Los silencios de Candel

Artículo de Antonio Barreda

Desde hace unos días Candel calla, el silencio se ha posado sobre sus redes y sobre sus videos. No habla. Calla. Días en que la ciudadanía de Granada, Andalucía y el resto de España está a la espera de la vuelta de la palabra, de la vuelta de la imagen, de la vuelta de sus denuncias. Pero los silencios de Candel preocupan más al régimen que a sus seguidores. Un régimen que no ha tenido reparo en poner en práctica todos los mecanismos a su alcance para acallar su voz, su denuncia eterna.

El régimen inició una campaña contra Candel apoyados en la prensa adicta al sistema, en los medios donde se bebe la publicidad institucional, y por soldados apesebrados que solo hablan de las bondades del régimen y nunca de sus defectos. No hay nada al azar. No hay nada que se deje al libre albedrío en Andalucía. Todo pertenece a un plan maestro para eliminar a todo disidente, para ningunear a todos los movimientos sociales y que pasten en los verdes prados de las subvenciones.

La amnesia sobre Candel son lanzas que se vuelven contra la Khaleesi de Triana. En el Parlamento usó las mismas palabras que usaban en la campaña contra Candel en su tierra. Su Susanísima dijo a Moreno Bonilla en el Parlamento de Andalucía: “Porque ¿sabe cuál es la diferencia entre usted y yo? Que usted le da carta de naturaleza en esas manifestaciones a quien ataca a taxistas, a periodistas, a profesionales, a quien insulta, a quien lleva querellas a los tribunales que, después, quedan en nada.”

Y eso mismo es lo que llegaba desde Granada en la campaña que había contra Candel, cuando idearon que Jesús insultaba. Ya no importaba lo que Jesús denunciaba, ya no importaba lo que Jesús dijera con datos contrastados, ya no importaba que Jesús pusiera las denuncias que pusiera en los juzgados contra la gestión de la sanidad. Jesús insultaba. Jesús ya no era personaje público que defendía a los ciudadanos. Jesús era un insultador.

La primera máxima del régimen es de lo que no interesa no se habla. Y lo de que no se habla no existe. Y la primera que dio ejemplo fue su Susanísima cuando tras la pregunta del periodista Antonio Vega de ABC, tras el Consejo de Gobierno, dijo no conocer a Candel. Primer aldabonazo de aviso. Todos callan. Nadie habla. El silencio sobre los problemas de Andalucía es lo que ha caracterizado los 40 años del régimen en Andalucía. Este ya no es un valle de lágrimas, es un valle con la bandera blanca y verde llena de días de vino y rosas, un valle sin paro, sin problemas, un valle donde el soma proporcionado por la Junta de Andalucía – esa droga fantástica de Un Mundo Feliz – llega a cada rincón de Andalucía e inunda pueblos enteros, calles y casas.

Parece que muchos han ido olvidando lo que pasaba en la Europa de entreguerras cuando la palabra empezó a ser perseguida. Cuando las personas empezaban a ser señaladas. Cuando la libertad de expresión, uno de los bienes más preciados del hombre, dejó de tener valor para los estados y los gobiernos. Los regímenes buscan todos los elementos a su alcance para perpetuarse en el poder, sea como sea, al precio que sea. Y buscan a sus enemigos para aplastarlos de manera implacable. Así sirven de ejemplo para la ciudadanía, y para que todos callen y guarden silencio.

Hoy vuelve, otra vez, a tener sentido el poema de Bertolt Brecht:

“Primero se llevaron a los judíos,
Pero a mí no me importó porque yo no lo era;

Luego, arrestaron a los comunistas,
Pero como yo no era comunista tampoco me importó;

Más adelante, detuvieron a los obreros,
Pero como no era obrero, tampoco me importó;

Luego detuvieron a los estudiantes,
Pero como yo no era estudiante, tampoco me importó;

Finalmente, detuvieron a los curas,
Pero como yo no era religioso, tampoco me importó;

Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde.”

Los silencios del pueblo tienen consecuencias trágicas en la historia de los pueblos y de las naciones. Nadie habla. Todos callan. Y el régimen avanza implacable, moldeando toda la sociedad y a todos los estamentos. Asfixiando la libertad individual y colectiva e imponiendo sus normas y sus formas.

Todos callan mientras Andalucía está a la cola o la cabeza de todas las peores estadísticas sociales de España.

En los puestos de cola de PIB por habitante.

En los puestos de cola en convergencia con Europa.

A la cabeza en la presión fiscal.

A la cabeza en concurso de empresas.

A la cabeza del paro.

A la cabeza en gastos de prestaciones por desempleo.

A la cola en cobro de prestaciones por desempleo.

A la cola de los salarios.

A la cola en pensiones.

A la cola en renta anual media por hogar.

A la cola en renta por persona.

A la cabeza en el umbral de la pobreza.

A la cabeza de pobreza infantil.

A la cabeza en ciudades pobres.

A la cabeza en barrios pobres.

A la cola en gasto público por estudiante.

A la cola en inversión sanitaria.

A la cabeza de los recortes sanitarios.

A la cabeza en hospitales privados.

A la cola en servicios sanitarios.

A la cola en camas hospitalarias.

A la cabeza de las reclamaciones sanitarias.

Todos callan mientras se ha recortado en sanidad pública. El mayor gasto de sanidad en Andalucía los últimos años, según la serie histórica, se produjo en 2008, el año que empezó la crisis, con 10.336 millones de euros, a partir de aquí, la joya de la corona de Susana Díaz sufre un retroceso en gasto brutal en gasto sanitario, siendo el año 2014 donde se produce el mayor recorte sanitario con 8.748 millones de euros. Es decir, que entre 2008 y 2014 la Junta de Andalucía dejó de gastar en sanidad 1.588 millones de euros. En 2017 tuvo un presupuesto inicial tan solo de 9.326 millones de euros. Aún faltaban 1010 millones de euros para igualar el gasto de 2008. En 2018 tendrá en presupuestos con 9.809 millones de euros. Y aún seguirán faltando 527 millones para llegar al presupuesto de 2008 ¡diez años después!

Todos callan mientras la cifra de pacientes que actualmente están a la espera de una llamada para intervenirse se sitúa en 69.005 personas, 3.271 más que hace un año, de las cuales 62.399 tienen garantizados unos tiempos máximos de respuesta de 180 días para las operaciones “no urgentes”, 120 días para las “frecuentes” y 90 días para las relacionadas con patologías cardíacas. 

Todos callan mientras ha aumentado el tiempo que los pacientes esperan para entrar a quirófano, que se sitúa a fecha de hoy en 66 días para las operaciones no urgentes siete días más en un año, 52 para las frecuentes otros siete días más que el año pasado y 65 para las cardíacas (el pasado año no estaba en vigor esta garantía).

Todos callan mientras la privatización avanza imparable en sanidad. El último informe de IDIS indica que el 57 % de los hospitales que funcionan en Andalucía son privados, así como el 28 % de las camas hospitalarias de Andalucía también lo son. Casi cuatro de cada diez actos quirúrgicos que se llevan a cabo en la comunidad tienen como escenario un centro sanitario privado y lo mismo sucede con el 26 % de los ingresos y altas hospitalarias. También se indica que la sanidad privada ha llegado ya a superar al Servicio Andaluz de Salud (SAS) en algunas parcelas. Como las resonancias magnéticas, de las que tiene el 62 %, mientras que cuenta ya con el 38 % de los mamógrafos y el 33 % de los TAC tras una fuerte inversión llevada a cabo en los últimos años, en plena crisis y correspondiendo al tiempo que los recortes presupuestarios dejaban sentir sus efectos en los centros hospitalarios públicos andaluces.

Todos callan mientras Andalucía sigue teniendo las ciudades con más paro de toda España y los barrios más pobres de toda España. De las 15 ciudades con mayor tasa de paro de España, 13 son de Andalucía, que tiene el honor de ser la Comunidad Autónoma que más ciudades con tasa de paro aporta. Las tasas de paro más elevadas se dieron en Linares (44,5%), Sanlúcar de Barrameda (37,9%), Jerez de la Frontera (36,1%), La línea de la Concepción (35,2%), Chiclana de la Frontera (35,1%). Además, de los 15 barrios con la renta más baja de toda España 7 son de Sevilla capital, y los barrios más pobres de toda España son de Sevilla capital, las zonas 4-E (barrios de Los Pajaritos y Amate del distrito Cerro-Amate) y zonas 5- A (barrio Polígono Sur del distrito Sur) con 12.307 y 13.180 euros, respectivamente.

Todos callan mientras que la Junta gestionó desde 2008 a 2014 vía presupuestos 6.858 millones de euros en políticas de empleo y formación, mientras que se generaban en los peores años de la crisis casi 1 millón de parados en Andalucía. Las políticas activas de empleo son exclusivas de la Junta de Andalucía desde que se las transfirió el estado en 2003. Desde entonces el SAE ha gestionado inmensos presupuestos, y ha creado toda una estructura paralela administrativa nueva como lo fueron la FAFFE, el Observatorio Argos, los Alpe o las UTDELT para gestionar estas políticas de empleo y formación para parados en Andalucía. Políticas que están hoy bajo sospecha con inmensos sumarios en los juzgados, y que ponen en entredicho toda la política de empleo y de formación que ha llevado a cabo la Junta de Andalucía desde que gestiona las mismas.

Todos callan mientras nos enteramos que en la llamada administración paralela de la Junta de Andalucía, llena de agencias públicas empresariales, sociedades mercantiles del sector público y entidades asimiladas, cuenta con una plantilla de 23.899 personas. Y en muchos de los análisis realizados por la Cámara de Cuentas de Andalucía nos encontramos en numerosas ocasiones con la frase: “los expedientes de personal contratado no aportan documentación suficiente para garantizar que se hayan respetado los principios de publicidad, igualdad, mérito y capacidad.”

Todos callan mientras la Junta de Andalucía cuenta con 233 asesores nombrados a dedo, de los que 109 están al servicio de la presidenta Susana Díaz en la Consejería de Presidencia. Y cuyos sueldos ascienden a un total de 3.792.880,71 euros este año. Queda preguntarnos a qué se dedica este inmenso ejército de asesores, cuál es su trabajo, para qué sirven y a quién sirven. Y sobre todo ¿A quién le queda por colocar a Susana Díaz del partido? 

Todos callan mientras que por Andalucía y por el gobierno nacional han pasado todos estos años políticos totalmente irresponsables para los andaluces. El gobierno nacional del Partido Popular que con sus políticas económicas -incluida su reforma laboral- y su desinversión pública está ahogando Andalucía, junto a las políticas económicas del PSOE de la Junta de Andalucía, que hasta tiene una consejería para ello, y que no ha logrado enmendar nada de la vida de los andaluces tras casi 40 años de poder absoluto en Andalucía.

Por todo, la lucha de Candel ya no es la lucha de un hombre solo. Es la lucha de toda la ciudadanía andaluza por sus derechos, por sus libertades. Que nadie calle. Que todos hablen. Candel ahora calla, pero no está mudo. No han acabado con él. No han terminado con la obra que él empezó. Aun no se han enterado que ya no es la lucha de un hombre solo, ya no es la lucha en soledad del corredor de fondo. Es la lucha de una sociedad andaluza a la que han ido engañando en los 40 años de lucha por la autonomía, a la que han ido anestesiando mientras extendían por toda su epidermis el control político en todas sus formas.

Pero nadie nunca ha dicho hasta ahora con claridad que todos nosotros somos la Junta de Andalucía, que nos pertenece, como la bandera o los símbolos de nuestro escudo. No dejemos que se apropien de ella en nuestro nombre, que gestionen en nuestro nombre, que gobiernen en nuestro nombre. Nosotros debemos ser cómplices hoy de los silencios de Candel y empezar a escribir, entre todos, el principio del fin de un régimen que va ya camino de los 40 largos años.

De un régimen que ha ido fracasando en la gestión de Andalucía y que ha traído los grandes escándalos judiciales como los ERE o la Formación. Que va a sentar dentro de unos días a dos expresidentes en el banquillo para ser juzgados. Y la sociedad andaluza debe recoger la llama que prendió Candel en nuestras conciencias y que esas llamas lleguen tan lejos que limpien la propia democracia en Andalucía.

Candel volverá pronto. Con más energías, con más fuerza, más grande, más fuerte. Nadie va a callar a Jesús Candel, nadie va a coartar la lucha y la libertad de Jesús Candel porque todos nosotros somos hoy Jesús Candel. Que nadie calle. Que todos hablen.