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martes, 10 de enero de 2017

Solsticio, yihad, oro, incienso y mirra


Artículo de Paco Romero



Llega la Navidad y le preguntas a un chulapo capitalino por el ‘sortissio de invierno’ y si no te manda al carajo te arremete directamente



Nada como una celebración de origen patriótico o cristiano para que se hagan notar los antagonistas de tradiciones culturales centenarias. Mientras unos, desde la eterna búsqueda de la fe, tratan de interpretar la voluntad del carpintero de Nazaret, otros directamente la desentrañan desde su infalibilidad. Mientras una gran mayoría celebra una gesta histórica, otros desentierran la leyenda negra que tantos réditos produce.

Que llega la Navidad, pues ahí que aparece Carmena para celebrar el “tan esperado” solsticio de invierno. Así que aprovechan el 21 de diciembre, no porque sea la noche más larga del año sino por su proximidad al 24, para arrimarse a esas culturas ancestrales que otrora -todo indica- debieron poblar el barrio de Salamanca o el de Orcasitas y, al tiempo, obsequiar con rituales a no se sabe quién el comienzo del invierno. Una fiesta tan nuestra, tan cercana, con tanta solera que… vamos, tú le preguntas a un chulapo capitalino por el “sortissio de invierno” y si no te manda al carajo te arremete directamente.

Que llega el 2 de enero a Granada y miles de personas acuden a la conmemoración (este año) del 525º aniversario de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, pues ahí que se da cita en la céntrica plaza del Carmen el medio centenar de tolerantes para arremeter verbalmente contra “la Toma” y, de paso, contra el ejército con cánticos como “fuera militares, gastos para escuelas y hospitales”.

Y otra vez nada mejor que pisar moqueta para descubrir la vanidad de los socialistas: si el año pasado, al igual que en los anteriores, se ausentaron del acto a petición de la plataforma “Granada Abierta”, contraria a estos festejos, en éste -tras “tocar pelo” el ahora investigado alcalde que desbancó, Albert Rivera mediante, al anterior imputado- no tienen remilgos en visitar las tumbas de los Reyes Católicos para después dirigirse al balcón principal del Ayuntamiento y realizar las tres tremolaciones del pendón junto al cántico “Viva Andalucía, viva España y viva Granada”. Tanto que quizá haya llegado el momento de retomar su declaración como bien de interés cultural.

Mientras tanto, el jefe de Al Qaeda Central, Ayman Al Zawahiri, aprovecha tan generosa invitación para amenazar (el video no tiene desperdicio) por sexta vez a España y, mientras declara la yihad contra el país, animar a sus miembros para acabar con lo que llama usurpación española: “¿Acaso creéis que hemos olvidado nuestro Al-Andalus? ¡Vosotros sois los ocupas! Y pronto saldréis humillados de nuestras tierras. Os juramos por Allah que solo es cuestión de tiempo. Ceuta y Melilla son ciudades puras de yihadistas y serán vuestro cementerio. Aquellas tierras que habéis colonizado sin permiso de nadie y en la que tenéis a nuestros hermanos musulmanes humillados. Lloraréis sangre por haber entrado en ellas y pisotear a su pueblo, así que estad preparados para la masacre. Tenéis los días contados descendientes de monos y cerdos”. Y en esto que los españoles toman en serio la amenaza y se ponen en alerta…

Que llega la Epifanía, pues ahí que trepa el alcalde hasta la cima de la carroza que cierra el desfile de la cabalgata sevillana. Con bastante menos hizo Berlanga La escopeta nacional.

Curioso, pero osados sin duda, que los que niegan la existencia de Cristo se conviertan en exegetas de su voluntad. Curioso, pero insolentes sin duda, que los que critican la Reconquista por su vileza, defiendan el advenimiento del Califato Omeya por su nobleza.

En fin… España… ni media hostia… y nuestros enemigos, que pese a los buenistas están ahí, lo saben.


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