Artículo de Walter Binder Castro
Desde el pasado lunes Austria tiene un nuevo Presidente de
la República, el investigador y profesor de economía y representante del
partido ecologista, Alexander van der Bellen. Tal como los propios medios
locales han reconocido, estas elecciones han batido records de interés
internacional. Y es que trajese lo que trajese el cartero el lunes, el
resultado sería histórico, no solo por el estrecho margen de votos (16.000) que
hizo necesario el recuento de los votos por correo, sino también porque haría
presidente de un país centroeuropeo por primera vez o bien al representante de
un partido verde o a un nacionalista euroescéptico como Nobert Hofer
(ingeniero aeronáutico del FPÖ (Partido de la libertad austriaco), dejando
fuera del juego a populares (Volkspartei Österreich) y a socialdemócratas
(Sozialdemokratische Partei Österreich) los cuales han ocupado las
instituciones austriacas desde que las potencias aliadas les concediesen la
autonomía pocos años después de la Segunda Guerra Mundial.
¿Será la corrupción? La verdad es que Austria a nivel de
corrupción política mantiene la tónica de los países del entorno, y
recientemente en el último informe de transparencia internacional de 2015 ha
mejorado su posición posicionándose en el puesto 16 sobre 168 países. España
por ejemplo está en el puesto 36 y cayendo. De hecho, la corrupción ni aparece
entre los principales problemas de la población. Si bien también han tenido sus
escándalos, como el de una caja de ahorros en Corintia Hypo Alpe
Adria, la cual ha dejado un agujero de 17.000 millones de euros, y que tras
invertir más de 3000 millones de euros, el Estado dejó
caer. Caja dirigida precisamente por miembros del FPÖ (Partido de la
libertad Austriaco) quienes gobernaban (Jörg Haider) y
gobiernan en esa región.
¿Será la economía? Sí bien Austria sufrió un batacazo en
2008 con un retroceso de su PIB de 3,8%, dicha recesión apenas le supuso pasar
del 3,8% de tasa de desempleo al 5,9%. Al año siguiente ya crecía al 1,9%,
haciéndolo al 3,1% en el año 2010, y desde entonces ha sufrido cierto
estancamiento con un crecimiento que no supera el 1%. Tampoco lo ha hecho hasta
ahora, pues según los datos de 2015 lo ha hecho a un 0,8%, si bien es el doble
que en 2014, donde creció un 0,4% lo que hasta cierto punto confirma una tendencia
positiva. El desempleo sin embargo ha ido aumentando para situarse en los
peores niveles de 1995 en un 9,5%. Datos preocupantes, pero desde luego no a
los niveles de aquí, donde aún así el PPSOE en las últimas elecciones
obtuvieron un 40% de los votos, por el 22% que populares y socialdemócratas han
obtenido en estas elecciones, pidiendo claramente un cambio. Hecho que llevó a
la dimisión del Presidente del Gobierno, el socialdemócrata Werner
Faymann, quien a modo de autocrítica decidió dejar el cargo, además de por
tensiones internas.
Pero principalmente si uno quiere saber cuál ha sido la
principal preocupación de los austriacos durante el último año, y la que ha
acaparado el debate político, ha sido como no podía ser de otro modo el
problema de los refugiados.
Principales preocupaciones de los austriacos, Eurostat otoño
2015: 1º refugiados, 2º Desempleo, 3º inflación (que casi es negativa, pero
bueno), 4º situación económica, 5º endeudamiento del estado (actualmente con un
déficit del 1,8% y una deuda del 80% del PIB), 6º Formación, 7º Criminalidad,
8º Salud, 9º Terrorismo, 10º Pensiones, 11º Medio Ambiente, 12º Impuestos, 13º
Vivienda.
Antes de entrar a ver como se ha analizado este debate en
Austria, creo que conviene poner en situación al lector. En Austria, como en
cualquier país occidental suceden, todo tipo de desagracias y actos
repudiables, si bien por lo general es un país bastante seguro, pero más allá
de la seguridad de lo que quiero hablar es de la idiosincrasia de su
ciudadanía, hablando claro, por lo general quitando Viena, el principal
problema de la policía en Austria es multar ciclistas sin las luces puestas, o
ver si el vecino no ha reciclado los vidrios en sus tres contenedores
correspondientes, los kioscos por lo general no tienen vendedor porque la gente
coge su periódico y paga. La gente tiene tan asimilado el orden que al
igual que en muchos países del norte de Europa, pasa a formar parte de su
idiosincrasia. Es por ello que una ciudadanía así, pasaría igual en España, se
pregunta ¿Qué co… está pasando? Cuando un millón de personas, un 1/7 de
la población del país, atraviesa de norte a sur un país en condiciones indignas
del ser humano en pleno siglo XXI. Esto para cualquier país dentro de la
UE, sería un shock, en este caso que hablamos de Austria, para ellos también.
Ahora bien, ante esta situación de crisis humanitaria y de
descontrol, la pregunta que más se debatió, no fue la de si refugiados sí o
refugiados no, sino ¿Nos vale la pena esta Unión Europea? ¿Esto es Europa?
¿Tener a miles de niños vagando por la nada sin control mientras en Bruselas no
se ponen de acuerdo ni para ver quien apaga la luz? El debate fue
claramente Europa, entre otras cosas, porque ante la solución de cualquier
problema de cierta magnitud en un país, la solución está allí. Repito, el
debate fue Europa, las posiciones… contrapuestas. Mientras que el candidato de
los Verdes, Alexander van der Bellen, abogaba por apostar por más Europa, ceder
más soberanía para ir hacia los Estados Unidos de Europa, el Señor Hofer
esgrimía que Bruselas es un aparataje burocrático inútil y que hasta cierto
punto, si Austria no hubiese entrado en la UE, podría tener una situación como
la que tiene hoy día Suiza, con soberanía monetaria, fronteriza y con acuerdos
bilaterales con la UE. Por supuesto Hofer partía con el slogan de “los austriacos primero”,
hacía campaña con el miedo a la islamización del país, la imposibilidad de
bajar del 5% de tasa de desempleo debido a la inmigración que no se integra y
el abuso de esta población del sistema social. Este discurso ante inmigración
ha calado principalmente entre la población de mediana edad (35-55 años),
principalmente masculina y sin estudios universitarios. La cual por otro lado
es la que más sufre la presión migratoria en el mercado de trabajo, al realizar
trabajo poco cualificado.
Primera gráfica: población masculina; Segunda: población femenina;
Tercera: Formación universitaria
Frente a este discurso se establecía el discurso de la
integración así como el tratamiento de las personas por su reconocimiento como
ciudadano, con sus derechos y sus deberes como viene establecido en la
Constitución y en la legislación austriaca y no por su procedencia ni por su
religión. Remarcando las aportaciones positivas de la inmigración la cual es
muy necesaria para mantener el sistema de pensiones austriaco a largo plazo,
además de representar una realidad que por otro lado no es nueva en Austria. Ya
en la primera guerra mundial, en las trincheras austriacas había por supuesto
austriacos y croatas, húngaros, checos, italianos, serbios y rumanos, ateos, judíos
y cristianos católicos y protestantes. Hoy esa realidad la quiso representar
Van der Bellen con la enigmática foto de la selección austriaca de fútbol la
cual competirá en la Eurocopa de fútbol de Francia, y cuya estrella, el jugador
de Bayern de Múnich, David Álaba es un vienés de padre nigeriano y de madre
filipina.
Alexander Van der Bellen, con una foto del equipo nacional
austriaco de fútbol.
Algo parecido sucede en Alemania, donde el grupo anti-islam
(PEGIDA),
quienes tienen a su mayor número de seguidores en las regiones alemanas de la
anterior comunista RDA y donde menos población inmigrante hay. Arremetía desde
su perfil de una conocida red social contra la campaña realizada por Ferrero en
sus barritas de chocolate Kinder, al cambiar al niño rubio de ojos claros de la
portada del envase, por fotos de los miembros de la selección de fútbol alemana
cuando eran niños como
Botaneg o Gundogan, ghanés y nigeriano respectivamente.
Por otro lado, allí donde menos inmigración hay, en las
zonas rurales, es donde más voto ha obtenido Hofer, mientras que todas las
capitales de Land, a excepción del Land de Estiria, ha ganado Van der Bellen,
sobre todo en Viena, Graz, Innsbruck, Salzburgo, y en la región fronteriza con
Suiza Vorarlberg. Dicha pírrica victoria de Van der Bellen, principalmente se
ha debido a la gran campaña de los medios nacionales e internacionales contra
Hofer, así como el apoyo a van der Bellen de todas las demás fuerza políticas
que no concurrían en esta segunda vuelta. Pese a ello ha ganado con un estrecho
margen, lo que debe significar un aviso a navegantes para los próximos comicios
en el resto de Europa.
Länder austriacos, azul Hofer, Amarillo Van der Bellen.
Finalmente, me gustaría aportar mi reflexión personal.
Pienso realmente que el alza de los populismos en Europa, sobre todo los
populismos euroescépticos, crecen en la debilidad de las concepciones
europeístas del resto de líderes que se hacen identificar como tal. A la vez
que Merkel dio un paso al frente, frente a la cuestión de los refugiados,
ningún otro líder europeo dio un paso a su lado, el mutismo fue absoluto,
mutismo quebrado por las voces reaccionarias de los nacionalistas polacos,
húngaros, británicos, franceses y austriacos. Ante esta situación y la falta de
apoyo, finalmente Europa (no Bruselas, Europa, nosotros) acaba firmando un
acuerdo con Turquía que nos deja a la altura del sátrapa turco, del como lo
describió el señor Jan
Böhmermann: Un sultán folla cabras que oprime minorías.
Y así, en este panorama internacional, en donde se
echan de menos líderes con visión como Adenauer, Schuman o Walter Hallstein, en
España Europa se ve desde la barrera. Y es curioso, pues pese a presentarse a
la Presidencia de Austria, el cual es un cargo hasta cierto punto de
representación interna y externa similar a la que se le asigna al Rey en
nuestra Constitución, los candidatos presentaban un modelo, y debatían sobre el
papel que debería tener Austria en Europa. Eso es lo que principalmente echo en
falta en España.
En la última campaña electoral, de cada 10 propuestas 8
estaban condicionadas directamente por nuestra participación como miembros de
la unión y por nuestros compromisos con la unión. Sin embargo Europa apenas fue
mencionada en ningún momento en los debates, y en caso de salir el nombre de
Europa no era ni mucho menos para aportar algo al proyecto común, sino de
quejarse de nuestro compromiso por mantener un cierto déficit público, el cual
de no ser por Europa, ya estaría por las nubes (aún más) por los manirrotos de
nuestros políticos, a base de pelotazos vía cajas de ahorros y paradas
de AVE en cada barrio. Europa necesita que España y los españoles entiendan
que Europa no es solo poner la mano para los Fondos FEDER, los bancos de pesca,
la PAC y el Erasmus y que debata no sobre lo que Europa puede hacer por
nosotros sino que podemos hacer nosotros por Europa, y cual debe ser el rol de
España en Europa, creo además que ese debate nos daría aún más argumento para
luchar contra el nacionalismo y el populismo en nuestro país. Y mientras que
esto no se dé en España ni en otros países de la UE, no podrán aportar lo que
Europa necesita para mejorar su situación y poder afrontar los desafíos que
tenemos en frente y que como minúsculos feudos no podríamos afrontar. Si esta
situación no cambia la buena noticia que el cartero trajo en Austria será
simplemente pasajera, porque el
populismo antieuropeo no parará hasta terminar con Europa y dejarnos en la
ruina. Para muestra un botón: Balanza de pagos de Austria, con y sin el
euro.
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