Artículo de Antonio Barreda
Que
los recortes sanitarios ha sido una constante los años de crisis en el país es
una realidad absoluta. La joya de la corona de Andalucía, como define
constantemente Susana Díaz a la sanidad andaluza, ha sufrido recortes terribles
desde 2008, el año en que se inició la crisis que devastó el país y que nadie
quiso ver. La sanidad pública andaluza, desde entonces, deja mucho que desear.
Y no precisamente por la calidad de sus profesionales, altamente cualificados y
entregados a su trabajo, sino por la mala gestión sanitaria y los recortes
salvajes a la que se ha visto sometida estos últimos años.
En
su afán desmedido por apropiarse de todo en Andalucía, la presidenta de la
Junta de Andalucía advertía que se estaba haciendo un ataque brutal contra la
sanidad andaluza, un ataque del que no definía enemigos, con lo que todo
ciudadano que criticara a la sanidad andaluza se englobaba automáticamente como
de “enemigo de la sanidad pública”. Mientras, la sanidad andaluza
sigue instalada en los mismos defectos de gestión año tras año. Cambian los
gestores, pero no mejora la calidad asistencial.
La
Junta de Andalucía ha ninguneado sistemáticamente las críticas a la gestión de la
sanidad, a la mejora de la misma y ha dado la espalda constantemente a los
profesionales sanitarios, a los sindicatos, los medios y a los ciudadanos.
Estos últimos se han levantado para
denunciar las carencias del sistema público de sanidad y los brutales recortes
que ha venido sufriendo estos años de crisis.
A
pesar de ello, los cargos públicos de la sanidad andaluza viven tan de
espaldas a la realidad y a los problemas de los ciudadanos, que dirigen y
gestionan la misma desde los despachos sin pisar la calle, sin bajarse del
coche oficial, sin saber de los problemas y las necesidades reales de los
usuarios de la sanidad pública. Una política de diseño regada con abundante
publicidad institucional en los medios que dejan de informar con objetividad, y
solo publicitan la acción política de la Junta en campañas publicitarias
regadas de abundante dinero público. Ahora toca también cada semana que el
gabinete de prensa de cada hospital lance una noticia en positivo sobre la
sanidad. ¿O es que nadie lo ha advertido aun?.
La
federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad pone cifras a los
recortes
La
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública publicó, en su
último informe, que a partir de 2009 los servicios sanitarios públicos han
sufrido una agresión continuada con un proceso de recortes muy importante, entre
15.000 y 21.000 millones de euros menos de presupuesto anuales según las
diversas fuentes, recortes que se han producido en todas las CCAA sin
excepción, pero cuya intensidad ha variado mucho de unas a otras, y aunque
en los 2 últimos años se han producido algunos incrementos presupuestarios (de
nuevo con mucha variabilidad según las CCAA), estos, ni de lejos han recuperado
la situación previa.
La
excusa de la crisis ha servido para empeorar el sistema sanitario público desde
2008, deterioro que ya ha sido aprovechado por los empresarios y compañías de
seguros de la sanidad privada que ya reclaman su trozo del negocio del pastel
de la sanidad pública con la excusa, esta vez, de reducir las listas de espera
de la sanidad pública.
Estos
recortes han evidenciado, indica la Federación, que los recursos humanos
disponibles (los trabajadores sanitarios) han sufrido una disminución general,
aparte de un notable empeoramiento de sus condiciones de trabajo, pero también
en el funcionamiento del sistema sanitario, especialmente en lo que respecta a
las listas de espera, por lo que la opinión de la ciudadanía sobre el mismo ha
empeorado de manera muy notable (por ejemplo el porcentaje de personas que
señalan que el sistema sanitario funciona bien o bastante bien ha pasado del
73,88% en 2010 al 66,1% en 2016, o las personas que piensan que las listas de
espera empeoraron el último año fue en 2009 el 13,10% y en 2016 el 28%) .
También
recuerda la Federación que la
aplicación del R.D.L. 16/2012 en cuanto a los copagos farmacéuticos ha
supuesto la exclusión del acceso a la prestación farmacéutica de muchos
enfermos (las encuestas señalan que las personas que por motivos económicos
no retiran de la farmacia medicamentos prescritos suponen un 14,76%, y el
Barómetro Sanitario refiere que son el 4,4% de la población, que trasladado al
total de la población supondrían 2,04 millones de personas), sin que el
Ministerio de Sanidad haya hecho ningún intento de evaluar el impacto sobre la
salud de la falta de adherencia a los tratamientos.
CC.OO.
señalaba los recortes en personal sanitario en Andalucía
El
año pasado, el sindicato CC.OO ponía números a los recortes médicos en sanidad
en Andalucía. La federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones
Obreras (CC.OO) indicaba que Andalucía es la región que más plazas formativas y
empleos de médicos había perdido entre 2011 y 2017, señalando la cantidad
de 771 puestos. Además, los
recortes en sanidad, indicaba CC.OO, se habían traducido en la destrucción
de 7.265 puestos de trabajo en el Servicio Andaluz de Salud (SAS),
especialmente en las provincias de Málaga y Sevilla.
El
sindicato señalaba que en todo el país se habían perdido 3.918 puestos de médicos
especialistas, de los que 771 correspondían a Andalucía, 670 a Cataluña, 554 a Castilla la Mancha, 398 a Castilla y León, 226 a País Vasco, 180 a Canarias; 151 a Aragón; 139 a Galicia, 137 a Asturias, 136 a Baleares y 135 a Madrid, entre otras.
Esta clasificación revela, para el sindicato, los falsos mitos difundidos por
la Junta, que atribuye al PP y a las comunidades en las que gobierna, como la
de Madrid, los mayores recortes en sanidad. Además, el sindicato distribuye por
provincias la cifra de las 771 plazas de médicos especialistas que se han
perdido en Andalucía, de las que a Sevilla corresponden 74; Granada, 38;
Málaga, 34; Cádiz, 20; Córdoba, 15; Huelva, 6; Almería, 5; y Jaén otras 5.
Los
recortes presupuestarios en la sanidad andaluza
El
enorme tajo presupuestario que se le ha pegado a la sanidad andaluza ha sido
enorme. Los presupuestos anuales nos indican que los recortes han sido una
constante del Gobierno del PSOE en Andalucía.
En
2008 el año de la crisis, el gasto sanitario en Andalucía alcanzaba los 10.307
millones de euros mientras que en el año 2014 alcanzó tan solo los 8.737
millones de euros. Estas cifras nos indican que se recortaron o se dejaron de
invertir en sanidad durante estos 6 años 1.570 millones de euros.
(Recuerden que el dinero defraudado con los ERE fue de 844 millones de euros).
El tajo que se le pegó a la joya de la corona de Susana Díaz provocó todos y
cada uno de los problemas que desde entonces arrastra la sanidad andaluza.
La
segunda Comunidad recortadora fue Cataluña, que en el año que supuso más gasto
en sanidad en 2010 empleó 10.688
millones de euros, mientras que en 2014 empleó 9.204 millones de euros. Lo que
indica que dejó de invertir 1.484 millones de euros en tan solo 4 años.
Los
recortes por sectores
En
Investigación y Formación en 2007 se gastaron en Andalucía 22,5 millones de
euros, cantidad que fue reduciéndose hasta llegar a los 11,7 gastados en
2016. La investigación queda claro que no es una prioridad para los gestores de
la sanidad andaluza.
En
cuanto a servicios hospitalarios la mayor cantidad del gasto se produjo en 2008
con 5.352 millones de euros, mientras que la menor cantidad se invirtió en 2010
con 4.883 millones de euros, quedando en 2016 en 5.532 millones de euros. Es
decir, que se recortaron 469 millones de euros entre servicios hospitalarios.
En
cuanto a la remuneración del personal de servicios hospitalarios, el mayor
gasto se generó en 2009 con 3.335 millones de euros. Cantidad que se fue
recortando por los despidos que se iban produciendo en la sanidad produciéndose
en 2014 tan solo un gasto en remuneración de personal de tan solo 2.861
millones de euros. Es decir, que la Junta de ahorró en sueldos de personal
sanitario desde 2009 a
2014 la Junta dejó de gastar 474 millones de euros gracias a prescindir de
personal sanitario.
En
cuanto a la atención primaria, en 2008 hubo un gasto de 1.669 millones de
euros, cantidad que fue disminuyendo hasta los 1.086 millones de euros gastados
en 2014, lo que supuso que se dejaran de invertir en atención primaria 583
millones de euros. La cifra en se
quedó en 1.173 millones de euros, muy alejados de los 1.669 millones de euros
empleados en 2008.
En
cuanto a sueldos de este personal de Atención Primaria en 2009 el gasto supuso
1.378 millones de euros, mientras que en 2014 supuso 1.044 millones de euros,
lo que indica que la Junta de Andalucía dejó de gastar 334 millones de euros
en sueldos en atención primaria.
Si
sumamos el gasto ahorrado en remuneración de personal de los servicios
hospitalarios y de la atención primaria, tenemos que la Junta se ahorró, porque
dejó de gastar, 808 millones de euros en remuneraciones.
El
mayor gasto total de personal del SAS (se incluye aquí el hospitalario y la
atención primaria) se realizó en 2009 con 4.999 millones de euros, mientras que
el mínimo se realizó en 2014 con 4.156 millones de euros. Esto nos indica que el
ahorro en gasto de personal total del SAS durante estos años fue de 843
millones de euros.
En
cuanto a los conciertos sanitarios, el mayor gasto se realizó en 2010 con 515
millones de euros, mientras el menor gasto se hizo en 2016 con 380 millones de
euros.
Los
recortes en las Agencias Sanitarias de la Junta de Andalucía
Las
empresas públicas sanitarias forman parte del sistema de salud ideado por la
Consejería de Salud. La Junta de Andalucía hace años que ha elaborado un nuevo
modelo de sanidad para Andalucía y ha venido creando toda una red de agencias
públicas empresariales y empresas públicas para gestionar la sanidad, con
hospitales que no son otra cosa que empresas públicas y cuyo personal no está
integrado en el SAS, como la Agencia Pública Empresarial Sanitaria Bajo
Guadalquivir, La Agencia Pública Empresarial Sanitaria Costa del Sol, el
Consorcio Sanitario Público del Aljarafe, la Empresa Pública de Emergencias
Sanitarias o la Escuela Andaluza de Salud Pública. Muchos ven en este modelo
sanitario el principio de la privatización de la sanidad en Andalucía.
Fueron
5 las Empresas Públicas con personal laboral propio y totalmente ajeno al SAS que se crearon entre
1993 y 2006, la primera de ellas, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias
(EPES) fue creada para prestar asistencia a las emergencias sanitarias en toda
la Comunidad Autónoma; las cuatro restantes, en la actualidad, asumen la
gestión de 17 hospitales públicos y prestan servicios de atención especializada
a una población de 1.287.938 habitantes. Son hospitales de especialidades (1),
comarcales (3) y de alta resolución (13).
En
cuanto a la EPES, el mayor gasto se realizó en 2009 con 105,4 millones
de euros, mientras que el menor se realizó en 2015 con 83,7 millones de euros.
En 2106 se quedó en 85,8 millones de euros.
En
la Empresa Pública Hospital Costa del Sol el mayor gasto se realizó en
2014 con 160,6 millones de euros mientras en 2008 generó un gasto de 138,2
millones de euros. Quedando en 168,8 millones en 2016.
En
la Escuela Andaluza de Salud Pública el mayor gasto se generó en 2007
con 22,5 millones de euros, mientras que el menor gasto se realizó en 2016 con
11,7 millones de euros.
En
cuanto a la Empresa Pública del Poniente de Almería se generó el mayor
gasto en 2016 con 138 millones de euros, mientras que el menor se hizo en 2008
con 119, 7 millones (se ha tomado como referencia de la serie el año 2008 como
inicio de la crisis).
En
la Empresa Pública Hospital del Alto Guadalquivir en 2016 se gastó la
cifra más alta con 122,8 millones de euros, mientras que en 2008 se gastaron
99,3 millones de euros.
Finalmente,
en la Empresa Pública del Bajo Guadalquivir se generó el mayor gasto en
2016 con 50 millones de euros, mientras que el menor gasto se generó en 2014
con 45,2 millones de euros.
Nos vemos el 10 de junio
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