Artículo de Rafa G. García Cosío
Leía antes de ayer viernes con gran atención,
como cada viernes, el artículo de mi admirado amigo Eduardo Maestre Oh my god, los liberales. En él, se
atrevía a negar la existencia en España de una división entre izquierda y derecha,
y proponía más bien una división entre dos niveles de inteligencia – siendo el
nivel inferior el que lamentablemente se da con más frecuencia. Hasta ahí, y
durante todo el desarrollo de su escrito, no podía estar más de acuerdo. Es
así. La descripción, pintura y observación que hace Eduardo de las distintas
capas e instintos de nuestra sociedad son siempre supremas.
Sin embargo, en algún punto, como ya hizo
anteriormente en otro artículo, adjudicó el nivel inferior de inteligencia
exclusivamente a una determinada ideología: la socialdemocracia. Y ahí me
surgieron dudas. Porque, a pesar de declararme tan liberal como Eduardo y la
mayoría de los que aquí escribimos, tengo el convencimiento de que lo de las
ideologías después de todo – a excepción de los totalitarismos – jamás es un problema de Implementierung (implementación), sino de Umsetzung (aplicación).
Sí, en España hay desgraciadamente más
listillos que inteligentes, y casi todos ellos maman de la teta de partidos con
siglas socialdemócratas o socialistas porque saben que su credibilidad, su sustento, depende del refuerzo que
otorga el apoyo de la masa o el colectivo, palabras estas últimas que chocan
con el individualismo y con la interpretación pura del término liberalismo.
Pero eso nunca debería llevarnos a condenar en general el modelo
socialdemócrata que tan bien funciona en países como Suecia, Finlandia o
Dinamarca.
LA SOCIALDEMOCRACIA EUROPEA
Podría ponerles, como suelo hacer y sin ánimo
de cansarles, el ejemplo del país donde resido, Alemania. Aquí también hay
socialdemocracia, no se crean ustedes que un servidor ha dejado de pagar
impuestos ni un segundo! Ni siquiera durante el gobierno de los democristianos
con los liberales de 2009 a 2013! Pero la socialdemocracia aquí está bien
entendida. Sospecho que este entendimiento se debe a la educación y los índices
elevados de lectura en Alemania. Ayer mismo, sin ir más lejos, un amigo alemán
de padre peruano me comentaba que el dictador Fujimori había sido un déspota,
pero matizó que tuvo también aspectos positivos, pues llevó a Perú a un ritmo
de crecimiento cercano a los dos dígitos. Impensable este análisis ecléctico en
España, donde la gente adoraría o criticaría incondicionalmente a Fujimori...
bueno, eso contando con que conocieran a Fujimori sin pensar que es un
personaje de Doraemon!
El SPD, partido socialdemócrata por excelencia
de Alemania, entendió también la necesidad de este eclecticismo hace ya más de
10 años. Sin abandonar los principios de la socialdemocracia, el canciller
Gerhard Schröder se convirtió en el protagonista de la célebre Agenda 2010,
unos ajustes tan necesarios para una economía como el cambio de aceite para un
coche, el de los pañales para un bebé o el de pareja para una diva. Con la
reforma de los convenios colectivos de 2000 a 2007, la reforma fiscal que
redujo los impuestos de la renta y sociedades por primera vez desde la Segunda
Guerra Mundial, la reforma de la sostenibilidad de las pensiones o Rentenversicherungsnachhaltigkeitsgesetz
(un eufemismo de 40 letras), la jubilación a los 67, contribuciones
suplementarias a la sanidad y otras medidas, Alemania dejó de ser el enfermo de
Europa para convertirse en foco de inversiones y en el principal país de
acogida para emigrantes europeos en los años siguientes.
NUESTROS SOCIALDEMÓCRATAS
Adónde quiero ir con este argumento? Querría
compartir con ustedes la tristeza que me provoca el hecho de que, aunque tiene
razón Eduardo cuando dice que todos los partidos con representación
parlamentaria que se presentan a las elecciones del 26J son socialdemócratas, a
excepción de Unidos Podemos, que es abiertamente comunista y chavista confeso,
ninguno de dichos partidos es verdaderamente socialdemócrata, porque nadie
muestra disposición a introducir los ajustes necesarios que podrían permitir la
supervivencia y éxito del sistema, como ha sucedido en Alemania o Estonia.
Sin embargo, todas las encuestas vaticinan el
apoyo de casi 7 millones de españoles (criaturas) a la opción comunista antes
mencionada. No sé ustedes, pero a mí esta realidad me abruma, porque me resulta
incomprensible. Y me lleva a la conclusión de que España, además de dividirse
en inteligentes y tontos, es un país de pasivos. De gente muy pasiva que puede
tragar con cualquiera de las desgracias que cada era, siglo o década le suele
deparar. A pesar de esos centenares de vídeos, declaraciones, documentos,
dimisiones, noticias, insultos y loas de Podemos que prueban su dependencia
descarada del régimen criminal de Venezuela, hay gente muy pasiva – y que me
perdonen mis amigos podemitas, que no son pocos – capaz de seguir apoyándolos.
Pues bien, ahora lo entiendo todo! Ya he
pillado por qué Podemos cada vez tiene menos interés en ocultar sus orígenes o
en disimular ser otra cosa. Resulta que la pasividad de los españoles (la de
aquellos que apoyan a los bolivarianos y la de otra mayoría que prácticamente
no se opone) me recuerda cada día más a la del mono silbador, criaturita que
habita en la selva de Brasil. Verán ustedes, a finales de 2013 los primatólogos
Tiago Falotico y Eduardo Ottoni, de la Universidad de Sao Paulo, lograron
documentar el curioso comportamiento de las hembras de esta especie cuando
querían copular con los machos. Las hembras, según el estudio publicado en Plos
One (n° 8, e79535, 2013), levantaban piedras del suelo y se las tiraban a los
miembros del sexo opuesto dada su pasividad a la hora de procrear. Los hechos
llegaron a ser grabados por la BBC británica.
Todo populismo siente la obligación de llamar
la atención como sea, con el único fin de atraer a los pasivos. Podemos tiene
no solo la obligación, también la necesidad de diferenciarse de los partidos
denominados ''de la casta'' para poder despertar el interés del votante
quemado. Los populismos de Europa, desde el UKIP británico hasta Syriza,
pasando por el Frente Nacional, Podemos y el Movimiento 5 Estrellas – que ganas
de beber cerveza cada vez que leo este nombre, cosas del marketing – no hacen
otra cosa sino tirar piedras a su propia población para movilizarla, sin
preocuparse sobre el riesgo de abrir cabezas o algo peor, un conflicto civil de
mayores dimensiones.
Podemos se disfraza de socialdemocracia. Pero
en verdad encabeza la lista de los partidos que niegan sostenibilidad al
sistema socialdemócrata. En realidad solo quiere follar... follarse a todo el
país, vamos. Sigamos resistiendo esta lapidación insoportable!
Buenos días,
ResponderEliminarTe molesto con una cuestión menor, una nota al margen, si quieres: y es que no acierto a ver la diferencia que señalas entre Implementierung - implementar- y Umsetzung- aplicar- , si implementar, tanto en español como en su versión alemana, es un anglicismo reciente que significa eso, aplicar.
Un saludo
Buenas Carles, bien visto. Me guío por las notas de John Hayes, que en su fórmula de gestión del cambio distingue entre implementación y seguimiento de ese cambio. Quizá para el seguimiento podría haber utilizado otro palabro. O quizá podría haber distinguido entre planificación e implementación. Gracias por el feedback.
EliminarEs que la social"democracia" es totalitarismo de la peor especie por ser una estafa disfrazada de democracia
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo. No se puede poner al mismo nivel la socialdemocracia q funciona con los totalitarismos facista o comunista.
ResponderEliminar