Artículo de Sergio Calle Llorens
Los
mediterráneos de mi región no tenemos sensibilidad religiosa alguna
al pensar que la vida es una aventura, a mendo desagradable, situada entre una
nada inicial y una ausencia atroz final. Para nosotros, la religión es el último clavo al que
agarrarnos cuando enfermamos o vamos a morir. Empero, todos aquellos que
vivían, o viven de la patria salada, necesitan una protección divina cuando Neptuno se les pone bravo. Por eso, en
el pueblo del Rincón de la Victoria tenemos la representación de
la Diosa Noctiluca y las ermitas de la Virgen del Carmen; protectora de los
marineros y los pescadores. Hombres que
siempre cuentan historias de naufragios junto a la lumbre en las largas noches
de invierno. A estas orillas siempre
sabemos por quienes doblan las campañas. Por otra parte, somos conscientes de
que la vida es tan corta que no hay día que no vayamos a contemplar la belleza
de un mar azul intenso de querencias turquesas que compite con la arena blanca
de unas playas a las que las olas arrastran certezas. Olas que, ese día,
disfrutaban los surferos mientras las chicas tostaban sus cuerpos al sol. De
pronto, un musulmán sorprendió a los bañistas, turistas y locales al grito de “Alá es grande” y, piedra en mano
destrozó la hornacina que guarda a la diminuta Virgen del Carmen.
En un municipio de Barcelona, otros barbudos arriban a las autoridades municipales exigiendo que la piscina reserve unas horas para que las mujeres musulmanas puedan bañarse. El funcionario, un tipo bastante gracioso, les suelta un: “¿Desnudas?” Una cuestión que enfurece a los musulmanes. Afortunadamente, el Alcalde les da un rotundo no, añadiendo que si quieren piscina para las mujeres que practican su religión, que compren un terreno y que la construyan ellos.
Los tres episodios que les he relatado son verídicos. Cada cual, faltaría más, podrá sacar sus propias y sesudas conclusiones. En mi modestísima opinión, todas estas anécdotas demuestran el intento de algunos en convencernos de lo dichoso que se vive en la Edad Media. Afortunadamente para algunos, ese perro desconocido de la felicidad, del que hablaba Ingrid Krämer, nos lame la rodilla pero nosotros no tenemos la correa. Para otros, en cambio, solo es cuestión de tiempo que los musulmanes acepten nuestra forma de vida occidental. Cómo soy hombre que mira al futuro con bastante escepticismo, solo puedo decir que el año próximo todos tendremos, además de muchos más problemas con esta gente, un año menos.
Buenos dias amigo, comparto tu certera opinion sobre el tema. Se esta siendo tolerante en demasia, con una gente que no lo es con los demas. Esperemos no arrepentirnos en un futuro no muy lejano.
ResponderEliminarEstamos siendo todos demasiado laxos con esta secta. No se trata de imponerles nada sino que ellos no nos lo impongan a nosotros. Especialmente porque nos va la vida en ello. Saludos.
EliminarNos arrepentiremos, seguro.
EliminarCuando vivía en Inglaterra tuvo lugar el caso de una chica, nacida y criada en Gran Bretaña, cuyos padres musulmanes no aceptaron nunca que tuviera un novio inglés con el que vivía. Un día la drogaron para llevarla a su país de origen y casarla con un hombre 40 años más mayor. Afortunadamente la muchacha pudo darse cuenta lo que provocó que toda la familia fuera arrestada. He aquí las palabras del juez; "Soy consciente de que yo he de hacer un esfuerzo para comprender su cultura y leyes. Sin embargo, ustedes deben hacer lo propio para entender que yo debo juzgarles de acuerdo al derecho del país que les ha acogido a todos ustedes. Bajo estas leyes, el secuestro de un súbdito de su Majestad con el objeto de realizar un matrimonio forzoso es simplemente inaceptable. Por lo tanto, me veo obligado a imponerles la máxima pena".
EliminarSe trata, simplemente, de aplicar las leyes europeas sin ningún tipo de complejos.
Saludos
Hace mucho tiempo en Twitter, puse la contestación que dió el primer ministro australiano a todos estos fanáticos inadaptados e intolerantes. Ejemplar e incontestable.
ResponderEliminarHace mucho tiempo en Twitter, puse la contestación que dió el primer ministro australiano a todos estos fanáticos inadaptados e intolerantes. Ejemplar e incontestable.
ResponderEliminarAquí puedes leer la típica reacción de los musulmanes acusando a todo bicho viviente de Islamofobia. http://www.abc.net.au/news/2015-09-16/muslim-community-hopes-for-fruitful-relationship-with-new-pm/6778466
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