Artículo de José Luis Roldán (Max Estrella)
A veces, pocas
veces –y raramente aquí, en el podrido sur-, los jueces honran a la Justicia.
Ha ocurrido ahora –no aquí, por supuesto-, con un auto de la Audiencia
Provincial de Madrid que merece ser esculpido en mármol y colocado en el
frontispicio de las facultades de Derecho.
Creo que pocos
ciudadanos se sintieron ofendidos con la infame campaña totalitaria promovida por el lobby LGTB y apoyada y
ejecutada por todos –digo todos, sin excepción- los partidos del llamado arco
parlamentario contra el famoso autobús de la organización Hazte Oír, que bajo
el lema “los niños tienen pene, las niñas tienen vulva; que no te engañen”
pretendía exponer a la sociedad su visión sobre el tema.
Tal hecho prueba
que los dogmas que alimentan el pensamiento único –en especial el referido a
la ideología de género- ya han calado tan profundamente en la mayoría de la
sociedad, que los acepta acríticamente y que, incluso, los defiende con
violencia frente a los discrepantes. ¡Ay de aquél que se atreva a ponerlos en
cuestión! Los hechos demuestran lo que digo.
Estuvo claro que
desde las Instituciones –que deben representar indiscriminadamente al conjunto
de la ciudadanía- se ejecutó una vergonzosa campaña, cuyo único objeto
consistió en censurar y criminalizar la libertad de expresión de aquellos pocos
que se atrevieron a cuestionar públicamente el dogma de la ideología de género
impuesto por el poder político.
La Audiencia de
Madrid ha puesto freno a la censura y al hostigamiento que los políticos
estaban perpetrando contra un grupo de ciudadanos. Lo ha hecho con valentía y,
también, con la hermosura con que se revisten las palabras cuando están
ennoblecidas por la recta razón y la justicia. Con letras de oro, esto han
dicho:
“Admitir la
persecución de ideas que molestan a algunos o bastantes no es democrático,
supone apoyar una visión sesgada del poder político como instrumento para
imponer una filosofía que tiende a sustituir la antigua teocracia por una nueva
ideocracia…”.
Y dice también
la prensa (pues el Auto es casi clandestino y resulta prácticamente imposible
acceder a su contenido completo) que la Audiencia Provincial de Madrid ha
señalado el trato de favor que sin embargo recibió el llamado “Tramabús” de
Podemos por parte de esos mismos políticos:
“No deja de
llamar la atención que el denominado “Tramabús”, autobús fletado por el partido
político “Podemos”, hace unos meses, que circuló durante un tiempo y tuvo
amplia cobertura informativa, llevaba, además de leyendas sobre la corrupción,
las figuras perfectamente identificables, de políticos y algún periodista, que
con independencia del juicio que cada uno pueda tener de ellos, tienen derecho
a ver respetada su dignidad y presunción de inocencia, y sin embargo ninguna
autoridad impidió su circulación“.
Si para una sociedad una obviedad resulta ofensiva, esta sociedad lleva mal destino. Llegará el momento en que sea ofensivo hablar del nacimiento, de la muerte, de la enfermedad... de la vida misma, todo lo obvio y natural censurado y cada vez mas valor a lo banal y artificial e infantil. Esto me recuerda a algunas sociedades ya imaginadas por algunos escritores. La realidad les está dando la razón.
ResponderEliminarQue cosas tan obvias sean perseguidas es un ejemplo más de la profunda decadencia irreversible que tiene el actual pueblo español por culpa de más de 40 años de necedad de sus políticos en general(inútiles para trabajos civiles y sin méritos personales)que harán que antes de 100 años España desaparezca, como un pueblo más que en la Historia entró en decadencia y, por tanto, desapareció. Cierto, miles de pueblos desaparecidos, lo corroboran.
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