martes, 21 de julio de 2015

Alertas para el otoño


Artículo de Luis Marín Sicilia

De las múltiples frases conque nos obsequian los políticos, hay dos que nos proyectan analíticamente a cierto escenario otoñal, para el que debemos estar concienciados. Son expresiones vertidas en la canícula veraniega por Pablo Iglesias y por Mariano Rajoy.

1) Espera Alexis, que ya llegamos.- El nuevo líder del viejo ideario leninista animaba así a su gemelo griego, que ya lo ignora, mientras arengaba a los suyos con la esperanza de unir fuerzas y derrocar a los malvados chantajistas europeos que tenían la osadía de poner condiciones a quienes le pedían nuevas provisiones de fondos. Poco tardaron unos y otros, los de aquí y los de allí, en comprobar la sideral distancia que separa a la demagogia de la realidad, teniendo que tomar dos tazas de austeridad quienes se negaban a engullirse una, para poder sobrevivir en esa Europa, tan denostada por los mesías del pueblo, y sin cuyas ayudas y subvenciones estarían abocados a la marginalidad y el subdesarrollo. Los enemigos de los recortes tendrán que aplicarlos si, como dice Merkel, no desean que su país se sumerja en el caos. Y desde aquí, los amigos de Syriza, aplaudirán el rescate, a cuyo favor hubiera votado, según ha dicho el propio Iglesias, después de haber fantaseado con un referéndum de los deudores para no pagar a los acreedores, el cual sólo ha servido para hacerle a los griegos más gravosa la situación, mientras los populistas helenos y españoles se felicitaban por tal "hazaña".

Las políticas antiausteridad, que tanto propugna Podemos y que han puesto en práctica durante los últimos seis meses sus amigos griegos, solo han servido para hacer más dramática la situación del país heleno, porque el gasto desaforado, las políticas partidistas y las proclamas anticapitalistas son útiles para embaucar al electorado, pero muy perniciosas para el bienestar y el desarrollo de los pueblos. Con su peculiar desenfado y su serpenteante conducta el líder podemita ha reconocido que "lo ocurrido en Grecia es la verdad del poder", lo que califica al personaje ya que, para llegar a esa conclusión, no hacia falta tanto postureo y tanto activismo social entre los sectores más desfavorecidos.


2) No habrá independencia de Cataluña.- El presidente del Gobierno fue contundente ante el nuevo órdago del independentismo catalán. La formación jurídica del presidente Rajoy le lleva a no actuar ante cualquier desafío a la legalidad hasta tanto la violación de la ley no sea palmaria, lo que da a su imagen un cierto halo de permisividad.

Para que el poder ejecutivo cuente con los instrumentos legales adecuados a la magnitud de los desafíos que, con tanta contumacia, plantean los antisistema y los secesionistas, las Cortes Generales tienen muy avanzada la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional que facultará al presidente del Gobierno a declarar situaciones de interés para la seguridad nacional, lo que implicará poner de inmediato bajo su dependencia a todas las autoridades e instituciones, las cuales aportarán los medios materiales y humanos para garantizar dicha seguridad nacional. Todas las democracias avanzadas tienen leyes similares de garantía y la propia II República española la utilizó para enfrentarse al reto secesionista catalán. La nueva ley, que cuenta con el amplio respaldo del partido socialista y otros grupos de la oposición, entrará en vigor antes del 27 de septiembre y tiene por finalidad la de "garantizar la defensa de España y sus principios y valores constitucionales" como la unidad de la nación y el respeto a la legalidad. No ocurrirá pues igual que con el simulacro de referéndum, pues ahora el Estado puede reaccionar ante las maniobras contra el ordenamiento legal, poniendo en marcha, si preciso fuera, el artículo 155 de la Constitución y la consiguiente intervención de la autonomía.

En resumen, en vísperas del descanso veraniego las dos frases de marras nos ponen sobre la pista de donde pueden ir los grandes debates políticos del otoño venidero. Frente a los planteamientos populistas y secesionistas, que siempre aprovechan el malestar social en las épocas de crisis, hay que abundar en políticas factibles que den a la gente lo que la gente quiere, que es trabajo y honradez, desenmascarando las pretensiones del radicalismo antisistema y del egoísmo nacionalista, ambos coincidentes en sus objetivos disolventes. Recientemente, el británico The Times editorializaba indicando que "los radicalismos europeos de izquierda, como Syriza y Podemos, son una falacia intelectual que amenaza el nivel de vida de sus países". Y alertando sobre estos y otros "populismos de protesta", advertía a los españoles de que "la idea de pretender que el nivel de vida pueda crecer apelando al nacionalismo y denunciando el capitalismo es peligroso y tan equivocado como se puede ver mirando a Grecia".

De cara al otoño, con sus procesos electorales, hay que alertar sobre la importancia de las urnas en una democracia. Como en el fuego de un incendio, lo importante no es cómo apagarlo sino evitar que el incendio se produzca.



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