martes, 5 de abril de 2016

Silencio maestrante y mutismo sangrante


Artículo de Paco Romero


Puntual a su cita, entre el Silencio de la Madrugá y el jolgorio de la Feria, vuelve en estos días el silencio maestrante a la orillita del Guadalquivir, la mejor forma que entienden los taurinos del coso sevillano para, tras saborear un primer lance prometedor, generar expectativas de faena grande que, en la mayoría de las ocasiones, solo queda en eso.

De la mano, también ha hecho su aparición otro silencio más mundano, el que han generado los últimos paseíllos por las inmediaciones de El Prado de San Sebastián, concretamente por el despacho de Álvaro Martín, el juez que instruye la causa de los ERE tras el despiece de Bolaños.


Los dos expresidentes se han negado a declarar porque, como diputados o senadores, ya comparecieron hace casi un año, bien en el Tribunal Supremo, bien en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Mientras el abogado de Griñán denuncia “presiones” de la Fiscalía, el de Zarrías se quejaba de una citación con una “clara intencionalidad política de dañar la imagen de su defendido cuando aparezca zarandeado en primera plana de todos los medios”. A resultas de los acontecimientos, parece claro que se pasó tres pueblos pues su comparecencia, al igual que las de la exconsejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo y del exconsejero de Economía, Antonio Ávila, se saldaron, felizmente, sin incidentes ante la ausencia de esa especie de increpadores profesionales, o vengadores de hojalata a sueldo, que pululan a las puertas de las sedes judiciales.


Ni siquiera las preguntas de la Fiscalía aparecieron en las actas de las comparecencias. No respondieron a preguntas concretas acerca de su conocimiento sobre los informes de la Intervención del Control Financiero Permanente de las cuentas, o lo relacionado con las transferencias de financiación que permitieron la partida 31L, conocida como fondo de reptiles, o con los motivos por los que desapareció del orden del día de los “viceconsejillos” el análisis de las ayudas concedidas a diversas empresas, o, en fin, sobre por qué, tras el previo reparo del órgano fiscalizador, se encargó un informe jurídico para conceder una ayuda a una empresa concreta, Sandetel.





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