-¿Qué va a ser del ciudadano ejemplar si cada uno de nosotros
no asume su cuota de deberes establecida en el contrato social?
-¿Qué ha sido del Bien y del Mal?
-¿Qué va a ser de la Justicia?
Andaba la prensa esta semana, los mentideros
políticos y toda tertulia que se precie hablando de pactos día y noche.
Ofuscados unos, al intuir la pérdida del poder que han mantenido hasta
aquí. Ufanos otros, sabedores de que, gane quien gane, ellos siempre sacarán
partido.
Mientras, la gente, el pueblo llano, populacho o ciudadanía, -que las denominaciones son tantas como dignidad quiera reconocérsele al común de los mortales-, anda ocupada en su afán cotidiano. Unos, al margen de toda actualidad que vaya más allá de los últimos pequeños delincuentes salidos de chirona. Otros, adecuadamente instruidos desde sus respectivas trincheras para magnificar sólo la paja en el ojo ajeno.
En mi opinión, y como conclusión a esta introducción, una mayoría de seres humanos de esta parte del planeta, esos que, en expresión bíblica, ganan el pan con el sudor de su frente, anda perdiendo referencias de enorme trascendencia para sus vidas a ritmo preocupante. Si no ya irreversible.
Intento explicarme. Quiero decir que, por ejemplo, con la nebulosa mediática generada esta semana por la salida de la cárcel de la tonadillera y el ex torero, el deslumbramiento provocado por las estrellas emergentes Carmena y Colau, la dimisión de los consejeros populares madrileños y el in crescendo rifirrafe entre el dúo Pimpinella – a saber, Susana Díaz versus Pedro Sánchez-, la gente se distrae de lo verdaderamente importante para su vida.
Quiero decir, por ejemplo, que, desde mi punto de vista, la semana ha tenido dos noticiones para los mortales que nos consideramos de a pie. Sin embargo, apenas han tenido relumbrón mediático. La segunda noticia tiene relación con un nuevo auto de la juez Alaya, en el que ha imputado a once jefes de servicio de Formación de las ocho delegaciones provinciales ‘’por las graves deficiencias en el seguimiento de los cursos de formación y en la justificación de las subvenciones, estando bajo su competencia, tanto el departamento de planificación como el de seguimiento y el de gestión económica’’.
Paloma Coiduras, funcionaria ejemplar
Mientras, la gente, el pueblo llano, populacho o ciudadanía, -que las denominaciones son tantas como dignidad quiera reconocérsele al común de los mortales-, anda ocupada en su afán cotidiano. Unos, al margen de toda actualidad que vaya más allá de los últimos pequeños delincuentes salidos de chirona. Otros, adecuadamente instruidos desde sus respectivas trincheras para magnificar sólo la paja en el ojo ajeno.
En mi opinión, y como conclusión a esta introducción, una mayoría de seres humanos de esta parte del planeta, esos que, en expresión bíblica, ganan el pan con el sudor de su frente, anda perdiendo referencias de enorme trascendencia para sus vidas a ritmo preocupante. Si no ya irreversible.
Intento explicarme. Quiero decir que, por ejemplo, con la nebulosa mediática generada esta semana por la salida de la cárcel de la tonadillera y el ex torero, el deslumbramiento provocado por las estrellas emergentes Carmena y Colau, la dimisión de los consejeros populares madrileños y el in crescendo rifirrafe entre el dúo Pimpinella – a saber, Susana Díaz versus Pedro Sánchez-, la gente se distrae de lo verdaderamente importante para su vida.
Quiero decir, por ejemplo, que, desde mi punto de vista, la semana ha tenido dos noticiones para los mortales que nos consideramos de a pie. Sin embargo, apenas han tenido relumbrón mediático. La segunda noticia tiene relación con un nuevo auto de la juez Alaya, en el que ha imputado a once jefes de servicio de Formación de las ocho delegaciones provinciales ‘’por las graves deficiencias en el seguimiento de los cursos de formación y en la justificación de las subvenciones, estando bajo su competencia, tanto el departamento de planificación como el de seguimiento y el de gestión económica’’.
Paloma Coiduras, funcionaria ejemplar
La primera gran noticia de la semana está protagonizada por Paloma Coiduras, quien ha sido restablecida por el TSJA en su dignidad como persona y como funcionaria de carrera, después de sufrir un calvario en la Administración Pública andaluza por cumplir con su deber –la defensa del interés público-.
Paloma Coiduras era jefa de departamento de inspección pesquera de la Junta de Andalucía en Almería desde 2003. Esta ingeniera agrónoma denunció en 2005, ante el consejero, Isaías Pérez Saldaña, la tramitación irregular de las sanciones pesqueras por parte de la Delegación provincial. Ante la indiferencia de los superiores jerárquicos responsables y la persistencia de los posibles ‘’delitos’’, Coiduras interpuso una querella criminal.
A causa de esta actitud, nada frecuente en la Función Pública, por cierto, la funcionaria ejemplar sufre acoso laboral y moral continuado desde hace una década. Incluso, después de trasladarse a Valencia, donde solicitó una comisión de servicios en 2006.
Sus denuncias han llegado hasta la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), que investiga éste y otros casos de malversación de fondos públicos en el ámbito competencial de la Consejería de Agricultura y Pesca, tanto de la Junta de Andalucía como de la Comunidad valenciana, donde también denunció la concesión fraudulenta de ayudas europeas por parte de una administración gobernada por el Partido Popular.
Pero, el suplicio podría empezar a remitir a raíz de la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, publicitada esta semana, que desestima el expediente disciplinario abierto por la Junta contra esta jefa de departamento para ‘’callarle esa boquita’’.
El TSJA confirma que no existió un supuesto de “atentado a la dignidad, grave o no”, que reclamaba la Junta de Andalucía”, porque la funcionaria puso en conocimiento las irregularidades “en evitación de males mayores, y para no incurrir en posibles responsabilidades civiles o penales, por ser responsable de la buena gestión de los servicios a su cargo”. La empleada pública de la Junta “no tuvo más remedio que presentar una querella criminal ante los juzgados competentes de Almería al no tomarse medida alguna por parte de sus superiores jerárquicos”. “A sensu contrario”, indica el escrito de conclusiones, ha quedado demostrado que ‘’las irregularidades informadas al consejero son ciertas y veraces, tal y como se ha acreditado con la amplia prueba documental”.
Sentencia ejemplar
La sentencia va a más y sienta las bases para que los funcionarios tengan, a partir de aquí, mayor respaldo judicial para denunciar las irregularidades que detecten o de las que sean testigos directos en la Administración.
En este sentido, rechaza que sea ‘’el ámbito de un procedimiento disciplinario, ni tampoco el de la jurisdicción contencioso administrativa, donde corresponde decidir sobre lo que constituyen conductas a enjuiciar en el orden penal por presentar carácter de posible delito, siendo igualmente impropio de esta vía y de la administrativa el examen y valoración de la prueba que al efecto concurra’’.
Concluyo esta nueva colaboración con EL DEMOCRÁTA LIBERAL, que he pretendido que sea hoy una expresión de reconocimiento a Paloma Coiduras, añadiendo mi agradecimiento personal infinito a su titánica batalla. Es casi imposible enfrentarse a un sistema montado para esquilmar a todo un pueblo desde el poder político, con la connivencia cómplice de muchos otros poderes e individuos cobardes, tibios o, simplemente, vendidos al mejor postor. Y, en definitiva, considero una heroicidad mantener el reto hasta demostrar en sede judicial que un pequeño y valiente David, llamado Paloma, representa la Verdad y la Dignidad, frente al gigante Goliat, transmutado hoy en gobierno socialista andaluz, mañana en gobierno popular.
Así lo ha reconocido, tras conocer la sentencia del TSJA, la protagonista de este hermoso cuento que les acabo de relatar, inspirado, no obstante, en una terrible historia verídica.
‘’Tuve
compañeros que me traicionaron, se inventaron informaciones,
declararon contra mi, mintieron, firmaron informes tendenciosos, miraron para
otro lado ante la injusticia, fueron ascendidos para callar, fueron trasladados
para callar...; he visto lo peor, y todo ello para tapar unas cuantas presuntas
ilegalidades en las que me negué a participar..., no solamente porque eran
presuntas ilegalidades, sino porque
suponían un trato muy injusto a los ciudadanos...
Pero, también he visto lo mejor, otros
compañeros que fueron como ángeles, ángeles para mí porque tuvieron dignidad y
conocían la verdad y la dijeron, y fueron valientes de manifestarla a riesgo de
su propia situación..., y no me dejaron tirada...
Por
fin, después de tantos años, he tenido
la suerte de que se conozca toda esta
pesadilla que todavía sigo viviendo...’’.
Pueden encontrar la información detallada sobre el caso de Paloma Coiduras en EL CONFIDENCIAL, en publicaciones firmadas por Agustín Rivera, el único medio de comunicación que se ha hecho eco de esta noticia.
Pueden encontrar la información detallada sobre el caso de Paloma Coiduras en EL CONFIDENCIAL, en publicaciones firmadas por Agustín Rivera, el único medio de comunicación que se ha hecho eco de esta noticia.
Es necesario que la legislación española proteja al "denunciante" tal y como establecen las instituciones comunitarias.
ResponderEliminarLos denunciantes internos que presenten denuncias en cumplimiento del Estatuto de Personal gozarán de protección. Esta incluirá la identidad del denunciante, su movilidad y su informe de calificación.
los derechos y obligaciones de los denunciantes internos en las instituciones europeas,vienen recogidos los artículos 22 bis y 22 ter del Estatuto de Personal.