Artículo de Antonio Barreda
Pablo Iglesias dio toda una lección de
cómo falsear la historia y de cómo mentir sin pudor usando hechos históricos
acaecidos en Andalucía en beneficio de la independencia de Cataluña
Andalucía es sagrada. Y la has manchado
con tu imaginario sobre lo que acaeció en Andalucía el 4-D
El gobierno de la UCD exigió unas condiciones durísimas para la
aprobación del referéndum del 28-F, como la exigencia de la aprobación por la mayoría
absoluta del censo en cada provincia
Lo que pasó después de ese día, Pablo,
para que lo sepas y te lo aprendas de memoria, fue la desaparición de la UCD en
Andalucía, y el ascenso de un PSOE que aun sigue en el poder gracias al
espíritu del 4-D y del 28-F
El
pasado jueves Pablo Iglesias – acompañado de Teresa Rodríguez-Rubio - dio toda una lección de cómo falsear la
historia y de cómo mentir sin pudor usando hechos históricos acaecidos en
Andalucía en beneficio de la independencia de Cataluña. Ya no sabe qué excusas
buscar, ni qué inventarse, ni como engañar a un auditorio que lo escuchaba en
un encuentro que organizaba la Cadena Ser en Sevilla. No se pueden decir más
mentiras juntas, no se puede tener más cara, tener tan poca vergüenza de usar las
energías y las sinergias que provocaron el 4 de diciembre y el 28 de febrero en
Andalucía para usarlos como argumento para defender la ruptura de un país por
parte de unos golpistas disfrazados de demócratas.
Pablo.
Andalucía es sagrada. Y la has manchado con tu imaginario sobre lo que acaeció
en Andalucía el 4-D. Y te lo digo porque
yo estuve allí. Yo fui aquella mañana de domingo soleado de una España aun
preconstitucional a la manifestación acompañado de mis padres, mis hermanos y
mis vecinos. Llevábamos banderas blancas
y verdes que nos trajo mi padre. Banderas que estuvieron prohibidas durante
más de 40 años en Andalucía, Pablo. Fuimos andando desde la Macarena, donde
vivíamos, a la fuente del Prado – frente a la calle de San Fernando - donde
empezaba. Recuerdo una inmensa camioneta de leche Cunia que repartía bolsas de
leche para desayunar. Recuerdo una pancarta que alcanzó las más altas cotas de
orgullo y de aplausos. Varios jóvenes aparecieron con una tela blanca donde
estaban dibujados los mapas de Andalucía y Palestina dándose la mano y con un
texto que decía: Palestina por la autonomía de Andalucía. Hasta
allí se habían acercado los andaluces
con una alegría impropia como pueblo tras cerrar la etapa de la dictadura y
reivindicar unos derechos que les negaban a través de un grito que se hizo, allí
mismo, universal: ¡¡¡Autonomía
para Andalucía!!!, derechos que sí daban a las que llamaban nacionalidades
históricas.
Ya
me he cansado de escucharte, Pablo. Ya me he cansado de que hables de cosas que
no sabes, de cosas que son sagradas para mi pueblo y mi gente. Saca tus manos
de Andalucía y no uses la ilusión de mi
pueblo para justificar el golpe de estado en Cataluña. No te lo voy a
permitir. Ni yo, ni los que estuvimos allí ese 4 de diciembre de 1977. La bandera de Andalucía, nuestra bandera, mi
bandera, es intocable Pablo y representa la esperanza y la paz sobre siglos de
lucha y de sufrimiento, sobre siglos de reconquistas, sobre siglos de opresión,
sobre siglos donde los derechos del ser humano fueron inexistentes. La bocanada
de aire fresco que trajo la democracia despertó la conciencia de los andaluces,
despertó algo que llevaba siglos dormido y oprimido. La bandera y el himno
unieron a todos como un solo hombre aquel 4 de diciembre. Y la lucha siguió
durante los siguientes años.
Lo que resultó de aquello tuvo una fuerza
que se amplificó en las instituciones, Pablo. Un mes después, el 7 de enero del
78, a través de una asamblea de
parlamentarios se creó, en el salón de plenos de la Diputación de Cádiz, la Junta preautonómica que presidió Plácido
Fernández Viagas, y un año después vino el Pacto de Antequera en el 78, justo
dos días antes del referéndum constitucional, y donde once partidos se
comprometieron a aunar esfuerzos para conseguir la autonomía. Luego, en agosto del 79 el Pleno de la Junta
de Andalucía se reúne en Granada y aprueba
acogerse a la vía del artículo 151 de la Constitución para la consecución
de la autonomía.
Los
andaluces fueron maltratados por el gobierno de la UCD, aquel café para todos, era descafeinado para algunos, Pablo. El
gobierno de Madrid apostaba por el desprecio para Andalucía, apostaba por la
vía lenta de la autonomía, apostaba por el 143, negando la historia del trámite
del estatuto de autonomía que estaba en el parlamento de la República y
condenándonos, otra vez más, en la historia a ser sumisos y entregados. El ministro entonces de UCD Clavero Arévalo
dimitió, provocando una profunda crisis en el gobierno, y se inició una
huelga de hambre de Rafael Escudero que ya era el presidente de la preautonomía
de Andalucía. Se logró convocar un referéndum en 1980 sobre el proceso que
tenía trampa, Pablo, un referéndum que nació en el espíritu el 4-D que llenó de
ilusión a un pueblo y a una nación.
Pero
tengo que contarte, para que lo sepas, Pablo, que para apoyar la huelga de hambre de Escudero, muchos andaluces se
acercaron al Pabellón Real del Parque de María Luisa y allí salió Escudero
para saludarnos. Yo volvía a ir con mi padre llevando la misma bandera andaluza
que llevaba aquel 4-D . Y mientras algunos -megáfono incluido – gritaban ya - independencia
para Andalucía, D. Rafael los calló y la masa de personas que allí estábamos
los silenció.
Pablo,
el gobierno de la UCD exigió unas condiciones durísimas para la
aprobación del referéndum del 28-F, como la exigencia de la aprobación por
la mayoría absoluta del censo en cada provincia. Es el referéndum donde votaron hasta los muertos, Pablo. Y aunque la
movilización alcanzó el 64% no se consiguió aquella mayoría exigida en Almería.
Recuerdo incluso la propaganda en radio de la UCD con un Laurén Postigo – que entonces era famoso con su programa Cantares
en TVE- arengando con el mensaje: Andaluz, este no es tu referéndum, si
vas a votar vota en blanco. Pero gracias a la voluntad del pueblo
expresado en las urnas ese 28-F se desbloquea el acceso de Andalucía a la autonomía
por la vía del artículo 151, mediante una modificación de la Ley Orgánica de
modalidades de Referéndum, de tal forma que la no ratificación de Almería pueda
ser sustituida por las Cortes Generales, previa solicitud de la mayoría de los
Diputados y Senadores de esta provincia. Esto, como puedes
ver, Pablo, no tiene nada que ver con el
golpe de estado en Cataluña.
Así es la vida... y así les ira.....
ResponderEliminarNo tienen ni puta idea y van dando lecciones. Queremos políticos dignos desde el primero al último.
ResponderEliminar