Artículo de Rafa González
Hace algunos meses, en una de esas acaloradas conversaciones políticas con familiares en las que crees estar arreglando España mientras cenas o acaricias a tu perro, le comenté a mi padre lo que ambos vimos, en principio, como una boutade, pero que este fin de semana cobra mas realismo que nunca: la idea de que, en verdad, lo mas práctico para España sería que gobernara Podemos y los incautos salieran de una vez por todas de dudas sobre la maldad de esta organización. Esa duda expresada ya por Hermann Tertsch en su libro Días de Ira sobre si "podemos estar peor". Resuelta
claramente con la convicción de que sí, que evidentemente podemos estar bastante peor, por mucho que una parte escalofriantemente importante de la sociedad española haya interiorizado que ya no tiene nada que perder. No sería maravilloso que los votantes de Podemos recibieran más pronto que tarde su escarmiento?
Escribo esta entrada el viernes por la noche, cuando Rajoy, no se sabe si tirando la toalla o echándola al cesto de la colada estratégica, ha rechazado someterse a la investidura para ceder el marrón a Sánchez, que tendrá que retratarse con su pacto deseado con Podemos. Las redes echan humo. Esa catástrofe tan avisada parece materializarse. Podemos va a tomar las riendas del ejecutivo.
Está asustado? No le voy a mentir, yo al principio sí. Pero luego me he acordado de esa conversación con mi padre y no me importa repetirlo: Lo mejor que le puede pasar a España es que Podemos entre cuanto antes en el Gobierno, antes de que le de tiempo a radicalizarse aún mas. Por qué lo digo?
Pues porque, si se dan cuenta, España es actualmente la única gran potencia europea, quizá junto al Reino Unido, que no ha sufrido aún una ocupación o dictadura totalitaria, sea fascista o comunista. Me equivoco: Inglaterra tuvo que hacer frente, con los horribles bombardeos en Londres y el bloqueo de submarinos a las islas británicas, a la amenaza nazi. En España, ni eso. El franquismo, lo saben todos los historiadores de renombre, como el magnifico Juan Francisco Fuentes, a quien tuve el honor de atender en la carrera de Periodismo en Madrid, fue una dictadura autoritaria donde se permitía la propiedad y cierta manga de libertad (no, desde luego, de prensa). Los españoles, que para más INRI están más atontados que los vecinos europeos con más horas de sol y telebasura de lo normal, no conocen el totalitarismo ni les preocupa demasiado sus consecuencias. Una gran mayoría, como digo al principio, cree que tras el rodillo del PPSOE ya no hay nada más que perder.
Pero sí hay mucho que perder, aunque no necesariamente de golpe. Porque aunque es verdad que vivimos bajo el paraguas de la OTAN, la Unión Europea, la OCDE, la transferencia de soberanía a Bruselas y otros elementos que amortiguarían cualquier desgracia, no me van a negar ustedes que Podemos, este Podemos que en la noche electoral pedía, reclamaba, exigía que una parte del territorio nacional decidiera si podía saltarse o no la ley para despedazar el Estado; este Podemos de vuelos charter a Caracas; este Podemos de ensalzamientos continuos de ETA; este Podemos, digo, es el aperitivo perfecto para un almuerzo totalitario y pantagruélico con sabor a suicidio final como nación. Y lo repito otra vez: todo lo que tengamos que perder no tiene por que ser de golpe. Para captar the picture que les estoy pintando, miren el caso de Argentina. Un país que hace un siglo se situaba entre los 10 países mas desarrollados del planeta pero que, tras una lluvia fina incesante de varias décadas de mismanagement, ahora lucha por ser reconocida como nación de primer mundo.
Sean realistas y acéptenlo: si Podemos no entra en el próximo Gobierno, lo hará fortalecido en el siguiente. Nada indica que vayamos a seguir una senda electoral diferente a la de Grecia. Así que en vez de dudar y quedarse mirando el supositorio con las piernas temblando, proceda a introducírselo sin miedo, acérquese a un amigo podemita (estoy seguro de que todos tenemos uno) y, con una palmadita en el hombro, susúrrele: a ver si es verdad que gobiernan ya, abandonan las tertulias y, cuando todo se vaya a la mierda, la gente escarmienta de una maldita vez.
Estoy de acuerdo con usted en lo esencial, pero el problema que veo, es que esta gente no escarmienta ni así. Esta gente (Ya lo hemos visto en Argentina y en Venezuela) son especialistas en hacer creer que el fracaso en sus políticas, no es culpa de ellos, sino de un enemigo que se buscarían y al cual echarían la culpa de todo. Ya aparecería la señora Merkel, Bruselas, la maldad del propio sistema capitalista… y al igual que en los países anteriormente citados, mucha gente se lo creería , porque, cuanto mayor sea el sufrimiento del pueblo, mas fácil es encauzar su odio hacia un enemigo común al que culpar de todo. Con lo que temo que el país podría entrar en una dinámica autodestructiva y autocomplaciente (porque seremos pobres, pero ya sabemos,”Es mejor morir de pié que vivir arrodillados”) que en manos de estos maestros de la manipulación, haría que la frase de Alfonso Guerra se quedara corta: “España no la va a conocer ni la madre que la parió”
ResponderEliminarPues me duele mucho estar al 100% de acuerdo con usted... Seguramente seria asi. Pero quiero pensar (iluso de mi) q en el futuro seriamos mas escepticos con los populistas.
EliminarAunque pesa mucho el pauperrimo nivel cultural de los españoles y, cono dice ud. Los españoles sucumbirian raüidamente a la manipulacion. Saludos
Me huelo que sí; caer en manos de esta gente significa entrar en un hoyo del que será difícil salir. Esperemos que, al menos, lo hagamos sin violencia, y que sirva para que nuestra gente madure democráticamente. Porque ése es uno de nuestros grandes déficits. No hay más que darse cuenta de que la mayoría de votantes de Podemos son universitarios ¡pero qué tienen nuestras universidades para producir tanto indigente intelectual!
ResponderEliminarAsi es, eso es lo que a mi mas me frustra. Que conozco a muchos amigos q han estudiado conmigo (en la complutense), que hace 7 años no sabian ni lo que era un hemiciclo y que ahora son de Podemos sin saber explicar muy bien por qué, pero eso si, repitiendo las consignas de La Sexta. No aprendemos.
EliminarOtra cosa, Rafa: me gusta tu comentario sobre el franquismo. Es polémico, es atrevido, es valiente. Va siendo hora de sacar estos temas de los totalitarismos europeos durante el siglo XX. Es otra de las características de la pseudointelectualidad occidental: abominar del fascismo (y fenómenos semejantes -aquí metería yo el franquismo) mientras se permiten ensalzar el comunismo... pero ¡si son dos caras de la misma moneda!
ResponderEliminarGracias por tu amable comentario, tocayo. El caso es que la verdad ya no esta de moda. Hoy importa mucho mas caer bien, sopena de ser crucificado. A mi eso no me importa. Y lo digo desde Dubai, otro ejemplo de dictadura clara donde sin embargo se da muchisima libertad a la gente.
EliminarCompletamente de acuerdo con que fascismo y comunismo son las caras de la misma moneda. Y el peligro es que Podemos nos la intenta clavar entrando con el canto de dicha moneda. Un saludo
Es muy pertinente la observación sobre el franquismo. Los que somos de generaciones que no han vivido la guerra, ni los años del hambre, ni siquiera la transición, tenemos interiorizado que España es una democracia occidental, que goza de una prosperidad razonable pese a los altibajos, y eso no puede cambiar. Más que una idea consciente y racional, es una sensación, similar a la de la gente que cree que nunca tendrá un accidente de coche, o sufrirá una enfermedad grave, porque las desgracias sólo le pasan a los demás. Eso dura hasta que uno se ve dando trompos sobre una carretera helada y deseando que no se meta un árbol de por medio, o mirando un a médico que le dice que ese bultito raro hay que biopsiarlo, y los resultados estarán en unas semanas. Así estamos ahora al menos la mitad de la nación: dándonos cuenta, aterrados y estupefactos de que las desgracias, las mismas que les han pasado a naciones hermanas como Venezuela o Argentina, también nos pueden pasar a nosotros. Que todo se puede ir a tomar por saco, la democracia, la prosperidad, y hasta la propia existencia de España como nación. Acojona. Y lo peor es que nos lo merecemos, porque al menos 19 millones de españoles han decidido votar con el culo.
ResponderEliminarQue bien descrito, amigo. Asi es. Los mas nostalgicos, entre los q a veces me encuentro, aseguran que la decadencia empezo hace tiempo (por lo menos con la Logse). Pero no es que la decadencia sea una palabra que me guste mucho. Esta muy manoseada en paises muy superiores a España incluso, como Alemania. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarPersonalmente creo que el problema de España viene de mucho antes de la LOGSE, y es la poca tradición ciudadana de nuestro país. Como muy bien señalas, venimos de una dictadura que, al menos en su segunda mitad, fue muy cómoda para la mayor parte de los españoles. Sin ir más lejos, mis padres en absoluto son franquistas, pero los he escuchado muchas veces decir "los años sesenta y setenta... ¡que buenos fueron!". Claro que lo debieron ser. Fueron los años en los que la mayoría de la población española accedió a la clase media. Ya había seguridad social, se pagaban pocos impuestos, los bienes de consumo empezaban a estar al alcance de la mayoría... Si faltaban libertades, sobre todo políticas, a poca gente le importaba. A fin de cuentas, entonces y ahora, a la mayoría de la gente la política le aburre. Franco murió en la cama, y los antifranquistas eran siete y el del tambor. La mayoría de la gente, en realidad, no tenía problemas en vivir en una dictadura benévola, y creo que este sentimiento pervive buena parte de la población española, incluso entre la mayoría que por edad no vivimos aquellos años; por lo visto no se convierte un país de súbditos en uno de ciudadanos en tres décadas y pico.
ResponderEliminarMuchas veces he escuchado la frase "aquí lo que hace falta es que venga un tío que los tenga bien puestos, ponga orden y haga lo que hay que hacer". No creo que sea un sentimiento propio sólo de franquistas nostálgicos, sino que está en el inconsciente colectivo español. Para muchos, se den cuenta de ello o no, el ideal sería vivir gobernados por "un tío que los tenga bien puestos y haga lo que hay que hacer" para garantizar las necesidades básicas y liberar a la gente de las enojosas tareas ligadas a la condición de ciudadano, como la de responsabilizarse de controlar a los gobernantes. Durante muchos años una buena parte de la sociedad, conscientemente o no, ha vivido esperando a Godot, esperando a "ese tío que los tenga bien puestos". Bueno, pues para la izquierda ha llegado, y se llama Pablo Iglesias. En realidad, lo que ofrece Pablo Iglesias es lo mismo que el tardofranquismo: un Estado que garantice las necesidades básicas, incluyendo una "paguita", e impuestos altos sólo para "los ricos", que son los que lo pagarían todo. Y la gente no se plantea más, porque no está en la naturaleza de los súbditos de espíritu el plantearse cosas. No quieren saber si este programa es o no posible en la práctica, o si conllevaría una pérdida de libertades. Ha llegado por fin "ese hombre que los tiene bien puestos", y eso es lo único que importa.
Un saludo y perdón por el "rollo". Cuando me pongo a escribir, me cuesta ser conciso.
No te preocupes, no es rollo. Rollo el del que escribe sin saber de cosas sin interes. No es tu caso. Lo has descrito muy bien.
EliminarEn realidad, ese sentimiento comodo y desinteresado por la politica lo hemos tenido tambien a partir del 2000. En la carrera, que empece en 2007 en la complutense, era rarisimo encontrarse con alguien que supiera lo q significa investidura. La economia iba bien. Ahora todos se han hecho expertos en politica bajo el paraguas de La Sexta.
Si, podriamos poner el inicio de la decadencia en muchos puntos historicos. En 1898 por ejemplo. Pero la Logse me parece fundamental porque ha contribuido sin duda a una prensa tan pobre en España y a una juventud mucho menos informada de lo q lo esta la alemana, por ejemplo. Saludos
Pues tiene usted toda la razón, ya de pequeño escuchaba aquello de que España solo se arregla con una bomba atómica. Una exagerada frase para decir que habríamos de hacer borrón y cuenta nueva, pero conforme una avanza en la vida y conservando algunas cosas en la memoria, termina pensando que realmente a quien quieren eliminar no es España sino al español, y simplemente porque si lo eliminan y solo queda España, ellos serán España y en ese supuesto si podrán enarbolar los símbolos que quieran adoctrinar como quieran y por supuesto arruinarnos como quieran, eso sí, enriqueciéndose como todo buen totalitario.
ResponderEliminarDice usted que todos tenemos algún amigo podemita, yo le confirmo que a buen seguro son más de uno. Otra cosa es que lo reconozca.
Mi precaria situación de decadencia económico-social que sufro desde aquella famosa confluencia interestelar y a buen seguro por mí mismo, me permite abordar ámbitos sociales tan dispares como el universitario, el trabajador y el de los parados y excluidos sociales. Créame que vivo en esa ambigüedad y créame que los discursos a favor de los podemitas surgen de igual forma aunque con distinto léxico en todos esos ámbitos, incluso en el mundo del autónomo también hay quienes apoyan estos nuevos Sénecas.
Tanto es así que a veces me siento un poco como en estas películas donde la protagonista va viendo como sus conocidos van cambiando poco a poco y cuanto más lo denuncia más la excluyen, que cuanto más la excluyen más lucha y cuanto más lucha mas solo esta. Para al final de la peli, ya cuando su marido, sus hijos, y sus familiares están abducidos, un desconocido le ayuda y consiguen por fin liberar a la humanidad.
Es así como me siento pero en la seguridad de que ese desconocido también será abducido y al final solo quedaré junto a unos pocos solitarios, aisladamente, haciéndome pasar por ellos. Eso sí sin llamar la atención.
Pues le aseguro que no se quedara solo! Nosotros, usted y yo, los "decentes", tambien solemos ser silenciosos, como los podemitas. Pero creo que nosotros con mas motivo. Gracias por su comentario!
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