Artículo de Mazelmind
Hoy he leído que Colau, la alcaldesa de
Barcelona, Pisarello, primer teniente de alcalde y “mano que mece la cuna”,
Jaume Asens, exabogado de etarras y el resto de sus aliados pretenden aprobar
una declaración institucional en apoyo a la “querella argentina” contra los
crímenes del régimen
franquista.
Ya se sabe que donde gobierna la izquierda
radical si uno no condena el franquismo cada 3 o 4 días corre el riesgo de ser
un facha y Ada no va a correr ese riesgo. La alcaldesa y su equipo han decidido
ir más lejos para que a antifranquistas no les gane nadie y afirman que “el
franquismo fue proporcionalmente más criminal que el nazismo” con los propios
ciudadanos, con el “pueblo”.
Una está bastante harta ya de oír frases de
estas hechas para decidir quién merece y quién no la denominación
de ciudadano de un país. El equipo de Colau con su afirmación se mete en un jardín
que denota bastante más de lo que hubieran querido. No los culpo, vivimos en un
medio en el que nacionalistas e izquierda radical se dedican a buscar xenófobos
con tal ahínco que en el intento se olvidan de mirar al espejo cada tanto.
Supongo que en esta tesitura la
progresía oficial barcelonesa ha decidido que era hora de poder clasificar por
niveles a las dictaduras y que la franquista es la más terrible de todas porque
mataba, controlaba y reprimía gente del “pueblo”. El caso es que el nazismo
les resulta menos grave que el franquismo. Supongo que en el fondo para
ellos el nazismo no mataba millones de personas de su propio “pueblo” porque
previamente se tomaban la molestia de señalar quiénes no tenían derecho
al estatus de ciudadanos porque eran razas inferiores, desviados,
enfermos o merecedores de tortura o muerte por motivos políticos.
Por ejemplo, los judíos alemanes que no
huyeron a tiempo porque afirmaban que ellos también “eran alemanes” para las
autoridades nazis no eran “el pueblo”. Cuando un equipo de gobierno afirma
que proporcionalmente el régimen franquista fue más criminal que los nazis por
como trató al pueblo, por una parte escupe en la memoria de millones de
muertos, y por otra, acepta tácitamente que en el Reich había “pueblo” y “no
pueblo” con lo cual, judíos, gitanos, comunistas, homosexuales y
otros merecían un trato “distinto” .
Nadie dice que lo legitimen, ¡Dios me libre
de pensarlo! Pero por si acaso y a falta de muchas entendederas, no se
puede consentir que ningún representante político, para apuntarse tantos, haga
esta clase de afirmaciones. Muchas veces se habla equivocadamente de
banalización del holocausto. Pues este es un verdadero ejemplo de ella.
EL MAL no se mide haciendo competencias y
alguien debería decirle a doña Colau, a Pisarello, don manoquemecelacuna y
compañía que menospreciar a los muertos y a los ciudadanos es de fachas.
(“Ideas sueltas de una
afortunada”, marzo de 2017)
Parece mentira cómo después de 80 años, somos incapaces de pasar página de este asunto. Como los nacionalismos, igual. Además, allí por Barcelona, deben estar omnipresentes. Todo mi apoyo al autor (¿autora?) y a las fuerzas de la inteligencia, catalana como Humana. Creo que vienen años duros; ojalá me equivoque.
ResponderEliminarLos colectivistas jamás entierran a sus muertos. Los otros no han existido ni existirán.
ResponderEliminarEsto es una clara tergiversación de las palabras de Ada Colau, cuya participación en actos de recuerdo a la víctimas de los nazis es de sobra conocida.
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