Páginas

domingo, 13 de diciembre de 2015

España, capital Estocolmo


Artículo de Rafa González

Seguro que le ha vuelto a pasar esta semana, querido lector. Está usted estresado con el trabajo, con su bebé, con los problemas infinitos pero, en realidad, irrelevantes de sus hijos. Está usted sulfurada, estimada lectora, con los nervios de la Navidad, los regalos y las vacaciones. Necesitan ustedes sacar tiempo debajo de las piedras para disfrutar un poco a solas. Y en uno de esos momentos de soledad y relax en que encienden la tele, después de comer, ven la avalancha de noticias políticas que llevamos viendo durante todo el año. Un año 2015 electoral y cansino. Seguro que le ha vuelto a pasar: entre mitin y debate, entre tertulias y entrevistas a los mismos de siempre, se le ha vuelto a escapar una brevísima noticia, pero que sin embargo tiene una relevancia bestial, significativa no para este año solo, sino para toda la Democracia (defectuosa) que arrastramos desde la muerte de Franco.

La noticia duró apenas dos minutos. El telediario sacó un breve total, o declaración en la jerga periodística, de Eduardo Madina, el fracasado candidato vasco a la secretaría general del PSOE, en el foro de algún oscuro ateneo. Madina, que en el año 2002 salió arrastrándose de su Seat Ibiza verde tras perder una pierna en un atentado de ETA cuando aún era solamente dirigente de las Juventudes Socialistas, declaró en dicho foro, sin citar exactamente sus palabras: ''Y la pregunta de Otegi no la voy a esquivar; sí, creo que Otegi debería salir ya de la cárcel''. La declaración pueden verla en este vídeo:


Digo que es especialmente relevante la noticia porque, en un momento en que el PSOE va camino del abismo a siete días de las elecciones, hete aquí otro miembro del partido que certifica la esencia de lo que el principal partido laborista español ha sido desde el inicio de la Transición, o, al menos, indiscutiblemente desde el comienzo del nuevo milenio: un mero rehén de los nacionalistas. Pero no un rehén cualquiera, no. Un rehén con ese síndrome famoso de Estocolmo según el cual el preso llega a identificarse con sus verdugos, hasta el punto de defenderlos.

 "Noticia del atentado contra Eduardo Madina en 2002''

Quizá esté pensando usted: bueno, no sea tan mal pensado. Perdonar está bien. Le honra a Madrina. No! craso error! Si tuviéramos pruebas de que el PSOE es un partido que perdona de verdad, no habríamos perdido entonces cuatro décadas de oro en democracia acusando a la derecha liberal y democrática de franquista, removiendo tumbas y abriendo zanjas de la guerra civil. No tiene sentido que se perdone a los filoterroristas y en cambio se guarden rencores contra el supuesto bando contrario. Porque entonces no estamos hablando de perdón, hablemos claro. Estaríamos hablando de simple rencor. O un perdón selectivo, como mucho.

También puede ser que se diga usted a sí mismo: bueno, allá él, el tonto de Madina. Él es el que perdió la pierna, él sabrá lo que hace. De nuevo un error importante, estimado seguidor. Si un político, y no cualquier político sino ex candidato a dirigir el PSOE a nivel nacional, declara que tiene que salir de la cárcel uno de los responsables políticos de 1.000 muertes y miles de heridos, entre ellos él mismo, no sólo está dando luz verde a la impunidad o a la relativización del crimen, sino que está confesando que le da igual que a usted le pillen mañana los terroristas comprando en Hipercor porque, es de suponer, también le da igual que su hijo pierda una pierna, un ojo, el oído, la vida.

MI VOZ EN EL PARLAMENTO

Algunos amigos me preguntan por qué voy a votar a VOX. No son amigos de la casta, sino amigos inteligentes de UPyD. Yo les digo que VOX es el partido que más casa con la mentalidad alemana que a mí me gusta, que es la del raciocinio. Quizá tenga algo que ver el hecho de que VOX, en latín, es voz; y que los alemanes no tienen una palabra para decir 'voto', sino que dicen Stimme, que significa voz.

Mi voz la semana que viene será para Santiago Abascal, pero también para Ortega Lara como símbolo de un español normal que, siendo funcionario de prisiones, fue encerrado más de 500 días en un zulo y a pesar de ello no desarrolló ese síndrome tan estúpido como frecuente en la izquierda española. Es un voto que quizá no sea útil (seguramente no), pero es un voto digno y empático: podríamos haber sido cualquiera de nosotros. Porque para votar al más simpático ya tenemos Eurovisión.



http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/Rafa%20G.%20Garc%C3%ADa%20de%20Cos%C3%ADo

4 comentarios:

  1. Decir lo que mejor conviene a cada momento es una habilidad hecha arte en el PSOE. Otro botón a la muestra: Tras la liquidación de O. Bin Laden, nuestro ZPresidente hizo suya la frase "probablemente el mundo es hoy un lugar mas seguro", lo que exáctamente pensó el tipo que mandaba el pelotón de fusilamiento de su propio abuelo. Hace mucho tiempo que estos tios son la milch, compañero!

    ResponderEliminar
  2. Asi es, Emilio. El Psoe es el partido de las contradicciones, las paradojas, las hipocresias y... El sindrome de Estocolmo casi inexistente en el resto de izquierdas europeas.

    ResponderEliminar
  3. Iba a decir "buenismo estúpido", pero no lo es. Lo del PSOE es un "lo que sea por conseguir votos de donde sea", aunque haya que pactar con el diablo.
    Muy bueno,Rafa

    ResponderEliminar