miércoles, 17 de enero de 2018

Muertes en el SAS (Servicio Andaluz de Salud): #155paraAndalucia



Artículo de Cornelia Cinna

Hay artículos que te rompen el alma y he escrito varios con esa pregnancia y hondura. Sin embargo, este, sin duda, es el más absolutamente desgarrador por la realidad límite que desentierra: la muerte evitable de personas, familias destrozadas y/o vidas rotas por un sistema sanitario andaluz, que se rompe y corrompe. No por sus elementos excepcionales; sino por negarnos piezas de repuesto, los resortes cutres, oxidados, inoperantes y el poco aceite que le inyectan. Efectivamente, la carcoma, la inmundicia, la mediocridad de los gestores de la Sanidad andaluza está destruyendo el pilar fundamental de nuestra sociedad y el más valioso: nuestra salud y nuestras vidas con un desprecio tan endemoniadamente psicopático y perverso que puede hacer saltar las consciencias.

Bajen el cursor hasta el final y verán la magnitud del sufrimiento

Casos de pacientes fallecidos, accidentados, o víctimas de negligencias, el sufrimiento de cientos de miles de personas y familias por las listas de espera –signo y señal de la más absoluta y aplastante desigualdad entre regiones, junto con los medicamentos asiáticos-, las tardanzas mortales en ambulancias, el agotamiento, desesperación y saturación de los profesionales sanitarios en condiciones draconianas, los campos de guerra en los que se han convertido las urgencias –una auténtica vorágine- y otros escándalos relacionados con la Sanidad andaluza, como la denuncia de la Policía del fraude en el rescate de accidentados en helicópteros o los dos detenidos por alterar las listas de espera en Granada, están siendo tan escandalosas y abrumadoramente numerosos que es necesario e imperioso un artículo documentado, que resuma una muestra de estos casos –que son solo los que salen a la luz pública- para poder tener un atisbo de visión de la situación límite y desgarradora, que estamos viviendo en el sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) y que, a su vez, la Junta de Andalucía o niega, con una impunidad desconcertante, o relativiza de manera amoral e impúdica.

Los que nunca tendrán futuro

Especialmente dolorosos, terribles y graves han sido los casos de las muertes recientes de pacientes por su elevado número, circunstancias terroríficas - evitables- y el grado inaceptable e inadmisible de deshumanización al que estamos llegando en Andalucía:
  1. S.D.F., la señora a la que le dieron el alta en el Clínico de Málaga, muriendo dos días después –junio 2017-.
  2. Aurelia, la mujer del hospital de San Juan de la Cruz de Úbeda (Jaén) tras doce horas de abandono –diciembre 2017-,
  3. Rocío Cortes, la joven madre que tras una cesárea murió seccionada en el ascensor, en su traslado del quirófano a la habitación, en el Hospital de Valme –agosto 2017-. Escandaloso es que haya desaparecido la pieza clave de la investigación de esta muerte.
  4. Leire y Abril, las gemelas de Algeciras, cuya la ambulancia solo llevaba el conductor -septiembre 2017-. Este suceso provocó una multitudinaria manifestación.
  5. J.C.L, el alérgico de Baeza, en el Complejo Hospitalario de Jaén, que murió de shock anafiláctico –abril 2017-, estando registrada su alergia en su historial.
  6. La muerte del bebé de seis meses atragantado cuyos padres lo llevan a su centro de salud y lo encuentran cerrado –enero 2018-.
  7. Moisés Sánchez Cossío, con déficit de la proteína S hereditaria en Sevilla –agosto 2017-.
  8. Claudia, la anciana del Valme, cuyo nieto denunció que había estado ocho horas en los pasillos, muriendo al poco tiempo -julio 2017-. Su foto ilustra este artículo.
  9. La niña de dos años de Castilléjar afectada por meningitis fallecida en el Hospital Materno Infantil de Granada –febrero 2017-.
  10. El niño de tres años de Archidona por meningitis, siendo diagnosticado de gripe –enero 2018- etc., (la vacuna contra la meningitis bacteriana, tipo B, no está incluida en el calendario vacunal del Servicio Andaluz de Salud).
Todos ellos tipificados por la Administración como “casos aislados”. Efectivamente, no lo son y menos al ver los antecedentes de otros de gran calado mediático como los que se exponen a continuación:
  1. Antonia González, en el Hospital de Jerez, presuntamente muerta por no derivarla al especialista, con fractura de peroneo, cuando era tromboembolismo, en septiembre de 2016.
  2. En enero de 2015, se hace pública la muerte de una anciana tras permanecer diez horas en la sala de observación-sillones del J R Jiménez de Huelva, falleciendo en Urgencias.
  3. En la misma fecha del caso anterior, enero de 2015, un anciano de Valverde  murió en el Hospital Virgen Macarena después de doce horas y media esperando en una silla.
  4. En diciembre de 2015, Rafael Malavé, que fue inscrito en la lista de espera en julio y murió en octubre permaneciendo, un mes después de su muerte, en la lista de espera del Hospital Regional de Málaga. 
  5. Notorios fueron tantos casos de la bacteria 'klebsiella' en el Reina Sofía de Córdoba, dando lugar a la creación de la Asociación de Afectados por la Bacteria Klebsiella, ¡que denunció DOCE muertes en 2014!
  6. El hombre de Estepona cuya ambulancia tardó más de una hora –julio 2016- en recogerlo.
  7. J.M.L. en 2008 Huelva, estuvo un año y tres meses en lista de espera con cáncer. Indemnizaron con 119.415 euros a la viuda y cuatro hijos ¿eso valía la vida de su padre?
Los valientes que lucharon, denunciando

No rendirse nunca, reclamar los plazos, exigir nuestros derechos individualmente o en asociaciones y colectivos, denunciar los casos es vital, y nunca mejor dicho, para que no vuelvan a ocurrir dramas y tragedias como los que he descrito y los que vamos a exponer. He aquí una muestra de resoluciones para que puedan ver la diversidad de los casos y su doble final: el vital y el jurídico.
  1. C. F., la anciana que esperó en los pasillos del Hospital Macarena 36 horas y falleció en 2013.
  2. Los hijos -A.J. y VJ.R.L- que reclamaron la muerte de su madre, en 2010, en el General de Málaga, recibiendo 66.903,15 €.
  3. El niño de 6 años onubense que falleció en el Virgen del Rocío -pero el caso se produjo en JR Jiménez de Huelva en marzo 2015-. Lean en el enlace documental esta historia, por favor.
  4. En abril de 2013, en Huelva, la paciente que diagnosticaron epigastralgia, cuando en realidad se estaba muriendo por un fecaloma de grandes dimensiones. La médico investigada era la hermana del expresidente M. Chaves.
  5. Ana M., de 36 años, en La Línea por un diagnóstico tardío. La viuda de la fallecida cobró 20.000 € en 2012.
  6. Francisco José Rodríguez Jiménez, un menor de 15 año de Granada con escoliosis, murió por una hemorragia interna -2014-.
  7. Octubre de 2016  en el Hospital Macarena J.L.C.C. murió fulminantemente por una inyección.
  8. La condena del MIR, en 2015, que operó sin supervisión en Cádiz: una cirugía menor en las cuerdas vocales causó graves daños cerebrales a una paciente de 60 años.
  9. C.C.P. la paciente de Écija que fue diez veces al hospital, indemnizada con 320.446,54 euros, tras pasar 171 días de hospitalización y 94 en UCI . Por favor, lean esta demoledora historia del hueso de pollo.
  10. En septiembre de 2017 conderaron al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 90.705 euros por una negligencia médica en el Hospital Comarcal de la Axarquía a la familia de un hombre que falleció siete días después de haber sufrido un accidente de tráfico.
  11. José Joaquín Romero, de 37 años de El Rompido, tras ser diagnosticado de ansiedad, falleció en octubre de 2008 por un fallo multiorgánico y un shock séptico respiratorio.
  12. En noviembre de 2017, condenan al SAS por la muerte del bebé de Almería: 100.000 €, como si la vida de un hijo valiera eso.
  13. El fallecimiento del bebé del JR Jiménez se condenó con una indemnización de 300.000 € por las maniobras de extracción, siendo la resolución en enero de 2012.
  14. En noviembre de 2017, sentenciaron al SAS en el Hospital Macarena a 1,3 millones – por las secuelas sufridas por un niño de tres años y su madre.
  15. En la misma fecha que el caso anterior, una paciente de Cádiz que murió tras una diálisis recibió 18.141,08 euros. No había ni carro de parada ni desfibrilador ni un médico presente.
  16. En mayo de 2017, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía condenó al SAS y a la compañía Zurich a pagar 477.126 euros por la falta de asistencia sanitaria adecuada a una mujer durante su embarazo, lo que originó daños a su hija cuando ésta nació en Vélez-Málaga.
  17. En enero de 2017, sentencian al SAS en Cádiz por no detectar espina bífida en una ecografía de embarazo con 150.000 euros de indemnización, por no poder decidir el futuro de la gestación.
  18. El desahuciado de Málaga. El SAS tuvo que pagar el tratamiento privado -30.435,34€- de un falso caso de cáncer en 2009.
  19. En julio de 2015,  el SAS fue sentenciado por la muerte de L.G.M. en el Hospital Virgen Macarena después de que no le fueran destinados los medios diagnósticos necesarios. La autopsia reveló cáncer de colón.
  20. En ocubre de 2017 se hizo pública la condena a un médico del SAS por una paciente de Almería a la que le rompieron dos tendones, siendo indemnizada con 36.000 euros.
  21. En julio de 2017, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia que condenó a la Junta de Andalucía a pagar 37.000 euros a un paciente que se quedó ciego de un ojo por una infección hospitalaria contraída en el complejo sanitario Virgen del Rocío de Sevilla tras ser sometido a un trasplante de córnea.
Los heridos e ignorados

Todas estas personas fallecidas, que hemos enumerado, tenían nombres, apellidos, familia, amigos, etc. No eran números ni expedientes. No se merecían esas muertes tan terribles ni son casos aislados, en absoluto. Por eso, cuando el PSOE -y otros partidos de su cuerda- hablan de la muerte digna, sabiendo todo lo expuesto en este artículo, me pongo descompuesta por su monumental hipocresía y falsedad demostrada.

Pero acerquémosnos a otra muestra pequeña de pacientes accidentados, heridos o ignorados documentados en prensa: hace unos días, el 7 de enero de 2018, Andrés Gómez, portavoz de la Plataforma por la Sanidad Pública y de Calidad de Jaén, denunciaba que una paciente en la UCI, por una rotura de una tubería de agua caliente, sufrió quemaduras en el 20% de su cuerpo. Otro caso que tuvo repercusión en prensa fue, en agosto de 2017, Juan, el señor sordo de Almería, estuvo esperando casi siete horas a que lo llamaran.

Más historias de película de terror que podemos documentar por demoras escandalosas en pruebas diagnósticas o intervenciones quirúrgicas, por un lado, son:
Por otro lado, ambulancias en las que solo va un técnico de transporte, sin médico ni enfermera, o que acuden con importantes retrasos, como la mujer atropellada en Jerez que tuvo que esperar una hora en el lugar del accidente y que provocó que salieran miles de jerezanos en manifestación -enero 2017-. O casos de pacientes que no pueden ser atendidos por falta de personal como  Algimantas Jankanta con un cáncer de colon avanzado con metástasis en el hígado, en julio de 2016 en el Hospital Torrecárdenas.

¿Hay más casuística? Por supuesto que sí: el fraude de 34 millones en 061, apagones por lluvias e incendios en hospitales como el de Jerez en mayo de 2017 por un aire acondicionado ¿cuántos años tenía el aire acondicionado? Instalaciones inadecuadas como en el Hospital de Ronda, con ascensores donde no caben las camillas en junio de 2017, falta de higiene en centros de salud, como el de La Milagrosa de Jerez o en hospitales como en Juan Ramón Jiménez de Huelva. Caida del techo del pasillo de rayos del hospital Infanta Elena de Huelva, sin desgracias personales afortunadamente. O ancianos durante 28 horas en butacas esperando…

Finalmente, tema que daría para otro artículo sería los heridos y muertos entre los propios sanitarios como el imborrable caso de Modesta Becerra en el Clínico de Málaga en 2004.

Dicho lo anterior, me gustaría que esta oposición parlamentaria andaluza preguntara cuántas personas han muerto en lista de espera, cuántas esperando una ambulancia, cuántos casos han sido indemnizados en las diversas circunstancias y cuántos millones llevamos gastados en sentencias contra el SAS –y sus adjudicaciones (véase la sentencia de 500.000€ por irregularidades del SAS en Huelva o los 14.8 millones a Clínicas Pascual)- y una vez sumadas los millones, cuántos sanitarios y especialistas se hubiesen contratado con esos millones nuestros para evitar las muertes de estas personas y las historias terroríficas que han padecido sus familiares.

Abundando en lo anterior, en el informe del año 2017 del Defensor del Paciente, de los 10 hospitales con más reclamaciones, tres son andaluces –pág 12-. Y sí, en su página 18 califica al SAS como el peor servicio de salud de España. Esto son datos objetivos, no opiniones. Y Vds. acaban de leer, en este artículo, más de sesenta casos mortales conocidos -incluyendo los de la bacteria 'klebsiella'-  o muy graves. Piensen en los no conocidos y si Vd o su familia podrían vivir una pesadilla así. 

Coda: o una moción de censura a Susana Díaz por el caos sanitario mortal -entre otros muchos caos- o el #155paraAndalucia, porque esto es insoportable y doloroso. Mientras tanto, reclamemos todos cada una de las barbaridades que sufrimos. El silencio y la resignación nos matan.



7 comentarios:

  1. Esto que estoy leyendo es terrorifico y seguro que si le preguntamos a la Sultana estara orgullosisima de su gestion, y se llaman a si mismo socialistas.

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  2. lo de la anciana muerta en sala de espera, estaba yo, me parecio patetico dejar a esa mujer en esas condiciones alli delante de los demas, donde queda la intimidad del paciente?

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  3. lo de la anciana muerta en sala de espera, estaba yo, me parecio patetico dejar a esa mujer en esas condiciones alli delante de los demas, donde queda la intimidad del paciente?

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  4. Esto es tremendo... dónde está la policía, donde los jueces, los periodistas... DONDE ESTÁ TODO EL MUNDO?!!!

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  5. un familiar mio directo lleva mas de 2 años esperando una operacion

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  6. Gracias por este comentario y esta recopilación de hechos los cuales constatan lo a menudo que se dan las Negligencias y el abandono en Sanidad

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  7. Madre mía, madre mía. O los andaluces despiertan y cambian a sus políticos o lo pagarán con su salud y sus vidas. De vergüenza.

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