EL DEMÓCRATA
LIBERAL dedica hoy un homenaje especial a José María Herrera Hernández con
motivo de su jubilación a finales de este mes de abril de 2015. Testigo de
excepción en el proceso histórico de conformación y desarrollo de la
Administración autonómica andaluza, tras 42 años de vida laboral en la Función
Pública, en los últimos años, ha sido ariete contra la corrupción en el seno de
la Junta de Andalucía.
El naranja es el
color de la rebelión
En una sociedad aletargada, como la andaluza, en torno al
año 2010, surgió el movimiento naranja en el seno de la Administración
autonómica. Aquella fue la primera
rebelión masiva de funcionarios contra el poder político que había dominado Andalucía
a su antojo, y sin oposición, durante 30
años. Sus protestas pusieron en pie de guerra la Función Pública andaluza y
sus denuncias fueron, en parte, semilla
que aireó algunos de los casos de
corrupción que hoy en día se dirimen en los Tribunales o son, aún, objeto de investigación por parte de la
Guardia Civil.
Los funcionarios andaluces, a través de asociaciones
constituidas para este fin, como Al-Andalus o Defiendo mi Derecho, entre otras,
además de algunos sindicatos, mantuvieron su protesta en la calle durante casi tres años. Aunque fue silenciada,
boicoteada y, en último término, ocultada por los medios de comunicación
sufragados por el poder político con recursos públicos.
En paralelo, estas
asociaciones y funcionarios andaluces a título particular, solos o en compañía
de otros, emprendieron un difícil proceso judicial contra la polémica Ley de reordenación del sector
público que llegó hasta el Tribunal Supremo.
En la actualidad, la base del asunto está pendiente de
resolución por parte del Tribunal
Constitucional, sin haberse descartado aún la posibilidad de recurrir o
solicitar amparo ante las más altas instancias europeas. El movimiento continúa
latente a través de las redes sociales y de nuevas acciones judiciales, gracias
al estado de alerta permanente de
algunos de sus protagonistas.
José María Herrera
es uno de los líderes de esa insurrección funcionarial que supo vislumbrar en el
trasfondo de la Ley 1/2011 los perversos objetivos del gobierno socialista. En
resumidas cuentas, echar el cierre definitivo al estado de derecho
para perpetuarse en el poder. A la
vista del desarrollo de los acontecimientos, la norma consolida con empleo público el granero de
votos que constituye gran parte de los 30.000 contratados ‘’a dedo’’ en la
Administración paralela. Asimismo, regulariza el manejo de presupuesto y
patrimonio público, al margen de los órganos oficiales de control y del derecho
administrativo. La pretendida
‘’reordenación del sector público de Andalucía’’ es el paso definitivo para la
usurpación del bien común de todos los andaluces por parte de un grupo de poder
que se ampara tras las siglas del PSOE.
Gran parte de los funcionarios y empleados públicos de la Junta de Andalucía
lo han experimentado en carne propia. Y varios millones de andaluces también lo
saben. Los resultados de las elecciones del 22 de marzo arrojan más de un 70
por ciento de oposición al partido gobernante en esta tierra durante más de
tres décadas. Los compañeros y amigos de José María Herrera, que reconocen en
él un ejemplo de lucha contra esta
situación, preparan estos días una
fiesta, en parte despedida, en parte bienvenida. Porque sospechan, según él
mismo ha anunciado, que su heroica batalla
contra el ‘’cortijo andaluz’’ no ha
hecho más que empezar.
Testigo de la
creación y evolución de la Junta de Andalucía
1) ¿Quién es José Mª Herrera?
Soy un padre de familia con 3 hijos, 2 nietas y 1 nieto, viudo de una mujer
extraordinaria, funcionaria de carrera
de la Administración General del Estado, que se llamó Concepción Poch Gómez y
que falleció victima de cáncer a los 49 años de edad.
Por lo demás soy un simple ciudadano comprometido con el mundo en que
vivimos y que, en los últimos años, me he dedicado en cuerpo y alma a luchar
por defender los intereses de los funcionarios de carrera y empleados públicos
de la Junta de Andalucía.
2) ¿Cuál es su curriculum
laboral?
Por necesidades familiares, comencé a trabajar a los 14 años, dejando mis
estudios de Bachillerato con 3º curso aprobado. Hasta mi incorporación al
servicio militar, pasé por diversos trabajos de aprendiz, dependiente, administrativo.
Por cierto, en todos esos años sólo una empresa cotizó por mí durante 3 meses, según consta en mi informe de vida laboral.
Al volver de mi servicio militar, un vecino funcionario del Ministerio de
Agricultura, comentó a mi familia que se iban a hacer unas pruebas para
ingresar en el Ministerio. Estuve unos meses preparándome y conseguí plaza en el año 72. Allí conocí a la que
luego seria mi mujer. Después fuimos
transferidos a la Junta de Andalucía, donde siempre, hasta la fecha, he estado
en servicio activo. Ya trabajando en la Junta obtuve el título de bachiller.
3)¿Cuál es el balance que le
gustaría hacer de su vida laboral?
Durante mis 42 años en la Administración distingo dos etapas. La primera, el
tiempo que estuve en la Administración Central, donde éramos una gran familia
en la que se compartía lo bueno y lo malo, tanto en el trabajo como en nuestras
vidas personales. Algo muy distinto de la experiencia posterior en la Junta de
Andalucía, donde las
relaciones personales se fueron perdiendo. Siempre me he considerado un buen
trabajador, cumplidor, honesto y que realizaba su trabajo con entusiasmo,
colaborando con todos y con suerte de haber tenido Secretarios y Jefes de
Servicio que me enseñaron mucho y, por supuesto, teniendo siempre claro que
estaba para prestar servicios a los ciudadanos.
La autonomía, del entusiasmo a la decepción
4) ¿Cómo era la Junta de Andalucía
a la que usted llegó en aquellos primeros años de su gestación?
Eran los comienzos. Había otra forma de trabajar, con otros objetivos. Había que adaptarse a los
nuevos tiempos, a los cambios. Pero, lo fundamental es que la mayoría de los
compañeros nos conocíamos. Recuerdo a mi primer delegado de la Junta de
Andalucía, D. Julio Berbel, al que le tocó la organización y distribución de
los trabajos a realizar por cada uno de los que fuimos transferidos. Todos
teníamos ilusión por un futuro mejor, porque pensábamos que la Autonomía sería algo
bueno para Andalucía. Con el tiempo, hemos visto que mejor nos hubiéramos
quedado como estábamos, pues nos fuimos dando cuenta de que el amiguismo y los
enchufes eran lo normal, por lo que, al poco tiempo, empezamos a echar de menos
la forma de trabajar en la Administración Central.
5) Usted, lo quiera o no, ha
sido líder de una revolución en el seno de la Junta de Andalucía. Nunca, hasta
el surgimiento del denominado movimiento naranja, se había organizado una reacción de denuncia, protesta y oposición
tan fuerte contra el Gobierno Autónomo. ¿Por qué? ¿Cómo surge aquel movimiento?
¿Qué le llevó a usted a
conformarse como uno de los dirigentes de esa protesta?
¿Por qué? Sencillamente, porque tenía una hija que se estaba preparando
oposiciones y, en un momento dado, cuando sale el Decreto 5/2010, de 27 de
Julio, por el que se aprueba medidas urgentes en materia de reordenación del
sector público andaluz, la preparadora le dice que era mejor que dejara de
prepararse, porque durante muchos años el panorama previsto era que no hubiera
oposiciones en la Junta de Andalucía, algo que con el tiempo hemos visto que ha
sido una realidad.
Surgió aquel movimiento porque cuando empezamos a investigar y vimos todo
lo que la Junta pretendía hacer con esa reforma, que no era otra cosa que dar
entrada a todas las empresas públicas, fundaciones y otros entes, algunos nos
dimos cuenta de que contra aquello había que enfrentarse. Junto con otros
compañeros y compañeras, comencé a salir
a la puerta de los “Ministerios” –un edificio que alberga varias sedes de
delegaciones de la Junta en Córdoba-. Allí, durante 10/15 minutos cada día, me dedicaba a explicar a todo el que quisiera
escuchar lo que se nos venia encima. Así me gané dos sanciones de la
Subdelegación del Gobierno, porque al principio las concentraciones eran
espontáneas y no contábamos con los permisos correspondientes. Sin pretensiones
de nada, fui convirtiéndome semana tras semana, ya con los permisos oficiales, en
quien daba la cara, ponía su nombre en las solicitudes y alertaba públicamente a
los compañeros.
Junto con un grupo que después conformamos la directiva de la asociación
AL-ANDALUS, seguimos trabajando hasta
llegar a una segunda etapa en la que, tras varias reuniones, convocamos a todos
los funcionarios y empleados públicos de la Junta de Andalucía en Córdoba a una
asamblea informativa. De ahí surgió la idea de la identificación con el color
naranja y lemas como el famoso ‘’A LA
ADMINISTRACIÓN POR OPOSICIÓN’’, que plasmamos en camisetas, gorras, banderas,
lazos, etc.
Al mismo tiempo, en todas las provincias de Andalucía fueron
surgiendo otros movimientos similares, como en Torretriana, en Sevilla, en
Málaga, Cádiz, Granada, Almería. Las noticias que teníamos eran cada vez más
alarmantes y llegó un momento en que vimos necesario unir las fuerzas. Para
ello, comenzamos a tener reuniones en
Antequera. Ese fue un paso decisivo, porque allí se plantearon las propuestas
que hicieron visible la fuerza que teníamos, especialmente las dos grandes manifestaciones convocadas en noviembre de
2010 y febrero de 2011, que reunieron en
Sevilla a más de 50.000 funcionarios, cada una. Para sorpresa y orgullo mío, en una de ellas, los
organizadores me pidieron que leyera el manifiesto final que otros compañeros
habían preparado.
Asociación Al-Andalus
6) ¿Qué es la Asociación
Al-Andalus?
La asociación surgió y se creó para que tuviéramos una cobertura legal y, a
su vez, para que pudiera representar a todos los socios que libremente
quisieran asociarse. Para ello, convocamos una Asamblea General, allá por el
mes de Abril del 2010. Allí presentamos
el borrador de los Estatutos que, previamente, un grupo de compañeros habíamos
elaborado y también se planteó la idea de buscar un buen bufete de abogados, porque nos
dimos cuenta de que era necesario llevar a los tribunales a la Junta de Andalucía.
Todas nuestras propuestas fueron aprobadas por mayoría absoluta de todos lo que
acudieron a la misma. Después de esa asamblea presentamos nuestros estatutos en el registro de asociaciones y
en los distintos organismos para que nuestra asociación fuera totalmente legal
de cara a las actuaciones que habíamos acordado,
por unanimidad, poner en
marcha.
7) ¿Qué ha sido del movimiento naranja y
de las sentencias que aún están pendientes?
El movimiento naranja sigue porque su espíritu pervive. Bien es cierto que 2010
y 2011 fueron años de mucha entrega por parte de todos, acudiendo a
manifestaciones, recogidas de alimentos por Navidades, caravanas de coches y, lo que nos marcó, los recibimientos calurosos
a los presidentes y consejeros de la Junta cada vez que teníamos noticias de
sus visitas a Córdoba, que amenizábamos con nuestros silbatos, bubucelas y
otros artilugios. Por todo esto es
comprensible que los compañeros/as se cansaran, pero, insisto, el espíritu
naranja sigue vivo.
En cuanto a las sentencias, curiosamente, el TSJA nos iba dando la razón
sobre nuestras demandas. Luego la Junta recurría al Tribunal Supremo y éste
dictaba unas sentencias pegadas unas de otras, difícil de entender, pero que
nosotros asumimos. En estos momentos estamos pendientes del Tribunal
Constitucional. Quiero recordar que fue el Partido Popular el que presentó
recursos de inconstitucionalidad contra el Decreto- Ley 5/2010, primero, y luego contra la Ley 1/2011, y que fueron
admitidos a trámite por la citada institución.
Llegado a este
punto quiero agradecer a todos/as los compañeros de toda Andalucía, porque con
sus aportaciones nos permitieron contratar al
bufete de abogados “Mariano Aguayo”, a cuyos integrantes, igualmente, doy las
gracias por habernos demostrado ser un equipo de grandes profesionales que
siempre han estado cuando se lo hemos pedido dando explicaciones aquí en
Córdoba y en la mayoría de las provincias andaluzas.
8) ¿Ha encontrado respaldo en las
organizaciones sindicales?
Siempre
he contado con el apoyo incondicional del Sindicato de Funcionarios de la Junta
de Andalucía (SAF) y, por tanto, siempre les quedaré enormemente agradecido por
ello. Al comienzo, y durante un tiempo, sobre todo, a algunas concentraciones y
manifestaciones acudieron CSIF, USTEA y USO, pero luego han ido desapareciendo
y sus objetivos dejaron de ser los de los naranjitos. Para el resto de
organizaciones sindicales he sido el enemigo público número uno y por tanto no
me merece la pena ni mencionarlos.
‘’He sido el enemigo público número uno
para algunos sindicatos’’
Al comienzo de nuestra lucha, unos de nuestros compromisos fue informar a los ciudadanos de lo que estaba pasando en la Administración de la Junta de Andalucía. A ello nos entregamos en cuerpo y alma durante muchos meses, saliendo a la calle, repartiendo información y hablando con los ciudadanos, explicando el porqué de nuestra lucha, que no es otro que defender sus intereses como contribuyentes y demandantes de los servicios que les prestábamos los funcionarios y empleados públicos, tanto en la Administración General, como en enseñanza, sanidad y otros servicios. Creo que en aquellos momentos la mayoría lo entendía, nos felicitaban y apoyaban.
10) ¿Cree que la gente de a pie, quienes no forman parte del entramado administrativo, conoce suficientemente esta lucha y la repercusión que puede tener en sus vidas?
Llegaron a conocer nuestra lucha, pero todo tiene que tener una continuidad. En aquellos momentos y durante un tiempo prolongado algunos medios de comunicación se hicieron eco de nuestras denuncias y reivindicaciones y eso llega a la gente de a pie.
Sobre la repercusión, creo que, mayoritariamente, no han llegado a ser conscientes de lo que aquella ley va a suponer en sus vidas. Ni siquiera tras la sucesión de casos de corrupción y extravío de dinero público que se han hecho públicos en los últimos años. Ni siquiera ante el progresivo deterioro de los servicios públicos.
11) Me han contado que tiene usted un asunto personal con destacados socialistas de Córdoba, su ciudad natal. Por ejemplo, con el recién nombrado Presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán ¿Quiere contarnos algún detalle?
Conocí personalmente al sr. Durán en el mes de mayo de 2011, en plena campaña para las elecciones municipales. Aquel día había un acto en un restaurante que está a las afueras de Córdoba. Estaba prevista la visita de muchos políticos, entre ellos la exconsejera Aguayo, de tan nefasto recuerdo por su mala gestión. Un grupo de personas estábamos junto a la carretera por la que tenían que pasar todas las autoridades, dispuestas a darles nuestra habitual bienvenida. Como aquello se alargaba y eran casi las 3 de la tarde, mis compañeros se fueron y yo decidí quedarme sólo, con mi silbato, mi camiseta naranja y la bandera naranja con el mensaje “A la Administración por oposición”. Pues bien, en un momento dado, comienza el desfile de coches oficiales, algunos coches paran y me hacen fotos y cuando noto que ya no baja ningún coche, me fijo en un cartel con una gran foto del Sr. Durán pidiendo el voto. Se me ocurrió dejar la bandera debajo de la foto y en aquel momento se para un coche y me llaman. Para mi sorpresa, era el Sr. Durán, que se dirigió a mí y me dijo que si lo que estaba haciendo lo iba a repetir con los otros carteles del resto de candidatos. Le respondí que yo hacía aquello en señal de protesta contra el candidato de un partido que representaba al gobierno de Andalucía, porque sus acciones eran contrarias a los intereses de los ciudadanos andaluces. Creo que desde ese momento no soy una persona grata para él, a pesar de haber tenido encuentros mañaneros al coincidir ambos camino del trabajo, en los que nos hemos deseado buenos días.
Las amenazas y el acoso
12) ¿Qué consecuencias ha tenido esta guerra en su vida personal y laboral?
Pues, uno se acostumbra a que te amenacen, te rajen las ruedas del coche y otras situaciones que no han sido agradables y que aún, a veces, continua. Pero, creo que no merece la pena que siga comentando este asunto, porque es darle alas a gente que por bandera lleva el resentimiento, el odio y el desprecio en sus miradas. A veces, éste es el precio que hay que pagar por un peaje que aún no ha terminado.
13) ¿Se jubila usted con ilusión o le gustaría reengancharse?
Es curioso, ahora que me lo pregunta, recuerdo que cuando algunos compañeros antes de cumplir los 65 años venían a pedir la prolongación en el servicio hasta los 70 años, yo les comentaba que por qué no se jubilaban y empezaban a disfrutar de la vida, de su familia, de hacer lo que quisieran. Ahora los comprendo. Creo que no estamos preparados para asumir dejar de trabajar. Por tanto, respondiendo a su pregunta, le puedo decir que me jubilo con ilusión porque he llegado a una meta: cumplir 65 años. Otras personas, por desgracia, no han podido llegar. Por otra parte, pienso que estoy capacitado para seguir trabajando. Pero, hay que dejar los puestos de trabajo. A ver si, por fin, la Junta de Andalucía cumple con las normas: reponer el 10% de las jubilaciones y convocar concurso de traslados. Muchos compañeros/as llevan años esperando, fuera de sus casas, separados de sus familias y pagando alquileres y gastos de viaje. Encima, con una pérdida continuada de poder adquisitivo y de otros derechos laborales y ayudas sociales que no les permiten vivir con dignidad. Todos estos gastos y este sacrificio se lo podrían ahorrar. Pero esto a la Junta durante estos años parece que no le preocupa.
14)¿Qué tiene previsto para un inmediato futuro?
Si se refiere a si voy a continuar como Presidente de la Asociación “Al-Andalus”, recientemente hemos celebrado Asamblea en la que puse a disposición mi cargo y por mayoría de los presentes me pidieron que siguiera al frente de la misma, en tanto no estuviera cerrado todo el proceso judicial en curso y hasta conocer que dictaminará el Tribunal Constitucional.
En cuento a mi vida personal, pienso dedicarme un poco más a mis hijos y a mis nietos, intentar viajar un poco y, por supuesto, estar al tanto de lo que vaya sucediendo para ayudar a mis compañeros/as de Córdoba y del resto de Andalucía.
15) ¿Ha concluido aquella lucha?
Eso lo tienen que decidir los compañeros, nuestra obligación en la Asociación “Al-Andalus” es convocar asambleas y es allí donde se tienen que tomar las decisiones. En la última, le puedo decir que se tomó la decisión de continuar adelante, a pesar de las últimas sentencias en contra de nuestros intereses.
16) ¿Cree que Susana Díaz y su equipo gubernativo, si es que llega a formar gobierno, deben de estar temerosos ante las decisiones y actuaciones que usted adopte?
No he sido, ni lo seré, un peligro para ningún gobierno de la Junta de Andalucía, sobre todo, porque siempre he sido un simple trabajador, pronto un jubilado más, un ciudadano pacifico que, eso sí, he luchado y lucharé contra las injusticias con mis únicas armas, que son la palabra y el silbato. Si tengo que volver a la calle, porque me lo pidan mis compañeros, siempre será dentro de la legalidad vigente, como siempre ha sido. En todos estos años, algo que me ha llamado la atención es que hemos sido felicitados por las fuerzas de seguridad, tanto en las manifestaciones como en las sonoras recepciones que ofrecíamos en Córdoba a los expresidentes de la Junta, Sr. Chaves y Sr. Griñán, con nuestras únicas armas, que eran las bubucelas y los silbatos.
‘’Mis únicas armas siempre han sido la palabra y un silbato’’
Nuestra lucha siempre ha sido pacífica. Ahora recuerdo que, al principio, un catedrático de la Universidad de Madrid se puso en contacto conmigo para decirme que, a lo largo de la historia pasada reciente, nunca en España se había producido un movimiento de funcionarios que lucharan contra un poder establecido de una manera tan pacífica como el nuestro y reivindicando su dignidad y sus derechos de forma tan justa.
Aquella conversación me dio fuerzas para seguir el camino que había emprendido, a pesar de las amenazas y los acosos. Por otro lado, fue un momento en que también resultaba agobiante la insistencia de los medios de comunicación, porque empezábamos a ser noticia.
A pesar de todo, en ningún momento se me pasó por la cabeza abandonar o apartarme de lo que estaba seguro que era necesario, continuar para intentar que el gobierno socialista se diera cuenta de que la gran mayoría de los funcionarios y empleados públicos estábamos en contra de aquella Ley nefasta para los intereses del pueblo andaluz, que se dio tanta prisa en aprobar en el Parlamento en solitario, con los votos en contra del PP y la abstención de IU.
‘’Una lucha justa y pacífica por la dignidad y la legalidad’’
17) ¿Qué futuro le espera al funcionariado y al pueblo andaluz,
en general, de mantenerse el Psoe sine die en el gobierno?
Los funcionarios y empleados públicos ya tienen asumido que la Función Pública no será la misma en tanto exista la llamada administración paralela. También saben que el gobierno del Psoe no quiere acabar con ella, todo lo contrario, quiere consolidar a los más de 30.000 trabajadores que en ella prestan sus servicios. De sobra es conocido y está suficientemente acreditado que una gran mayoría de ellos son personas cercanas por parentela a los altos cargos de la Junta o afiliados al partido o algunos de los sindicatos afines al partido que nos viene gobernando desde hace más de 30 años.
El pueblo andaluz lo que quiere es que la administración sea ágil, eficaz y que sus problemas se resuelvan con rapidez. Otra cuestión es que sus papeles e intereses colectivos los estén gestionando trabajadores que no tienen competencias para inspeccionar, dictar resoluciones o administrar presupuesto público, pues esas funciones son competencias exclusivas de los funcionarios de carrera, según establece la Constitución española, y se les ha hurtado y arrinconado.
19) ¿Le hace ilusión este homenaje que le preparan sus compañeros?
Como no, ese será un día de emociones fuertes, pues, no dejaré de acordarme de mi mujer, Concepción Poch Gómez, y de mi hijo Fernando, su mujer y mis nietas, que se encuentran en los Estados Unidos desde hace varios meses. Pero, también disfrutaré con alegría de tener a mi lado a mis dos hijas, que estarán acompañadas por sus parejas.
Por otro lado, será un placer reencontrarme con compañeros/as de mi Delegación y de otras Delegaciones de la Junta, que se que me quieren y que están haciendo un esfuerzo por estar ese día junto a mí. No quiero dejar de pensar en algunos otros amigos que, me consta, se desplazarán de otras provincias y de pueblos para compartir esa jornada, por lo que mi agradecimiento es total para cada uno de ellos. Junto a ellos partiré una tarta por mis 65 años para celebrar de una forma más distendida mi cumpleaños. Como verás, mi felicidad será plena.
Quiero daros las gracias a todo el equipo de El Demócrata Liberal por todo el cariño que habeis puesto en el comentario previo a la entrevista. Y a Mara por esa conversación que mantuvimos y por sus preguntas tan acerdadas que refleja los años vividos.Mi mas profundo agradecimiento a todos y a seguir denunciando al cortijo en un camino con un final de llegada que será cuando veamos fuera del gobierno Andaluz a todo los cortijeros.
ResponderEliminarQue recuerdos más estupendos de aquella época, cuando desafíos pacíficamente al poderosísimo régimen del PSOE Andaluz con nuestras humildes camisetas naranjas. Yo no nací aquí, como indica mi alias, pero aquí me he criado y he acabado siendo un servidor público. Parece que todo fue un sueño, pero no, fue real, salimos por miles a la calle a pesar de ser un colectivo muy individualista, y no hubo ningún partido ni medio de comunicación detrás, surgimos realmente de la sociedad civil, realmente pienso que fuimos unos adelantados a nuestro tiempo.
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