Una lata de pintura

Artículo de Eduardo Maestre

Hay un momento catártico, en la versión más reciente de la película El Hombre Invisible, en que al ilocalizable protagonista le lanza alguien una jarra de agua definiendo perfectamente su volumen, su figura y, sobre todo, su situación en el salón en el que pretendía pasar sin ser visto. Qué lástima -pensaba yo- que no le hubieran alcanzado con una lata de pintura acrílica de ésa que no se quita, así te laves con ácido!

Y es que la única forma de luchar contra el Mal es, antes que nada, localizarlo, verlo, definirlo. Es imposible atajar un problema, una situación perniciosa sin conferirle antes, para comprenderla, una estructura, cierta organicidad, alguna voluntad de movimiento. Sólo a partir del instante en el que comprendemos a qué nos enfrentamos podremos albergar alguna esperanza de vencerlo, sea lo que sea.
Creado en 2006 por Pedro de Tena y Antonio Barreda, y diez años después de sacar su primer número, el blog y diario digital Por Andalucía libre ha cerrado los ojos; ha echado el cierre. El pasado 21 de abril ha dejado de publicar. Nos deja a los andaluces más solos aún de lo que ya estábamos. Diría que casi huérfanos de expresión! Desde hace una semana, pues, nos enfrentamos con más crudeza si cabe al descontento y a la amargura que produce la constante contemplación de la ilegalidad como modo de vida de una gran parte del pueblo andaluz.

No se lo van ustedes a creer, pero les animo a comprobar que la web de Pedro de Tena, http://www.porandalucialibre.com, es la única web que la Junta de Andalucía tiene vetada, oficialmente, para toda la red de la Administración andaluza. Es decir: que ni los funcionarios ni los enchufatti pueden acceder a la misma desde los ordenadores de la Junta. Vean:

Por si ustedes no ven bien lo que sale en la foto que he tomado a la pantalla del ordenador, lo transcribo aquí (el subrayado y la negrita son míos):

La Red Corporativa de Telecomunicaciones no permite la conexión a este sitio web en cumplimiento del manual de comportamiento de los empleados públicos en el uso de los sistemas informáticos y redes de comunicaciones de la Administración de la Junta de Andalucía.

El acceso a esta página se ha denegado por estar incluida en la categoría "Suspicious". La descripción de las distintas categorías disponibles puede consultarla en el siguiente enlace: Categorías del Servicio de Filtrado de Contenidos.

Todo un honor para Pedro de Tena que desde el corazón del monstruo, además de incluirlo en la categoría de Suspicious (sospechoso!), nieguen la posibilidad a los empleados de visitar su blog! La censura, en su máxima expresión, sigue viva! Se ve que cuando uno aprueba las oposiciones a la Junta, sea cual sea la especialidad o categoría en la que cumpla su función, debe jurar ante la Biblia Políglota Complutense que jamás entrará en el blog Por Andalucía Libre. Y para evitar tentaciones satánicas que pudieran llevarnos a los funcionarios e interinos por el tortuoso camino de la Tiniebla, la paternalista Red Corporativa de Telecomunicaciones nos veta el acceso. Ancha es Castilla! Chapeau! Viva Torquemada!

Imaginen ustedes cómo ha tenido que gastárselas la web Por Andalucía Libre durante estos diez años de lucha continua contra los desmanes socialistas; qué suerte de denuncias y análisis ha tenido que publicar; qué cargas de profundidad ha debido detonar a la vera del submarino de la corrupción para que desde el sistema nervioso central del cetáceo inerme del Régimen hayan buscado la manera de impedir cualquier visita a la misma por parte de los trabajadores! Creo que a Pedro y a Antonio no les cabía mayor reconocimiento implícito de los bandoleros sociatas que éste: impedir desde el Poder el acceso a su blog.

Dicho lo cual, el hecho de que en lo que conocemos como mundo libre se eche el cierre a cualquier publicación periódica es siempre un motivo que induce a la reflexión y al examen de conciencia. Y si la web que cierra su publicación es una página de culto dentro del mundo de la lucha contra la corrupción, la reflexión se convierte en elegía y el examen de conciencia en un difuso sentimiento de culpa.

Sin embargo, qué culpa tenemos los demás andaluces de que cierre un blog? En qué medida estamos obligados a sentirnos culpables? Allá cada uno con lo que dice o hace en la red, no?

Y así es. Al menos, así debería ser cuando cierra un canal de Youtube o un blog privado que trata asuntos relativos a videojuegos, humor, cocina, productos de belleza o técnicas para tocar el sitar al atardecer. Incluso cuando cierra una web que se dedicaba a hacer campañas de mecenazgo para rescatar del olvido las óperas escritas por compositores murcianos desconocidos, por mucha pena que nos dé, no tenemos que cargar sobre nuestra conciencia no haber contribuido de ninguna manera al progreso de tan filantrópica iniciativa, pues a muchos de nosotros –y eso que yo me dedico a la Música!- o no nos hace mucha gracia la ópera, o no somos murcianos, o sencillamente no podemos donar ni un euro a causas tan espurias, y menos con el sueldo miserable que nos paga la Administración.

Sin embargo, cuando el blog que cierra ha sido durante nada menos que una década el único sitio en toda la red de internet desde el que se denunciaban los abusos, las irregularidades, la malversación de fondos públicos, las prácticas ilegales, el nepotismo, el enchufismo y, en definitiva, el expolio al que el Régimen socialista lleva sometiendo a esta desgraciada tierra andaluza, acaba por socializarse la responsabilidad civil de dicho cierre -como hacen los Gobiernos socialdemócratas con la deuda de los bancos privados que quiebran por la mala praxis: reparten el rescate entre todos los ciudadanos a los que dichas prácticas atañen.

En el caso de Por Andalucía Libre, y bien al contrario que en el caso de las cajas de ahorro que nos arruinaron a los españoles, no se trata de mala praxis, sino de cansancio y aún diría que de agotamiento personal. No hay súper héroe que se pase diez años batiéndose el cobre a solas contra la Hidra de las mil cabezas! En El Demócrata Liberal llevamos poco más de quince meses, somos muchos más que dos (esto es de una canción argentina, no?) y estamos siempre a punto de tirar la toalla –pero, de momento, sin tirarla, eh?- por las muchas veces que escuchamos el durísimo eco de nuestra soledad. Qué organismo aguanta diez años de guerrilla a solas? Qué corazón es capaz de sufrir ese sobreesfuerzo emocional?

Su cierre nos afecta a todos. Y no porque en sus diez años de lucha incansable haya conseguido revertir el imparable descenso a los infiernos de la deuda en las arcas andaluzas (situación que ya ha empezado a mostrarse en forma de progresivo colapso financiero); ni porque con sus zarandeos a la conciencia pública haya conseguido Pedro de Tena que los señores fiscales andaluces se cayeran del caballo como Saulo para levantarse convertidos en un Pablo iluminado que, viendo la luz de la Justicia y alzando la espada flamígera del arcángel, cortara las alas al dragón socialista, a la Gorgona sociata que asa vacas con billetes de 500 euros, que pasa las mariscadas por gastos sindicales, que se pule un millón de euros en coca, putas y cubatas, que fleta aviones para visitar la tumba del Che mientras se folla a jineteras escuálidas o que simplemente tiene un asiento reservado en cada tienda Loewe con su nombre y apellidos.

No. Le web de Pedro no ha conseguido llevar al patíbulo inclemente de las urnas a la Mafia socialista andaluza. Pero le ha asestado mandobles certeros; ha desvelado prácticas vergonzantes; ha puesto nombre y apellidos a lo que parecía un universo poblado de trasgos y fantasmas. Y sobre todo ha logrado definir un sistema de funcionamiento, un entramado perfectamente constituido para delinquir espectralmente. La publicación del tremendo libro La Tela de Araña no sólo constituye un hito en la oscura vida de los andaluces, sino que ha logrado poner cara y color al espanto que aquí sufrimos desde hace al menos veinte años.

Digamos que en la Historia de Andalucía hay un antes y un después de este libro. Porque, tras su terrorífica lectura, todo aquello que parecía inevitable; todas aquellas situaciones administrativas, jurídicas, empresariales, económicas, culturales y sociales inexplicables, cobran sentido!

Sí! Los cientos de parques que no están; las decenas de hospitales que nunca existirán; los cientos de colegios que jamás podrán instruir a nuestros hijos; las decenas de laboratorios de investigación que nunca se inaugurarán; las escuelas de altas capacidades, las de educación especial, las de artes escénicas, de música, de diseño gráfico que jamás disfrutarán ni nosotros ni nuestros descendientes aparecen ante nuestros ojos como en huecograbado, como en negativo… Pero aparecen! Porque esos miles y miles de millones de euros robados durante décadas al contribuyente, sisados de los fondos europeos, trincados de las ayudas del Estado y que se han ido por el sumidero del vórtice Espacio-Tiempo socialista ya no forman parte de un fatum insondable ni de una maldición levítica que pesara sobre los andaluces, sino que sabemos que han sido desviados a través de una superestructura acojonante que antes de este libro no comprendíamos y que gracias al mismo se muestra ante nuestros atónitos ojos como una de esas metrópolis oníricas que parecen flotar a veces sobre las nubes salmón en las tardes de bruma soleada.

Diez años de denuncias e investigación concienzuda; toda una década prodigiosa en la que estos dos hombres valientes han iluminado la tiniebla orgánica en la que el Régimen nos ha hundido a los andaluces, se cierra ahora. Pero en su camino ha dejado centenares de migas de pan por las que colegimos en qué dirección hay que andar para salir del laberinto y abrazar la libertad. Y, sobre todo, en estos diez años de Por Andalucía Libre y la edición de su fruto principal, La Tela de araña, Pedro de Tena y Antonio Barreda, coautores de tan esencial libro, han arrojado una lata de pintura acrílica al Hombre Invisible, una lata colosal de viscosa integridad, una lata valiente de insobornable ética periodística, una heroica lata de pintura acusadora que ha marcado de forma indeleble la estructura del Mal permitiéndonos ver formas, volúmenes y movimientos allí donde antes no se veía nada.

Y aunque por sus dimensiones ciclópeas no logremos verlo de cuerpo entero ni saber de qué color tendrá los ojos ni el cabello, ya jamás podrá zafarse de nuestra mirada, ya nunca lo podremos perder de vista. Porque ya no es invisible!