Artículo de la Divina Higea
Queridos mortales:
Espero que los Reyes Magos se hayan portado bien con
vosotros, incluso con los republicanos.
Yo, como todos los años por estas fechas, hago examen de
conciencia y propósito de enmienda.
Como todos los años, examino mis kilos de más (perdón por lo
de MAS), y me propongo alejarme de suculentas tentaciones. Primero después del
Roscón, luego que si “hasta San Antón, Pascuas son” … y, a continuación, olvido
mi noble propósito y me alegro, sin más (sobre todo sin MAS), de mi belleza
rubensiana.
Mi siguiente examen es para con mi desorden. Todos los años
me propongo ordenar casa, papeles, escritorio del ordenador e ideas. Tábula
rasa, queridos mortales, empecemos el año con todo limpio. Reconozco que nunca
llego a Semana Santa sin tener el escritorio del pc con los iconos como
sardinas en lata. Y, por supuesto, con mis ideas retumbando cual jaula de
grillos… y, a continuación, me alegro de tener tantas ideas, aunque sea en
batiburrillo, porque significa que mi cerebro funciona.
Mi tercer paso siempre ha sido la recopilación de lo que yo
llamo “cuentas pendientes”. ¿Con quién he sido “algo mala”? ¿Había
justificación para mi maldad? ¿Puedo rectificarlo? Por lo menos hasta Carnaval
me encontráis transformada en la versión Disney de Higea Divina, cancioncillas
incluidas. Aproximadamente cada cinco minutos intercalo en mi conversación una
cancioncilla, como si con ellas redimiera mis pecadillos del año anterior… "Sueltaloooooo, sueltaloooooo". Tremendo, queridos mortales, la sonrisa
beatífica, las buenas palabras, bien peiná, los pajarillos y los animalillos
del bosque rodeándome, no son pesaos, ni ná.
Pero, ¡ay!, este año tengo un gran problema. Este año me ha
dado por escribir. ¿Cómo rectificar la palabra escrita? Ni cantando, ni con
pajarillos piando, ni de ninguna manera. Por mucho que una se arrepienta, ahí
queda eso. Y, encima, compartido en redes sociales. Palabras atrapadas en las
redes como pececillos. Pobre Nemo, pobre Sirenita… "bajo el maaaar, bajo el
maaaaaaaaar … y, sin problemas, entre burbujas tú viviráaaaaaas".
Lázaro Carreter recopiló en “El dardo en la palabra” errores
y gazapos encontrados en los medios de comunicación. Yo me estoy planteando
hacer una recopilación de “El dardo envenenado en la palabra escrita y "tuiteada"”.
Que no es que yo me arrepienta de todo lo escrito, ¿eh? Que
Aquilino lo merecía, que los medicamentos del SAS son una boñiga de vaca del
Ganges y que me he sentido traicionada por la Naranja Mecánica.
“Sueltalooooooo, sueltaloooooo…”.
Pero bien es cierto que, en ocasiones, sale mi vena Maléfica
y me pondo a repartir manzanas envenenadas a Blancanieves que, quizá, no lo
merecían. Cuando, en este caso, eran palabras al viento, quizá pudiera ser
redimida y olvidarse una de la maldad. Pero ahora, queridos mortales, que lo he
dejado por escrito y “tuiteado”. Ahora no me redimo ni cantando todo el
repertorio de Sonrisas y Lágrimas. “Sooool, ardiente esfera eeeeeees; Laaaaaa,
al nombre es anteriooooooooor”. Ni Sor María, ni Mary Poppins, ni el “sursum
corda” me salvan a mi esta vez.
Por eso, queridos mortales, sobre todo los queridos mortales
tuiteros, he decidido, antes de escribir nada, repetir tres veces “Salagadula Magicabula Bibbidi bobbidi bu”, por
darme tiempo a arrepentirme antes de escribir. No sea que dentro de unos años
no me dejen jugar en el Barça como al pobre Sergi.
No quiero convertirme en uno de tantos tuiteros faltones que han proliferado como Gremlins en una piscina.
Quizá pensando que, siendo desagradables, maleducados, soeces y faltones iban a
tener más (cuántos MASES en un escrito, por todos los dioses, qué pesadilla)
seguidores. Lo sorprendente es que tienen éxito en su empresa. ¿Qué tengo pocos
seguidores? Pues me dedico a soltar por esas teclitas barbaridades como si no
hubiera un mañana. ¡Qué cansinos, queridos mortales, qué cansinos son!
Así pues, menos a Aquilino,a Susi, a Albert Rivershide , a Mariano
Inmóbile, al alcalde de Graná, a Don Gil y Pollas, a Pablito que nos quiere
clavar un clavito, a MAS es MENOS, a Carmena la Lirio… (paro aquí para
respirar)… y a todos los petardos faltones que se den por aludidos, a todos los
demás dedico un muy regio y campechano: “Me he equivocado… no volverá a
ocurrir”.
Y, ahora, me voy cantando. Si es que me deja andar toda la fauna Disney
de la que me veré rodeada unos meses en mi suprema beatitud.
lo que es necesidad, no más,
y olvídate de la preocupación.
Tan solo lo muy esencial
para vivir sin batallar
y la naturaleza te lo da.
Doquiera que vaya,
doquiera que estoy
soy diosa dichosa,
diosa feliiiiiiiiiiiiiiiz.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario