jueves, 30 de marzo de 2017

Sí a una Escocia independiente y europea

Artículo de Rafa G. García de Cosío


La primera ministra británica ya ha enviado la carta de petición de salida de la UE. Y la ministra principal de Escocia ha conseguido arrancar el proceso de un segundo referendum de independencia. La reacción es lógica y digna de aplauso. Sturgeon ha respondido a una clara traición de los políticos de Westminster, aquellos del 'better together' de hace tres años.

Como en aquel chiste cruel del niño discapacitado que entra en la iglesia con su madre y ésta le dice: ''Nene, santíguate, que si no, Dios te va a castigar'' y aquél le responde: ''Ah, sí? Y qu-qu-qué va a hacer, de-de-despeinarme?'', a los escoceses ya no les vale la amenaza de salida de la Unión Europea tras la secesión del resto del Reino Unido, porque el Reino Unido ya ha votado salir de la Unión Europea. Y eso con el rechazo profundo de los escoceses.

Hace tres años apareció un artículo en Die Zeit, ''Die Träume der stolzen Kelten'' (Los sueños de los orgullosos celtas), entre los miles de artículos que salían entonces en toda la prensa mundial sobre las terribles consecuencias de una hipotética independencia escocesa. Como cualquier persona con dos dedos de frente, yo aprobaba los argumentos de ese y otros muchos artículos. Hoy son papel mojado con papeles invertidos.

El autor, John F. Jungclaussen, se preguntaba si un ''estado enano'' independiente podría ser viable económicamente. Pero, honestamente, citaba también las estimaciones del entonces ministro principal Alex Salmond, quien calculaba que, de las fuentes petrolíferas de Escocia, podrían detraerse en impuestos hasta 4.900 millones de euros anuales durante los próximos 30 años. Teniendo en cuenta que Noruega, país de cinco millones de habitantes que nadie tiene por inviable, ha amasado ya en un Fondo Soberano hasta 800.000 millones procedentes del petróleo nórdico desde finales del XX, quién se atrevería a decir que Escocia, reintegrada en el Mercado Único de la Unión Europea, no podría sobrevivir como lo hacen naciones con menos recursos, como Irlanda, Grecia o Lituania?

Otra de las preocupaciones de entonces era la moneda que una Escocia independiente adoptaría. Es werdad que el ministro de Finanzas, George Osborne, advirtió que la libra no se repartiría entre dos ''como cedés de música tras una ruptura sentimental'', pero esto en realidad siempre fue irrelevante. Hace una semana visité Timor Oriental, país de reciente independencia que desde 2002 acoge el dólar americano como moneda oficial. Por qué no iba Escocia a adoptar la libra de forma provisional hasta una eventual introducción del euro en el nuevo Estado? Lejos de una excepción, es la normalidad en algunas regiones de los Balcanes.

En definitiva, que a los escoceses se les engañó con el grito del ''better together'' (mejor juntos), porque no llegaron a completar la frase con el ''here only in Britannia''. Sería interesante rescatar a los escoceses (y, por qué no, también a los norirlandeses) del Brexit y así comparar la trayectoria de unos y otros con o sin Europa. Pero, sobre todo, para evitar la despedida de un pueblo que se fue sin quererlo de Europa, el mejor proyecto social del siglo XX.

2 comentarios:

  1. NO! a quen hay que rescatar es a nosotros de la indecente y criminal dictadura socialista corrupta burocratica confiscatoria, oparasitaria y liberticida que es la Union Europea actual

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    1. Eso, como Theresa May, quien en el verano de 2016 prometió 'fortalecer' al Estado británico y a sus clases populares, verdad?

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