viernes, 11 de marzo de 2016

Lo mejor para España

Artículo de Eduardo Maestre


No crean, pese al título de este artículo, que voy a ejercer de arbitrista dando una pretendida receta infalible a través de la cual se solucionarán todas las cuitas que España padece. No. Porque ni obra en mi poder la información que sería necesaria para atreverse a formular el bálsamo definitivo, ni las pocas luces con las que Natura me alumbra –al fin y al cabo, sólo soy un maestro de pueblo- me permiten ver el mundo como desde el ojo de un pez. De manera que si usted, amigo lector, es de los que creen que alguien puede dar soluciones simples a problemas complejos, al llegar al final de este párrafo ya puede dejar de leer. Ya. Ahora.

Angustia vital? No!

España, como nación, no ha entrado aún en angustia vital porque, pese a no haberse constituido aún un nuevo Gobierno que agarre el timón del Estado y decida virar todo a babor -es decir, hacia la izquierda- o mantener el rumbo hacia el frente, las Instituciones y los organismos públicos siguen funcionando como si tal cosa;
no digamos ya la empresa privada o la Banca: éstos siguen adelante, suspirando por que no acierten los de Podemos a trincar ese timón!

Se habrán percatado de que no he mencionado la posibilidad de virar todo a estribor. Olvídense ustedes de tal cosa; para ello, debería existir algún partido de derechas con posibilidades reales de ganar las elecciones. Y no hay tal en España. Vox es de derechas, sí; pero no cuenta con porcentaje suficiente no ya para ganar, sino ni siquiera para meter al menos un representante en el Gobierno. El P-Lib ni siquiera sale en las previsiones del CIS, lo cual, junto a la desaparición de UPyD de los escaños que tenía en el Congreso, constituye un triple drama, ya que nuestra Cámara necesitaría contar con la presencia de una derecha sin complejos; así como de un grupo potente de verdaderos liberales, y también de políticos de acción, capaces de llevar ante los Tribunales a los delincuentes políticos de todo género.

España, desequilibrada

Pero España es un país políticamente desequilibrado. Nuestro Congreso de los Diputados, que carece de partidos de derecha y de políticos liberales, cuenta sin embargo con un enorme número de escaños ocupados por partidos socialdemócratas: los 119 del PP; los 89 del PSOE; los 40 de C’s, los 2 de UPN, la solitaria diputada de CC, el de Foro Asturias… Nada menos que 252 políticos de un total de 350! Un aplastante 70% de diputados adscritos a una más que evidente política socialdemócrata cuyas diferencias estriban, la verdad sea dicha, en si son más o si son menos buenistas.

Secuencias genéticas

Miren ustedes: si el programa de cada partido pudiera verterse en las letras G,A,T y C (que simbolizan las subunidades de nucleótidos de las distintas secuencias genéticas) y descifráramos la secuencia de cada uno de los partidos que les he nombrado arriba, al superponer una secuencia a otra prácticamente no encontraríamos diferencias. Pero si, pese a todo, nos empeñáramos en hallarlas, serían tan sutiles que podríamos considerarlas, a efectos de su aplicación sobre la vida y hacienda de los ciudadanos, casi como despreciables; porque lo cierto es que los cromosomas que sustentan el corpus orgánico e ideológico de PP, PSOE y Ciudadanos son idénticos, como lo son los de todos los seres humanos. Lo que les hace parecer diferentes es que unos son rubios, otros morenos y otros pelirrojos; aquéllos, altos; éstos, bajitos; muchos de ellos, barrigones; otros, apolíneos. Pero todos tienen dos brazos y dos piernas, y dos ojos y dos orejas! Aunque lo que por desgracia les hace plenamente idénticos es que todos ellos nos quieren vender la burra de que sólo con los rubios, o exclusivamente con los morenos, España saldrá adelante!

Sin embargo, entre los 98 diputados restantes excepcionalmente encontraríamos similitudes si confrontamos sus códigos genéticos a los de aquellos 252 socialdemócratas; incluso entre estos 98, las respectivas secuencias genéticas difieren. No tienen nada que ver los 42 escaños de Podemos con los veintitantos de las mareasycompromisoencomú; porque los podemitas cañí son postuniversitarios plenicomplutenses, consumidores de chicha de arroz cuando están en su tristemente asolada Venezuela, y Brugal-cola cuando andan por los bares de copas de Madrizzz; mientras que los otros son nacionalistas radicales, amén de verdaderos perroflautas venidos a más –también postuniversitarios en muchos casos- a los que la Merma ha devastado durante su adolescencia y primera juventud.

Pero es que nada tienen que ver los antedichos, a su vez, con los energúmenos de ERC y su Miguel Poveda charnego a la cabeza, quienes, para colmo, poco tienen en común (salvo la desfachatez de presentarse al Congreso de los Diputados de España) con los cómplices de ETA, los Bildu. Todos éstos son separatas broncos, groseros; chusma kaleborroka a la que parecen haber lobotomizado de pequeños con el único fin de extirparles la circunvolución cerebral en donde residía el sentido del humor, dejando en su lugar una placa de titanio con una ikurriña grabada o una estelada en cuatricromía.

Del mismo modo, y pese a representar a la derecha más conservadora y recalcitrante de España, nada tienen que ver los cromosomas jesuíticos de los fantasmas peneuvistas -con todo su ciclismo vasco a cuestas- con los muy opusianos genes de los tresporcentistas ultraconservadores de CiU, ahora disfrazados de liberal-demócratas con la vana esperanza de evitar la proximidad del glacial aliento de la Justicia! ...Pffff!

Neandertales

Digamos, pues, que hay un 70% de escaños ocupados por una especie animal definida frente a un 30% de sillones en los que plantan sus posaderas animales de muy diferente configuración, estructura gástrica, extremidades y hasta esqueleto! Me voy a mojar: voy a llamar Especie Humana a la que domina en el Congreso, si bien, y por el triste hecho de ser socialdemócratas, no puedo concederles más que la pertenencia -aún, digna!- a la estirpe de los Neandertales, reservándome la familia de los Sapiens-sapiens para los liberales, de los cuales, y para desgracia de los españoles, no hay ni uno en las Cortes!

Tenemos una enorme mayoría compuesta, pues, por 252 neandertales; quizás no sean sapiens-sapiens, es cierto; pero, al menos, son humanos! Y frente a ellos, y siguiendo con la metáfora naturalista, no veo ni un ser humano más! Eso sí: encontramos desde simios chilladores -cuya sonrisa es nuestro miedo-, hasta moluscos asaltafincas o robasupermercados; desde pedantes e insufribles dípteros con abono anual a la temporada de ópera del Liceo, hasta himenópteros de afilado aguijón que, tras asegurar que ya son independientes, piden cada cierto número de meses sus 7.500 millones de euritos más a la teta del Estado español para salir del paso. Eso, por no abundar en los artrópodos nacionalistas vascos, escorpiones incapaces de condenar los casi novecientos asesinatos de españoles a manos de sus putos gudaris, cuyas víctimas se les siguen apareciendo en cada akelarre abertzale que montan con el dinero de mis impuestos: de ahí que Dios les haya castigado con la obligación de aparearse con esas mujeres que les acompañan.

Uno comprende

Uno puede comprender que Pedro Sánchez necesite mantenerse en sus trece para sobrevivir un mes más... una semana más... dos días más; que Rajoy sueñe con la infalibilidad de la técnica de la boa constrictor, empeñando todo su patrimonio político en ese envite propio del estrangulador de Boston. 

Uno también comprende que Iglesias, pastor de gatos, esté más que agobiado por no haber conseguido aún clavar las estacas que definen un corral y rodearlas de alambre. Porque, como se está viendo desde el 21 de diciembre, se le escapan los gatos –y las gatas!- por los mil huecos que las vallas tienen. Podemos y sus adláteres son, ya lo dije hace tiempo, el grupo más débil e inestable que ha habido jamás en unas Cortes europeas, incluido Syriza; su capacidad de división, de gemación, de polarización es tal que se hace impensable no ya pactar con ellos, sino pretender siquiera que existan como partido político en las cada vez más probables elecciones generales del 26 de junio!

Y en cuanto a Rivera, qué decir? Marxista convencido (pero no de Karl, sino de Groucho!), su lema, que debería estar grabado a fuego bajo el logotipo de Ciudadanos, reza así: “Éstos son mis principios; si no le gustan, tengo otros”. Ambicioso, inteligente, buen orador y con el subconsciente deslumbrado por el mussoliniano concepto de la giovinezza, este chico tendría un brillante futuro en la política española aunque de repente en España se implantara la Democracia! Es decir: con la partidocracia actual, Rivera llegará sin duda a Presidente del Gobierno; quizás no el 26 de junio próximo, pero sí dentro de los próximos 10 años. Sin embargo, incluso cambiando la Ley Electoral, modificando la Constitución y consiguiendo una verdadera separación de Poderes (es decir: si algún día hubiera realmente democracia en España), Rivera podría alimentar esperanzas de presidir el Ejecutivo algún día. Pero ahora, y aunque gobierna firmemente el timón de su barco sin principios, navega irremediablemente entre los sargazos del náufrago Sánchez, los arrecifes de coral del estrangulador Rajoy y los tifones desatados del descompuesto Iglesias. Y así no hay manera de encontrar el algoritmo que le permita vender su desideologizado grupo de cuarenta contorsionistas!

Lo mejor para España

Lo mejor para España sería abrir un Proceso Constituyente tras el cual encontráramos una Constitución sin agravios comparativos; sin navarros ni vascos exentos de pagar impuestos al Estado; sin hechos diferenciales cuya fundamentación sólo se puede defender ya con el Mein Kampf hitleriano en las manos!

Lo mejor para España sería disponer un Estado cuya estructura prescinda definitivamente de las Comunidades Autónomas; un Estado en el que las Diputaciones recuperaran su sentido; con todas las competencias devueltas al Gobierno de la nación. Un Estado cuya Constitución contuviera una Ley Electoral que nos permitiera acudir a elecciones presidenciales para elegir al Presidente y su Ejecutivo con un Distrito único para toda España, y otras elecciones para elegir al Legislativo, con diputados uninominales de Distrito: uno por cada 150.000 habitantes, revocables.

Lo mejor para España sería poder elegir a los Fiscales de Distrito, ampliar las competencias de los Ayuntamientos tras desaparecer la oscuridad y la locura que han supuesto las CCAA, asombrosa hemorragia que ha desangrado nuestro país. Contar con Jueces y Fiscales independientes, no adscritos a ninguna cuota de partido. El Tribunal Constitucional, desde ese instante, no tendría por qué existir. Los aforamientos, tampoco. Ni el Senado, claro.

Lo mejor para España sería tipificar como delito de Estado al nacionalismo en cualquiera de sus vertientes, y unirlo en el Código Penal a los delitos de terrorismo y fundamentalismo para conformar la trinidad del terror, concepto que se enseñaría en todas las escuelas de España a nuestros hijos para que pudieran evitar en el futuro el dolor de escuchar durante años el insulto y las descalificaciones de aquéllos que se creen una raza superior; amén de ahorrarse el 40% del PIB en tenerlos contentos!


Pero nada de esto se va a hacer! No, al menos, de momento. Sólo con la llegada de los sapiens-sapiens al Congreso en mayoría absoluta de al menos 2/3 del mismo, podría abordarse esta reforma general, base y fundamento de la felicidad futura. Mientras tanto, y viendo que el hemiciclo está lleno de neandertales, y contemplando que frente a ellos anda bullendo una suerte de basura intelectual e intelectiva compuesta por simios, moluscos, insectos y artrópodos, lo mejor para España sería que los neandertales (rubios, morenos y pelirrojos) arrojaran al fuego sus quijadas de asno y sus puntas de flecha y corrieran todos a teñirse las greñas de castaño cobrizo, un color extraño pero homogéneo para todos, y conseguir formar un Gobierno estable que al menos durara dos o tres años. Mientras tanto, y en la leve claridad de nuestros palafitos, los sapiens-sapiens seguiremos leyendo a Ortega, Savater y Escohotado para sobrevivir!



2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en que los neandertales no pueden proponer la devolución de competencias al estado central, pero no se cita el verdadero motivo en el árticulo que, vease, es histórico: En tiempos pasados, las gestiones centralizadas se efectuaban por medios poco fiables, como el telégrafo y el transporte en diligencia. En la era del teléfono y las oficinas de correos, mucho mas eficaces, siguieron sin embargo transfiriendose competencias a las diferentes regiones del estado. Hoy, con los medios informáticos, la gestión centralizada no es solo posible, es una realidad en la mayoría de estados modernos. Pero claro, el problema es este: ¿Qué sabe un neardental de ordenadores?

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  2. Me ha gustado mucho su artículo, don Eduardo, pero ¿no cree que en las Cortes españolas sí hay liberales, en concreto los de Ciudadanos que le han comido la tostada a UPyD?. Un saludo y ánimo con su labor, son ustedes unos ángeles en este infierno. Gracias.

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