Artículo de Antonio Barreda
Desde hace unas semanas hemos asistido a una dura campaña contra Jesús Candel con la que se pretende anular
la fuerza de Candel en la lucha titánica que mantiene por una sanidad digna. Jesús
Candel, también conocido como su
personaje Spiriman, comenzó una revuelta en las redes sociales contra los
planes de la Junta para la fusión de dos hospitales en Granada que le llevó a
liderar a la ciudadanía de Granada en contra de dichos planes de fusión. La campaña
de movilización se hizo en redes
sociales exclusivamente. Pero a través de esta, se iba convirtiendo, a
través de sus mensajes, en un líder para unos ciudadanos que estaban
anestesiados por la propaganda y la publicidad de la Junta de Andalucía.
Cuando Spiriman tomó
la calle, algo que los políticos pensaban que sólo les pertenecía a ellos, surgió
su figura como un gigante que defendía a los ciudadanos solo con el arma de la
palabra. Sus argumentos convencieron a los ciudadanos. Algunos dirigentes de
partidos como Podemos intentaron acaparar su figura y su movimiento. Incluso Errejón intentó hacerse una foto
con él en las movilizaciones ciudadanas para capitalizar la energía que
Spiriman había sacado a la calle. La negativa de Jesús Candel a que la política
influyera en su movimiento llevó a que Hilario Sánchez, secretario de Organización de Podemos en Granada y
afín al sector 'pablista' junto al diputado andaluz Jesús de Manuel, copiara la
escenografía de Jesús Candel para lanzar un vídeo en las redes sociales en el
que compara su propuesta política con la
de Francisco Franco y le acusa de un “exceso de ego absolutamente
imperdonable”.
Luego tuvo sus fricciones con una Teresa Rodríguez alejada de la realidad social que defendía
Spiriman, y a la que retó a hacer un video juntos con Cornelia Cinna Minor, un
personaje muy activo en redes a la que Teresa tenía bloqueada en Twitter. El
reto lo aceptó Teresa, pero, inexplicablemente, se ha ido enfriando en el reto
hasta olvidarse, convenientemente, de que lo aceptó. Posiblemente sus asesores
le recomendarían que se retirara antes de hacer un profundo ridículo en las
redes. Lo último que supimos es que Teresa
Rodríguez contestaba a Spiriman con una carta abierta en su Facebook,
indicando, de este modo, que daba un paso atrás a realizar el vídeo que había
prometido, pero dejaba caer que votaría
NO a la Ley de Sostenibilidad del Sistema Sanitario.
Paralelamente a estos
acontecimientos, la ciudadanía de Granada encabezada por Jesús Candel, había
dicho alto y claro en la calle que no quería aquel engendro de los hospitales
fusionados, que no querían experimentos a base de recortes ocultos que
significaban las fusiones hospitalarias. Y Susana
Díaz, al fin, comprendió que los ciudadanos se expresan en las urnas, pero
que también se expresan en la calle. Y la calle de Granada estaba llena de
gargantas gritando contra la mayor agresión en materia sanitaria a los
ciudadanos. Además, esta lucha en las calles de Granada se iba haciendo cada
vez más grande, cada vez con más fuerza, cada vez con más gente. Y le coincidía
en el tiempo con la lucha interna a navajazos que mantenía con Pedro Sánchez.
Con las encuestas en contra en
las primarias de su partido, Susana Díaz no pensaba que lo que iba a ser un
paseo militar terminó convirtiéndose en una auténtica guerra civil interna,
donde la callada oposición interna andaluza salió a apoyar a su mayor enemigo, Pedro Sánchez. La orden de Susana de
dar marcha atrás a las fusiones hospitalarias se cobró dos piezas políticas de gran relevancia, al anunciarse las
dimisiones del viceconsejero de Salud, Martín Blanco y del gerente del Servicio Andaluz de Salud
(SAS), José Manuel Aranda. Después venía el cese del
propio consejero de Salud, Aquilino
Alonso, principal impulsor del engendro de las fusiones hospitalarias.
Aunque fueron ceses minorados porque a los dos se les buscó pronto acomodo en
esa enorme tela de araña de colocaciones como es la administración paralela de
la Junta de Andalucía.
Pero Jesús Candel no se estuvo nunca quieto.
Nunca terminó de fiarse de que las fusiones hospitalarias dieran marcha atrás,
y paralelamente amplió su campo de críticas a la Junta de Andalucía. Con dos
integrantes de la revista El Demócrata Liberal, empezó una serie que ya puede
considerarse histórica en Andalucía, titulada El Cortijo, donde Luís
Escribano y Antonio Barreda, con profusión de datos contrastados, exponían
la anatomía completa de la Junta de Andalucía, y sacaban a la luz desde los
recortes en sanidad a las entrañas mismas de la administración paralela creada
por la Junta de Andalucía. Una serie donde ningún responsable político ha
rebatido jamás ni uno solo de los datos que allí se han dado.
También
amplió Spiriman sus videos exponiendo
problemas de pacientes con ellos como protagonistas en primera persona, con
personas de otras provincias en movilizaciones contra la política sanitaria de
la Junta, con los perseguidos en la
Alianza de los Locos, o los dramáticos vídeos sobre la dimisión de los
traumatólogos infantiles del Virgen del Rocío con los padres de una de las afectadas. Videos que tuvieron un gran
impacto en redes y que consiguió que los traumatólogos dimitidos de la pública
operaran gratis en la sanidad privada, donde se había refugiado todo el equipo,
a esta niña. Un video con una carga emocional intensa y extensa.
Jesús
empezaba ya a ser patrimonio de las masas, patrimonio de la ciudadanía de
Granada y de Andalucía. Había superado
todos los umbrales y había nacido el mito. Un mito que empezaba a dar conciencia
a los ciudadanos que fuera de los partidos políticos y los sindicatos había
vida. Que se podían organizar y cambiar las cosas. Y eso no gustaba ni a
partidos ni a sindicatos, y no se lo iban a permitir. Uno de los blancos de sus
críticas era el alcalde de Granada
que prefería guardar la disciplina de partido antes que defender los intereses
de sus conciudadanos, que obedecía antes las órdenes políticas emanadas de la
Junta de Andalucía que velar por las necesidades de sus “gobernados”.
Jesús usaba
un lenguaje cotidiano en sus vídeos, exponía sus ideas y sus opiniones en voz
alta y con la voz de la calle. Se
iba convirtiendo en la conciencia de los ciudadanos que veían en él a uno de
los suyos, que se identificaban con él como uno de los suyos. Y se quedaron con su mensaje y con sus formas
insolentes. Era lo que hacía falta
desde hace 40 años en Andalucía. La lucha de un hombre solo contra el
sistema había triunfado. Eso era lo que nadie pudo prever. Que los ciudadanos,
cansados ya de tantas mentiras, se pusieran detrás de él, comprendieran su
lucha y la hicieran suya. Y eso en política es muy peligroso. Eso es
determinante para que el sistema creado en Andalucía saltara contra él.
No podían
rebatir sus datos. No podían rebatir sus ideas. No podían rebatir ni una sola
de sus propuestas. Y mientras iba creciendo se encontraron que no tenían nada
contra él, que no había nada en la basura que rebuscar. Estaba limpio. Y
entonces idearon la campaña contra Jesús
Candel. Primero con denuncias en el colegio de médicos contra él para que
perdiera la licencia y se quedara en el paro. Recuerdo que uno de los
fundadores de CC.OO., que había pagado con una condena de 20 años de cárcel en
el franquismo, me dijo hace ya más de 30 años: Antoñito, ten cuidado con esta gente que en cuanto puedan te dejan sin
trabajar y sin comer.
Luego idearon la campaña que Jesús insultaba a
Susana Díaz. Esta fue la
primera parte de la campaña orquestada y teledirigida. Ya no importaba lo que
Jesús denunciaba, ya no importaba lo que Jesús dijera con datos contrastados,
ya no importaba que Jesús pusiera las denuncias que pusiera en los juzgados
contra la gestión de la sanidad. Jesús
insultaba. Jesús ya no era personaje público que defendía a los ciudadanos.
Jesús era un insultador. Y la prensa adicta al régimen salió con el mensaje a
transmitir, seguros todos ellos detrás de sus propios medios de comunicación.
Sin posibilidad de rebatir o de argumentar, al contrario. Habían condenado a
Jesús intentando dejarlo huérfano de razones y poniéndose del lado de los que
llevan más de 40 años en el régimen. Señalaban a Jesús en redes como el que
debía dejar de insultar. Ya no importaba lo que denunciaba, ya no importaba lo
que defendiera. Jesús insultaba.
Y mientras
esto pasaba sus seguidores en red
aumentaban, sus visitas en redes ya se contaban por cientos de miles, el
pueblo lo había elegido como uno de los suyos y habían renunciado a los
políticos que los gobernaban. Habían elegido entre lo fresco y lo ácrata, entre
lo político y lo sindical, lo habían elegido la voz del pueblo en que ya se
había convertido Jesús. Una vez que ya se hacía imparable, la campaña contra él avanzaba. Iban entrando cada vez más
personajes mediáticos en la misma. Sabedores de que el corporativismo de la
profesión los amparaba a todos. Si Jesús contestaba a uno, les contestaba a
todos, si Jesús rebatía con uno ya rebatía con todos. Y la brecha de la campaña
se iba ampliando con más actores contra Jesús.
Pero Jesús
lo tenía claro. Él no era un personaje político. Era un personaje del pueblo y para el pueblo. Y con eso nunca
podrían luchar. Su lenguaje era el lenguaje del pueblo, de la calle, de la taberna,
de la casa, de los tajos, de la gente. No tenían un solo argumento para
contrarrestar lo que Jesús decía y ni tampoco tenían un solo argumento contra
los datos irrefutables que Jesús daba y que caían, como rayos en una tormenta,
en el corazón de la propia Junta de Andalucía.
Como Jesús no se fiaba de la “desfusión” hospitalaria,
ni de los plazos que la Junta daba, ni del engendro del borrador de la Ley de
Sostenibilidad del Sistema Sanitario, porque esta última abría el dedazo y el
control político en la administración sanitaria, convocó al pueblo de Granada el pasado 15 de octubre a la calle. Y
Granada respondió entera. Granada volvió a gritar con Jesús contra las fusiones
hospitalarias y contra la Ley de Sostenibilidad. Había demostrado que su capacidad
para movilizar al pueblo seguía intacta, que su capacidad para explicarle al
pueblo lo que pasaba con la sanidad, seguía incólume.
Pero siguieron
con una nueva campaña. Tras un rifirrafe
con un taxista de Granada, salieron para decir que ahora que Jesús señalaba. Lo del taxista era la
excusa perfecta para intentar dañar la imagen de Jesús con una nueva campaña,
para intentar dejar sin contenido el personaje que era Jesús, y así vaciar y
desactivar todo su mensaje. El 25 de
octubre Jesús colgó en su muro de Facebook tres imágenes demoledoras, con
durísimos mensajes contra su persona, que demostraban esta campaña.
Tras esto y,
a continuación, en el Facebook de Jesús está la imagen de la papeleta de
votación de las pasadas elecciones municipales donde aparece el taxista como miembro número 11 de la candidatura
de las pasadas elecciones municipales del PSOE a la alcaldía de la ciudad de
Granada. Y acto seguido Jesús cuelga una imagen en su Facebook de un Twitter
del exviceconsejero de Salud Martín Blanco con #SanidadSinInsultos y destacado
en rojo #YoSoyElTaxi50. La campaña contra Jesús se les había caído entera. Se
les había descubierto.
Pero los hechos se
precipitan en dos días. En la mañana del 27 de octubre Jesús colgó un video
donde denunciaba las pintadas que habían aparecido en su casa. Noticia que fue
recogida por ABC, que colgó el video en su página, e indicó que “….Jesús Candel, el médico
granadino que ha emprendido una cruzada contra los recortes y la precariedad
del sistema sanitario andaluz, ha presentado este viernes una denuncia ante la
Guardia Civil por las pintadas amenazantes que ha encontrado en la fachada de
su vivienda en Granada. Al más puro estilo etarra en los años de plomo de la
banda terrorista, junto al mensaje de «El demonio ataca» han colocado una foto de dos de sus
hijos dentro de
lo que parecía una diana rotulada en rojo.
Para el incombustible doctor, más conocido por su nombre de guerra
Spiriman, este ataque ha llegado demasiado lejos y en su denuncia señala al exviceconsejero de Salud Martín Blanco y a la
presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz, entre otros cargos
autonómicos, a los que acusa de alimentar una campaña de odio contra él, según
advierte a través de los vídeos que cuelga en las redes sociales.
El médico se ha mostrado indignado con este ataque a sus hijos. «No hay
derecho a que me encuentre esta mañana en mi casa una pintada con una foto de
mis hijos en una diana; que se metan contra mí, pero que dejen en paz a mis hijos»,
ha declarado a ABC.
«Me parece lamentable esta actitud. Esto no lo hacía ni la ETA», ha
clamado el médico, que se muestra indignado de que gente afín al PSOE y la
Junta «lo llamen fascista y estén generando una escala de violencia y
odio» contra él por sus insistentes denuncias contra el
Servicio Andaluz de Salud y su línea crítica con la política de fusiones
hospitalarias.
Spiriman también carga contra la cúpula de la Junta porque, a su juicio,
«tapa la corrupción» y contra un periodista que «me ha llamado nazi, como si
fuera un asesino».
Jesús, a través de la Asociación
Justicia por la Sanidad, había convocado una
concentración en el Paseo del Salón de Granada para el sábado 28 de
octubre. En Facebook comunica que no
asistirá porque antepone su familia a las movilizaciones, y deja en el aire
seguir con ellas, pero sí continuaría como presidente de la Asociación Justicia
por la Sanidad hasta terminar los procedimientos judiciales.
Pero la Asociación Justicia por la
Sanidad que preside no desconvocó el acto, sino que movilizó a la ciudadanía
para que la misma fuera toda una manifestación
ciudadana de apoyo a Jesús Candel y a su famila. Y lo
fue. Jesús comunica en un post de su Facebbok, donde denuncia la campaña de
odio contra él, que acudiría a la
concentración por petición expresa de su mujer. La ciudad de Granada no
volvió a defraudar y salió a la calle para apoyar la figura de Jesús Candel en
estos días tan complicados que está viviendo tanto él como su familia. Y Jesús,
micrófono en mano, se dirigió a los más
de 35.000 asistentes y les describió el acoso al que ha sido sometido,
sobre todo estos días.
Todo el que busque la verdad y desee que se cumpla la justicia en la Sanidad, debe y tiene que apoyar y seguir a Jesús Candel. Todo el que quiera que se produzca un cambio en nuestra Andalucía, para mejor, debe apoyar a Spiriman. Este hombre ha comenzado una labor en la que todos debemos participar apoyándolo. Ha mostrado el camino a seguir y ha enseñado qué se puede ser valiente y defender nuestros derechos como ciudadanos; es por Esti que tenemos obligación moral de defender a Jesús Candel y apoyarlo. Yeah!!
ResponderEliminarAsi mismo, tenemos la obligación de seguir,la lucha, y ahora mas que nuncanunca,porque segun nos lovemos estan poniendo,va para largo,nos quieren aburrir,y nada mas lejosde de la realidad que aburrirlos a ellos,y se cumplan nuestros #doshospitalescompletos, no parar,hasta tenerlosque,yeahh
Eliminar#yoapoyoajesuscandel
Ojalá hubiera más médicos como Jesús Candel,que denunciaran los recortes y las privatizaciones de servicios de la sanidad pública. Pero, desgraciadamente cada uno va a lo suyo, sólo un "loco" se arriesga enfrentándose al sistema. Ánimo desde Galicia.
ResponderEliminarUna funcionaria del SERGAS
Todo el que busque la verdad y desee que se cumpla la justicia en la Sanidad, debe y tiene que apoyar y seguir a Jesús Candel. Todo el que quiera que se produzca un cambio en nuestra Andalucía, para mejor, debe apoyar a Spiriman. Este hombre ha comenzado una labor en la que todos debemos participar apoyándolo. Ha mostrado el camino a seguir y ha enseñado qué se puede ser valiente y defender nuestros derechos como ciudadanos; es por Esti que tenemos obligación moral de defender a Jesús Candel y apoyarlo. Yeah!!
ResponderEliminaryo tambien lo apoyo,y su familia es como nuestra ,lo que le hagan a el nos lo hacen a nosotros.
ResponderEliminarsusana sobra en el gobierno, dejar de votarla, es una pepera, es mas pepera que rajoy, esta bien adoctrinada por felipe gonzalez y los barones, que solo miran sus intereses, el pueblo se la suda.que atajo de sinvergüenzas y ladrones.la solución no votarla.
ResponderEliminarSusana tiene tal envidia de que una persona de a pie mueva a las masas como ella jamas lo haría, y tiene tanto miedo de que la VERDAD salga a La Luz, que ha vuelto su mirada de DICTADORA hacia Granada y más concretamente hacia UN LÍDER, UN HOMBRE DE BIEN, JUSTO, HONESTO QUE MIRA POR EL BIEN COMÚN no como ella que solo mira el suyo y el de su panda de Ladrones deshonestos, que han arrasado a Andalucía, nos han robado TODO. A ver si esta ............se entera de una P vez que NO VAMOS A PARAR HASTA VERLA DONDE MERECE. Y, una cosa susanita: niputaidea de lo que te espera si vuelve a haber otra amenaza contras Jesús o su familia!! NO VAIS A PODER CON GRANADA, NUNCA!!!!! Te lo en cuenta vb
ResponderEliminarTodos tenemos la obligación moral y por verguenza, no dejar de apoyar a nuestro querido doctor Candel, ahora más que nunca tras la campaña de difamción que han emprendido contra el y su familia, incluso con amenazas contra sus hijos en su propia casa. El doctor Candel merece nuestro respeto y admiración por todo lo que está haciendo por nuestra sanidad y por todos los Andaluces en Granada su ciudad, le queremos, le respetamos y admiramos por su honestidad, valentia y su entrega. Todos somos Jesus Candel.
ResponderEliminarCon D. Jesús Candel hasta el final! Yeahhhh
ResponderEliminarEstamos contigo Jesus, y lo sabes, ni te preocupes que al plato vendrán la Susanita y sus arlequines.
ResponderEliminarNo tires nunca la toalla contra estos impresentables, estamos contigo, siempre spiriman
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo mas que 4 con los huevos que tiene este hombre y otro gallo cantaria en Espala. Ole ole y ole tus huevos JESUS CANDEL.
ResponderEliminarSi tiras la toalla voy a buscarte y la liamos. Pasos para tras ni pa cojer impulso, siempre para delante. Españoles tomar ejemplo de lo que es un hombre.
Abajo los partidos políticos.
ResponderEliminarFelicidades estamos contigo Jesús