sábado, 1 de agosto de 2015

Frikis, entes, zombis....y un lindo gatito

Artículo de Higea Divina

Queridos mortales:

Soy friki.

Así es, desde pequeña he devorado libros y películas,  me he imbuido en sus historias con pasión. Desde la saga Star Wars al Señor de los Anillos, Harry Potter y superhéroes varios. Me he imaginado con Harrison Ford pasando al hiperespacio en el Halcón Milenario; he cabalgado con Aragorn por las llanuras de Rohan dejándole claro que la sosa de Arwen no le convenía nada; he luchado con dragones; he viajado por el tiempo con el Doctor Who en todas sus encarnaciones; me he montado en el Delorean, llevando a Marty Mcfly en su sillita infantil en el asiento de atrás……

Pero el cúlmen de mi frikismo llegó con él, con Iker Jiménez. No puedo evitarlo, me encanta escucharle hablar de fantasmas, psicofonías, médium, extraterrestres (he olvidado en mi anterior relación que también convencí al Agente Mulder de que Scully era una retaca pelirroja sin ningún fuste)…. Iker Jiménez, con su peculiar voz, me ha conducido  por los mundos del terror dejándome casi siempre cagaíca de miedo. Friki y masoca, queridos mortales. Grande Iker….

Con esta imaginación tan prolífica y tan llena de historias de aparecidos y entes fantasmales varios, os podéis hacer una idea de lo que es para mí el pulular por los hospitales andaluces. Mas que caminar, levito a toda velocidad por los pasillos….. Y, como Melinda Gordon en “Entre Fantasmas”, yo puedo verlos….. si, queridos mortales, tengo ese don, ¿no los veis vosotros?.

Os voy a relatar algunas de mis experiencias paranormales en los hospitales sevillanos, aviso que os pueden dar más miedo que Juan Marín (marramamiau) con el flequillo engominado.

Justo hace dos semanas paseaba yo tranquila por el Virgen del Rocío cuando lo vi, era inconfundible, con su traje de chaqueta y su corbata en un día en que a Frodo le hubiera bastado con asomar la mano con el Anillo único por la ventanilla para fundirlo. Que ni en Mordor hace tanto calor como en Sevilla en este julio de ola tras ola, que esto es ya un tsunami de flama. Como digo llevaba traje y corbata y, además, lo acompañaba con un maletín tan cargado que le hacía caminar mas inclinado que Juan Marín (marramamiau) en plena reverencia a la Su Sanidá.¿Era posible aquello, queridos mortales? ¿Me engañaban acaso mis ojos o lo que, para mi espanto, avanzaba sudoroso por el pasillo del hospital era un Visitador Médico? Porque yo los creía extintos.

Porque, ¿para qué hace falta un visitador médico que recuerde los distintos fármacos a los galenos si los galenos tienen que recetar (por huevos de dragón de Daenerys Targaryen) por principio activo? Los Visitadores Médicos están extintos, cientos de profesionales en la cola del Inem de los que nadie ha hablado nunca…..LOSQUENODEBENSERNOMBRADOS.

No bien me había recobrado de mi espanto cuando llegué un día a eso de las 3 de la tarde al aparcamiento del Virgen de Valme. No me había dado tiempo de apearme del coche, cuando una horda de zombis se me abalanzó con la mano extendida. ¿Dónde se mete Rick Grimes cuando se le necesita?  Menudo pasmo, queridos mortales, creía que querían sorberme el cerebro como el que sorbe una Cruzcampo en la Alameda en un mediodía de calor.

Una vez más, estaba equivocada. No eran zombis, eran gorrillas sin gorra. Sin gorra, sin dientes, sin vergüenza y sin temor a que nadie les llame la atención. ¿Por qué tengo yo que pagar a nadie por aparcar en la vía pública, cuando ya he pagado impuestos varios, más zona azul? ¿Por qué está el enfermo, el familiar o el trabajador de cualquiera de los hospitales sevillanos obligado a pagar al zombi de turno? ¿Por qué esta indefensión?

Justo después de mi experiencia zombi en el Valme saltó la noticia de las violaciones en los aparcamientos aledaños a dicho hospital. El gran Aquilino Alonso, con ese porte en plan misterio a lo Severus Snape, tan sibilino, dijo entonces que no era competencia de la Junta, ya que las víctimas habían aparcado fuera del recinto del hospital. Y los zombis aparcacoches, Aquilino ¿tampoco son tu competencia? ¿Pagará la corte de Susi a los gorrillas cuando la acompañen a parir cual plebeya, pero no tanto? ¿Se hará acompañar Susi por Juan Marín en su séquito cual originaria de Salem con su espíritu familiar convertido en gato?

Estoy decidida, queridos mortales, voy a llamar a Tangina Barrons (la médium de Poltergueist) para que haga una limpieza de descarnados, a ver si de paso espanta a la Santa Garduña, perdón, la Santa Compaña.

Si veo que la médium no puede, llamaré para un exorcismo al padre Karras.

Mientras tanto, voy a organizar una Queimada con el resto de edelianos por si sirve de algo. Si no sirve, al menos lo habremos intentado.
 
“¡Mochuelos, lechuzas, sapos y brujas. Demonios, duendes, espíritus de los nublados valles. Fuegos de las Santas Compañas, mal de ojos, negros hechizos, hedor de los muertos, truenos y rayos.

Aullido del perro, hocico de sátiro y pata de conejo, bramido de la mar embravecida, huid! huid!

Con este fuelle levantare las llamas de este fuego, y huirán las brujas a caballo de sus escobas, yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.

Oid! Oid! Los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente quedando así purificadas.

Y cuando este brebaje, baje por nuestras gargantas, quedaremos libres de todos los males de nuestra alma y de todo embrujamiento”.



http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/De%20copas%20con%20Higea

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