Artículo de Sergio Calle Llorens
Si a la televisión la llaman la caja tonta, me pregunto cuál
es el adjetivo calificativo para la RTVA que daba un programa de coplas el
día de los atentados de Paris. En fin, el mundo catódico ha cambiado mucho,
y a peor, en nuestro país en los últimos años. De la Clave a Sálvame y de El Hombre y la Tierra de Félix Rodríguez de
la Fuente a Frank de la Jungla cuyo cámara, por cierto, parece ser el mismo
borracho que graba en todas nuestras bodas. De la preparación de años para un
único programa de animales al coño de la Bernarda de Jesús Mariñas comentando el fenómenos yihadista en Telecinco, y ya saben con lo que rima.
Tampoco me puedo olvidar del madridista García Ferreras con su gorro de lana y su sensacionalismo barato en la Ciudad del amor diciendo aquello de
“liberté, egalité y…” el pobre, que parecía el mismísimo Quasimodo buscando a Esmeralda,
no daba con la última palabra de la leyenda. Son las cosas que pasan cuando se
pone a analizar el terrorismo islámico a un tipo cejijunto con maneras de
cabrero que solo queda bien en un remake de “Cateto a babor”. Parece que
no le bastó con lo de la crisis griega y va a seguir reivindicando su derecho a
hacer el ridículo el resto de su vida.
Imposible no traer a colación al presentador de las mañanas
de Cuatro que actúa como si
estuviéramos a las puertas del fin del mundo. Y todo por culpa del partido del gobierno. Ese Javier Ruiz es incluso peor que Jesús Cintora y la Monja Caram examinando la nueva crisis internacional. A veces
parece montar noticias como el que monta una yegua y, o bien tiene ascendencia
asiática -Be water my friend- o muerde kilos de limones antes de entrar en
directo.
Nadie que conozca a fondo la historia y la política
internacional debería caer en el mismo error que Chamberlain con Hitler. Hoy sabemos, y si ustedes no lo saben pues yo se lo dejo
bien escrito, que de haber atacado los aliados en la crisis de los sudetes,
Adolfito, al no tener su ejército preparado, hubiera tenido que envainársela
para siempre. Y la segunda de las guerras no hubiera tenido lugar. Precisamente
por lo anterior, resulta imperativo decir a los españoles que el buenismo, la alianza de civilizaciones y los abrazos a
los árabes en las plazas públicas no conducen más que a una deshonrosa
rendición ante la secta de los barbudos cuyo profeta decía lo siguiente: “
Combatid en el camino de Dios a los que combaten contra vosotros. Matadlos
donde los encontréis, arrojadlos de donde os arrojaron. Si os combaten,
matadlos; esa es la recompensa de los que no creen. Matadlos hasta que no haya
persecución y en ese lugar se levante la religión de Dios”.
Magistral. Lo de los kilos de limones, ESPECTACULAR, jajajaja. Enhorabuena, te sigo
ResponderEliminarGracias; ayer mismo Cuatro tenía una sustituta del hombre que parece tomar limones antes de dar las noticias. Oye, y lo clavó. Era buena y machacó a Carmena con preguntas inteligentes y duras. No es que no haya buenos periodistas, es que casi nunca cuentan con ellos. Saludos
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