28 de Diciembre

Artículo de Sergio Calle Llorens

El destino ha querido, la verdad es que no le encuentro otra explicación, que yo tenga que escribir una columna en el día de los Santos Inocentes. La jornada perfecta para recordar que la taifa del sur la que encabeza todos los indicadores negativos en Europa. La efeméride que marca la autonomía como aquella que tiene mayor número de torpes por metro cuadrado de España.

La realidad andaluza permite bosquejar un universo enloquecido habitado por una fauna que siempre elige la opción menos correcta para sus intereses. Las razones de esta dificultad a la hora de seleccionar correctamente, al margen de la idiocia, están basadas en la admiración de un pueblo por los gobiernos corruptos.

El andaluz medio prefiere Marruecos a Alemania y aplaude, Señor dame paciencia, que el gobierno de Susana Díaz sufrague la construcción de centros hospitalarios en ese país, mientras condena a la población andaluza  a una sanidad de tercera. ¿Ven como siempre opta por la opción equivocada? Incluso ante el hecho incontestable de que 1.400 millones de árabes han obtenido solo 7 Premios Nobel mientras que los judíos, con tan solo 12 millones, han ganado 169 veces ese galardón, los andaluces son capaces de abandonar la chalaura arabista. Ni siquiera que la mujer árabe media tenga el mismo tratamiento jurídico que una cabra en sus países de orígenes hace sacar de la equivocación a esta pandilla de pánfilos.

La Andalucía de los inocentes camina cachazuda declarándose universal y progresista. A veces ofrece fobias americanas y querencias bolivarianas. Otras, se nos presenta adalid de la libertad siempre y cuando, faltaría más, no vaya contra los intereses de  su marca electoral.  Pausada, lenta y postrada, la región más pobre de España sólo queda bien en los chistes de Leperos o en las procesiones de semana santa. Y todo con una candidez que admite a los corruptos socialistas como animal de compañía.

El andaluz es feliz en su ignorancia. El andaluz está contento de haberse conocido y grita, para todo aquel que quiera escucharle, que tiene una gracia que no se puede aguantar. Y en esas que acierta porque, lejos de sus límites mentales, no hay quien lo aguante.

28 de diciembre sí: Día de los Santos Inocentes que debería ser elevado a oficial en Andalucía para mayor gloria del autogobierno de todos los tiempos. En los colegios habría teatrillos.  En Canal Sur una fiesta ininterrumpida. Y el parlamento podría organizar unas jornadas de puertas abiertas para que los dirigentes de la secta del capullo explicaran cómo se puede gobernar durante casi cuatro décadas sin cumplir, esto es lo mejor, ni una sola promesa electoral y con una tierra llena de pobres.  En cualquier caso, enhorabuena andaluz: hoy es tu día.