Los deditos por fuera…

Una faceta de mi vida que poca gente de mi entorno conoce es la de bloguera de Belleza. Tengo un pequeño espacio en internet donde hablo de maquillajes, potingues y estilo… Y como persona interesada en la estética tengo un par de obsesiones: las cejas y los pies.

Las cejas me gustan anchas, largas, naturales pero cuidadas, con personalidad. Odio las cejas extremadamente depiladas o ésas, redondeadas, que dan expresión de estupefacción a los rostros.
 
Los pies DEBEN estar cuidados, hidratados, sin esas feas durezas que combatimos al cambiar del calzado de invierno al de verano… me da igual si las uñas van pintadas o simplemente bien pulidas, no me importa si llevan pequeños tatuajes o pulseritas tobilleras… pero hay algo que NO puedo soportar… LOS DEDOS POR FUERA DE LAS SANDALIAS…

Todos tenemos una familiar que se arregla para una boda… y al mirarla de arriba abajo descubrimos (horror!) que en sus hermosas sandalias altas de ceremonia, a juego con el bolso, hay dos protuberancias laterales que se destacan como los candelabros de los Tronos de las Vírgenes de Málaga… dos anexos color carne como las gomas de los autos de choque, protegiendo el delicado borde de la sandalia de marca… Después de ver un espectáculo similar yo ya no puedo disfrutar de la opípara cena de la boda… ya no podré divertirme en el baile… ya solo podré pensar y mirar de soslayo los deditos por fuera de la sandalia de la señora en cuestión.

Así que se pueden ustedes imaginar mi espanto ante la fotografía de la toma de posesión de la nueva alcaldesa de Jerez…

Como buena interesada en el mundo de la cosmética y la estética, reconozco que la he mirado de arriba abajo… pelo de peluquería, teñido de rubio (se le intuyen las raíces) y alisado con plancha; maquillaje natural, pero bien aplicado (apostaría a que la ha maquillado alguien que entiende, aunque yo hubiera insistido en el contorneado a fin de afinar un poco su cara); vestidito de corte Imperio con manga de encaje, mezclado con estampado marinero en la zona del pecho (horror!! Rayas horizontales que aumentan visualmente el ya voluminoso pecho!). Y faldita como de primera comunión con un encaje, en el borde, distinto al de las mangas (más horror!), y con una especie de lazo azul marino que de lejos es, claramente, una cruz … y cuando he llegado a sus pies… horror… espanto… sudores fríos… temblores… cólicos… mareos… los dedos meñiques por fuera de las tiras de unas sandalias doradas (doradas? Con el estampado marinero? Doradas???? ) de plataforma… “más feo que los pies de otro…”

…Como choricitos blancos.

  
Y ahora habrá quien me critique por hablar de la estética de esta señora, porque no tener criterio estético ni dejarse asesorar para un día TAN IMPORTANTE como una toma de posesión de una alcaldía, no es motivo para no ser un gran gobernante… Pero lo siento. La estética es importante. Y la forma de presentarse ante el público dice mucho de una persona. Pueda pasar el vestidito, que clama al cielo, pero los deditos por fuera… son impresentables!

Alguien con conciencia de sí mismo decide cuál es su tipo de zapato… y no se compra uno que no le sujeta su propio pie… esta señora, Mamen Sánchez, ha decidido pactar con Ganemos e Izquierda Unida para arrebatar la alcaldía al PP. Es decir, que se ha calzado unos zapatos no adecuados a la forma de sus pies para recoger la vara de mando de la ciudad de Jerez. Porque, reconozcámoslo… qué tienen que ver el PSOE con GANEMOS o con IZQUIERDA UNIDA? Quién se cree el cuento de que todos son “de izquierdas” y por tanto van a ir a una?

Si el PSOE fuera lo mismo que GANEMOS, nunca habría habido la necesidad de que esta corriente hubiera surgido con la fuerza de un ciclón, y el bipartidismo jamás se habría cuestionado. No, señores: no es lo mismo ni de lejos. Y que ahora nos quieran hacer creer que están todos súper de acuerdo y que hagan unos pactos chupiguachi es como querer que comulguemos con ruedas de molino.

Ay Mamen, Mamen… no ves que esos zapatos no son para tu pie? No ves que te aprietan, no te cubren, te dejan fuera tus deditos meñique… no ves que a la larga te van a salir heriditas, ampollas, y rozaduras? Y al final… quién va a pagar el pato de tu inconsciencia “Zapatera”? LOS JEREZANOS . Porque con los pies heridos por unos zapatos que no son los adecuados para tus pies, NO vas a poder dar muchos pasos seguidos para llevar a Jerez a ser la ciudad que debería ser.

Los deditos por fuera de las sandalias de la recién estrenada alcaldesa me dicen muchas cosas… me hablan de DESCUIDO de sí misma (alguien que permite una imagen así de desagradable el día que sabe que TODAS las cámaras van a apuntarla no tiene el concepto del “respeto al público”), de CONFORMISMO (tiene que ir incómoda! Seguro! Pero se aguanta! No busca lo más adecuado para sus pies, sino una prenda que, probablemente, era preciosa en el escaparate de la tienda), de FALTA DE EXIGENCIA (cómo no se ha vuelto inmediatamente a cambiar las sandalias a la tienda? Cómo se permite aparecer en público con semejante aspecto?), de FALTA DE LIMPIEZA (esos dedos torcidos sobre el zapato…) Como no extrapolarlo a su futura labor política? Cómo no hacerlo, si una imagen vale más que mil palabras?

Esa manicura roja deslucida por la forzada torsión de los dedos me trae numerosas frases hechas a la mente… NO HAY DOS DEDOS DE FRENTE… o LOS PIES FUERA DEL TIESTO, o BUENO Y BARATO NO CABE EN UN ZAPATO, o CADA UNO SABE DONDE LE APRIETA EL ZAPATO, o y no olvidemos la de CON UN ZAPATO MUY JUSTO, NADIE ANDA A GUSTO.

Espero, Mamen, que caminar sin haber ENCONTRADO LA HORMA DE TU ZAPATO no lleve a la ciudad de Jerez a lo que la llevó el anterior gobierno socialista. Espero que gobernar junto a siglas que NADA tienen que ver con el partido al que representas no provoque el caos en el Ayuntamiento de la ciudad.

A ver cómo avanza la ciudad de Jerez con los deditos de la alcaldesa por fuera de las doradas sandalias de patricia romana… a ver cuánto tardan en salir las rozaduras y los callos en los pies del gobierno del Ayuntamiento… y a ver cuántos Ayuntamientos y Comunidades de España tienen dirigentes con los meñiques por fuera de los zapatos.

Me voy a ver un catálogo de Louboutin… a ver si me calmo.