Artículo de Mazelmind
Desde que
Felipe González publicó su carta a los catalanes el 29 de agosto se veía venir
la reacción “tipo” del gobierno de Artur
Mas y sus secuaces. Nadie esperaba que aplaudiesen que un expresidente se
dirigiese a los catalanes llamando a la concordia y apelando a la convivencia,
cuando ellos llevan años colocándose la medalla de “convividores” expertos aunque
sea todo mentira. Me repito mucho ya lo sé y lo siento, pero la
respuesta tipo también tenía que ser contundente,
aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Y me explico. Después de la
comparecencia de Artur Mas esta semana en el Parlamento para negar toda
relación con la actividad delictiva que le rodea, había que decir algo
sustancioso para que nos olvidásemos de
aquello aunque sólo fuese por un rato. Una frase de Felipe González le puso en
bandeja la ocasión para convertirse en víctima pocos días después de
que la Guardia Civil entrase en la sede de su partido.
Todo lo más
que encuentro es el temor de un
ex-mandatario de que Cataluña sufra el proceso de Italia o Alemania de los años
30, o a que acabe siendo la Albania del Siglo XXI. La frase textual es esta: “Es lo más parecido a la aventura alemana o
italiana de los años treinta del siglo pasado. Pero nos cuesta expresarlo así
por respeto a la tradición de convivencia de Cataluña”.
Al leer la
frase por cuarta vez en busca del libelo recordé las visitas de Ómnium y ANC
casa por casa, su violación de la ley de protección de datos y las
pegatinas y carteles en algunos
comercios amigos del proceso independentista: “Comercio Amigo”.
No pasa nada, claro, los señalados son los buenos. No hace falta poner pegatinas
de “comercio desafecto al régimen” que
eso sería demasiado. Por simple asociación de ideas me aparece en la cabeza el movimiento
antisemita BDS y su boicot a establecimientos y empresas de judíos.
Pero también
hay que ver lo mal que lleva el régimen verse asociado a otros cuyo nombre no
quiero mencionar. Hay más de un teórico
que habla de lo que suele llamarse “banalización”. Podríamos enredarnos aquí
en una larga disertación sobre este concepto atribuído a Hanna Arendt. Ella
explicó la banalización del mal como la trivialización del mismo, quizás como
parte de un hábito de vivir rodeados del mal de manera que este pierde
importancia o pasa a ser tan normal y cotidiano que nadie se sorprende al
verlo. Se refirió a la banalización que
se apodera íntegramente de algunos Estados.
Cuando las
instituciones Europeas hablan de banalizar es probable que se refieran en gran medida a esto, a la trivialización presente en la negación del Holocausto que se
empeña en hacer ver que la historia que se cuenta del mismo es una exageración
inventada por los judíos. Arendt cuando habló de Estados que banalizan el mal
también señaló la propaganda : “
El mal sería banal, porque resulta de frases pegadizas y fácilmente
internalizadas socialmente, que terminan impidiendo que la gente piense”.
Gustavo Perednik,
además de criticar a Hanna Arendt, cuya vida y obra no estaban exentas de
polémica, utiliza otro otro término que
resulta útil e interesante: “equiparación”, para poner al mismo nivel la maldad del
totalitarismo comunista y el nazi. Y dice : “Una
y otra tiranía, muestra Snyder, produjeron catástrofes de las que luego
culpaban a enemigos designados para ese fin, y subsecuentemente utilizaron la
muerte de millones para justificar sus políticas. Ambas compartían una utopía
revolucionaria, un eterno culpable ("Sahin y la diabetes europea") que era el grupo al que acusar cuando la utopía resultara
imposible” ("No es banal; es astuto").
Cuando
los “Guardianes del Honor indepe” hablan
de banalización seguramente quieren
decir que se equipara al nacionalismo catalán y al Gobierno de Artur Mas con
movimientos totalitarios cuyo nombre sigo sin querer mencionar.
Yo
sí comprendo que Artur Mas se sienta impresionado y agraviado cuando el régimen de CiU y la propaganda
nacionalista de tv3 son comparadas con con regímenes totalitarios y sus sistemas
de propaganda. No es plato de gusto que se critique a tv3 sólo porque hace de instrumento de
propaganda. Adoctrinar al personal y
ofrecer información sesgada que haga despreciar a España aparentemente no
debería ser suficiente motivo para decir que tv3 ofrece información pegadiza que se internalice de manera que la gente
deje de cuestionársela. O quizás sí...
Como
ejemplo del buen hacer de la televisión que pagamos los ciudadanos de Cataluña
está este creativo vídeo que recomiendo ver íntegro. La gente del PP y otros
ciudadanos que tenemos la piel muy fina nos quejamos de que se haya comparado
al gobierno de España con el de Hitler (ver vídeo "Parodia de la pelicula el Hundimiento en Polonia").
Luego,
también es cierto que en estas tierras
tenemos grandes artistas, uno de ellos es Ferreres, que hace viñetas del “procesistas” el 11s y otros temas de
actualidad. A Risto Mejide le pintó una con Quim Monzó, pero parece que al
destinatario no le acabó de convencer porque no se apuntó al 11s.
Hay otra donde describe el “prusés” como la vía
larga y continua y las demás opciones, una trunca y otra circular. La verdad es
que no sé si es o no dibujante oficial de la “lista única” o simplemente sigue
la línea editorial de El Periódico de Cataluña.
Y a propósito del enfado de
Artur Mas por la supuesta equiparación
de su plan con otros que recuerdan lo peor de este siglo, ha pintado esta otra,
muy en línea con la queja del presidente
y sus firmantes.
Este
es Ferreres, que defiende con viñetas el
proceso independentista y el derecho de Artur Mas a que no se le compare con nadie a quien
él no crea que se parece.
El
dibujante también hace otras viñetas
relacionadas con la política. Para las municipales sacó esta. Aparecen dibujados Albert Rivera y Jordi
Cañas reclutando un grupo de personajes con estética falangista. Ferreres
insinúa que Ciudadanos es falangista.
Y
tiene otras como esta:
O
esta:
Ambas
han sido utilizadas para equiparar al gobierno de Israel con los nazis. Dibuja un
judío en un campo de concentración y lo
utiliza a para afirmar que son “otros” cuyo nombre se cuida de mencionar
quienes usan su dolor para justificar
atrocidades de las que parece que da por hecho que son culpables.
En
la segunda viñeta se equipara el conflicto palestino –israelí con el Holocausto
y encima se usa para ello la caracterización clásica de las viejas viñetas
antisemitas que pintan un judío ortodoxo para que quede claro que es un judío(
y suerte que está de espaldas y no le vemos la nariz ganchuda y los labios
gruesos). Más allá de las complejidades del conflicto palestino-Israelí, esta
viñeta es antisemita pura y dura y equipara a Israel con la Alemania Nazi.
Perednik recuerda en uno de sus
artículos acerca del ”equiparacionismo” un museo en Vilna llamado museo del
Genocidio, que curiosamente se dedica sólo a los crímenes cometidos por el
comunismo y presenta a los partisanos judíos que se atrevieron a combatir
contra los nazis como criminales de guerra. Ferreres me hizo recordar la descripción de Perednik.
Este dibujante y sus viñetas ya son bastante conocidos en el
Parlamento europeo y el vídeo de TV3 también. Esta última viñeta está incluída
en amplio dossier de la ADL (Liga antidifamación) como ejemplo de viñeta
antisemita.
Un estudio de la universidad
de Tel Aviv explica viñetas como esta como el regreso del antisemitismo clásico
y su iconografía del bien y el mal al estilo Der Stürmer y como un fenómeno
cuasi eterno. Pareciera que el judío siempre será el de las caricaturas
medievales.
Y
acabo. Creo
que Artur Mas y los firmantes de su
carta, incluído el judeófobo Raül Romeva
pueden hacer dos cosas:
1) Aprender a redactar mejor.
2) Mirar bien en sus propias filas antes de acusar a nadie de ningún libelo.
Es un artículo completísimo y muy incisivo, enhorabuena
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