Artículo de Manu Ramos
Llevo años escuchando esta expresión: “como no puede ser de otra manera”. Siempre que la oigo se me ocurre otra manera diferente de ser. Y es una expresión muy utilizada en los medios de comunicación. Párense a escuchar si no, a lo largo de la semana, en las tertulias, en los comentarios de los conductores de programas de radio y televisión y, por supuesto, en las declaraciones de los políticos.
Muchos
pensarán que es una simple expresión, que no tiene nada de particular. Pero las
construcciones que se fijan en el lenguaje común –en este caso el de la
política– suelen responder a una realidad general. Ocurre como con los refranes
o muletillas características. Son tics que a un sociólogo o psicólogo aportan
pistas sobre el modo de vivir o de pensar.
En
el lenguaje socialdemócrata, que es la fuente de esta muletilla, la tendencia
es siempre a pintar todo de gris. A no destacar ningún aspecto que pueda llamar
mucho la atención. Sin embargo esta expresión resulta bastante autoritaria y
taxativa. Bien es verdad que suele emplearse con ánimo cariñoso o adulador. Por
ejemplo al presentar a un invitado: “como no podía ser de otra manera, tenemos
con nosotros a Fulanito Pérez”. Pero también es empleada para presentar los
acontecimientos como consecuencias lógicas de unas causas que al periodista
interesa conectar: “Como
no podía ser de otra manera, las tarifas se han disparado en las comunidades
costeras”. Así, el artículo o la noticia adquieren una seriedad y aplomo
que le aporta una expresión tan rotunda.
La
cosa se complica cuando nos acercamos a su uso en política. En los ejemplos
anteriores simplemente vemos una intención de aportar seguridad a lo que se
dice, afirmando algo al 100 % cuando no existe ese porcentaje de seguridad.
Pero si en el discurso político se emplea el “como no puede ser de otra manera”,
entonces tenemos que levantar las orejas y escuchar atentamente. Realmente, en
política todo puede ser de otra manera. Eso sí, siempre que haya libertad. La
política es un campo de acción humana que está basado en el poder. Si el poder
es autoritario, entonces las cosas ocurren “como no puede ser de otra manera”.
Si existe libertad de acción entonces las medidas políticas son infinitas. Esa
es la maravilla de la acción política. No hay límites.
Otra
cosa son las leyes. En ese campo lo que rige es la ley, no la política. Bien es
verdad que es la política la que hace las leyes, pero la ejecución (en una
democracia, es decir, donde se separan los poderes) una cosa es independiente
de la otra. De ahí que el límite está marcado por la letra de la Ley. Y ahí sí podremos
decir que no hay “otra manera”. Con este ejemplo se aprecia la necesidad de la
completa división y separación de poderes y por qué el poder judicial realmente
no es un poder político. Poderes políticos son en suma el ejecutivo y el
legislativo, donde todo puede ser de miles de maneras.
Así
pues, cuando un político dice la citada expresión, duden inmediatamente y
pongan en tela de juicio lo que están escuchando. Porque, una de dos, o se
trata de un vendedor de humo o se trata de un tirano. Ningunas de las dos
opciones es muy halagüeña, así que mucho cuidado con las expresiones que
emplean los políticos. Lo cierto es que en España vivimos una política que no
puede ser de otra manera. Los partidos de estado son estructuras que determinan
todas las acciones de los subalternos. No hay sorpresas porque el contrapeso de
fuerzas se basa en el consenso. El problema aparece en situaciones como la de ahora
en la que no hay consenso y –como no puede ser de otra manera– no hay gobierno.
Sólo
la naturaleza o las leyes pueden responder a la férrea frase que comentamos. La
libertad nos enseña que todo puede ser de otra manera y por eso, como liberal,
me irrita esa expresión usada en tantos aspectos de la vida. Sobre todo en
política. Si conseguimos tener representantes, si conseguimos que los poderes
del Estado estén separados, entonces comprenderemos que todo podría ser de otra
manera. Una manera que se parecería más a los españoles, a lo que queremos en
realidad. Mientras seguiremos viviendo la vida pública de la manera que nos
marquen los partidos estatales.
expresion asquerosilla, de la escuela de comunicacion masonico-sociata donde enseñan a los pepiños y demas a engañar al rebaño y a dictar sin que se note demasiado, suele ir acompañada de un movimiento de mano en orizontal y como a saltitos muy absurdo,,tan asquerosa expresion como cuando las castas parasitas hablan de lo social. " Como no puede ser de otra manera" significa que la verdad es lo que yo digo y tu te callas. mas o menos. me prodice tanta repulsion como oir a Feijoo chapurreando en klingon.
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