Pero hoy es el día de Andalucía,
y el tema es obligado. Hace poco escribía yo, aquí, lo rocoso del apoyo
popular al PSOE de Andalucía y a su lideresa –
con variaciones territoriales, y de ámbito rural-urbano -, y hacía algunas
consideraciones al respecto. A la luz de los recientes sondeos, cabe hacer
otras reflexiones a vuela pluma.
Sondeos, sondeos son, no los magnifiquemos. Queda
tiempo para las urnas, que es el sondeo definitivo. Solo decir
que los sondeos calcaron los resultados de las catalanas, eso sí. Pero también,
que las tenían encima. Se los puede interpretar cómo a usted le dé la gana. Yo
evito siempre confundir mis deseos – que solo a mí me interesan – con la
realidad.
El apoyo al PSOE de Andalucía es rocoso, escribí hace poco, y es
verdad de Perogrullo. Primer partido aquí, feudo donde los haya, y no haré otra
interpretación. Franjas de edad, rural-urbano, clientelismo sí o no, y otras
consideraciones quedan para opinadores de nivel. Según se tome el EGOPA de
invierno y se compare con el año pasado, hay más apoyo. Si se toma el punto de
referencia del voto emitido en 2015 – no es comparable, sensu strictu – se
aprecia un ligero retroceso. No paso de ahí.
Podemos
no escapa a las consideraciones generales de España. La
fusión con IU no ha rentado lo esperado. No ha sumado, ni hay OPA al
todopoderoso PSOE de Andalucía. Cálculos haylos, con riesgos: respecto al voto
emitido, en 2015, la suma IU más Podemos podría perder 5 escaños. Veremos.
Caminito de lo que era IU-CA. A su nicho ecológico. Nicho que podría ser el
socio de Susana, llegado el caso.
Del
Partido Popular de Andalucía, lo mismo. Tras el titánico
esfuerzo de 2012, y sus 50 escaños, a la mitad, más o menos. No escapa a las
dentelladas de Ciudadanos y a la crisis general de un partido, víctima de tantas
cosas, que mejor dejarlo ir. Ya tiene suficiente. El cogote de Susana, cada vez
más lejos. Hasta la prensa amiga le va dando la espalda. Y lo peor, mal momento
para cambiar de liderazgo, en Andalucía.
Y llegamos a la estrella emergente, fugaz o
meteorito capaz de matar a millones de dinosaurios en el Parque Jurásico
andaluz: Ciudadanos. Su éxito es, como las debacles de los dos
partidos anteriores, probablemente reflejo de lo que está pasando en España,
más que mérito de sus representantes andaluces, aún no demasiado conocidos para
el público en general. La conmoción catalana y el efecto Arrimadas – andaluza,
y con cara de andaluza – han podido jugar un papel importante en capas sobre
todo urbanas, sobre todo de edad media, hartas de un régimen monolítico-propagandístico
que ha durado casi como el franquismo.
Cierto es que esta formación debe una parte de su apoyo en los
sondeos al hartazgo de la prepotencia del
sarcásticamente llamado “susanato”, así como de
la posibilidad de abrir ciertas grietas en el durísimo muro de una oficialidad
que puede ejemplificarse en el asunto de las herencias. Pero no
les conozco un plan, lo que se dice un plan concreto y comprensible, a corto y
medio, para abordar una Comunidad cuyos indicadores son lo que son,y
cuya estructura administrativa está en el banquillo, sospechosa de indicios
serios de clientelismo – ¡con lo difícil que es probar eso! – y otras figuras
delictivas.
Con lo que hay, y a falta de otras cosas, Susana
gana, pero tendrá que pactar, como hasta ahora. Lejos le quedan
los felices tiempos del chavismo andaluz. Difícil, con Teresa Rodríguez.
Posible, si Pablo Iglesias la hace defenestrar, y la sustituye por alguien
próximo a su cuerda. Complejo, lanzar un liderazgo en tan pocos meses,
perfilarlo, que la gente lo conozca. Peor aun, en la crisis general de Podemos.
A ver cómo lo hacen. Si al final los de Podemos
pactan con Susana, repetición probable de lo de Valderas: ser vampirizados. El
susanato se da un barniz de izquierdas – ná de ná -, y Podemos se sigue
desinflando. Las cosas de aliarse con el felipismo cañí. Dos perras para
vuestras asociaciones, y estarse callaítos. Los palestinos sí, pero ná pá los
saharauis, que Susana quiere llevarse bien con Mohamed. Lo que yo os diga.
Si pacta con los naranjas, la cosa cambia. Porque no
serán los nueve escaños de Juan Marín, sino veintitantos. Capaces de pedir el
oro y el moro, tres consejerías, una de ellas, de peso: Salud, por ejemplo.
Entrar en el corazón de la Junta, y empezar a toquetearla. Convertirla gradualmente
en “la Naranja Mecánica”. A ver cómo se come el pastel Pedrito Sánchez, cuando
enfrente tenga una mayoría absoluta de Rajoy y Rivera, criticando la política
que hace en Andalucía su Susana con los naranjas. Lo que subrayó hace poco el Huffington, que no puede ser el poder, a
lo que sea, sino el poder con plan, ideas e ilusiones. Y, si no, se va uno a
casa.
28F,
y Susana sonríe, como siempre. Realmente, no sabe hacer otra cosa. Pero,
por dentro, tiene miedo. Se le avecinan nubarrones. Nubarrones
espesos. Se le presenta un dilema arduo: no sabe si adelantar las
autonómicas, o no. Si lo hace, gana – seguro – y pacta,
como acabo de decir. Y si no, podría ser víctima de una marea
naranja que saca votos del PP, pero también del PSOE, y
conseguir los votos justos para que PP y Ciudadanos pudieran gobernar en
Andalucía. Y, entonces, bienvenida al mundo real, Susana. Te acompañarán en el
triste viaje cientos de compañeros que no han conocido más mundo que las
paredes del partido, y sus coches oficiales. Finis gloriae mundi. In ictu
oculi!
Jajaja, me encantó la cita al final. A mí también me gusta Valdés Leal!
ResponderEliminarConmigo, Cs lo lleva claro mientras siga ayudando al PSOE a tapar la corrupción
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