Artículo de Paco Romero
“¿Qué diferencias hay entre el bolso de Bormujos, el churrero de El
Pedroso o el pisito de Alcobendas?”
No, no voy a referirme al supermartes de hoy en yankilandia.
Los tiros van por otros derroteros:
Hechos probados, reconocidos y/o contrastables
- El senador podemita Ramón Espinar es hijo un señor
con el mismo nombre y apellido.
- El progenitor está siendo juzgado por apropiación indebida
en su condición de exdirectivo de Caja Madrid por arramplar, “tarjeta black”
mediante, 178.400 euros para gastos personales entre 2003 y 2010.
- La criatura, que al día de hoy no ha actualizado su
declaración de bienes en la Cámara Alta, adquirió, justamente en 2010,
por un precio de 146.000 euros, a la promotora de Comisiones Obreras
Vitra, una vivienda y dos plazas de garaje en Alcobendas, localidad en la que
ni estaba empadronado, ni residía, cuando tenía 23 años, era estudiante y
carecía de ingresos suficientes.
- La adjudicación de los terrenos en los que Vitra construyó
las viviendas fue realizada en 2006 por el entonces alcalde de Alcobendas José
Caballero Domínguez, que, en aquella época, se sentaba junto a Espinar senior
en el mismo consejo de administración de Caja Madrid que la llevó a la ruina.
- El artículo 6 b) del reglamento
marco que rigió la adjudicación de tales viviendas con protección pública
básica (VPPB) establece como requisito “estar empadronado en el municipio”
y el 9 a) que “la adjudicación provisional del derecho a una vivienda se
realizará mediante sorteo, ante fedatario público”.
- Nueve meses después, sin haberla ocupado, el senador la
vende por 176.000 euros, obteniendo un beneficio, si las matemáticas no fallan
de 30.000 euros, aunque el interfecto solo reconoce unas ganancias de «entre
19.000 y 20.000 euros», tras el pago del impuesto sobre el Incremento de Valor
de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía) que, de momento, parece ser el
único impuesto liquidado por “su señoría”.
- La promoción comenzó a construirse en noviembre de 2007,
cuando el módulo tenía un precio de 1.475 euros. Unos meses después, en abril
de 2008, la Comunidad de Madrid elevó el precio un 31 % hasta los 1.940 euros
por metro cuadrado, precio vigente y, por supuesto, conocido por el entonces
estudiante y ahora senador en el momento de la adquisición y venta simultáneas
en 2010 y 2011.
- “Comprar y vender una vivienda protegida es especular y
punto” (Cayo Lara dixit).
Preguntas sin respuestas (de momento)
- Espinar asegura que se trata de un préstamo familiar de su
madre, de su padre y de su abuela. ¿Está acreditado documentalmente? ¿Se trató
realmente de un préstamo o de una donación? Si fue lo primero, ¿dónde está el
contrato?, si fue lo segundo, ¿dónde la liquidación del impuesto?
- El dinero que, en su caso, aportó el padre a través del
préstamo o de la donación -estamos en 2010-, ¿de dónde procedía?
- ¿Cómo logró subrogarse en la hipoteca del BBVA? ¿Puede
considerarse de bajo riesgo la concedida a un estudiante de 23 años con una
beca -de marcado carácter temporal- de 500 euros mensuales como único ingreso y
a todas luces inferior a la cuota? ¿Es suficiente con un aval? Si lo tienen
claro, ¡ya están tardando ustedes en personarse en la oficina más próxima del
BBVA!
- Habida cuenta que las políticas en materia de vivienda son
un pozo sin fondo, ¿cuántos casos más hay como el de Espinar?
Mi opinión (si me la permiten)
- El otrora estudiante y ahora senador, sabía que estaba
comprando en 2010 al precio de 2007 (1.475 euros/m2) y que
iba a vender, sobre la marcha, sin riesgo y sin anestesia, al precio
aprobado por la Comunidad de Madrid dos años antes (1.940). ¡Así hago negocio
hasta yo, sobran los amanciosortegas!
- Se trata de una operación manifiestamente apalancada: con
la clara intención de no pagar la renta de una vivienda en la que no llegó a
residir, ni siquiera lo hizo en el municipio, por ser quien es, utilizando
recursos públicos, sin invertir un duro propio, con un préstamo (o donación) de
60.000 euros, se lucró y obtuvo un beneficio final del 50 %. Gracias a miles de
comportamientos estilo espinar, usted, o su hijo seguirán teniendo
enormes dificultades para acceder a la vivienda.
Epílogo
El debate hombre bueno - hombre malo nos llega otra vez. En
el fondo, la corrupción es similar en los sujetos y en los comportamientos: un
amigo, un desvergonzado con cierto poder, un favor y p’alante. ¿Qué
diferencias hay entre el bolso de Bormujos, el churrero de El Pedroso o el
pisito de Alcobendas? ¿Y entre los pagos de Venezuela o Irán o la beca
prefabricada de la Universidad de Málaga? Por cierto, ¡manda güevos que
la tesis errejoniana llevara por título “Diagnóstico, análisis y
propuestas de políticas públicas para la desmercantilización de la vivienda”!
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