martes, 14 de julio de 2015

Farándula y patrañas estivales


Artículo de Paco Romero

“No debemos dejar nacer un desorden para evitar una guerra, pues acabamos no evitándola, y solo la diferimos, lo que redunda a la postre en perjuicio nuestro”
Nicolás Maquiavelo. “El Príncipe”

Transcurre el verano como es tradición, entre olas de calor que, tras efímeros paréntesis, se engarzan entre sí de la misma forma que lo hacen las innumerables farsas, fábulas y engañifas de políticos, politiquillos y demás afectos al régimen. Patrañas en definitiva que, como cualquiera de la trilogía de jueves cristianos y para nuestra desgracia, relucen más que el Sol; lo que ya es, con la que está cayendo.

Desde el ya célebre caloret de doña Rita en la última precampaña, el verano está siendo pródigo en patrañas diversas merecedoras de los Valle Inclán, de los Jardiel Poncela, o de cualquier otro de los más reconocidos premios de teatro. Comencemos (comenson, que diría el recordado Tip):

- La tragedia griega, enésimo acto de una Fuenteobejuna protagonizada por el pueblo, retrata a un país quebrado que ha alcanzado su culmen en un referendo que, a mayor gloria de Tsipras y de su fanatizada prole -cuasi enajenada y rozando la esquizofrenia- solo ha servido para asirse como un famélico y desarrapado náufrago a un desinflado salvavidas aún más agravador de las condiciones ofrecidas por la Troika tres días antes: corralito y macro recortes de los que (para desdicha de no pocos) nos ha distanciado el gobierno.

- Algo parecido ha ocurrido en Bolivia (la culpa, siempre de los forasteros), donde el Papa ha pedido perdón “no solo por las ofensas de la propia Iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos durante la conquista de América”, ese continente “paraíso” de sacrificios humanos y canibalismo que echaron por tierra los perversos españoles... Y para agradecer esas cálidas palabras qué mejor que obsequiar al Pontífice con un crucifijo tallado sobre la hoz y el martillo.

- Entre bambalinas, las del Salón Colón como escenario del Ayuntamiento de Sevilla, apenas cincuenta minutos bastaron para “desbloquear” hasta cuatro proyectos de enjundia empantanados, tales como el traslado de la Universidad Politécnica y de las Atarazanas, así como la recuperación de los proyectos del metro y de la Ciudad de la Justicia en Los Gordales.

- Las candilejas del granaíno Corral de las Comedias han alumbrado los estertores febriles de un alcalde ofuscado y graciosote, adulador de la elegancia en la desnudez femenina a la par que en el encubridor atuendo masculino.

- En el Corral de Comedias de Almagro, o muy cerca de él, algo más de mil -ilusos- cargos de Podemos han pretendido poner sobre las cuerdas el sistema de primarias ideado por un Pablo Iglesias II que no da su brazo a torcer: “para que prospere necesitarían 37.000 firmas, el 10 % de los inscritos en esta organización política”. No hay nada como tocar pelo para que descarrilen los sensibleros y tiernos románticos que soñaban con una Arcadia feliz y comunista al cincuenta por ciento. Eso sí, siguen tomando posesión de sus onerosos cargos, de tres en tres, los cuñadísimos de la nueva política.

- En el Real (con perdón), se ha conocido ahora que su primera actriz, la jueza que consiguió la alcaldía de la capital enarbolando la lucha contra los desahucios como argumento estrella, presumía tras su llegada al Decanato -en el que dispuso poner en marcha doce comisiones judiciales para ejecutar los embargos- haber conseguido en apenas unos meses situar la media de desahucios justo en el doble (36 diarios): “Entre enero, febrero y marzo hemos puesto al día todos los expedientes atrasados -unos 700-, y, ahora, una vez que el juez ordena el lanzamiento, nosotros lo ejecutamos en un plazo de diez días”. ¡Toma ya!


- Algo parecido ocurre en la platea de El Falla, donde el Kichi, recién nombrado alcalde de la mano de “nuestra” Tere y del “predicador de la complu”, se devanea los sesos en su intento de renombrar al estadio de la ciudad, sin duda la gran preocupación hoy por hoy del pueblo gaditano.

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