, alcanzando los 792.577
desempleados en Andalucía. Por sectores, el paro registrado bajó especialmente
en el sector de la Agricultura, con 4.067 parados menos. Asimismo, también
decreció el paro en el colectivo sin empleo anterior (-1.329). Por su parte,
aumentó en los ámbitos de la Industria (1.044 parados más); la Construcción
(3.271) y el sector Servicios (9.365).
El desempleo registrado en el SEPES (Servicio Público de Empleo
Estatal) bajó en agosto sólo en una de las provincias andaluzas, Huelva (-615 y
-1,28 por ciento). El resto de provincias experimentaron una subida del paro,
la que más, en términos absolutos, Sevilla (2.189 parados más y un 1,13 por
ciento de aumento). Tras Sevilla, la segunda mayor subida se produjo en Málaga
(1.943 y 1,40 por ciento más); seguida de Córdoba (1.557 y 2,17 por ciento
más); Cádiz (1.481 y 1,08 por ciento más); Granada (966 y 1,19 por ciento más);
Almería (630 y uno por ciento más) y Jaén (133 y 0,26 por ciento más).
La afiliación media a la Seguridad Social bajó en Andalucía en 19.028
ocupados en el mes de agosto en relación con la media del mes anterior, con lo
que la afiliación media se situó en 3.025.315 ocupados en la Comunidad. En
relación con el mismo mes del año anterior, la afiliación media subió en 86.494
personas, con un incremento del 2,94 por ciento.
Los sindicatos UGT y CCOO indicaron que los datos del paro registrado
en Andalucía en agosto evidencian la “imperante necesidad” de acabar con la
precariedad laboral en la comunidad, por lo que insistieron en derogar la
reforma laboral. En un comunicado, UGT lamentó que Andalucía siga liderando el
paro estatal, con un 24,91 por ciento de desempleados, porcentaje que se reduce
“levemente”. Según el sindicato “uno de cada cuatro desempleados españoles
sigue siendo andaluz”.
Otro colectivo que ha sufrido las políticas gubernamentales y
autonómicas estos meses son los autónomos. Según los datos del RETA del pasado
agosto, Andalucía vuelve a sufrir el segundo descenso consecutivo: 2.453
autónomos y autónomas menos, un descenso algo menos acentuado que en el mismo
mes del pasado 2.017, cuando llegaron a perderse casi 2.816 efectivos en
nuestra comunidad. A esto tenemos que sumarle los 8.284 parados que se han
producido este pasado mes en Andalucía.
Todas las provincias andaluzas han sufrido un descenso de autónomos,
siendo las más acentuadas Málaga (-782) y Sevilla (-579). Por su parte Granada
(-342), Córdoba (-286), Almería (-173), Cádiz (-138), Huelva (-105) y Jaén
(-50). Además la junta de Andalucía de los 37 millones previstos y
presupuestados para apoyar el trabajo autónomo, sólo se han asignado 13
millones a la creación de empleo autónomo, cuatro al impulso del asociacionismo
y aun quedan 20 millones aproximadamente por aplicar antes de la finalización
del año.
Además las políticas económicas para paliar el paro en Andalucía del
gobierno de Susana Díaz están muy alejadas de conseguirlo. Así, el pasado mes
de julio el consejero Arellano indicaba que el Producto Interior Bruto (PIB) de
Andalucía acumula en los últimos tres años un crecimiento cercano al diez por
ciento (9,7 por ciento) y cerrará el ejercicio 2018 en 166.000 millones de
euros, “el PIB más alto de nuestra historia”.
Se olvida el consejero Arellano el hecho innegable que mientras la
economía ha superado el nivel de PIB de 2008, el número de parados sigue siendo
aún elevadísimo en Andalucía. Con lo que la economía se ha ido recuperando,
pero no ha ido absorbiendo la mano de obra que expulsó del mercado laboral. O
sea, que producimos más con menos manos de obra. Lo que nos indica que solo le
ha ido bien a la parte empresarial en vez de a la clase trabajadora de la
región.
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