Artículo de Rafa G. García de Cosío
De vez en cuando, esos días en que Podemos o
Izquierda Unida tuitean alguna barbaridad, siempre sale un supuesto seguidor de
estos partidos desentendiéndose o haciendo "unfollow" a sus
admirados. Si descartamos que a menudo se trate de troles del PP para
desacreditar al adversario, urge deducir que estas criaturas decepcionadas son
algo naivs -por no decir bobas- por no haberse dado cuenta antes.
El otro día, por ejemplo, Alberto Garzón y su aún existente partido/coalición/fractal de Unidos Podemos IU felicitó al comandante Fidel Castro por su cumpleaños en Twitter. En seguida, un individuo les anunció que dejaba de seguirlos pero, al mismo tiempo, anunciaba a los fachillas (sic) que dejaran de hacerle "fav" (valoración positiva de su tuit) porque iba a acabar arrepintiéndose. Confirmado: bobo solemne. Primero tarda años en descubrir aquello por lo que IU stands for: comunismo, castrismo, dictadura. Y segundo, amenaza con volver a equivocarse si sus enemigos -aquellos que se enfrentaron siempre a su error, ojo- lo apoyan. Además de imbécil, esquizofrénico.
Pues bien, resulta que ayer, Juan Carlos Monedero fue entrevistado en la última página de El Mundo. La introducción de la entrevista, en la que se describió una casa con retrato de Gramsci y un peluche de Marx con los pantalones bajados, bastó a cualquier persona con planes serios de vida para no empezar siquiera a leer las preguntas. Pero yo lo hice, tras soltar una carcajada cuando leo que Monedero se dispone a subirle los pantalones.
Por supuesto, Monedero rechaza identificarse como comunista. Dice ser "socialista libertario". Se autodenomina maestro de Errejón y, por si fuera poca soberbia, justifica la pérdida de apoyo a Podemos en las capacidades "intelectuales" de muchos votantes que se han creído las injurias respectivas a Venezuela. Por si no se han dado cuenta, el hombre que no declaró la renta de 400.000 € del régimen de Maduro (caso por el que dimitió) ha llamado indigentes intelectuales al casi millón de personas que votó a Podemos en diciembre de 2015 y que dejó de hacerlo en junio de 2016.
Cuántas personas de Podemos creen ustedes que habrán leído esta entrevista? Yo, pesimista radical, creo que pocas. Pero bastaría que la leyera tan solo la mitad de sus votantes para hacer correr la voz y que olvidáramos de una vez por todas el gordo palo en la rueda del progreso de España: el populismo faltón y casposo que sufrimos en un país que, seguro, merece mucho más aunque siempre se empeñe en negarlo.
Dice Monedero que se habla de Venezuela para no hablar de la corrupción del PP. Porque claro, no hay más corrupción en España: ni Puyols ni ERES en Andalucía. Monedero ha insultado a sus propios votantes. Pero toma además por tontos a posibles nuevos votantes. Reaccionarán?
No
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