A Susana Díaz, ¿le crecen los enanos?

Artículo de Luis Escribano

Obviamente no, no le crecen los enanos. Susana Díaz tiene un grave problema: como núcleo imantado de perversidad, sólo atrae a impresentables. El caso de Eugenio Pizarro Moreno (sobrino del “conspirador” Luis Pizarro) es sólo uno más de tantos. Tenía tanta ambición y codicia que no le importó aceptar el cargo, aún sabiendo lo que le venía encima. Finalmente le han condenado por robar joyas a su suegra, y ha dimitido de su cargo.

Y hablamos del que era Secretario General para la Justicia en la Junta de Andalucía, que manda bemoles. Nombrado en enero de 2018, era el tercero en la Consejería de Justicia e Interior tras Rosa Aguilar e Isabel Mayo López. Por cierto, Rosa Aguilar debería aclarar públicamente si le impusieron el cargo desde el partido o la Presidencia de la Junta, o simplemente fue una elección suya. Un poco de transparencia no vendría mal.

Hoy día, tener un Curriculum espléndido no sirve de nada si uno se acerca al PSOE andaluz, porque este es el problema: el partido del régimen. Cuarenta (40) años en el Gobierno no puede traer nada bueno, y menos aún con este sistema partitocrático que tanto daño nos está haciendo a los españoles. Mientras el PSOE ocupe el poder, seguirá atrayendo a malhechores, corruptos, cómplices, fanáticos y tontos (que cada aludido se coloque en el grupo que prefiera). Y para colmo, el mismo partido lleva casi 40 años rodeándose de mercachifles y de gente infecta que sólo buscan su beneficio particular (habitual en muchos partidos). Los andaluces y su bien común les interesa tanto a este “ganado” como a mí la tauromaquia: nada.

Si mañana el PSOE no estuviera en el Gobierno andaluz, veríamos a sus miles de aduladores cambiarse rápidamente de chaqueta. Y que conste que entre esos halagadores y serviles hay muchos que votan a otros partidos políticos o pasan de la política. Estos sí que son inmorales y nocivos para la salud de nuestra sociedad, y dentro de la Junta de Andalucía los hay a miles, incluidos demasiados funcionarios, siempre esperando regalitos del poder.

Como indicaba anteriormente, tener un CV no es lo único importante a considerar al nombrar a un cargo público. Tan fundamental como lo anterior es haber demostrado en la sociedad -con hechos- su compromiso con el bien común y un comportamiento ejemplar en su vida. Cualquiera que haya abusado del poder público debe abandonarlo para siempre, y en Andalucía se premia.

La honradez y la honestidad no se puede presumir por ser de un partido o de otro, o por tener un vínculo de amistad o familiar con el político de turno. Sólo el entorno de las personas suelen conocer realmente como son. Y este es el problema: en el PSOE andaluz hay tan pocas personas honradas y honestas que al final acaban eligiendo a las personas menos acertadas, por mucho CV que tengan. No hay más que ver los CV de los que están en el banquillos de los ERE, y de los que estarán en el caso Invercaria y demás casos pendientes de enjuiciar para corroborarlo.

Esta información publicaba la Universidad Pablo de Olavide sobre el CV de Eugenio Pizarro Moreno (Alcalá de los Gazules, 1972). Es licenciado en Derecho por la Universidad de Cádiz y tiene un doctorado en Disciplina Constitucional de la Propiedad Intelectual por la Universidad de Sevilla y otro doctorado europeo en Análisis Psiquiátrico de la Capacidad Jurídica y de Obrar.

Ejerció como abogado hasta 2009, cuando comenzó su vinculación con la Universidad Pablo de Olavide. Por otra parte, desarrolló su labor como juez-árbitro en procedimientos arbitrales y dictado de laudos y trabajó como asesor externo en el Grupo Cuatrecasas.

Además cuenta con la Mención de Excelencia Docente por el periodo académico 2006/2011. Ha realizado estancias en el extranjero: en el Centro de Estudios para la Historia del Pensamiento Jurídico Moderno de Florencia y en la Universidad de Bolonia (Italia); Universidad de Cambridge (Reino Unido); Universidad Nueva de Lisboa (Portugal); y Universidad de Miami (Estados Unidos). Cuenta con numerosas aportaciones a congresos científicos y tiene experiencia en la dirección de tesis doctorales.

Tiene numerosas publicaciones sobre Derechos de la Personalidad –intimidad, honor e imagen-, propiedad intelectual y los sistemas alternativos de resolución de conflictos como la mediación y el arbitraje. Además, a lo largo de su trayectoria profesional ha participado en diversos proyectos I+D tanto en el sector empresarial como en la Administración Pública.

Entre otros proyectos, participa en el Grupo de Investigación de la UPO "Derecho Patrimonial Privado en el Mercado Global" (SEJ-441), que curiosamente incluye entre sus líneas de investigación la Bioética (rama de la Ética) y el Derecho de familia.

Fíjense para lo que ha servido este CV. Y hablando de familia, vínculo que pesó más que su CV en su nombramiento, a continuación ofrezco otros datos que el Gobierno de Susana Díaz sí conocía cuando lo nombró mediante el Decreto 19/2018, de 16 de enero de 2018

Un primer dato a tener en cuenta es que era sobrino de Luis Pizarro Medina, exconsejero de Gobernación y exvicesecretario del PSOE andaluz, y el “conspirador” que actuó incumpliendo el derecho fundamental de una diputada elegida en las urnas, en la sesión constitutiva de la X Legislatura, tal como escribí al día siguiente de producirse el hecho (ocurrió el 16-04-2016) en El Demócrata Liberal: “Luis Maduro”. El Tribunal Constitucional confirmó mi tesis en su Sentencia de 28-11-2016, a pesar de que un servidor no sea Letrado del Parlamento de Andalucía (que admitió tal aberración) ni Licenciado en Derecho (aunque tenga conocimientos), sino sólo un simple funcionario de la Junta de Andalucía que actúa con rectitud.

Por otro lado, Eugenio Pizarro trabajó en la FAFFE junto a varios familiares, la polémica Fundación que está siendo objeto de investigaciones judiciales, cuyo personal ha sido subrogado en el Servicio Andaluz de Empleo (permítanme el chiste de humor rojo-negro, ...de Empleo de amigos y familiares de cargos del PSOE). Como ya publicara en su día Pedro de Tena en Libertad Digital (“Una fundación cargó a la Junta jamones de bellota 5J y langostinos”), Eugenio Pizarro Moreno, “encontró trabajo en el "Fondo Formación", como se la conoce en Cádiz, cuyo PSOE provincial ha mandado hasta el hartazgo en la misma”.

Entre esos familiares se encuentra Luis Jairo Pizarro Moreno, que llegó a ser –según publica Libertad Digital- máximo responsable del Fondo de Formación que dependía de la Junta de Andalucía desde Jerez.

Les recuerdo que por la FAFFE también pasó Raúl Perales Acedo, el que fue director general del Instituto Andaluz de la Juventud, militante de Juventudes Socialistas desde 1995, hijo de Antonio Perales Pizarro (imputado en el caso Bahía Competitiva) y sobrino del histórico socialista fundador del clan socialista de Alcalá de los Gazules, Alfonso Perales Pizarro (ya fallecido, primo de Luis Pizarro Medina), según publicó Pedro de Tena en Libertad Digital. Raúl Perales fue el autor del affaire del “váter”, cuando ordenó a unos trabajadores que desmontaran su váter de uso exclusivo de la sede que trabajaba para que se lo instalaran en la nueva sede del Instituto de la Juventud, ya que quería seguir usando el mismo retrete (Un alto cargo de la Junta ordena trasladar su "váter exclusivo a su nuevo trabajo").

Como ven, todo queda en familia. Con estos antecedentes familiares en la política, con este entorno social tan del PSOE andaluz, ¿qué se puede esperar? Susana Díaz está rodeada de ineptos, inútiles, vividores, corruptos, delincuentes, aduladores, tontos, sinvergüenzas, inmorales, fanáticos, cómplices, ofuscados, alimañas y depredadores. Con estos lumbreras, ¿qué se puede esperar para Andalucía?

No, no es el CV el factor más importante a la hora de nombrar a alguien en una institución pública, aunque es indudable que debe exigirse un mínimo (hoy, ni eso). La corrupción invade todos los estamentos sociales, y no distingue entre clases sociales, ámbitos público o privado, ideologías, sexos, razas o creencias. Es absolutamente transversal, y para colmo en España es sistémica. Andalucía es un claro ejemplo de ello.

Por ello es tan compleja la lucha contra la lacra de la corrupción. Y por ello es fundamental la articulación de la sociedad civil. Si miles de ciudadanos lucháramos unidos por lo que es nuestro (las asociaciones desvinculadas de partidos políticos y de subvenciones públicas son fundamentales), los que ocupan temporalmente los poderes públicos no tendrían más remedio que reaccionar, no como hacen ahora machacando a los denunciantes de corrupción, sino para cambiar la situación a mejor.

También son necesarias las condenas de los Tribunales de Justicia, que además contribuyen a que la condena del entorno social y familiar de los corruptos sea más dura, como está ocurriendo con muchos de los enjuiciados en estos casos de corrupción.

Y para que el poder judicial actúe adecuadamente, es necesario que los ciudadanos presionemos para que este sistema político y administrativo cambie hasta conseguir un equilibrio real entre los poderes públicos debidamente separados (actualmente no existe), entre otros cambios a realizar.