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miércoles, 2 de diciembre de 2015

Manifiesto

Manifiesto de Eduardo Maestre

Quiero para España, mi país, lo siguiente:


La apertura de un Proceso Constituyente.

La desaparición de los privilegios regionales; particularmente, del Fuero Navarro y del Concierto Vasco.
La desaparición del concepto de nación refiriéndose a cualesquiera de las actuales Comunidades Autónomas.
La desaparición de menciones a supuestos hechos diferenciales.
La tipificación del Nacionalismo como Delito de Estado.
La prohibición de presentarse a elecciones de ningún género a organizaciones o partidos nacionalistas.

La ilegalización inmediata e irreversible de partidos como Bildu, Esquerra Republicana, CUP, y todos aquéllos que proclamen o hayan proclamado sus intenciones de desgarrar el territorio español o de expandirse para formar un Estado diferente.

La devolución al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Justicia y Fuerzas del Orden.
La desaparición de cuantos entes, agencias, institutos, observatorios y fundaciones se han creado a la sombra de los Gobiernos autonómicos; así como la desaparición de todas sus competencias y organigramas directivos.
La reducción drástica e inmediata de las estructuras autonómicas, abriendo un plazo no superior a 5 años para su desaparición completa.

Por lo tanto, la supresión definitiva del Senado. 

La desaparición de las subvenciones a los partidos políticos y a los sindicatos.

Que la representación del Estado recaiga en un Presidente de la República.
Que la Monarquía comience un proceso pacífico de reversión hasta llegar a su inhabilitación como Órgano representante del Estado español.

Que se elija a los candidatos al Congreso a través de la elección de diputados uninominales de Distrito: uno por cada 100.000 ó 150.000 habitantes.
Que estos diputados sean revocables -de inmediato y sin vuelta atrás- si sus votantes lo creen necesario.
Que las elecciones generales sean a dos vueltas.
Que haya elecciones Presidenciales.
Que los Fiscales de Distrito se elijan a través de sus propias elecciones.

La desaparición del Tribunal Constitucional.
La desaparición del Consejo General del Poder Judicial.
La desaparición de las Diputaciones.
La fusión de los Municipios menores de 20.000 habitantes en Ayuntamientos únicos.
El notable fortalecimiento de las competencias de los nuevos Ayuntamientos.

La instauración del español como Lengua Oficial Obligatoria en todo el territorio del Estado, sin que por ello las demás lenguas vernáculas de cada región o comarca se vea apartada de los cauces oficiales; pero, eso sí: siempre como segunda lengua vehicular.

El inicio de un acercamiento a Portugal con el objetivo de una posible y futura unión en un solo Estado.

El establecimiento de un Plan de Educación, inamovible en sus estructuras y exigencias (no en sus contenidos), para los próximos 30 años.

La desaparición del Estado de la vida privada y la salud física y emocional de los ciudadanos.

…Esto, de momento.




3 comentarios:

  1. ¡Joroba, Eduardo!
    Dí que sí, por pedir que no quede.

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  2. ¿Sabes?, Me recuerda a los "rojos" clamando por sus ¿derechos?
    Luego, algo no funciona. Todo sigue igual: Los mismos collares en cuellos de distintos perros.
    No obstante, me descubro e inclino ante mentes como las que aquí se expresan y que sigo desde "el meteorito".
    Sé que unos, al despedirse dicen: "Salud y república" (¡Coño, que bien queda!), pero a mí esto me suena más falso que las promesas socialistas. Por tanto: ¡Ánimo y un muy fuerte abrazo!

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