“Otra vez insultando!”, dirán ustedes; “otra vez,
este tío, utilizando gruesos adjetivos de pésimo gusto!”, quizás añadan. Pero
ya verán –caso de seguir leyendo- que no existe en castellano otro calificativo
que el de putos para aquéllos que se
prostituyen; ni una alternativa al epíteto traidores
para quienes, abusando de la confianza en ellos depositada la utilizan para
cimentar justo el fin opuesto para el que aquélla se les confió. Vean, vean.
Dice Ortega y Gasset en uno de sus innumerables
ensayos que los partidos políticos no forman parte del estado connatural del
hombre; dice también que, desde tiempos inmemoriales, se han formado bandos destinados exclusivamente a
enfrentarse ocasionalmente y aniquilar al contrario, y que, cuando uno de estos
bandos ganaba, se deshacía como tal, y la comunidad, la tribu, el grupo volvía
a la normalidad -que no era otra que no
pertenecer a bando alguno.
La supervivencia de un bando (o partido: es lo
mismo), el asentamiento del mismo de manera estructurada y estable, es, pues,
una anormalidad. Y no ha sido hasta el siglo XIX (el siglo de las anormalidades) que se ha asentado en el
paisaje social de Europa la existencia de partidos políticos estables y con una
estructura sólida como algo normal, aparentemente connatural a la sociedad. Ha sido aquel siglo hiperexcitado, ese
siglo romántico de patillas enormes, de duelos de honor y suicidios por leer
una novela de moda el que ha torcido la esencia última de la sociedad hasta que
ésta ha considerado como algo natural
la existencia y pervivencia de los partidos. Pero no lo es!
No lo es. No es natural que un bando persista sin necesidad; no es lógico que
persevere en su Ser (Spinoza dixit) cuando ya ha sido derrotado el
contrario. Debería disolverse, desaparecer, hacerse humo. Conseguida la
supremacía de una idea de sociedad, de una estructura tribal determinada, a qué
seguir constituyendo un bando? Para luchar contra quién? Para imponerse a
quiénes?
Y lo más asombroso no es que el bando-partido
ganador continúe estructurado en formación bélica! Lo más estupefaciente es que
el bando-partido derrotado también siga
perviviendo como tal! Es asombroso! Hasta el siglo XIX, los bandos daban
por concluida su razón de existir cuando conseguían aquello por lo que se
constituyeron en bando. Luego, se disolvían y cada cual volvía a su taller, a
su finca o a su tesorería. De hecho, alguna inercia de esta autodisolución
súbita y natural pervive aún en el subconsciente colectivo de los partidos
cuando, tras perder escandalosamente las elecciones, las bases perdedoras piden la cabeza de su propio líder, o éste se
inmola antes de que se lo exijan los suyos.
Es enternecedor contemplar cómo los que forman la
estructura del partido perdedor se quitan enseguida de encima su cuota de
responsabilidad, centrándola toda en el cabeza visible, mientras que aquéllos
que han ganado las elecciones se reparten alícuotamente el éxito, dejando a la
vista al líder como alguien cuasi alegórico! “Si perdemos, la culpa la tienes tú.” “Si ganamos, todos hemos contribuido al éxito, y tú eres un mero representante del partido”. No deja de tener gracia!
En mi calcinada tierra, por ejemplo, subsiste desde
hace más de tres décadas un partido que jamás ha ganado unas elecciones con
mayoría suficiente como para gobernar: el Partido Popular, antiguo Alianza
Popular. Desde que se puso en marcha el inmenso jamelgo burocrático de la
Autonomía andaluza (otro estamento antinatural, más monstruoso aún que el
concepto de partido!), el PP se ha presentado una y otra vez a las elecciones
regionales sin alcanzar a formar Gobierno ni una sola vez. Ni-una-sola-vez!!!
Y sin embargo existe! Qué digo, existe!?
Sobreexiste! Existe por encima de sus
posibilidades! Sobrevive, supervive, respira como una perra en celo! Los
militantes tienen sus sedes, sus reuniones, sus charlas, sus salones de actos
habituales; frecuentan sus bares, sus restaurantes, sus mesas camillas; los
carguitos del partido cuentan con sus imprentas para hacer carteles en
cuatricromía, sus medios para ser entrevistados, sus periodistas de cabecera
que les comprenden y les glosan! Y en vez de arrancarse las vendas de los ojos
y bajar a la calle en la que viven para mirar por primera vez el mundo, viajan
cada dos por tres a Madrid a hablar con el Oráculo y a que éste arroje los
huesos de cabra sobre un pentáculo para vislumbrar entre vapores neblinosos qué
aventura les esperará al volver al Sur.
Una macroestructura regional compuesta por diputados
en el Parlamento andaluz y en las Cortes de Madrid; por alcaldes; por tenientes
de alcalde, concejales, secretarios, subsecretarios, tesoreros, asesores,
vocales, consonantes, esdrújulas y agudas; representantes en las Diputaciones,
en los Consejos, en las empresas públicas, en la Administración, en la
Taumaturgia y en la Equidistancia.
Una barbaridad de gente!!! Una cantidad monstruosa e
hipertrofiada de satélites que orbitan a otros satélites, siendo, éstos,
cuerpos etéreos que no influyen ni en la Materia ni en el Tiempo. Y son miles!
Decenas de miles! Y esto, sólo en Andalucía! En el resto de España pueden
llegar a ser cien mil! O más! Me refiero a los del Partido Popular! Sólo a los
de este bando! Uf… Qué cantidad de gente viviendo de no modificar ni un átomo
de la Realidad!!!
Y para qué sirven éstos en mi ya destruida tierra? Qué
han hecho los chavalitos del PP desde
hace 30 años? Dónde está el resultado de su oposición?
Porque lo que empezó siendo un Gobierno socialista ha acabado por convertirse
en un Régimen cleptócrata de primer orden mundial. Rodríguez de la Borbolla se
contentaba con devorar langostinos tigre, vivir como un rajá y dar trabajo a
los colegas. Pero ya con Chaves la cosa se industrializó:
se organizaron cadenas de montaje corrupto a niveles estratosféricos; el
universo andaluz se pobló de una miríada de cuñados insaciables cuya hambre
inaudita sólo pudo satisfacerse al entrar Griñán en juego, época que ya ha
pasado a los anales de la Historia como la
de las vacas asadas con billetes de 500 euros!
Dónde estaba el PP durante estos treinta años? Bajo
qué encina rumorosa y fresca dormitaba la Oposición? Al lado de qué arroyo
cristalino dedicaba sus horas a tañer el pífano y a cantar endechas? Qué prado
sutil, qué dorada campiña, qué hortus
conclusus frecuentaba la Oposición, laureada su cabeza con guirnaldas
tejidas por Galatea, para estar tan ciega, tan ausente y tan alejada del mundo
como lo ha estado las tres últimas décadas?
Quién es ese Juan Manuel Moreno? De qué Hermandad
Sacramental se ha escapado, que aún arrastra una estela de incienso cuando
habla? De verdad, de verdad, de verdad que ese capataz de paso de Virgen es
quien va a enfrentarse al monumental mausoleo de corrupción creado por Manuel
Chaves, afianzado sólidamente por Pepe Griñán y gobernado hoy con mano de
hierro por Susana Díaz, la Aforadora Impredecible? Pero bueno! Hombre de Dios!
No le ven ustedes la cara?
Nadie en sus cabales, a estas alturas de la película
de terror que es Andalucía, piensa que el Partido Perdedor (PP) sea capaz de
levantar la voz ni un decibelio para enfrentarse a la magnífica maquinaria
socialista de extracción económica urdida entre políticos, empresarios y sindicatos,
y aplaudida por los enchufados, por los de la
paguita, por los del PER y, en definitiva, por tantos y tantos miserables
subvencionados que son ya como los parásitos histéricos de un cuerpo moribundo!
Ningún votante del PP se atrevía ya a soñar con
ganar las elecciones; ni siquiera a imaginar que, aunque no ganaran, este
Moreno Bonilla y sus adláteres se convirtieran, repentinamente transidos de
heroísmo, en un arrojado ejército que luchara a diario contra la corrupción
sistémica que la Killer de Triana heredó y de la que no piensa modificar ni un
ápice.
Nadie lo pensó nunca! Por qué habrían de pensarlo?
Ha habido, en treinta años, alguna señal, algún signo celeste, algún fenómeno
natural que dejara entrever la posibilidad de que repentinamente los corderos
se convertirían en leones? No. Nunca. Para nada. Pero de ahí a sugerir la
posibilidad nada remota de que los diputados del PP se abstengan en el próximo Concilium Susanensis para que, de este
modo, la Premamá Aforadora pueda ser investida como Presidente del Gobierno
andaluz, hay un abismo!
Vamos, hombre! Ahora que podrían seguir votando NO
hasta forzar la convocatoria de unas nuevas elecciones de las que probablemente
saldrían fortalecidos (sobre todo, después de que los desengañados votantes de
Ciutadans y Podemos han visto, estupefactos, cómo sus votados coqueteaban sin pudor con la Capo de la Mafia socialista!);
ahora que podrían por fin ejercer un digno papel de Oposición, aparece el
Moreno Bonilla éste y sugiere que van a cambiar cromos de alcaldes y concejales
por abstenciones parlamentarias que permitan que la Mafia siga extorsionándonos
a todos!
Pero esto qué es? Qué vergüenza histórica es ésta? A
qué abyecto pozo de negrura política han caído los vagos, los torpes, los
holgazanes del Partido popular andaluz, que en treinta años no han dado un palo
al agua, para convertirse como por ensalmo en la llave maestra que de nuevo dé
alas al negro pájaro que nos saca los ojos desde las Instituciones? Es que
acaso la vida mollar que llevan en sus aún inéditos escaños les ha turbado el
poco seso que tenían y han acabado por pasarse al enemigo?
Yo no les voté, ya lo saben ustedes; pero no querría
estar en el pellejo de los inminentemente estafados votantes del PP andaluz; no
querría imaginar cómo podrían sentirse aquéllos que, asqueados del infecto
hedor que sale de la Junta de Andalucía, y aún lo suficientemente ilusos como
para creer que el PP iba por fin a ejercer de Oposición, depositaron su
papeleta en la urna con el vago anhelo de arrancar de una vez de su trono a esa
Medea que acaba con sus hijos, a ese Saturno socialista que devora con los ojos
fuera de sus órbitas al último trabajador andaluz con tal de sobrevivir cuatro
años más!
En resumen: si es cierto lo que parece estar
preparándose, y que no es otra barbaridad que la más que probable investidura de la Fontanera Aforadora a través
de la abstención del PP en pleno a cambio de concejalías y ayuntamientos en
liza, la traición será memorable! Y como hay traidores y traidores, y unos son
por amor y otros por lucro (dinero, poder, estatus social), digo que abstenerse
a cambio de pequeñas y medianas cuotas de Poder municipal es prostituir toda
una estructura ideológica (si es que alguna vez el PP tuvo eso!), venderse a
cambio de un vaso de mal vino y mearse en la mismísima cara de sus votantes.
Si esto ocurriera –y parece que están vendidas la
mayoría de las papeletas para que ocurra-, el Partido Popular de Andalucía
ejecutaría la mayor traición -antidemocrática y antisocial- que jamás se ha visto
en la historia de las democracias europeas! Porque con su simple abstención
permitiría que cayese, con un estruendoso tronar de dolor de planetas, la única
esperanza de regeneración y salvación de una Comunidad española castigada como
ninguna, empobrecida como pocas y envilecida hasta la médula de su esqueleto
antropológico! Y si esta traición se llevara a cabo, sería del peor tipo
posible: la que se hace en frío y por ganar algo a cambio. Sería prostituirse;
en toda regla.
Es decir: si el PP se abstuviera en la próxima
reunión parlamentaria permitiendo que La Oscuridad
renueve su Régimen por otros cuatro años más, yo podría decir, sin miedo a ser
recriminado ni denunciado por ello lo que ya anuncié en el título: que son unos
putos traidores!
Espero no tener argumentos para llamarles así.
Eduardo, qué más se puede añadir a lo que aquí hoy has manifestado? Aquí no queda ya más que emigrar escondiendo nuestra ascendencia andaluza, maldiciendo a tanto canalla analfabeto con tanta culpa como los del Régimen e intentando y deseando que alguien de por ahí llegue a interesarse alguna vez por nuestras desgracias y nos saque de la basura de la que nosotros no hemos podido ni sabido librarnos. Se de tu desesperación y la de tantos otros que nos sentimos en tu misma desazón, pero esta guerra es muy difícil, realmente imposible de ganar cuando, además, hasta luchamos con hasta el "fuego amigo".
ResponderEliminarAmigo Francisco: efectivamente, es una guerra muy difícil. Y ya lo q nos faltaba, como usted bien dice, es cruzar delante del "fuego amigo". Cuántos muertos ha causado el fuego amigo en todas las guerras?
EliminarDesde luego, chaquetear aquí, precisamente, el meollo de la corrupción, después de estar siendo desalojados de todas partes en España y después del esperpento de la constitución de la Mesa del Parlamento, sería lamentable. Elecciones y que Susi quede en evidencia
ResponderEliminarAmén!
EliminarAquí estamos todos muy convencidos de que nuevas elecciones acabarían con Susi. Para nada! Perdonad mi pesimismo antropológico, pero el PSOE se reforzaría ante un posible cambio que, nos guste o no (a mí desde luego no), solo puede liderar el PP.
EliminarNo estoy de acuerdo con tu análisis. Por mucho que haga el PP Andaluz como oposición es tapado por la monstruosa maquinaria de comunicación de la Junta de Andalucía. Que la culpa la tiene el PP por mantener una estrategia de comunicación muy equivocada basada en el respeto del rival, está muy claro, pero no por ello se puede afirmar que se podría valorar por el pueblo más la gestión, bien en la oposición o bien en el gobierno, más que la campaña de apariciones de Susana Díaz. La prueba está en los Ayuntamientos, que aún estando bien gestionados por gobiernos del PP, no les han vuelto a dar la mayoría. Si aún conociendo que el PSOE quiere gobernar en muchos municipios sin haber ganado, Juanma Moreno no hiciera nada, entonces si podríamos llamarlo traición. Está defendiendo la ilusión y el voto de la mayoría de andaluces en estas pasadas elecciones municipales.
ResponderEliminarJaime, a los alcaldes se les puede echar más fácilmente con una moción de censura que a la presidenta Díaz. Si el PP pacta, estaría olvidando la facilidad con la que la mafia taiciona sus propios acuerdos.
EliminarFantástico artículo, muy bien expresado y, en fin, lo de siempre: no será tan leído como debiera en cualquier región normal de Europa (quitando, quizá, Bulgaria y Rumanía).
ResponderEliminarPues por mí que no quede. Lo comparto en Fb, Twitter y lo imprimo para colgarlo mañana en el tablón de información de mi lugar de trabajo. El Santo SAS. Gracias Eduardo una vez más.
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