Artículo de Eduardo Maestre
No,
no se fíen de la foto de cabecera de este artículo; porque la he buscado para
ilustrar la realidad que sufrimos en España: esa mezcla triste entre
incapacidad y disfunción intelectiva de la inmensa mayoría de nuestros débiles
políticos –reflejo sin duda de los españoles de hoy.
En
esta foto pueden ustedes ver a un preocupado Albert Rivera junto a un serio
pero casi encantador Pedro Sánchez, que lo mira como diciendo “Albert: no te
agobies; que ya verás; que lo nuestro puede salir pa’lante!”
Esta
foto es la taxonomía del momento histórico que estamos viviendo en España. Podría
haber escogido cualquier otra; por ejemplo, la célebre imagen de Rajoy
abrochándose la chaqueta mientras Sánchez le tiende la mano un tanto
impersonalmente; o la de Iglesias, al salir de la primera entrevista con el Rey,
organizándole el
Gobierno a Sánchez con su pandi
detrás. Cualquiera de entre éstas y otras fotos sería una significativa rodaja de la mortadela que es hoy España;
cualquiera de estas imágenes ilustraría un momento que define un período, una
instantánea en la que se concentraría siempre el mismo concepto: negociación.
La
palabra idiota, por si alguien aún no
lo sabe –ya lo he explicado en algún vídeo y artículo-, viene del término
griego idiocia, cuya compleja
traducción podría resumirse en aquella
persona que voluntariamente es ajena a los asuntos de la Polis. Es decir:
quien, pudiendo interesarse por la vida de la sociedad en la que está inscrito
y de la que sin duda recibe enormes beneficios, prefiere mantenerse al margen
de las asambleas, las discusiones, las decisiones y, en definitiva, del
diálogo; pero, claro, sin renunciar a las fuentes de agua, los mercados de
abastos y los baños públicos!
La
idiocia estaba muy mal vista en la Atenas clásica; sin embargo, y durante
muchos años, en España quedaba muy moderno decir “yo soy apolítico”; incluso
era bastante chic despreciar los
asuntos de la Política. Cualquier hippie, cualquier perroflauta y muchísimos
canis se declaraban apolíticos con orgullo y casi amenazantes. Es decir: casi
toda esta juventud ya talludita que ahora apoya a Podemos, hasta hace poco
tiempo se declaraba apolítica. Esto
es: idiota.
Pero
no voy a hablar de Podemos. No más de lo estrictamente necesario. Lo que me
preocupa últimamente es haber constatado que hay un personaje (uno, al menos!)
que está claramente incapacitado para la Política. Y no es por sus ocurrencias
cercanas al surrealismo, sino por su incapacidad para el diálogo. Me refiero a
Pedro Sánchez.
Sánchez
no ha querido hablar con el partido de sus adversarios directos (el PP) durante
semanas y semanas, pese a que los de Rajoy le han tirado los tejos por activa y
por pasiva. Pero el socialista no ha querido dar ni una oportunidad. No ha sido
capaz no ya de negociar, sino ni siquiera de sentarse a intentarlo. Las famosas
diecisiete ocasiones en que Pedro
Sánchez negó a Rajoy van camino de ser más sonadas que las tres en que aquel
otro Pedro negó a Jesucristo! Porque han sido muchas veces, eh? No sé si
realmente fueron 17 desplantes; pero sí unos cuantos.
Esto
contraviene la esencia misma de la Política. La situación en que ha quedado el
marcador (123, 89, 69, 40, etc.) hace impensable descartar la negociación!
España es un país fragmentado por el abuso institucional, por la ausencia de
representatividad parlamentaria, por la inexistencia de la separación de
Poderes, por la debilidad de la Autoridad a todos los niveles (en la Política,
la Educación, la Judicatura, la Familia…) y por la sistemática destrucción, a
niveles subconscientes, de la autoestima nacional a causa del cáncer
nacionalista y sus metástasis en el Gobierno. No querer negociar, tal y como ha
quedado el resultado de las elecciones del 20 de diciembre, es una muestra
soberbia de incapacidad estratégica, de importantes carencias tácticas y, sobre
todo, de una idiocia como la copa de un sicomoro ateniense.
Pedro Sánchez, stricto sensu, es un verdadero idiota.
Su poca inteligencia (no ya emocional -que no tiene: ha dado buenas muestras de
ello durante este último año-, sino práctica) le ha hecho caer en una espiral
diabólica de la que poquísimos políticos (y sólo de la talla de un Churchill o un
Disraeli) podrían salir airosos. Cree alguien que Sánchez sabe realmente lo que
está haciendo?
Les
voy a decir lo que podría ocurrir. Tal y como veo el patio, y sabiendo que no le salen las cuentas, Sánchez va a ser rechazado como
Presidente el día de la primera propuesta de investidura. Volverá a negociar
con Ciudadanos y otros, pero no conseguirá nada que le permita ser investido
Presidente del Gobierno. Rajoy y los populares votarán en contra, una y mil
veces; igual que Podemos. Y al final de este calvario, Sánchez se arrojará en
los brazos de Pablo Iglesias, cuyas exigencias serán aún más tremendas que las que anda vociferando en
las ruedas de prensa que se marca.
Para
pactar con Pablo, Pedro y su entorno pondrán en marcha una campaña de
culpabilización del PP; dirán a quienes quieran oírles que el Partido
Popular será el único culpable de que los socialistas tengan que echarse al monte podemita; las consecuencias de este
pacto-sumisión, ya lo verán ustedes, serán, según el circo mediático socialista, responsabilidad última del PP. Esto
es lo que van a vender. Porque Pedro, no lo duden ustedes,
pactará con Pablo. Su futuro como político depende de ser investido Presidente aunque le quepa el triste honor de ser el
único Presidente que superó a Zapatero en el rankin de daño hecho a su
país.
Cuándo
han hecho los socialistas algo con dos dedos de frente? Cuándo, pudiendo
hacerlo mal, han decidido obrar con inteligencia? Nunca, que yo recuerde! Si
algo se puede hacer profundamente mal,
por qué hacerlo sólo regular? Éste
parece ser el lema, la máxima socialista en España. Si los etarras están
acabados, por qué no ponerlos en las Instituciones? Si los nacionatas catalanes
no tienen cojones de subirse a la parra, por qué no firmarles un cheque en
blanco y permitirles llamarse nación?
Si una vieja política del PP me está ofreciendo sus votos para coger la
alcaldía de la capital de España, por qué no dársela a la banda de facinerosos
asaltacapillas, apologetas del terrorismo y antisemitas de Podemos? …Esto por
no hablar del socialismo en Andalucía!!!
En
qué vivencias, en qué experiencias previas puedo basarme para pensar que
Sánchez no pactará con Iglesias?
Acaso en el buen criterio del socialismo español, demostrado con creces desde
1931 hasta hoy? En su capacidad para pensar en el Estado y en la totalidad de
los españoles?
Lo
siento. De verdad. Hoy no puedo escribir con giros literarios ni imágenes
sugerentes. He visto esta foto de Sánchez hablando con Rivera y he sido
consciente de estar viviendo un instante
del pasado: como si hojeara un reportaje gráfico hecho a posteriori de todo
esto que estamos presenciando y me detuviera en el momento en el que aún no se
había rechazado a Sánchez en su primer intento de investidura, cuando muchos
creían que jamás los del PSOE se bajarían los pantalones ante el amo sadomaso podemita.
Pero
mucho me temo que se los van a bajar. Y, miren
ustedes: que éstos se pongan mirando a Cuba ante aquéllos, pffff… Qué quieren
que les diga? A cada uno le gusta lo que le gusta! Hay mucha gente que es capaz de soportar lo
que sea por un carguito. El problema es que, para dar gusto a unos poquísimos,
que además han perdido millones de votos en las elecciones, nos van a bajar los
pantalones a todos los españoles.
…Y me pregunto cómo hemos llegado a esto.
Eduardo, me veo obligado a aprovechar tu, como siempre, magnífico artículo para completarlo con un detalle del que nadie, digo bien, NADIE, he visto que mencione en ningún periódico, radio, televisión o cualquier otro medio. A qué me estoy refiriendo? Muy sencillo y vuelvo a repetir que NADIE lo ha mencionado. Pues bien, TODOS CONOCEMOS LA OBSESIÓN QUE DOMINA A PEDRO SANCHEZ POR LLEGAR A SER PRESIDENTE, AUNQUE SOLO SEA PARA SERLO UN SOLO DÍA DE SU VIDA Y DISPONER DE SU RETRATO EN LOS PASILLOS DEL CONGRESO. Pero, AY, nadie ha pensado (o al menos no lo ha manifestado en público) el verdadero motivo que le ha impulsado en decirle a Rajoy NO, NO, NO, NO diecisiete veces. Pues es un motivo tan burdo, tan simple, tan despreciable y miserable como el ser consciente por ese individuo miserable que hará bueno al peor político de la Historia de España, QUE EL HABER ACEPTADO EL MÁS MÍNIMO PACTO CON EL PP LE HUBIERA IMPEDIDO POR RAZONES OBVIAS EL LLEGAR A SU OBSESIÓN DE SER PRESIDENTE. UNA SIMPLE CUESTIÓN DE GALONES. Y ha sido y está siendo tan miserable de poner en peligro a España SOLO con el BURDO interés de alcanzar su obsesión. Y todos sabemos o deberíamos saber (salvo los descerebrados) que, en el último minuto, se acostará con Podemos contribuyendo a destruir este desgraciado país que es España. De verdad, que Dios nos coja confesados.
ResponderEliminarNi que decir tiene quien ha sido el peor político de la Historia de España. El clon de Pdr. Snchz, el ínclito ZP
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