Artículo de "Amigos Mundiales Barcelonistas"
Los negocios ocultos de
la secesión
- ¡El Barça, en peligro!
- El separatismo pone en peligro la supervivencia del FC Barcelona
- El oculto negocio secesionista: apropiarse del Barça
- Escandalosas y aberrantes propuestas sobre el futuro del gran club blaugrana
En
vísperas de la convocatoria electoral catalana, que los secesionistas pretenden
convertir en un “plebiscito” separatista, los socios, peñistas, seguidores y
aficionados del FC Barcelona en todo el orbe, han avivado sus preocupaciones
sobre la suerte que podría correr el club blaugrana, si continúa el reto
independentista.
Lo
mismo piensan miles de trabajadores y cientos de empresarios, que dependen de la
propulsión económica que genera el equipo en todo el mundo.
CONTUDENTE DECLARACIÓN
OFICIAL: EL BARÇA Y LOS CLUBES CATALANES, FUERA DE LA LIGA.
Tras
un período de relativo silencio, el pasado día 21 de septiembre, los medios
nacionales y extranjeros se hicieron amplio eco de las contundentes
declaraciones del presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, así
como del presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal. Ambos
han vuelto a reiterar y a dejar muy claro que, en caso de una secesión de
Cataluña, "los clubes catalanes no jugarían en la Liga".
En octubre del año 2014, el "diario Correo" recogió unas declaraciones similares de Tebas: "Si Cataluña se independiza, el Barça no podrá jugar la
Liga", Y argumentó con claridad: “Si
Cataluña se separa de España, el Barça también tendría que hacerlo. "…Si
Cataluña se independizara, teniendo en cuenta que la Ley del Deporte seguiría
vigente en el resto de España, el Barcelona no podría jugar, ya que debería
producirse una modificación de la ley de acuerdo con el parlamento español".
Estas
manifestaciones se han sumado a las repetidas incesantemente, por anteriores
responsables de la Liga, acreditados expertos en economía del mundo deportivo,
como el célebre profesor universitario Gay de Liébana, presidente de la Comisión Económica y Finanzas de la Liga, o como
José del Olmo, fundador del Centro de Investigación e Historia del Fútbol
Español (CIHEFE), que ya en temprana hora, en 2012 advirtió: "La UEFA no admitiría que el Barcelonajugara en otra liga que no fuera la de Cataluña”.
Sin
embargo, las abrumadoras evidencias de esta realidad, se topan con la delirante
y machacona reacción de los dirigentes y autoridades deportivas catalanas,
quienes una y otra vez niegan la mayor. Su desquiciante argumentario, instalado
en la monstruosa ucronía en la que respiran, es el mismo que esgrimen para
insistir que “Cataluña no saldrá de Europa, bajo ningún concepto”.
En
otras palabras, les da igual lo que digan el presidente de la Liga, UEFA, FIFA,
la Unión Europea, el presidente Obama, la ONU, o cualquiera que les diga alto y
claro que las leyes y acuerdos internacionales están para cumplirse y que no va
a haber ninguna excepción con el Barça, ni con Cataluña.
Sin
quererlo, El FC Barcelona, fundado en
noviembre de 1899, por el suizo Hans Gamper, representa ahora mismo, el más
claro paradigma de las sombrías perspectivas de una catástrofe secesionista.
LAS PEÑAS, HORRORIZADAS
La
preocupación de las Peñas, desde la Ciudad Condal, hasta
Almería, desde Estambul a la Patagonia, ha sido ignorada en esta angustiosa
etapa, que tiene a muchos peñistas con un desasosiego digno de película de
horror. Las preguntas se rebotan con las mismas respuestas tramposas y arteras
del argumentario separatista: “Tranquilos, nadie permitirá que no juguemos, nos
necesitan sí o sí, somos los mejores, Europa no permitirá que nos echen…” O, en
el caso más resignado, “bueno, jugaremos igual que como lo hace Andorra”
(extremo desechado reiteradamente por la LFP, la UEFA y todos los organismos
mundiales).
Ante
el pasmo peñista, en las últimas elecciones del Barça los candidatos a la
presidencia montaron un numerito de “juramento” de fidelidad a los designios
soberanistas, compitiendo sin vergüenza, a ver quién era el que salía más
separatista en la foto. Muchos socios,
tanto catalanes como de otras latitudes, se indignaron ante el insustancial
espectáculo competitivo y elevaron su protesta que, como es de suponer, fue
rápidamente acallada.
La gigantesca expansión de las Redes Sociales podría dar una imagen empequeñecida de la importancia de las Peñas, pero son éstas las que más se conectan a Internet y las que siguen propagando el ideario de la afición barcelonista. El Barça es el club con mayor número de socios de todo el mundo: cerca de 223 000, oficiales. En Internet cuenta con cerca de… ¡97 millones de seguidores en Facebook y 16 millones en Twitter! Son cifras de hercúleas proporciones.
A
día de hoy, y números arriba o abajo, el FC Barcelona tiene afiliadas a más de
1530 peñas en todo el mundo, repartidas de la siguiente forma, según la
clasificación de la propia entidad deportiva: el ámbito (1) 700 peñas se engloban
en Catalunya, País Valenciano, e Islas Baleares Norte; el ámbito (2) se refiere
al resto de España, con una cifra, hasta hace poco similar, y el ámbito (3),
denominado Resto del Mundo, cuenta con más de 110 peñas, aunque existen muchas más, no
oficiales.
El
FC Barcelona es el segundo club del mundo con más peñas, sólo precedido por el
Real Madrid. Sin embargo, la política independentista de la entidad, cediendo
ante las fuertes presiones de la secesionista Asamblea Nacional Catalana, que
pretende “nacionalizar” por completo al Barça, le han restado varios miles de
socios y simpatizantes en los últimos dos años.
EL BARÇA SIN LA LIGA.
En
la actualidad, el Barça es uno de los cuatro equipos más económicamente
saneados del mundo, de acuerdo al análisis financiero realizado por profesor Gay de Liébana.
La reciente auditoría hecha por Deloitte, reveló que el club cerró el ejercicio
2014-15 con un beneficio de quince millones de euros, y una facturación récord,
de 608 millones de euros, lo que arroja un beneficio, después de impuestos de
15 millones de euros, cifras radiantes (Informe de auditoría y cuentas anuales).
Pero una gran tenebrosa y siniestra nube se abate sobre el equipo culé si se consuman los objetivos independentistas: la inmediata salida de la Liga española y, en consecuencia, de la Champions League.
La pérdida de estas dos
mayores competiciones del mundo, le supondría al Barça, la ruina completa.
Si
el club no puede competir en la Liga ni en la Champions, se quedaría sin sus
principales ingresos. La Liga ocupa el cuarto lugar en ingresos
televisivos mundiales, con 785 millones de Euros, del que un 22 por
ciento corresponden al FC Barcelona. Los
conceptos por merchandising, o comercialización de productos licenciados, concentra
el 70% de su facturación en Europa. La mercadotecnia del “Barça” en el
mundo genera un tercio del presupuesto total del club.
Las
cifras cantan: de los 172 millones brutos, que el Barça factura por merchandising,
120 millones se generan en el Viejo Continente.
Además,
el Barça posee el mejor más espléndido museo del mundo de un club de fútbol;
genera unos ingresos alrededor de los 50 millones de euros anuales y no en
balde es el museo más visitado de Cataluña, ¡por encima del Museo Dalí y del
Museo Picasso!
Así,
pues, la expulsión de la Liga, que lleva incorporada la inmediata exclusión de
la Champions League, significaría la irremediable sentencia de muerte del
venerable club, por lo menos tal como lo conocemos hoy.
LA LIGA SIN EL BARÇA
A
pesar de las apesadumbradas declaraciones del propio Presidente de la Liga y
otros expertos del mundo futbolístico, en el sentido de que la ausencia del
Barça podría significar el fin de la Liga, en su versión actual, la dura
realidad se acaba imponiendo.
Basten los ejemplos europeos para constatar, no sin angustia, que la
desaparición del equipo culé de los escenarios deportivos, pasaría a
convertirse en una oportunidad de negocio de primera magnitud para muchos.
Ciertamente,
al principio, la ausencia de “El Clásico” significaría grandes pérdidas para el
Barça, los medios de comunicación y el
Real Madrid… pero al vertiginoso ritmo de las tendencias de consumo de nuestros
días, en muy poco tiempo se podría crear un primer reemplazo acomodaticio y,
posteriormente otro; éste asentado, a medio plazo.
El
negocio es mucho más apetitoso de lo que parece y si el Barça queda engullido
por la marea secesionista, tras las primeras penas y lamentos, vendrán los
reemplazos, que los "negocios son negocios". Diario Gol: "El FC Barcelona concentra el 70% de su negocio en Europa".
Cuando
el distinguido club Manchester United fue vendido a una multinacional,
arreciaron las protestas, pero finalmente no pasó nada, o más bien, sucedió que
el destacado club se convirtió, prácticamente en una mediocridad. La aparición
en la Premier League de nuevos potentes equipos, renacidos a base de comprar
fichas y realizar inversiones multimillonarias, ha dado grandes frutos. Véanse
los casos del Chelsea o del Manchester City, en manos de financieros y jeques
árabes.
Los
fondos de inversión árabes o los nuevos grupos de origen asiático saben
aprovechar las oportunidades que se les presentan. Por ejemplo, el Qatar Investment Authority, fue adquiriendo
acciones a porrillo del Paris Saint German y ahora es el único dueño del
principal equipo galo, el más rico de Francia.
Hoy,
un 20 por ciento de los clubes europeos están en manos extranjeras. Y la cifra
sigue creciendo.
EL NEGOCIO SECESIONISTA:
APROPIARSE DEL BARÇA
En
medio de la lóbrega y espesa urdimbre de la conmoción separatista, surge un
nuevo y grave capítulo de los negocios ocultos de los estrategas de la secesión
catalana.
En efecto, un Barça
condenado a desaparecer, sería un manjar muy apetitoso para cualquier
“inversor”
que tenga a su disposición de una gran fortuna, y al que no le importen réditos
a corto plazo. Por ejemplo, muchos fondos cataríes o similares, que actuarían
con el “permiso” y participación directa del nuevo régimen insurrecto.
Esto
requeriría el sacrificio de los socios que perderían temporalmente la
titularidad del equipo que quedaría en manos del régimen y sus socios hasta
nuevo aviso. Sectores del nacionalismo más cerril, encabezados por la ANC, han
expresado que el Barça ya ha cumplido con” su misión integradora”, que “el
pueblo ha servido al Barça y el Barça ha servido y se ha servido del pueblo”. Hasta
hace poco el Barça era “Més que un
club”-“Más que un club”- como lo definió, por primera vez oficialmente, Narcís de Carreras, en enero de 1968,
con motivo de su toma de posesión presidencial, en plena dictadura franquista. El que este lema fuese pronunciado por un
catalán afecto al régimen, irrita sobremanera a los secesionistas.
Ahora, para los nacional-separatistas, el protagonismo absoluto tiene que ser de Cataluña y de nadie más. Les traen al pairo los seguidores mundiales del Barça, y menos aún los del resto de España. No les importa que el club blaugrana desaparezca, como lo conocemos hoy, ya que para ellos han de prevalecer, por encima de todo y de todos, los intereses de la “patria catalana”.
Ahora, para los nacional-separatistas, el protagonismo absoluto tiene que ser de Cataluña y de nadie más. Les traen al pairo los seguidores mundiales del Barça, y menos aún los del resto de España. No les importa que el club blaugrana desaparezca, como lo conocemos hoy, ya que para ellos han de prevalecer, por encima de todo y de todos, los intereses de la “patria catalana”.
Es
decir, le exigen al Barça su cuota de sacrifico silente, con la misma obscena
y mortecina determinación fanática y
sectaria, con que se lo exigen a todos los catalanes, a los que definen de
buenos o malos, según sean independentistas o no.
Tampoco
les conciernen para nada los efectos que puedan sufrir los trabajadores de base
o los ejecutivos del Barça, ni los terribles consecuencias del impacto
demoledor de la hecatombe que se puede abatir en el señero club, así como en la
vida de miles de familias, por no hablar del drama que sufrirán los peñistas e
hinchas culés, a lo largo y ancho del planeta. ¡Ya se apañarán, dicen!
Aberrantes propuestas
Entra
la retahíla de “propuestas” que se esconden en diferentes oscuros rincones para
“salvar” al Barça, o mejor dicho, para
utilizarlo como una prenda de magnas dimensiones, se puede citar este ejemplo,
producto de una o varias mentes henchidas de ingeniería perversa, pero no por
ello inviable: la idea es que el Barça,
administrado por el nuevo régimen
“independizado”, sea adquirido por un fondo extranjero, como los mencionados,
aunque oficialmente se haría de forma “provisional”, subrogándose el nuevo
propietario en los derechos de los 223 mil socios, con el “compromiso” de
devolverles la titularidad cuando Cataluña fuese reconocida, algún lejano día
como Estado.
Eso
sí, esta indulgencia se aplicaría a una condición de recompra, es decir, debiendo pagar los socios o sus herederos, el derecho de
“recuperación” a precio de mercado o de nuevo valor del Barça.
Naturalmente,
y aquí está el núcleo de la cuestión, la cuantía de esta operación serviría, en
primera instancia, para otorgar liquidez
inmediata a las arcas del “nuevo país”, en forma de préstamo a muy largo
plazo. El resto, se aplicaría en financiar la operación denominada “Franquicias Internacionales y Globales Barça
Club”. Así es como el Barça haría su
verdadero “servicio” patriótico al separatismo.
Claro
está, que este convenio sólo afectaría al equipo de fútbol. Las demás secciones
se convertirían en meras divisiones de aficionados,
que deberían sobrevivir a sus propias expensas; y por supuesto, la mayor parte,
acabarían por desaparecer.
Respecto
a la “fuga” de jugadores”, si se observa la actual plantilla del Barça, el
gran Messi está próximo a cumplir su
ciclo de éxitos blaugrana. Ignoramos si se podrá retirar en el Camp Nou, pero
seguro que no lo hace en medio del desierto. La otra destacada figura, Neymar,
tampoco permanecería en el club. Su traspaso siempre sería muy rentable. Ah, y
Piqué posiblemente acabará viviendo en Miami con la guapa Shakira y sus
agraciados retoños.
Por
otra parte hay que subrayar que, la mayor parte de la actual plantilla ya
cumplió sus objetivos, con creces. Excelentes años de grandes y merecidos
triunfos. Las todavía “calientes” Seis Copas, y tantos otros éxitos que, al
arbitrio del ruin nacional-separatismo, pueden convertirse en meras estatuas de
sal.
Franquicias teñidas de
dolor
En
esta aberrante situación, como el FC Barcelona no podría jugar en las ligas
oficiales, se trataría de crear réplicas del equipo, para que compitiesen y
realizasen partidos de exhibición, inicialmente en Oriente y Asia, y
paulatinamente poder adquirir fichas en otras ligas, con el objeto de alcanzar
una franquicia global: Barça Catar, Barça Nigeria, Barça Shenzhen, Barça
Shangai, Barça América, Barça Caribe, Barça Oceanía, Barça Brasil…
Algo
así como un videojuego en carne y hueso. ¿Pensáis que no podría funcionar?
Echad una mirada a los usos y costumbres de hace pocos años, cuando la mayoría
de la población decía que nunca llegaría a utilizar teléfonos móviles, ni
Internet; ni existirían los vuelos baratos, ni televisiones inteligentes en 3D,
ni impresoras de recambios de órganos
humanos, ni que un jeque árabe sería el
amo del PSG, ni volvería a haber una descomunal crisis de refugiados en todo el
mundo...
Con la común esperanza de miles de peñistas y
aficionados, exclamamos con desgarrado eco atronador: ¡Barça no te vayas! ¡No
dejes que te echen!
Visca el Barça! ¡Viva el Barça!
Septiembre
de 2015.
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