miércoles, 2 de septiembre de 2015

De mitos y mentiras. Las falsedades de la historia de una nación.

Artículo de Javier Palmero

Los catalanes hemos tenido durante años una fama de gente sensata y razonable, pero nada dura para siempre y en la actualidad vivimos instalados en el delirio. Antes lo rozábamos en alguna ocasión y de forma marginal.

Pero el 11 de septiembre de 2012, gracias a un montón de dinero público puesto a disposición de Carme Forcadell y de su ANC (Asamblea Nacional de Cataluña), una marea de casi 600.000 personas (1.500.000 según los medios oficiales -mienten como bellacos-) ocuparon el centro de Barcelona entre iluminados nacionalistas de la ciudad y gente de todos los pueblos de Cataluña traídos en excursión con los gastos pagados.

 
Desde entonces, gracias al peor presidente de la Generalitat y a que gente alienada y radical como Carme Forcadell, de formación filóloga, actores, humoristas, cantantes, tertulianos disponen libremente de los medios de comunicación y han conseguido un modus vivendi con un caché que puede llegar a competir con el de los Rolling Stones.

¿Su misión? Radicalizar un conflicto con España, imaginario, hábilmente gestionado por Jordi Pujol y ahora convertido en un esperpento que, imagino, causará hilaridad e irritación a partes iguales en toda España.


Esta corte de los milagros que es la política catalana se dedica a aportar pruebas y motivos para la secesión y conversión de Cataluña en un nuevo estado (sic) y para ello deforma la realidad y bucea en la Historia para falsearla y vender la vieja mercadería defectuosa del pasado glorioso, el presente miserable (malditos españoles) y el futuro maravilloso al que nos lleva no CDC o ERC, sino ANC, una agrupación cuyo número de afiliados rivaliza con el del Club Deportivo del Juventud de Badalona.


Cataluña está viviendo una grave enfermedad social y una ruptura de convivencia gracias a la interiorización de un mensaje de odio radical en el que un Ahnenerbe pagado con dinero público deforma el pasado llenándolo de mitos (por no llamarlos cuentos) en los que todo cabe, como por ejemplo una lista de 129 presidentes de la Generalitat, un Cervantes catalán, un Colón catalán que además fue padre de Erasmo de Rotterdam (catalán también) y que, créanselo, se ha descubierto que son antepasados de Artur Mas.


Un mito es por definición un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios tales como dioses, semidioses o héroes. A ser catalán se le supone ser un héroe y a la vez un personaje de Dostoyevski, humillado y ofendido.


Se ha ideado una épica envolvente en la que un ciudadano mesmerizado, que se viste con una camiseta vendida para la ocasión y se añade a una muchedumbre como él, se cree que está haciendo historia, que no es un absurdo píxel humano sino que lucha contra el enemigo español y está contribuyendo a una libertad que se conseguirá con la independencia de Cataluña al precio que sea.


No me dedicaré a repasar mitos ni a probar de hacer un análisis antropológico de lo que está ocurriendo en Cataluña. Me voy a centrar en uno de los mitos del nacionalismo catalán, en un héroe y mártir de la lucha por la libertad del pueblo catalán: Xirinacs. Ya escribí sobre él, impulsado por @Mazelmind, colaboradora de esta publicación, y un brillante artículo suyo sobre la próxima Diada del 11-09-2015.




Vuelvo a escribir no porque tenga una fijación por él desde mi experiencia vital como víctima del terrorismo. Escribo porque veo en él un paradigma de lo peligroso que es el pensamiento nacionalista catalán y espero volver sobre el tema en otro artículo repasando las opiniones (todo alabanzas) que sobre él han vertido personajes claves en la política catalana, llegando a repasar a la gente que forma la lista unitaria de Junts pel Sí.

Lluís María Xirinacs i Damians (1932-2007) nació en una familia acomodada y fue sacerdote. Su vida la dedicó a la política y a la idea de conseguir una nación catalana libre desde una óptica 'pacifista'. Llegó a ser propuesto tres veces por entidades catalanas al Premio Nobel de la Paz.


Curioso pacifismo el del sacerdote que le llevó a mantener contactos con ETA de los que seguramente no se sabrá nunca el grado de unión o de colaboración mantenidos, pero da que pensar su discurso en la Diada del 11-09-2002 en el que alabó a la banda terrorista y llegó a decir a los asistentes lo caro y difícil que era robar, comprar y transportar la dinamita y explosivos para luchar contra los enemigos.


Ese desequilibrado murió en soledad, fracasado totalmente a nivel político, prácticamente olvidado y fue enterrado en casi total intimidad, aunque al sepelio acudieron cargos de ERC como Carod-Rovira, Joan Tardà y Oriol Pujol.


El 13-10-2008 se realizó un acto en el Palau de la Música en su honor, acto al que acudieron todo tipo de personajes VIP del independentismo catalán. El acto fue objeto de un programa especial de TV3 que fue tildado de 'apología del terrorismo' y en él se aplicó el mito al político 'pacifista'.


El acto arrancaba con una representación de una manifestación multitudinaria independentista ocurrida en 1976 en el paseo de San Juan de Barcelona y que fue 'duramente reprimida' por la 'policía española', en esta manifestación estaba Xirinacs que también fue golpeado.


Y aquí se puede ver una muestra de mito, o de mentira fabricada. No he podido localizar después de búsquedas ninguna noticia de manifestación catalanista ocurrida ese año en Barcelona. Lo que hubo aquel año fue una protesta el 29 de marzo después de un baile de sardanas en las inmediaciones de la plaza de San Jaime, vigilada por la policía, que no intervino y que se disolvió espontáneamente. Número de manifestantes: entre 250 y 1.000, ignoro si estuvo Xirinacs protestando o bailando sardanas.




Pero los nacionalistas aportan una fotografía de una carga violenta como 'prueba' y aquí viene lo escalofriante: no es catalana, no es española, es argentina.... (enlace web); una carga contra manifestantes argentinos por fuerzas del régimen, en el centro un grupo de gente que recibe una lluvia de golpes, entre ellos una persona con gafas que ocupa el lugar donde debería de haber estado Xirinacs y que, naturalmente, no es él.
 



Mitos, mentiras, mensajes de odio, de violencia, una auténtica obscenidad orquestada desde la Generalitat, desplegada por una farándula de siniestros personajes y una gran parte de la sociedad catalana haciendo un rito de fe sin duda posible ni aceptación de crítica a este mensaje.

Una situación peligrosa, el que tenga ojos y oídos, que lea y que oiga.



http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/Javier%20Palmero

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