Artículo de Pepe Fernández
La inminente
adjudicación de las licencias de la TDT local en Andalucía por parte del
gobierno de la Junta es de esos típicos asuntos de los que los medios de
comunicación, en general, no suelen entrar a fondo salvo puntuales excepciones.
Aquello de perro no come carne de perro se mantiene todavía en algunas esferas
empresariales del sector mediático contemporáneo donde la independencia y el
pluralismo político brilla por su ausencia de forma bastante generalizada.
Adjudicar más de
un centenar de licencias de televisión digital en toda la región es uno de esos
pasteles apetitosos por los que pelean a brazo partido políticos, empresarios y
mediadores de la cosa. Por un lado, se trata de una notable fuente de ingresos,
se explote o no se explote conforme a decreto de concesión de la licencia. Y,
por otro, estamos hablando de un negocio con el que se influye en la opinión
pública, aparentemente útil para el político en tiempos de veda electoral.
Convendrá recordar
que Andalucía se ha visto obligada a repetir el concurso de las TDT locales en
virtud de una decisión del Supremo que dejó sin efecto el anterior concurso y
adjudicación. Mientras, las emisoras ya adjudicadas han podido seguir emitiendo
hasta que el Consejo de Gobierno apruebe en breve las nuevas concesiones cuyos
finalistas han sido conocidos en pleno mes de julio pasado.
Efectivamente,
los finales del mes de julio suelen ser las épocas en las que se sustancian
estas cosas más o menos delicadas, más o menos precocinadas. Ahí quedaron por
ejemplo los concursos de adjudicación de frecuencias radiofónicas desde 1982,
siempre en verano, siempre con una tensión latente entre cadenas y políticos,
pulsos que nunca llegaban al gran público.
Ha sido muy curioso
comprobar como en el reparto del espectro radioeléctrico siempre se benefició
al grupo Prisa frente a la cadena de la Conferencia Episcopal (Cope) o de la de
la Once/Telefónica/Planeta (Onda Cero). La Ser pudo configurar con suma
facilidad todos sus formatos en Andalucía en muy poco tiempo, mientras que la
Cope y Onda Cero ni siquiera cubrían todo el territorio andaluz con su radio
convencional y su programación “regional”.
“Los
grandes perdedores, según la documentación hecha pública por la Junta, son
Canal 47 del alcalareño Emilio Nieto y El Correo TV, propiedad del Grupo
Morera&Vallejo.”
Este verano, la
Junta de Andalucía, desde la Dirección General de Comunicación, dependiente de
la consejería de Presidencia, ha dado a conocer el resultado y las valoraciones
del concurso para adjudicar algo más de un centenar de permisos y frecuencias
de emisión. Fuentes de la dirección general encargada de este trámite aseguran
que todo el proceso administrativo ha sido ejecutado por funcionarios públicos,
con absoluta transparencia en los procedimientos internos y “sin ninguna
indicación de carácter político”.
LOS ADVENTISTAS
OBTIENEN 10 LICENCIAS, LOS QUE MÁS.
Tras un vistazo
rápido al documento que se reproduce al final de este artículo con el resultado
del concurso, llama la atención el hecho de que quienes han obtenido un mayor
número de frecuencias sea la iglesia Adventista del 7º Día a través de una
asociación propia. Tras la creación de la Asociacion Cultural Radio Adventista
de España ya dejaron clara la importancia que este grupo religioso otorga a los
medios audiovisuales. “Los medios de
comunicación son el presente y el futuro de la evangelización en España, porque
ya es una realidad en muchos países que los están utilizando con gran éxito. Y
sin duda, lo serán también en España“.
A la cordobesa
Procono se le adjudican 8 cotizadas licencias y 7 muy bien ubicadas en núcleos
de población a Publicaciones del Sur, propiedad del empresario gaditano José
Antonio Mallou.
Los grandes
perdedores, según la documentación hecha pública por la Junta, son Canal 47 del
alcalareño Emilio Nieto y El Correo TV, propiedad del Grupo Morera&Vallejo.
Nieto solicitó
13 licencias de TDT en diversos puntos de la comunidad de las cuales solo logra
dos, salvando la muy cotizada frecuencia de Sevilla.
Sin embargo, el
caso padecido por el empresario del Correo de Andalucía ha sido el primero que
ha saltado a la opinión pública hace unos días tras una información publicada publicada
por Diario16. La empresa de Antonio Morera Vallejo, actual editora de la
cabecera decana que fundara el Cardenal Marcelo Espínola y metida en el negocio
televisivo mediante el alquiler/compra de una licencia en Sevilla que explota
como “Correo TV”, llegó a solicitar un total de 9 licencias en el presente
concurso. Ni siquiera la que provisionalmente está usando en Sevilla se le
renueva.
La información
publicada provocó una inmediata nota de prensa de El Correo TV que
reproducimos.
Al margen de
esta nota de prensa, en la mañana de este viernes, Morera ha convocado a todo
el personal laboral de sus medios, así como a los columnistas colaboradores
habituales. A todos ellos les ha explicado su versión de la situación, ha
presentado el equipo jurídico contratado
que velará por los intereses del grupo frente a la Junta en la
resolución de este concurso y ha tranquilizado a sus trabajadores. El mensaje
que Morera ha trasladado a sus empleados es que “el nuestro era el mejor
proyecto y se lo han cargado por la letra pequeña”, cuenta una fuente presente.
Morera está
decidido a batallar jurídicamente contra la Junta en defensa de sus intereses.
Parece que es algo que no le asusta porque no será la primera vez. En el caso
de la mina de Aznalcóllar, por ejemplo, sus intereses están frente a los amigos
de la Junta y del PSOE, polémicos adjudicatarios de la explotación minera. Ex
colaboradores de Antonio Morena por su parte confirman que “desde el asunto de
la mina las relaciones de Antonio con el gobierno de Susana Díaz se han
enfriado considerablemente”.
RESULTADO DEL CONCURSO DE TDTL EN ANDALUCIA
Pepe Fernández es Periodista. Editor y Director de Confidencial Andaluz
(Publicado en Confidencial Andaluz, el 8 de septiembre de 2017)
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