domingo, 17 de diciembre de 2017

No tenemos remedio





Artículo de Miguel Ángel García


Que el personal con dos dedos de frente se vaya dando cuenta de el porqué estamos donde estamos. Cuando ese engendro que ha dado la televisión, que tantos millones de personas, de esta podrida y mediocre sociedad, ve entusiasmada, ensimismada y atónita todos los días, como si de un verdadero Dalai Lama se tratara, cuya espiritualidad, santidad y conocimientos fueran tan sobrehumanos como infinitos, que se llama Jorge Javier Vázquez, entrevista a Ada Colau y le dice que es votante de Carmena, y días más tarde, en el programa de la otra ilustrada, Ana Rosa Quintana, dice ser un fervoroso defensor de Gabriel Rufián, ¿no es para dejar este puñetero país y marcharse, como mínimo a la luna?

Mientras pasan de puntillas, con un pequeño corte de una entrevista que ha hecho esta misma mañana Carlos Herrera a la esposa de la otra víctima del asesino de Víctor Laínez, este producto de la naturaleza humana, se ríe y frivoliza con lo que los políticos tienen que hacer con respecto a Cataluña. Esta es la España que tenemos. La España de unos ridículos bufones, que como en el caso concreto de este individuo, lo que le lleva a la fama, es su condición homosexual. El gay que hacía las gracietas y con el que tanto se reían las señoras embobadas con la caja tonta, donde se ponen al descubierto las mayores maldades y bajezas del ser humano, y donde se ridiculiza a unos, mientras se pone en tela de juicio las verdades de otros. Y donde siempre, por encima de cualquier otra consideración ética o deontológica, prima el bulo, la monserga, el rumor y el chisme.

Ya hace mucho tiempo que lo vengo diciendo: cuando una sociedad se mueve bajo estos parámetros de políticos corruptos que se lo llevan a manos llenas; donde un sistema judicial es incapaz de poner orden en las cuestiones más sustantivas y determinantes para el funcionamiento del Estado de Derecho y los referentes sociales son personajes como estos que se llevan todo el día dentro de los salones de las casas de casi toda España, no podemos más que decir: esta España está podrida hasta los tuétanos.




4 comentarios:

  1. Sr. García, ha dado usted en el clavo, pero mucho me temo que mas pronto que tarde algún seudo-intelectual de izquierdas sacara a la luz su articulo, y lo pondrán a parir por criticar que "hace alusión a la condición sexual de un presentador para criticar su profesionalidad" o cualquier gilipollez semejante. En este país criticar al lobby gay es lo que hace cuarenta año lo era criticar a Franco. Te marcan,pasean en público, embadurnan en alquitran y queman al amanecer.
    Lo dicho, enhorabuena por el artículo.

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  2. Muchísimas gracias. Y, en efecto, lo del lobby gay, es como para tenerlo muy en cuenta por todo lo que supone, y la tremenda repercusión social y cultural que está teniendo, así como desde un punto de vista estrictamente pedagógico. Por lo demás, me pueden quemar en la cruz, pero desde luego, ni los dedos para escribir me los van a cortar, ni la boca para decirlo, me la van a tapar.

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  3. ... "¿no es para dejar este puñetero país y marcharse, como mínimo a la luna?"

    Pues pensándolo estoy desde que me jubilé. No a la luna, pero sí a Portugal. Cerca de la familia, lejos de esta mierda y más barato hasta que aparezca allá un "Montoiro". Y lo pienso muy muy en serio.

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  4. jajajaja Pues de momento, desde luego que la vida allí es mucho más barata, lo mismo que la calidad de las construcciones. Se lo digo, porque mi hija tiene casa en Elvas y la diferencia es importante en calidad, acabados y precio.

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