Artículo de Rafael O'Donnell
En
los últimos tiempos se viene oyendo con cierta frecuencia hablar del
liberalismo, de los liberales, de qué es ser liberal, de si realmente los
partidos en nuestro país están “salpicados” “contaminados” de alguna manera por
la inclusión entre sus filas de liberales o filoliberales y por ciertas
actitudes mostradas ante cuestiones puntuales. De
todo ello han escrito recientemente insignes liberales de toda la vida: Antonio
Garrigues, Pedro Schwartz, Bernardo
Rabassa.
A la vista de todo cuanto se escribe y se dice del tema, cabría pensar que es el sentido etimológico del término liberal el que parece seriamente “contaminado”. Algunos asocian liberal con disoluto, liberalismo con capitalismo salvaje alejado de actitudes solidarias y justas reduciendo de forma simplista el pensamiento que impregnó, determinó y propició las llamadas revoluciones liberales que tuvieron lugar durante el siglo XIX en Europa y América; revoluciones que acabaron con siglos de servidumbre, injusticias, despotismos y tiranías en suma de principios autoritarios (ancienne regime), derivados del derecho divino para basar la actuación humana en el derecho natural del individuo, propiciando un desarrollo armónico de la sociedad, no está mal como carta de presentación.
A la vista de todo cuanto se escribe y se dice del tema, cabría pensar que es el sentido etimológico del término liberal el que parece seriamente “contaminado”. Algunos asocian liberal con disoluto, liberalismo con capitalismo salvaje alejado de actitudes solidarias y justas reduciendo de forma simplista el pensamiento que impregnó, determinó y propició las llamadas revoluciones liberales que tuvieron lugar durante el siglo XIX en Europa y América; revoluciones que acabaron con siglos de servidumbre, injusticias, despotismos y tiranías en suma de principios autoritarios (ancienne regime), derivados del derecho divino para basar la actuación humana en el derecho natural del individuo, propiciando un desarrollo armónico de la sociedad, no está mal como carta de presentación.
El
liberalismo no es solo un talante, es una ideología, es un sistema intelectual
coherente que produce reglas de actuación para la sociedad; el liberalismo carece de dogmas y es por esto
que es difícil hacer una definición del mismo; algunas definiciones: LIBERAL ES
AQUEL CONSIDERA LA LIBERTAD INDIVIDUAL DE LAS PERSONAS COMO VALOR SUPREMO, SER
LIBERAL SIGNIFICA SER TOLERANTE, ESTAR ABIERTO A CONSIDERAR QUE EL OTRO, QUE EL
CONTRARIO O DISCREPANTE PUEDE ESTAR EN LA RAZÓN (GREGORIO MARAÑÓN).
No
obstante coincido con Antonio Garrigues “el
que trata de arrogarse la representatividad y la definición más exacta
seguramente será poco liberal”.
Algunos
gobiernos aplican medidas económicas intervencionista (indicando que aplican
una economía liberal, nada más incierto). El liberal jamás defiende ningún
sistema que propicie la opresión y la concentración de poder, sea público o
privado, y defiende la competencia leal y la aplicación de la leyes
antimonopolio. No hay libertad sino hay oportunidad de ejercerla (UVI libertas
ibi veritas). Se nos tacha de estar en contra de toda intervención de los
gobiernos (laissez faire, laissez passar); no estamos en contra de la
intervención, como dice Frederick von Hayek:
una intervención positiva del gobierno
cuando ello se juzgue necesario o se estime como el modo más eficaz de
garantizar ciertos servicios sociales, si bien esta intervención positiva del
gobierno es cuestión de mera oportunidad, no de principio. Muchos opinan
que el liberalismo privilegia y defiende los intereses de una parte de la
sociedad (empresarios, propietarios etc.) frente a otras clases sociales; esto
no tiene fundamento, el liberalismo siempre ha perseguido los intereses
generales, históricamente fue la primera orientación política que se preocupó
del bienestar de todos. Y en nuestro país, en 1.812 y en Cádiz, la 1º
Constitución “La Pepa”, constitución liberal que proclamó por primera vez la
condición de ciudadanos frente a la de súbditos y fijó nuestro derechos frente
al absolutismo.
Ni
los partidos conservadores ni los socialistas, por más que lo intenten centrando
sus partidos, defienden posiciones liberales; siempre suelen apostar por el Estado paternalista. El liberalismo no
solo implica su aplicación en el campo económico, es bastante mas que eso.
- Los liberales creemos que el Estado ha sido concebido para el individuo y no a la inversa.
- El derecho a la propiedad privada nos parece fundamental, puesto que sin ella el individuo está perpetuamente a merced del Estado. También creemos en la responsabilidad individual.
Los
liberales hemos estado algunos en política, en distintos partidos desde la
democracia. En principio, en la UCD; el máximo exponente político fue sin duda
el añorado Joaquín Garrigues y su partido… posteriormente Partido Liberal (P.L.), siendo
su fundador Bernardo Rabassa en 1.976,
para posteriormente integrarse en UCD, y en 1.989 en AP; Unión Liberal (U.L.) su fundador Fernando
Schwartz; Partido Demócrata Liberal (PDL.). Y la representación mas constante en los Club Liberales, que solo adquiere
compromiso ideológico y que sólo se
dedica a organizar, orientar y denunciar con la organización de tertulias, mesas redondas, y actos
culturales sin que tengan que estar afiliado a partido político alguno.
Rafael
O’Donnell Gallego
Presidente Club Liberal 1812 de Málaga.
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